EL MUNDO desveló las pruebas clave que sirvieron a la Fiscalía para acusar al Barça

EL MUNDO desveló las pruebas clave que sirvieron a la Fiscalía para acusar al Barça

Caso negreira

Actualizado

El Ministerio Público sitúa como uno de los pilares de su acusación por corromper árbitros el burofax publicado por este periódico el pasado 17 de febrero

Sandro Rosell y Bartomeu antes de declarar en la Audiencia Nacional por el caso Neymar.JAVIER BARBANCHO

La Fiscalía sostiene su histórica denuncia contra el FC Barcelona y dos de sus ex presidentes en las comunicaciones amenazantes dirigidas por José María Enríquez Negreira al FC Barcelona desveladas en exclusiva por EL MUNDO. El Ministerio Público sitúa como uno de los pilares de su acusación por corromper árbitros el burofax publicado por este periódico el pasado 17 de febrero.

Quien fuera número dos de los colegiados españoles montó en cólera cuando Josep Maria Bartomeu adoptó la decisión de dejar de pagarle a finales de junio de 2018, poco después de que Negreira fuera relevado como mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio en el estamento arbitral. Tras enviar una remesa de facturas al Barça y comprobar que la decisión de romper con él era firme, decidió chantajear al club. Envió una carta en la que advirtió al club que tiraría de la manta.

Enríquez Negreira escribió a principios de 2019 directamente a Bartomeu y le avanzó que destaparía un gran «escándalo» que tendría «graves consecuencias para la entidad». Toda vez que, aseguró, estaba dispuesto a aflorar «las irregularidades» que afirmaba haber «vivido de primera mano» y que estaba en disposición de «acreditar». Añadió que la decisión de Bartomeu de prescindir de sus falsos servicios de asesoría «después de tantos años juntos» -la relación se prolongó al menos desde 2001 hasta 2018- la encajaba como un «insulto» y agregó que actuaría «sin miramientos».

Este tono fue todavía más virulento en un segundo burofax, también revelado por este periódico, en el que meses antes recordó al presidente azulgrana que había estado cobrando del club cada mes «por años de favores prestados y confidencias».

De nuevo, amenazó con destapar la caja de los truenos y subrayó que estaba dispuesto a poner las pruebas a disposición de un juzgado con todas las consecuencias. Al mismo tiempo señaló directamente a todos los presidentes con los que, según él, había negociado sus condiciones, desde Joan Gaspart a Bartomeu pasando por el «Sr. Laporta», de quien escribió que había recibido «indicaciones».

El club se negó a ceder a la presión de Negreira y se mantuvo firme en su decisión de cortar los pagos al histórico dirigente arbitral. La relación entre ambas partes se rompió hasta que un año después, coincidiendo con la finalización de la temporada 2019/2020, Negreira volvió a ponerse en contacto con el Barça.

En un desesperado intento por recuperar sus cobros millonarios, se ofreció para «ayudar con el VAR». Apuntó que al Barça le podía haber ido mejor con el videoarbitraje en la temporada que acababa de concluir y que si estaban interesados de nuevo en su capacidad de influencia contactaran con él. Recibió la callada por respuesta.

Junto a estas dos comunicaciones, que han disparado la gravedad del escándalo, este periódico ha publicado las facturas por las que cobró Negreira más de 7 millones de euros por asesorías ficticias de vídeos arbitrales. Pero, también, los recibos ficticios de asesorías educativas con las que cobraba su hijo a través de un alto cargo del club ya fallecido, Josep Contreras. E incluso las comunicaciones internas del Barça cuando Hacienda comenzó la inspección que comenzó a incubar el mayor escándalo de la historia del fútbol español.

Cargos intermedios del club debatieron por correo qué debían contestar a la Agencia Tributaria cuando les requirió los pagos al número dos de los árbitros. «No hay contrato. ¿Se lo contamos o nos hacemos los locos?», llegó a plantear un ejecutivo que trabaja todavía en el club.

kpd