El árbitro español siempre ha estado en el centro de la crítica y los insultos del aficionado y de los clubes. No es ninguna exclusiva. Pero en los últimos 12 meses, los colegiados han visto cómo la tensión y el recelo del resto de protagonistas del balón se amontonaban a su alrededor. La explosión del Caso Negreira, los cambios tras la introducción del VAR, la publicación (y la primera filtración) de los audios de los colegiados, las jubilaciones de dos históricos como Mateu Lahoz y Del Cerro Grande, la mudanza de algunos árbitros del campo a los platós, los comunicados y vídeos críticos de los clubes… Todo ha sido un caldo de cultivo para que el fútbol español viva en una enajenación constante respecto a la actuación del árbitro. Un recelo que no parece tener fin y que ha tenido otra muestra de ello tras las tres intervenciones del VAR en el Bernabéu.
Pero hagamos memoria. El 15 de febrero de 2023 el fútbol español descubrió el Caso Negreira, la investigación sobre los pagos del Barcelona al número 2 de los árbitros entre 1994 y 2018. Unas exclusivas que ahora están cerca de cumplir su primer aniversario y una investigación que todavía está en desarrollo, pero que ha puesto a los árbitros en el centro del debate. Más todavía. Desde el inicio de las informaciones, la situación creó división en el fútbol español, enfrentó aún más a Barça y Madrid, provocó la «máxima preocupación» del resto de clubes y sentó para varios interrogatorios a muchos de los árbitros que todavía están en activo.
Los propios colegiados admiten que la sombra de la corrupción en el estamento ha hecho daño al arbitraje, ha elevado el clima de tensión e, insisten, están «hartos» del Caso Negreira. Esa atmósfera hacia el estamento creció tras las informaciones de febrero de 2023, con cánticos y gestos de rechazo no sólo en el Bernabéu, también en el Pizjuán, el Coliseum, San Mamés o Mestalla. Y no se quedó sólo en el estadio.
La cruzada del Madrid contra el sistema arbitral es evidente, y ahí están los vídeos de su televisión antes y después de cada encuentro analizando las actuaciones de los que dirigen al conjunto blanco. Una constante que es vista desde el CTA como una manera de «generar presión» sobre los colegiados. Pero los blancos no son los únicos en criticar directamente a los árbitros. El domingo, el propio Xavi decía: «Va a ser muy difícil ganar esta Liga, ya dije en Getafe que había cosas que no me cuadraban». «La integridad de la competición no puede estar en duda, que no haya sospechas», pidió Gil Marín hace meses.
Esta temporada, las quejas de los clubes se han acumulado en el CTA. Sevilla, Real Sociedad, Athletic Club, Celta, Almería, Mallorca, Betis, Cádiz, Girona, Alavés… Si uno busca el nombre de un equipo en Google y añade «quejas árbitros» tendrá respuesta. Pero, ¿tienen peso esas quejas? ¿Es el arbitraje español peor que antes?
El nivel arbitral, “elite”
Las retiradas de Mateu, que pitó la final de la Champions de 2021, y de Del Cerro (final de la Conference de 2023) han dejado al estamento sin sus dos mejores hombres, pero España sigue siendo referencia en la elite del fútbol europeo. Hernández Hernández, Gil Manzano y Sánchez Martínez tienen cartel de «Elite UEFA», siendo España el único país junto a Francia y Alemania en tener tres o más colegiados de este nivel.
El curso pasado, los árbitros españoles fueron los que más encuentros dirigieron en la Champions (16), por delante de Italia (13) y Alemania (9) y fueron los que acumularon mayor responsabilidad en la sala VAR del Mundial de Qatar. En esta edición de la Copa de Europa, la presencia de cinco españoles en fase de grupos les ha limitado su participación a seis encuentros, por los 11 de los italianos y los ocho de los alemanes, y los cuatro equipos nacionales en octavos tampoco les ayudarán a sumar mucho en esta ronda, pero en la Federación no dudan de la confianza de FIFA y UEFA en el estamento español: «Somos elite para ellos», aseguran desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Los colegiados, eso sí, recelan también del «entorno» que rodea ahora mismo al fútbol y, cuentan fuentes cercanas a los árbitros, de algunos ex compañeros que en los últimos años se han pasado a los medios.
El aterrizaje del VAR y su utilización es el gran dilema de estos días. En algunos encuentros, como en el del Bernabéu, el juez de campo es un joven (Hernández Maeso) y el del VAR uno experimentado (Hernández Hernández). Desde el CTA se argumenta la necesidad de mezclar perfiles, pero algunos clubes prefieren que el poder y la experiencia resida en el césped. En Chamartín, por ejemplo, se produjeron tres revisiones.
Otra cuestión es la publicación de los audios, algo que ha generado todavía más contenido. La RFEF quiere se publiquen en directo para mejorar la transparencia, pero algunos árbitros creen que centra el foco en ellos en lugar de en el resto del partido. «El foco es para otros», admiten.