Entrevista
El defensa del Real Madrid, ex del Chelsea, recibe a EL MUNDO para reflexionar sobre su vida y su carrera antes de la eliminatoria contra los ‘blues’. “Mi infancia no fue fácil, pero fui rico por tener a mi familia”, asegura.
Los bailes y su forma de correr han convertido a Antonio Rüdiger (Berlín, 1993) en uno de los favoritos del Bernabéu, pero su talento defensivo también ha convencido a Ancelotti. El alemán, ex de la Roma o el Chelsea, es el quinto futbolista de campo más utilizado esta temporada y busca lo que algunos de sus compañeros han conseguido hasta cinco veces: ser campeón de Europa con el Real Madrid. Antes de la eliminatoria de cuartos de Champions contra su Chelsea y después de convertirse en atleta de Under Armour, Rüdiger charla con EL MUNDO «en inglés, mejor», bromea en un perfecto español.
- Su padre es alemán y su madre de Sierra Leona. ¿Cómo de importante es para usted mantener la relación con el país de origen de su madre?
- Por supuesto, es muy importante para mí porque también es su origen. Respeto muchísimo a Alemania, claro, pero si miras a Alemania con respecto a Sierra Leona en términos de abundancia… Allí son muy desafortunados. Por eso siempre es bueno hacer esto, mantener y compartir esperanza, que es muy importante. Y que algún día puedan ser o vivir como yo o mejor. Ojalá se vuelvan mejores que yo, desde luego.
- ¿Cómo fue su infancia? ¿Qué le gustaba hacer y cómo era un día en su familia?
- Mi infancia no fue fácil, pero aún así fui muy rico en cuanto a la unión familiar. El vínculo familiar era… diferente. Muy fuerte. Éramos ‘Nosotros’, ¿sabes? Y lo seguimos siendo. Y en ese sentido creo que no ha cambiado nada. Disfruté muchísimo ese tiempo con mi familia, porque aunque sería fácil decir que no tenía dinero para hacer esto o lo otro, aún así mis padres siempre trataron de hacerme la vida más fácil. Ahora es diferente con mis hijos (risas).
- ¿Quién ha sido la persona más importante en su vida personal y en su carrera futbolística?
- Siempre, si tengo que poner a una, quitando a mis padres porque eso está más que claro, sería mi hermano mayor. Él es mi amigo, mi asesor financiero, mi todo. Uno sabe quién está a su lado en los buenos momentos, eso se ve, todo el mundo está en esos buenos momentos, pero en los malos no. Y en los malos mi hermano siempre está.
- ¿Fue un buen o mal estudiante?
- Honestamente, en la escuela no era un buen estudiante, pero luego en otras cosas sí. Por ejemplo, a la hora de aprender Islam, porque soy musulmán, ahí sí. Así que puedo decir que era buen estudiante (risas).
- Está en mitad del Ramadán, ¿cómo lo lleva?
- Me encuentro muy bien. Como he dicho, una de mis principales fuerzas es la mentalidad, la cabeza, y creo que esto es también algo mental. Si te repites todo el rato ‘tengo hambre’, al final tendrás hambre. Pero si no piensas sobre ello y haces lo que tienes que hacer, todo está bien.
- De pequeño, sus padres le llamaban ‘Warrior’ (‘Guerrero’).
- Sí. Mi madre me llamaba ‘Warrior’ porque decía que si no conseguía lo que quería seguía luchando. Podía darme 10 veces con la cabeza contra un muro que aún así seguía corriendo. Así que es así, soy un guerrero pero también muy cabezón.
- ¿Y ahora sigue siendo igual?
- No, no. Bueno, en el césped sí. Soy un guerrero. Pero fuera de él soy un payaso para mis hijos. La vida cambia de forma profunda, con los hijos, la carrera, todo… Soy padre y no puedo ser así toda la vida. Soy un payaso para mis hijos, eso sí.
“Lo siento por los hijos de los racistas”
- La gran pregunta: ¿Está loco?
- (Risas). Sé a lo que se refieren cuando me lo preguntan y que es en el buen sentido. Y sí, estoy loco porque hago lo que haga falta para ganar. Todo. No acepto la derrota. Soy una persona positivamente loca porque me gusta que la gente se ría. Los bailes, la forma de correr… Es sólo para que la gente se ría. Si se ríen de mí, no hay problema, porque yo me puedo reír de mí mismo también.
- Ha hablado muchas veces sobre el racismo y lo ha vivido en primera persona. ¿Qué le diría a la gente que sigue gritando insultos racistas en un campo de fútbol?
- Mira, es un tema del que se sigue hablando y hablando y hablando… Y voy a ser honesto. Yo cuando era joven, lo intentaba siempre y me centraba muchísimo en esto. Demasiado. Pero ahora intento concentrarme en las buenas personas, porque cuando hablamos de racismo hablamos sólo de una minoría. Y creo que tenemos que hablar más de todos los que van al estadio y animan. Sobre los que insultan, lo siento por sus hijos porque muestran claramente que no tienen educación.
- Hablando de fútbol, ¿qué nota le pone a su año en el Madrid?
- Nos quedan momentos importantes todavía para poner una nota, pero sobre los primeros meses diré que los he visto como una adaptación. El Madrid es el mejor club del mundo y tienes que adaptarte, quieras o no. Creo que no he visto a ningún futbolista llegar al Madrid y jugar a un nivel fantástico al momento. No estoy teniendo una mala temporada, o eso creo, pero siempre se puede mejorar. Ahora estoy en mejor forma que al principio, porque eso viene con el ritmo de juego. Ahora estoy jugando mucho y es diferente. Si juegas un partido y luego no juegas dos, no es un buen ritmo. Ahora lo tengo. Estoy feliz.
- ¿Quién le ha ayudado más?
- David Alaba, sí. Desde el día uno. Es un gran amigo. Jugamos en la misma posición, pero estamos muy unidos. Al final del día tenemos que ser profesionales y saber diferenciar. Nuestras familias pasan mucho tiempo juntas, nos llevamos muy bien… Pero eh, en el césped si le tengo que pegar le voy a pegar (risas).
- Ahora se enfrenta al Chelsea. ¿Cómo lo vive? ¿No le resultará raro?
- Sí, pero es normal sentirse raro. Cuando juegas contra tu antiguo club es así. Pasé 5 años hermosos allí, gané la Champions League y ese sentimiento existe, pero ahora estoy en el Real Madrid y aquí la presión por ganar la Champions es muy alta. No puedo tener sentimientos, sólo salir ahí y hacer mi trabajo.
- ¿Siente esa presión?
- Todo alrededor de este club es ‘Champions League, Champions League’. Te voy a poner un ejemplo: el día de Año Nuevo tuvimos un entrenamiento abierto para la afición, y los balones que les regalamos eran los balones de la Champions. Ahí ves que la mentalidad es diferente.
- El Chelsea ha cambiado mucho esta temporada. ¿Es un equipo muy diferente al que conocía?
- Sí, pero les veo incluso mejor. Jugador por jugador, tal vez no han tenido tiempo para encontrarse como equipo, pero tienen una plantilla muy fuerte y eso les hace impredecibles. Tienen muchísimo talento.
- Usted ganó la Champions con el Chelsea, pero ¿qué significaría ganarla con el Real Madrid?
- Sí… Todo. Lo significaría todo para mí. Muchos grandes jugadores, muchas leyendas… Y no necesito irme muy atrás en el tiempo, me vale sólo con ver mi vestuario, hay gente ahí que la ha ganado cinco veces. ¡Cinco! Así que al menos, al menos, al menos quiero ganarla tres veces si se puede (risas). Ganarla aquí sería increíble porque entraría en los libros de historia del club y nadie te puede sacar de ahí.
- Todavía tiene 30 años, pero ¿ha pensado alguna vez en la vida más allá del fútbol? ¿Qué le gustaría hacer? He leído que ir a Eurodisney.
- Sí, sí. Iré a Disney, seguro (risas). Pero al de Estados Unidos, no al de Francia. Además, mis hijos serán mayores y ya lo podrán disfrutar. Nunca he estado y quiero ir. Pero después del fútbol quiero ser un hombre de negocios. No sé qué pasará en 10 años, pero creo que no quiero estar metido en el mundo del fútbol.
- ¿Se ve jugando muchos años más?
- Dependerá de mi cuerpo. Si miras a tipos como Luka Modric… (Risas). No sé si llegaré a esa edad, pero veremos lo que me dice mi cuerpo, le escucharé y decidiremos.
- ¿Alguna vez le han preguntado a Luka qué hace para estar así?
- No, yo nunca le he preguntado. Pero es que creo que es la genética, el tío es un pincel. Es una locura. Máximo respeto por él.
- ¿Qué le gusta de Madrid?
- Tenéis unos restaurantes increíbles. No he podido explorar demasiado porque el calendario es una locura y cuando tienes tiempo libre, descansas. Pero ahora que viene el buen tiempo, espero conseguir buenos resultados para que salir a conocer la ciudad sea todavía mejor.
- Acaba de anunciar su vínculo con Under Armour. ¿Qué valores comparte con la marca?
- Rendimiento, trabajo duro y ayudar a la gente, que es algo que también hago en Sierra Leona. Esto creo que es lo más importante.
- Una de sus características es la fuerza física. ¿Qué tipo de entrenamientos hace?
- Diría que lo que me hace fuerte no es mi cuerpo, sino mi cabeza. No hago muchas pesas, trabajo más con mi propio cuerpo… Mira, ¡Si tienes un brazo más grande que yo! (Risas).
- Ahora comparte marca con Dwayne Johnson, The Rock…
- Sí, no sé lo que él hace, pero está claro que yo no puedo hacer eso (risas).