La España democrática: 71 jugadores para un concepto (casi) imposible en la selección

La España democrática: 71 jugadores para un concepto (casi) imposible en la selección

Por el pasillo que hacía las veces de zona mixta en el Martínez Valero salían los jugadores españoles camino de la medianoche. Esperaba el autobús y luego el avión hasta Madrid. Cada uno de ellos llevaba en la mano una caja de cartón. En una etiqueta, su nombre. Y una pegatina. Si era verde, pertenecía a un jugador. Si no era verde, pertenecía al staff o a los empleados que viajan con el equipo. La nutricionista, Toscana Viar, llevaba varias. ¿Qué había en esas cajas? La cena. Pero una cena personalizada. No valía coger cualquier caja. Dani Vivian, por ejemplo, había dejado la suya en el vestuario porque sólo llevaba un yogur con frutos rojos y un zumo, pero la de Oyarzabal tenía pinta de pesar. Y la de Merino. El objetivo es que los jugadores cenen en el mismo autobús y repongan lo perdido lo antes posible.

Para saber más

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Poco antes de esa imagen, en la sala de prensa, el seleccionador georgiano, Willy Sagnol, había soltado una parrafada abrumadora sobre España. Resumida, dijo esto: "España juega en otro planeta. En los 80 y en los 90 tenían buenos equipos, pero no eran ganadores. Ahora lo son. Llevan 25 años fabricando jugadores inteligentes, que siempre eligen en función de lo que ocurre a su alrededor. Por ejemplo, Pedri. Es tan poca cosa que parece que saldrá volando si hay viento, pero es uno de los mejores centrocampistas del mundo".

De la Fuente, claro, lo agradecía, pero con cautela. Y no cree que toda la sarta de elogios que le llueven a su equipo estos días tengan repercusión en el vestuario. "Cuando hablas con personas tan inteligentes y maduras como nuestros jugadores, no hay peligro. Ellos aceptan los elogios sin ir más allá, porque saben que el próximo reto será más difícil. El halago no les va a debilitar. Son muy buenos futbolistas, para mí los mejores del mundo, pero son mejores personas".

Ranking

Buenas personas o no, que de todo habrá, el caso es que la selección española camina por encima del suelo desde hace tiempo. Encumbrada hace apenas unas semanas al número 1 del ranking FIFA muchos años después (no lo era desde 2014), es hoy el rival a batir, dicho esto por tipos tan poco sospechosos como Lionel Scaloni o Didier Deschamps, seleccionadores de Argentina y de Francia. Y detrás de ese éxito, que lo es sin duda, está una política de democratización de la selección que Luis de la Fuente implementó desde su llegada a finales de 2022 (su primera convocatoria fue en marzo de 2023).

El seleccionador, desde entonces, ha llamado a 72 futbolistas. Casi todos han disputado algún minuto (de hecho, todos menos siete). Suma 25 debutantes en 34 partidos. Desde Joselu, que fue el primero, hasta Jorge de Frutos, de momento el último, es un número apreciable, una lista donde están tipos como Lamine Yamal, Le Normand o Huijsen.

En este tiempo, el técnico ha tenido que afrontar muchísimas bajas. Algunas largas como la de Gavi, que era esencial cuando llegó, y otras intermitentes como las presentes de Lamine Yamal o Nico Williams. En el once que se midió a Georgia el sábado faltaban seis titulares indiscutibles. No hay problema al parecer. El autor del primer gol, por ejemplo, fue Yeremy Pino, un tipo del Crystal Palace. De la Fuente ha instaurado el concepto de equipo en una selección, con lo difícil que es eso. Da la impresión de que, juegue quien juegue, el equipo funciona. "Hoy tenían seis o siete bajas y no se ha notado", insistía Sagnol, que usaba un tono real de admiración.

Esa democratización del equipo lleva irremediablemente a evadirse de la importancia del Real Madrid y del Barcelona. En el once del sábado no había ni un jugador blanco. Sí del Barça (Cubarsí, Pedri y Ferran), pero el resto estaba repartidísimo. Estaban representados 13 equipos: Arsenal, Athletic, Real Sociedad, Barcelona, Tottenham, Chelsea, Leverkusen, Atlético de Madrid, Celta, Rayo Vallecano, Como, Crystal Palace y Oporto. "Tengo la suerte de poder elegir entre 40 o 50 jugadores que para mí son los mejores del mundo", suele insistir el técnico. Y no le falta razón. En la época de barbecho que el equipo pasó entre 2014 y 2023, uno de las críticas más frecuentes era que no tenía jugadores diferenciales. Hoy sí los tiene, hoy tiene futbolistas que son top-5 en sus posiciones (Lamine, Nico, Pedri, Zubimendi, Cucurella...), pero es que no le hace falta. Para sujetar la racha de partidos sin perder (28), no vale con la primera fila. Hay que democratizar, por elevación, el equipo, y eso España lo ha conseguido.

Mañana espera Bulgaria, el rival más débil del grupo, y una victoria dejaría a tiro de otra, en noviembre, la clasificación para el Mundial, verdadero objetivo de un grupo ya campeón de Europa.

La soledad del Real Madrid

Actualizado Domingo, 12 octubre 2025 - 13:31

Joan Laporta ha vuelto al redil. Balando mansamente, ha acelerado su regreso a los apriscos de Al Khelaifi y Ceferin, que le han pasado paternalmente la mano por el borreguil lomo y le han dado la bienvenida al abrevadero común. El regreso de la oveja pródiga. Bastante tiene Laporta en casa como para seguir indisponiéndose con quienes pastorean el rebaño en el continente.

En el fútbol la geografía es elástica. Al Khelaifi, presidente de la ECA, ahora rebautizada EFC (European Football Clubes), es qatarí y su organización reúne a 55 países. No hay tantos en Europa. Pero desde que Australia participa en Eurovisión, cualquier corrección del mapa es posible. Y, bueno, un partido de nuestra Liga en Miami es poca cosa en comparación con aquello de que la Supercopa de España se juega en Arabia Saudí.

Sea como fuere, el Madrid se ha quedado bailando solo con su fantasiosa Superliga, en mitad de la pista desierta, sin música y con las luces apagadas. Pero mejor solo que mal acompañado. El Barça actual puede ser compañero de celda, pero no de baile, ni de viaje, ni de cama.

De un modo u otro, el Madrid siempre ha estado solo. En su majestad; en su arrogancia; en su orgullo; en su ambición; en su coraje; en su negativa a la derrota, mal digerida, y en su resistencia mal tolerada a la crítica. En su mentalidad de máximos continuos y en el agotador esfuerzo de mantenerlos por el exclusivo procedimiento de aumentarlos. En el cultivo de su propio mito, porque nadie, excepto él, que convive consigo mismo, puede comprenderlo y transmitirlo en su totalidad. La soledad del Madrid no es la de la falta de seguidores en todo el globo. Al contrario, sino la de la imposibilidad de cotejo con el resto del planeta fútbol, dividido en dos hemisferios. En uno reina el Madrid. En el otro vive el resto. En su "splendid isolation", a falta de un interlocutor de su tamaño y tesitura, el Madrid se ve obligado a conversar en voz alta con su espejo. Goza y sufre la soledad de quien es único.

Florentino es un producto del madridismo imperial y un convencido de su providencialismo para representarlo. A sus virtudes gestoras y su moderno sentido del espectáculo une un concepto mesiánico de la presidencia. Se ha quedado solo con la Superliga, una criatura nonata, fecundada "in vitro", en cuya relación familiar el huérfano es el padre.

Florentino experimenta una comprensible fijación emuladora con Santiago Bernabéu. Les separan décadas y generaciones. Pero les empareja un mismo tinte visionario y una similar y máxima trascendencia histórica. Cada cual es hijo de su época, a la que ayudan a definir y entender en el plano futbolístico. Don Santiago nació en el siglo XIX, en 1895, y penetró en el XX. Florentino, en el XX, en 1947, y se ha adentrado en el XXI. Don Santiago levantó el estadio que lleva su nombre. Florentino lo ha convertido en el mejor del mundo. Don Santiago fue crucial para el nacimiento de la Copa de Europa.

Florentino quería crear la Superliga. Pero ha pinchado. Son otros tiempos, otra vida y otro fútbol.

Siempre caminará solo.

El enésimo paso por el quirófano de Tiger Woods

El enésimo paso por el quirófano de Tiger Woods

Actualizado Domingo, 12 octubre 2025 - 10:47

Con todos pendientes de la posible aparición de Tiger Woods en alguno de los torneos de exhibición de final de temporada, como el Hero World Challenge o el PNC Championship, que el estadounidense suele jugar habitualmente con su hijo Charlie, la propia estrella californiana ha confirmado un nuevo paso por el quirófano.

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Se trata de la séptima cirugía de espalda, esta vez para reemplazar un disco lumbar que le estaba causando dolor y problemas de movilidad. El propio Woods informó de la intervención a través de sus redes sociales, asegurando que fue la decisión correcta para cuidar su salud y su espalda afectada.

El golfista no especificó cuánto tiempo estará alejado del golf tras la operación, aunque parece complicado que el ganador de 15 majors pueda llegar a tiempo a sus próximos compromisos. Es la segunda cirugía de Woods en lo que va de año. En marzo se sometió a otra intervención tras romperse el tendón de Aquiles izquierdo, y es la segunda operación de espalda en los últimos 13 meses. Woods explicó que consultó con médicos y cirujanos debido al dolor y la falta de movilidad que sufría.

"Los estudios determinaron que tenía un disco colapsado en L4/L5, fragmentos de disco y un canal espinal comprometido", afirmó Woods el sábado. "Opté por reemplazar mi disco ayer y ya sé que tomé la decisión correcta para mi salud y mi espalda", comentaba en su comunicado.

El histórico jugador se sometió a su primera cirugía de espalda en abril de 2014, que finalmente derivó en una fusión lumbar en 2017. Un año después ganó el Tour Championship y, en 2019, conquistó su 15º major y su quinta chaqueta verde en el Masters.

La espalda es solo una de las partes de un cuerpo que ha sufrido numerosos golpes en los últimos cinco años. Entre los más graves, destaca el accidente automovilístico de febrero de 2021, que destrozó su pierna derecha y tobillo, un incidente que Woods ha dicho que casi lo lleva a considerar la amputación. A pesar de ello, logró regresar un año después, participando en el Masters 2022.

Desde aquel accidente, Woods ha jugado solo 15 torneos en los últimos cuatro años, cuatro de ellos en el PNC Championship, donde puede usar carrito durante las 36 hoyos del evento. Woods cumplirá 50 años el próximo 30 de diciembre.

Cronología de operaciones mas importantes de Tiger Woods

1994 - Cirugía para extirpar dos quistes de la rodilla izquierda.

2002 - Cirugía en la rodilla izquierda: Eliminar líquido alrededor del ligamento cruzado anterior (LCA).

2008 - Cirugía artroscópica en la rodilla izquierda: Reparación de cartílago dañado y fracturas por estrés en la tibia izquierda.

2008 - Cirugía reconstructiva en el LCA: Reparación del LCA y daño adicional al cartílago después del U.S. Open.

2010 - Cirugía en el cuello: Tratamiento de una articulación faceta inflamada en el cuello.

2011 - Lesión en la rodilla y tendón de Aquiles izquierdo: Esguince en el MCL y distensión en el tendón de Aquiles.

2012 - Cirugía en el tendón de Aquiles izquierdo: Para reparar una lesión que continúa en el tendón de Aquiles.

2014 - Cirugía en la espalda: Cirugía para liberar un nervio pinzado.

2015 - Cirugía de microdisectomía: Para extraer un fragmento de disco que estaba causando dolor en su pierna y espalda.

2016 - Cirugía de espalda: Fusión espinal para aliviar el dolor persistente.

2017 - Cirugía para aliviar la ciática: Para tratar el dolor severo debido a un disco dañado en la espalda baja.

2019 - Cirugía artroscópica en la rodilla izquierda: Reparación de ligamentos en la rodilla.

2021 - Cirugía de microdisectomía: Para tratar un fragmento de disco presionado que le causaba dolor.

2021 - Lesión grave en un accidente de coche: Fracturas en la pierna derecha y tobillo, cirugía para reconstruir la pierna que estuvo cerca de ser amputada.

2023 - Cirugía para la fascitis plantar: Fusión subtalar para tratar la artritis postraumática del tobillo.

2024 - Cirugía en la espalda: Para reparar un impacto nervioso en la parte baja de la espalda.

2025 - Cirugía en el tendón de Aquiles izquierdo: Reparación del tendón roto durante un entrenamiento.

2025 - Cirugía de espalda, esta vez para reemplazar un disco lumbar que le estaba causando dolor y problemas de movilidad.

Colombia elimina a España Sub-20 con triplete de Néiser Villarreal

Colombia elimina a España Sub-20 con triplete de Néiser Villarreal

La selección Sub-20 de Colombia consiguió una victoria agónica por 3-2 ante su similar de España, y lo hizo con un hat-trick de Néiser Villarreal, para avanzar a las semifinales del Mundial de la categoría que se disputa en Chile.

El choque, correspondiente a los cuartos de final, brindó un espectáculo intenso, con alternativas en el marcador, errores defensivos y emociones hasta el pitido final. La "Tricolor" sacó ventaja cuando más lo necesitaba, pero el conjunto ibérico planteó una reacción que se quedó corta.

Desarrollo del partido

Desde el inicio, España intentó manejar el balón y someter al rival con presión en bloque alto, con agresividad en la recuperación y circulación rápida. Colombia, sin embargo, apostó por el contragolpe, buscando espacios a espalda de la zaga española.

Cuando aún no se jugaban 10 minutos, España creó su primera llegada con peligro, pero sin concreción. Colombia respondió con temple, equilibrando las transiciones ofensivas y defendiendo con orden. Al filo del primer cuarto de hora, Villarreal avisó con un remate desde fuera del área que exigió la estirada del meta español.

Poco después, en una acción de insistencia ofensiva por la banda derecha colombiana, Villarreal recibió dentro del área, se sacó de encima la marca y definió con frialdad para inaugurar el marcador. 1-0 para Colombia, y la sonrisa se abrió entre los hinchas locales.

España intentó reaccionar, aumentando la posesión y presionando más arriba, pero le faltaba chispa en el último tercio. Colombia aguantaba bien atrás, con marcajes personales más férreos, y esperaba su momento para golpear de nuevo.

Al comienzo del segundo tiempo, España salió definitivamente decidido: apretó más en el medio campo, rotó el balón y logró empatar con un remate ajustado de Rayane Belaid tras asistencia desde la banda. Minutos después, un desborde de Jesús Fortea culminó en un servicio que encontró la cabeza de Pablo García, quien permitió el 2-1. España había dado vuelta el marcador y se hacía con el control del duelo.

Pero Colombia, con oficio y corazón, no se descompuso. Villarreal, figura del encuentro, recibió un balón filtrado en el minuto 64, lo acomodó frente al arquero, y definió con temple para el 2-2. Con ello, devolvía la incertidumbre al partido. Restaban 25 minutos para el desenlace.

España buscó inquietar, con remates desde media distancia y centros al área, pero la defensa colombiana resistía, apoyada en su arquero Jordan García, que respondió con intervenciones decisivas. En cambio, Colombia esperó su momento. En el minuto 89, en un pelotazo largo desde su campo, Villarreal remató de primeras frente al guardameta español y sentenció el 3-2. Así completó su triplete y borró la esperanza final del equipo visitante.

Claves del triunfo colombiano

La victoria de Colombia radicó en su capacidad para neutralizar los puntos fuertes de España (posesión, juego asociativo), aprovechar errores visitantes en defensa y confiar en un delantero que resolvió con eficacia cuando tuvo oportunidad. Villarreal emergió como figura: tres goles, uno en cada tramo del partido, y capacidad para aparecer en el momento justo.

Asimismo, el arquero García fue sostén clave, especialmente en la recta final, cuando España parecía dominar la iniciativa. En defensa, Colombia supo contener con inteligencia los pases interiores de la media española y no perder la compostura en fases de presión.

España, por su parte, acusó su irregularidad: momentos de dominio inmediato, pero con bajones de concentración que le costaron caro. Su planteamiento ofensivo, basado en posesión y combinación, no bastó frente a un rival más letal en los espacios. Le faltó contundencia, especialmente en los momentos decisivos.

Consecuencias y proyección

Con esta victoria, Colombia avanza a semifinales en el Mundial Sub-20, un objetivo largamente ansiado: hasta ahora solo había superado esta ronda una vez en su historia mundialista. Mientras, España queda eliminada, pese a haber desplegado momentos de buen fútbol, pero sin poder sostenerlos durante los 90 minutos.

El técnico colombiano César Torres consolidará su proyecto con este triunfo y habrá que ver qué rival le depara el camino hacia la final. Para España, se cierra la participación en el torneo con orgullo por lo competitivo que fue, pero con la sensación de que le faltó ese paso extra para alcanzar las instancias decisivas.

La chispa de Yeremy Pino, el seguro de gol de Oyarzabal y el mal del penalti: "Estamos en mejora constante con un equipo insaciable"

La chispa de Yeremy Pino, el seguro de gol de Oyarzabal y el mal del penalti: “Estamos en mejora constante con un equipo insaciable”

España no tiene rival y encuentra soluciones siempre. Ante Georgia, en Yeremy Pino y el omnipresente Oyarzabal, que hicieron olvidar las bajas y doblegaron a un rival que ni tuvo balón ni capacidad para recuperarlo y hacer daño. "Estamos en mejora constante con un equipo insaciable", resumió Luis de la Fuente.

La sonrisa de Yeremy Pino iluminó pronto el camino y desveló cuánto necesitaba el gol que logró culebreando a la espalda de los defensas de Georgia para empujar a bocajarro la asistencia de Le Normand. Abría el marcador de España y se sacaba un peso de encima que arrastra desde hace demasiado tiempo. La intermitencia de las lesiones que ha sufrido hace que para encontrar su último gol con la selección haya que mirar a noviembre de 2024. Fue el primero ante Suiza en el último partido de clasificación de la Nations League, el último que el canario jugó como titular. Luis de la Fuente volvió a contar con él para la fase final, pero solo jugó 15 minutos ante Portugal.

En Elche llegó su cuarto gol en los 15 partidos que se ha puesto la camiseta roja. Suficiente o no, es en esta clasificación cuando los futbolistas se empiezan a jugarse un hueco entre los 26 que puedan estar en el Mundial. De momento, en el Crystal Palace no ha visto portería, aunque sí ha repartido asistencias, y abrir la temporada con la selección es una buena carta de presentación. Se la puede agradecer a Le Normand, que le asistió para cerrar un arranque dulce en el que, además de regalar goles, suma dos con el Atlético ante el Real Madrid y el Eintrach.

"Cuando Pedri tiene la pelota pasan cosas. Ya había metido dos pases a la espalda de los defensas, que se la estábamos encontrando bien. Yo seguí la jugada para empujarla porque vi que Robin llegaba", describió el canario.

Menos afortunado estuvo Ferran Torres. Primero, porque el colegiado lituano no quiso ver penalti en el minuto 6 en el derribo de Kochorashvili. Señaló falta fuera del área, lo llamó el VAR y se rectificó: determinó que no había nada punible. No pudo ponerse Ferran ante Mamardashvili en esa ocasión, pero tuvo otra en el minuto 29, cuando el ex cancerbero del Valencia le derribó. Entonces quedó claro que a España le pasa algo con los lanzamientos de penalti.

Tres fallos de seis penaltis

Mientras el Martínez Valero pedía que lo tirara Pedri -no Ilia Topuria, que se mantuvo neutral con el corazón partido-, el valenciano miró a Oyarzabal para contar su bendición antes de encarar el punto de penalti. No jugueteó con él Mamardashvili, cuya mejoría en esta suerte es tan evidente que el último lanzamiento se lo atajó a Vinicius en el Bernabéu el pasado mes de mayo. No fue diferente. Adivinó dónde iba el balón y dejó a Ferran sin gol con que engordar el marcador.

España volvió a desaprovechar un penalti y van tres de los seis que le han señalado desde la pasada temporada. Además de Ferran, falló Morata -también en el último de la tanda ante Portugal en la final de la Nations- y Pedri. Es el periodo que más penas máximas le han pitado a la selección en los últimos años, pero si hasta entonces la afectividad había sido del 100% (no fallaron ninguno en la temporada 23/24 ni la 21/22), ahora cayó a la mitad.

Además del debate del acierto, está el de los lanzadores. Ferran y Morata eran los habituales con Luis Enrique y sumó De la Fuente a Rodri. Pero en el último año, aparecen también entre los lanzadores Lamine Yamal, Bryan Zaragoza, Pedri y, sobre todo, un especialista como Mikel Oyarzabal. Y es que el seleccionador les deja decidir.

"No me ha parecido mal [que lanzara], porque Ferran es otro especialista. Para fallar, hay que tirarlo, y estamos muy seguros con todos", dijo De la Fuente.

La efectividad de Oyarzabal

A Oyarzabal tampoco le importó no lanzar el penalti porque siempre acaba marcando. Desde su posición de 9, reconvertido por el seleccionador riojano, se ha convertido en el máximo goleador de la era De la Fuente. Para asentar la victoria de España, puso una falta directa desde la frontal de la medialuna del área a la escuadra de Mamardashvili. Y lo hizo en el minuto 64, uno antes de que le mandaran al banquillo. "He tenido la suerte de que ha ido dentro", dijo sacudiéndose cualquier ápice de vanidad porque, como siempre repite, la clave es que no haya protagonismos en esta selección. Por eso no nota las bajas: "La fuerza de este equipo es el grupo".

Son ya 18 goles los que el capitán de la Real lleva anotados en sus 48 partidos con la absoluta, 12 desde que llegó el seleccionador riojano. Su gol sirve para que España tenga pie y medio en el Mundial del próximo verano y sume 28 partidos oficiales sin perder, a uno del récord de Vicente Del Bosque en el periodo 2010-2013.

Eso es algo en lo que dice el vestuario que no piensa. "Estemos o no clasificados, tenemos que ganar porque eso da confianza", aseguraba Yeremy Pino. Se sumaba a esa prudencia otro de los jugadores destacados en el Martínez Valero, Pedro Porro. Apareció con mucho peligro en ataque y solventó las contras que buscaba, y no encontró, Georgia. "Va saliendo el desparpajo que tengo en el campo", bromeó el extremeño. "Hemos hecho un trabajo enorme en defensa. Había que parar sus transiciones y tener la portería a cero es muy importante para coger confianza", insistió un jugador que empieza a conquistar la banda derecha.

Sólo dos goles ante una Georgia cobarde

Sólo dos goles ante una Georgia cobarde

Actualizado Sábado, 11 octubre 2025 - 23:10

La selección imbatible, a la que apenas le rozan en su portería, tuvo que conformarse con sólo dos goles ante una vergonzosa Georgia, que parecía empeñada únicamente en perder por poco. Bochornoso.

Pobre primera parte de la campeona de Europa. Se notaron decisivamente las bajas: casi media selección. Y pienso que con tantas competiciones seguidas y tanto compromiso, los jugadores que lo juegan todo -como Merino, Zubimendi, Pedri, Ferran o Cucurella, entre otros- están muy escasos de "zumo de balón". Exprimidos como naranjas.

Enfrente, una selección georgiana que no quiso jugar al fútbol: sólo acurrucarse en su área como un animal herido y esperar que Mamardashvili obrara milagros, porque que los hiciera Mikautadze era casi imposible.

Además, por si fuera poco, De la Fuente cometió varios errores. Yeremy Pino no está acostumbrado a jugar por esa banda y Ferran mucho menos. El seleccionador es muy inmovilista y no se atrevió a aprovechar el soberbio estado de forma de Llorente, que habría sido un peligro por su verticalidad y llegada al gol. Y parece no entender que Llorente es mejor cuando juega como lateral.

Súmese a ello que Merino falló dos goles de los que no suele fallar y que Ferran desperdició un penalti y muchas más oportunidades por su exceso de ambición. Así, el resultado fue, en principio, raquítico.

Siempre ocurre igual: el especialista en la ejecución de penaltis es Oyarzabal. ¿Por qué le quitó la pelota Ferran? ¿Porque había provocado la falta? En esos casos, un seleccionador tiene que imponer su criterio.

Veo a la selección anhelada por culpa de un Barcelona insoportable que se comporta como si odiara al fútbol español -por aquello del nacionalismo-. Flick fue un fracaso como seleccionador alemán.

La imaginación de De la Fuente

Como el tanteo era escaso, en la segunda parte la selección española salió a avasallar. Hubo grandes ocasiones, falta de acierto y, al final, sólo de falta y con una ejecución maravillosa de Oyarzabal, pudo poner un tanteo cómodo, por si acaso llegaba una sorpresa.

Antes había aparecido Baena, pero no está para jugar al fútbol. Tampoco Borja es un ariete de calidad ni de aparición constante. Quitaron a Pedri, absolutamente agotado, y a un Zubimendi que apenas había hecho un partido discreto. También entraron Llorente y Barrios, pero demasiado tarde, sin tiempo ni margen para lucirse. Además, Llorente volvió a jugar de lateral, cuando no lo es.

Existe un empecinamiento en la cerrada mentalidad de De la Fuente. No es capaz de ejercitar la imaginación ni de abrir su mente para la selección. Pero, como los resultados le acompañan, siempre dirá que tiene razón.

Que pase el siguiente: España, sin sus estrellas, despacha con solvencia a Georgia y se acerca al Mundial

Que pase el siguiente: España, sin sus estrellas, despacha con solvencia a Georgia y se acerca al Mundial

Camina España tranquila por el sendero que conduce al Mundial, sumando victorias, unas con ínfulas como el 0-6 contra Turquía en septiembre, y otras funcionariales como la de ayer contra Georgia. Inmensamente superior a sus rivales, el resultado depende casi única y exclusivamente de su porcentaje de acierto. Si el acierto es elevado, golea. Si no, simplemente, gana. Que no es poco, y más consignando que le faltan sus dos hombres más desequilibrantes, esos extremos que son el sello de un equipo completísimo, pero que tiene en Lamine y en Nico dos elementos realmente diferenciales. Ellos son capaces de desmontar defensas por sí mismos, pero incluso en el peor de los casos, facilitan la vida de sus compañeros generándoles espacios por la atracción que ejercen sobre los rivales. Sin ellos la cosa cuesta un poco más. [2-0. Narración y estadísticas]

Un poco más, pero en noches como la de Elche no mucho más. El equipo que ha creado Luis de la Fuente, y suyo es todo el mérito, aquí no hay éxitos compartidos, es hoy el número 1 del ranking FIFA, y será por algo. Porque lleva 28 partidos oficiales sin perder, más de dos años (vale que perdió una tanda de penaltis por el camino, pero eso no cuenta), porque es el equipo que mejor juega, de lejos, y porque maneja tantos registros que hoy es muy difícil intuir por dónde se le puede meter mano. Habrá maneras, sólo faltaba, y rivales que lo logren, pero no parece tarea sencilla.

De un equipo teóricamente titular, sin ir más lejos el que jugó la final de la Eurocopa, ayer faltaban el lateral derecho, uno de los centrales, dos de los tres fijos en el centro del campo y dos de los tres de arriba. Es decir, faltaban Carvajal, Laporte, Rodri, Fabián, Nico y Lamine Yamal. Faltaban también otros que también se pueden considerar titulares (Huijsen, Dani Olmo). Faltaba, pues, un montón de gente, y así y todo la alineación de Luis de la Fuente no sonaba extraña. Pedro Porro es el lateral derecho si no está Carvajal, y salvo en septiembre Carvajal lleva un año sin estar. Cubarsí ya no le soprende a nadie, como tampoco Zubimendi, hoy mediocentro incontestable, qué decir de Merino, un futbolista al que sólo una versión inmejorable de Fabián puede descolgar... Hasta Ferran Torres suena razonablemente normal.

Porque esta selección, estando claros los titulares, tiene muchos y buenos jugadores por detrás, así que los que estaban se dispusieron a hacer otro de esos ejercicios de posesión más bien aburridos. Este equipo es más vertical que sus predecesores, cierto, pero por muy vertical que uno quiera ser, si se enfrenta a un equipo como Georgia, metidos todos el trasero contra su portero, es difícil. Y más sin Nico ni, sobre todo, Lamine. El desborde de esos dos facilita mucho la vida a los demás, y cuando no están, se nota. Aún así, y con más dificultades que cuando están, fue encontrando España los caminos, especialmente por la banda de Pedro Porro, que fue más un interior que un lateral, y eso que tenía que vérselas, teóricamente, con el mejor futbolista georgiano, Kvaratskhelia, que después de un mes sin jugar salió al campo.

Mamardashvili no puede evitar el gol de Oyarzabal.

Mamardashvili no puede evitar el gol de Oyarzabal.JOSE JORDANAFP

Él y Mikautadze, el delantero del Villarreal, son los dos argumentos que tenía Georgia para discutir mínimamente el partido, pero no hubo opción. España, como no podía ser de otro modo, se apoderó de la pelota y no se la dejó al rival. Hugo algún susto antes del gol, que llegó mediada la primera parte en un fenomenal pase de Pedri que Le Normand bajó para que Yeremi Pino la empujase. Como siempre, lo más difícil era hacer el primero, pero la noche ya estaba cuesta abajo. Pudo estarlo todavía más si Ferran Torres no le hubiese entregado en las manos el balón a Mamardashvili cuando tiró el penalti del que había sido objeto.

En una decisión extraña, no lo lanzó Oyarzabal, que había mantenido la pelota en el regazo mientras se revisaba la jugada, y sí el futbolista del Barça, que lo tiró rematadamente mal. No parecía la cosa muy trascendente pues España estaba jugando bien. Acompasada al son de Zubimendi y Pedri, el equipo movía la pelota con bastante sentido, procuraba, en la medida de lo posible, utilizar ese juego vertical y, sobre todo, no pasaba apuro alguno. Unai Simón bien podría haberse tomado una Coca-cola sentado junto al palo, que nadie le hubiera echado de menos.

En los tres primeros minutos de la segunda parte, Oyarzabal y Ferran tuvieron dos mano a mano con el portero. Fue el anuncio de que España había decidido subir un nivel y hacer las cosas un pelín más rápido. Justo después, llegaron dos postes, uno de Porro (que hubiera sido un golazo) y otro de Oyarzabal, que sería quien haría el segundo, ya a los 20 minutos de juego, de falta. Y de una falta como Dios manda. En la frontal del área, un zapatazo al lado del portero, sin miramientos, y para dentro.

El resto de la noche quedó a título de inventario, una victoria de la que nadie se acordará cuando el próximo verano la selección esté en México, en Estados Unidos o en Canadá, que eso está por ver. Porque España va a ir al Mundial. Con más o menos brillo, pero va a ir al Mundial.

Paula Ostiz, la júnior de oro: "Me inspiro con vídeos de Topuria, Nadal y Alcaraz"

Paula Ostiz, la júnior de oro: “Me inspiro con vídeos de Topuria, Nadal y Alcaraz”

«Soy ciclista por la influencia que tuvo Miguel Indurain en mi familia. Mi padre le seguía mucho cuando ganaba el Tour y otras carreras. Él quería que mis hermanos mayores probaran con la bici. Esa afición por el ciclismo nos la inculcó a todos». Paula Ostiz (Pamplona, 2007), la júnior de oro, reconoce que no ha podido tener un referente más adecuado que su paisano. «Miguel es un amor, una persona muy sencilla, muy cercano. Le conozco, y no se puede ser mejor, siempre es muy atento», explica la ciclista que ahora agota, en Italia, la última fase de una temporada excepcional y que no regresará al barrio de San Jorge de Pamplona hasta el 16 de octubre.

Para saber más

Paula Ostiz rubricó en las últimas tres semanas unas metas sin parangón. En 10 días ganó cuatro medallas (tres de oro y una de plata) en las pruebas de ruta y contrarreloj del Mundial y del Europeo. Lo nunca visto. Unas exhibiciones que confirmaron la progresión de cursos precedentes. En 2023 fue campeona de España de contrarreloj y carretera en categoría cadete, en 2024 conquistó los mismos títulos en júnior. En septiembre de ese año se proclamó campeona de Europa júnior en contrarreloj y subcampeona del mundo en ruta.

Paula, un modelo de polivalencia, señala que el secreto de su éxito es la confianza y la ambición: «Siempre salgo a ganar. Estoy acostumbrada a ser, casi siempre, la favorita, pero eso no me provoca presión. Yo me inspiro y me motivo viendo vídeos de Topuria, Nadal y Alcaraz, unos grandes campeones».

Esa capacidad para estar siempre en alerta es admirada por Jorge Sanz, responsable del equipo femenino del Movistar, que fichó a la navarra el pasado año. «Paula es, sobre todo, muy profesional en el trabajo, determinante y súper focalizada con lo que quiere. Tiene mentalidad de tiburón, siempre pensando a lo grande. Si el cuerpo y su progresión le acompañan, probablemente será una corredora muy importante, pero tiene que ir todo de la mano. Iremos viendo para donde progresa y cuáles son sus fortalezas y posibles debilidades».

No perder el tiempo

Gema Pascual, seleccionadora española, afirma que Paula destaca por su tesón, capacidad de sacrificio y seguridad en sí misma: «Tiene mucho talento y es muy ambiciosa. A ella no la vale competir, sólo quiere ganar. Dice que no corre para perder el tiempo. Sólo le vale el oro. La presión se la pone ella misma. Es una corredora muy completa, con facilidad para la ruta y la crono. También es rápida».

Pascual sostiene que el futuro de Paula es espléndido pero que necesita amoldarse a las exigencias de correr en la élite con el Movistar: «La conocemos desde cadete. Ella sabe lo que supone dar el salto desde júnior. Está acostumbrada a ser líder y ahora tendrá que trabajar para otras compañeras, muchas veces ni siquiera terminará las carreras. Hay que prepararla para que no se frustre, prepararla como deportista y como persona, que sepa sobreponerse a las dificultades e imprevistos. Nosotros le explicamos que no sólo valen los resultados, que mantenga la confianza en sí misma».

Paula coincide con la valoración de la seleccionadora: «He notado el salto a profesionales, sobre todo en las distancias, porque se pasa de correr 70 kilómetros a 130. A partir de los 90 ya sufres el cansancio. Me aconsejan que me dosifique, de no cebarme siguiendo a las mejores».

La navarra dice que guarda un especial recuerdo de la medalla de oro en la ruta del Mundial de Kigali. «Trabajé con mucha intensidad para conseguir la victoria. Aguanté muy bien la presión», explica una chica muy apegada a su familia. Cuando era niña jugaba con los trofeos de sus hermanos mayores, que se dedicaban al ciclismo, quería ser como ellos y se iba a verles correr. Raúl, el mediano fue corredor del Finisher de Navarra hasta la pasada temporada, cuando lo dejó lastrado por las lesiones, ahora se prepara Transporte y Logística; Toni, el mayor, es policía foral.

La doble campeona europea, que estudia un grado de Emergencias Sanitarias, sostiene que su entorno es crucial para su rendimiento: «Me dicen que mentalmente soy muy madura, que aparento más de 18 años. Todo eso es por la educación recibida de mi familia. Mi madre ha sido fundamental para mis hermano y para mí, siempre nos ha inculcado cosas positivas, nada negativas. He aprendido que de las situaciones adversas también se aprende. Cuando van las cosas mal es cuando ves quién realmente vale la pena».

Paula Ostiz también ha sido asesorada por Joane Somarriba, la mejor ciclista española de la historia, y por los técnicos del Movistar. «Me dicen que vaya paso a paso, sin saltarme plazos. Que tenga calma, que unas veces estaré arriba y otras abajo». También sabe que sobre ella recae la responsabilidad de levantar el ciclismo femenino español y de ser la gran heredera de Somarriba y Dori Ruano. «Todos tenemos que luchar para que las chicas tengamos más visibilidad», reclama la nueva joya.

Jon Rahm pierde sus opciones en el Open de España: una nueva semana sin dedicar el trofeo a su hijo Kepa

Jon Rahm pierde sus opciones en el Open de España: una nueva semana sin dedicar el trofeo a su hijo Kepa

Actualizado Sábado, 11 octubre 2025 - 19:12

El mundo puede caerse, pero esos cinco segundos de reconfortante abrazo entre Jon Rahm y su pequeño Kepa le hicieron olvidarse de todo lo sucedido en las cinco horas anteriores. Rahm entonces se dispuso a atender a la prensa con la mejor de sus caras. "Hay veces que, si me dais una hora... Estoy más calmado", contestaba antes de intentar profundizar en lo sucedido. "Ahora huelo a comida, comer algo...", planteaba ante los medios su objetivo más inmediato.

El sábado de mejor ambiente en el Real Club de Campo Villa de Madrid, Rahm perdió el Open de España. Apenas estuvo 10 hoyos enganchado al torneo, pero el Rahm de esta temporada no es ese jugador letal del pasado, por mucho que acumule los títulos y el dinero que le da la consistencia de su juego en el LIV Golf. Una ronda del par del campo sólo le sirvió para certificar su condición de convidado de piedra el domingo, una posición a la que Rahm no termina de acostumbrarse.

"Kepa no se entera mucho", comentaba en referencia a su hijo mayor, que ronda los cuatro años. Allí estaba el pequeño y sus rizos dorados, absorto, mientras su padre empezaba a firmar autógrafos. Es momento de esconder su decepción y, con la mejor de sus caras, dedicar casi una hora a que todos los niños del Club de Campo se vayan contentos a casa. Kepa sigue sin entender nada de lo que pasa. Él, como su padre, sólo quiere trofeos. "Cuando viajo y tengo tres semanas fuera, me pregunta si he ganado un trofeo. La verdad es que este año ha sido duro que me pregunte, porque no ha llegado nada. El año que viene tendrá la madurez suficiente para empezar a entender", cuenta el de Barrika.

Tras la ronda de par del sábado, Rahm saldrá en un domingo insulso desde un resultado acumulado de -4, a 12 golpes del líder del torneo, Marco Penge.

El inglés acumuló +1 en los primeros seis hoyos del día, pero ahora mismo va sobrado con su golf y acumuló -8 en los 12 últimos. Una ronda de -7 para cerrar el torneo con -16 y cuatro golpes de ventaja sobre el desconocido suizo Joel Girrbach. A dos impactos de la cabeza, el inglés Daniel Brown y el norteamericano Patrick Reed, la única de las atracciones del torneo, que ha resistido las embestidas del bombardero dominador del Open.

Ayora y Puig

Ángel Ayora y David Puig son los mejores españoles en la clasificación: ambos acumulan -8, compartiendo la undécima plaza. Al terminar sus rondas aún pensaban en una buena opción de victoria para el domingo, pero el infernal ritmo final de birdies de Penge les ha dejado fuera de juego, ambos están a ocho golpes del inglés.

Penge cumplió su función y ejerció de aguafiestas; parece que Europa se le queda pequeño y mira ya a Estados Unidos y a empresas mucho mayores. Sin el golf sigue su curso lógico el domingo, el público podrá consolarse en el futuro recordando que vio ganar en España a un nombre que apunta a ser una estrella del golf en los próximos años.

Rahm, casi con las últimas luces del día, abandonó el club madrileño junto al pequeño Kepa. El domingo tendrá que explicarle que esta semana tampoco habrá un nuevo trofeo en casa y parece que será la última oportunidad del año 2025.

La revolución de Valentín Vacherot, el desconocido que se enfrentará a su primo en la final de Shanghai tras ganar a Djokovic

La revolución de Valentín Vacherot, el desconocido que se enfrentará a su primo en la final de Shanghai tras ganar a Djokovic

La vida sin Carlos Alcaraz y Jannik Sinner es una vida extraña. Sin ellos el tenis no encuentra el camino y anda sin brújula. Este domingo (10.30 horas, Movistar), en la final del Masters 1000 de Shanghái se enfrentarán dos primos, dos hombres fuera del Top 50 que hasta esta semana no habían pisado ni unos cuartos de final en un torneo de este calibre. ¿Cómo? Con uno de ellos, la sorpresa tiene explicación: el francés Arthur Rinderknech, de 30 años, número 54 del mundo, es uno de esos altones que a base de saques puede vivir la semana de su vida en una pista rápida como la china. Nadie lo veía en la final, nadie lo consideró candidato ante rivales como Alexander Zverev, Félix Auger-Aliassime o Daniil Medvedev, pero todos ellos están como están. La verdadera conmoción, sin embargo, lleva el nombre de su primo, Valentín Vacherot.

Nada sabía nada de él, vagaba por el puesto 204 del mundo y optará a un título de Masters 1000 tras derrotar al tenista más laureado de la historia, Novak Djokovic.

Nacido hace 26 años en Roquebrune-Cap-Martin, un pueblo bonito entre Francia y Mónaco, Vacherot eligió representar al Principado -el país de su madre- después de formarse en el tenis estadounidense en la Universidad de Texas A&M. Su tenis no dice gran cosa -mide 1,93, juega con la derecha, revés a dos manos, estilo limpio, sin florituras-, pero su aparición sí. Hasta hace nada, su territorio eran los torneos Challenger, donde había ganado cuatro títulos y su ranking era intermitente hasta que llegó a Shanghái.

Desde la previa, con un patrón lógico, tranquilidad, orden, precisión, economía, se impuso a adversarios del nivel de Alexander Bublik, Tomas Machác, Tallon Griekspoor y Holger Rune y acabó en semifinales ante Djokovic. El resultado fue tan limpio como improbable: 6-3, 6-4. El serbio, incómodo, falto de ritmo, se marchó cabizbajo; Vacherot, apenas con un gesto, levantó la vista hacia el cielo. No gritó. Ni un esfuerzo de más.

El final de Djokovic

Su clasificación es un acontecimiento estadístico —el jugador con el ranking más bajo en alcanzar una final de Masters 1000—, pero también simbólico. Es la demostración de que el tenis, en estos meses, vive una crisis de jerarquías. Con Sinner y Alcaraz fuera del tablero, Djokovic resistiendo el calendario y la generación intermedia atrapada en la duda, los torneos están huérfanos. Vacherot es estos días la imagen de ese vacío.

Andy WongAP

El futuro de Vacherot está por escribirse, y el tenis sabe que las irrupciones de este tipo no siempre se consolidan. Pero pase lo que pase en la final ante su primo, su salto ya tiene un peso estructural. En Mónaco, el país donde viven más tenistas, nunca antes nadie había llegado tan lejos. Su resultado lo convertirá, como mínimo, en top-60 del ranking mundial, y si ganara, rozará el top-40. Más allá de los números, su aparición recuerda que al circuito le faltan referentes que no sean el Big Two.

Y, además, que Djokovic se apaga. Su derrota no es solo un tropiezo aislado; es una señal. Entre mareos y vómitos, Shanghái ha mostrado a un jugador vulnerable ante rivales que antes ni lo rozaban. Su objetivo, alcanzar los cien títulos, empieza a parecer menos inevitable y más lejano, no porque haya perdido el talento, sino porque el físico ya no le alcanza. Lo que antes era rutina ahora es desgaste; lo que antes era dominio ahora es supervivencia. Queda Vacherot como símbolo de que el serbio está cerca de marcharse y que detrás suyo sólo hay dos hombres.