Al cierre de la primera jornada, el equipo capitaneado por Luke Donald vence con cinco puntos de ventaja sobre Estados Unidos
Europa empezó la Ryder Cup con hambre de venganza. El inicio del equipo fue arrollador en la mañana fresca de Roma y pelearon hasta el final en la tensa tarde. ¿El resultado? Estados Unidos terminó sin ganar ni un solo partido en todo el día, la primera vez que sucede en la historia de la competición. El marcador final al acabar la primera jornada, con ocho puntos en juego, reflejó 6,5 puntos de Europa frente a 1,5 de Estados Unidos. Los americanos únicamente pudieron sumar empatando tres partidos mientras que Europa ganó seis y empató uno. Un resultado insólito. De hecho el equipo capitaneado por Luke Donald se quedó a solo dos puntos y medio de alcanzar el mismo resultado con el que cerró su derrota en la edición de hace dos años. Y la estrella del día no fue otro que Jon Rahm, invicto, con punto y medio acumulado.
Djokovic y Sainz, fans
La Ryder Cup empezó pronto, muy pronto. Irene y Carlos, dos de los miles de aficionados, cogieron una de las lanzaderas desde las cercanías de Roma pasadas las 4:30 de la madrugada. El Marco Simone Golf & Country Club de Roma abría sus puertas a las 6:30 de la mañana, pero, en la oscuridad de la noche, miles de espectadores aún se mantuvieron esperando apelotonados. Minutos antes de las 07.00 comenzaron las carreras por llegar lo antes posible al tee del hoyo uno y coger uno de los 5.000 sitios para ser testigo del espectáculo del primer hoyo.
En primera fila Novak Djokovic y Carlos Sainz, ataviados con el polo europeo, animando como dos fans más. El ambiente pareció intimidar a los estadounidenses que en una mañana aciaga perdieron 4-0 en los foursomes (golpes alternos). En ningún momento plantaron batalla a los europeos y los puntos fueron cayendo fácilmente. Rahm y Hatton se dieron un auténtico festín ganando al número uno del mundo Scottie Scheffler acompañado por Sam Burns. “El equipo parece un funeral”, comentaba entre cuerdas Julie, la mujer de la mítica leyenda americana Ben Crenshaw, que está ayudando al equipo de Zach Johnson esta semana.
La tarde de fourballs (mejor bola) parecía mucho más disputada, Los dos capitanes hicieron jugar a sus 24 jugadores entre mañana y tarde, pero Rahm repitió concurso en esta ocasión junto al rookie Nicolae Hojgaard. El joven salvó los muebles del equipo durante los primeros nueve hoyos, pero cuando el partido se puso más tensó, ‘Rahmbo’ tiró de galones y logró dos estratosféricos eagles desde fuera en el hoyo 16 y en el hoyo 18 para destrozar a sus rivales y arañar un medio punto muy psicológico. En frente otra vez Scheffler, esta vez reforzado por Brooks Koepka. “Cuesta describir lo bien que hemos jugado todos hoy, especialmente la remontada de la tarde. El eagle en el 16 era un buen golpe y el del 18 no lo he celebrado porque he tenido mucha suerte con el putt que iba muy pasado y acabó entrando. Tengo que darle mucho crédito a Nicolae. En ese momento me ha dicho ‘haz lo que haría Seve’ y hemos hecho algo especial”, describía el español después de la paliza de 36 hoyos con casi 30 grados.
“Llegar a 14 puntos y medio”
Justin Rose culminó la remontada europea de la tarde, evitando que los americanos ganaran su primer partido. Un empate demoledor, que Rose certificó con un birdie en su último hoyo empatando junto a Robert Macntyre frente a Max Homa y Wydham Clark. Rory Mcilroy y Matt Fiitzpatrick ganaron cómodamente a Colin Morikawa y Xander Schauffelle y Hatton y Hovland empataron con Justin Thomas y Jordan Spieth.
Nunca Europa ha vivido un primer día tan eufórico en una Ryder Cup y precisamente ese puede ser su peor aliado para la jornada de este sábado. “La gente que crea que esto está ganado, que se calle, quedan dos días, simplemente nos hemos dado una buena oportunidad, pero tenemos que llegar a 14 puntos y medio”, sentenciaba Rahm.