WM Phoenix Open
Afrontó el sábado más festivo que existe en el mundo del golf a dos golpes de la cabeza y de su máximo rival, Scotty Scheffler
Jon Rahm afrontó el sábado más festivo que existe en el mundo del golf a dos golpes de la cabeza y de su máximo rival, Scotty Scheffler, en la lucha por la victoria del WM Open de Phoenix y en la batalla por arrebatar a Rory Mcilroy el número uno del Mundo. El torneo más ruidoso del PGA Tour, el que más público concentra no defraudó en su jornada de sábado.
El hoyo uno del TPC de Scottsdale ya puso en alerta al español con un mensaje contundente: la tercera jornada no sería un día fácil. Rahm firmó un bogey desde la calle y a solo 80 metros de bandera. Pareció ponerse en guardia el de Barrika y en los siguientes 10 hoyos, Rahm rindió un sentido homenaje a Seve Ballesteros. Hasta cuatro fueron las recuperaciones milagrosas que produjo el número tres del mundo. Monumentales la del 5, con approach y putt desde 145 metros, la del hoyo 8 desde 90 metros y la del hoyo 11, desde 115 metros. El puño salió a pasear y aguantó ‘Rahmbo’ con rabia contenida las embestidas de Scheffler. A la altura del hoyo 12, su largo putt de birdie sacó plumas al hoyo, pero transmitió la sensación de que algo había cambiado.
En el par 5 hoyo 13, volvió el dominador Rahm y perdonó una opción de eagle de 3 metros, en el 14 embocaba un firme putt de birdie desde 6 metros, y a punto estuvo en el último par 5, hoyo 15, de fabricarse una nueva opción de eagle, su segundo golpe, un hierro valiente, se escapó por centímetros al bunker ajustado a bandera y desde la arena el español solo pudo salvar el par.
Rahm provoca la locura en el 16
Por segundo día consecutivo, Rahm revolucionó a las masas en el hoyo 16 con un imposible putt cuesta abajo y con caída de birdie desde 12 metros. Estalló la locura entonces en el ‘hoyo estadio’ y volaron las botellas, Rahm, eufórico, no se resistió a arengar a las masas. Minutos antes Hadwin, en el mismo partido que el español y Scheffler pegó el golpe del día dejando la bola desde el tee a un palmo del hoyo, produciéndose la primera lluvia de plástico y cervezas. Durante unos segundos y a contra reloj (quedaban pocos minutos de luz solar) los operarios se afanaron en limpiar el greeen del 16 para que el último partido pudiera patear y Rahm lograr el citado golpe del día.
Sin embargo, volvería el sufrimiento en los dos últimos hoyos, especialmente en el 18 donde Rahm terminó con un putt de par de algo más de dos metros embocado, dejando una trabajada tarjeta de 68 golpes (-11) y metido en el partido estelar del domingo a dos impactos de Scotty Scheffler, líder del torneo y rival directo por el número uno del mundo.
Jon Rahm buscará mañana su tercera victoria del año en cuatro participaciones en el PGA Tour. Si ganara el español sería el jugador más rápido con conseguir tres triunfos en el PGA Tour desde Johnnie Miller en 1975.