Mbappé da la talla, pero el PSG vuelve a enredarse ante el Benfica

Mbappé da la talla, pero el PSG vuelve a enredarse ante el Benfica

1-1 en el Parque de los Príncipes

Actualizado

El astro, con un gol de penalti y otro anulado por fuera de juego, brilla por encima del resto, aunque no logra tumbar al equipo de Schmidt y se retira con molestias en un tobillo (1-1).

Mbappé, en el lanzamiento de penalti que valió el 1-0 en París.AP

Todos le esperaban y él acudió puntual, enarbolando la bandera de una afición que ya no sabe a lo que atenerse. Nadie hizo más ayer por el PSG que Kylian Mbappé, aunque ni siquiera él pudo sacar adelante el trabajo ante el valeroso Benfica. Un gol de penalti, otro invalidado por fuera de juego y una incesante sensación de pánico para unos defensas que sólo pudieron frenarle a base de patadas. Mbappé abandonó el rectángulo a dos minutos para el final, con un tobillo maltrecho, que le convierte en duda para el gran clásico del domingo ante el Olympique de Marsella. Aunque para incógnitas, las que sobrevuelan sobre su futuro.

Hay que admitir que el Parque de los Príncipes se mostró más bien a la expectativa con su ídolo, entre la incredulidad por las últimas noticias y la fidelidad debida. Para templar los ánimos algo debió de ayudar la comparecencia previa de Luis Campos. “Nunca me habló de querer salir en enero, así que dsmiento esa información”, adelantó el director deportivo del PSG. Cuando el periodista de Canal Plus le preguntó por el estado de ánimo del ‘7’, Campos fintó con estilo: “Eso se lo tendrías que preguntar a él. Es una pregunta personalísima. Le veo trabajar y puedo decir que Kylian es un profesional extraordinario”.

Su grado de compromiso supuso la mejor noticia para Christophe Galtier, un técnico de segundo rango, pero que viene cumpliendo con cuanto se le exige. Con un 4-2-2-2 sobre el tapete y Pablo Sarabia más fijo que de costumbre, ahogó a un rival que no lograba dar vuelo a Gonçalo Ramos y Joao Mario.

a un lado y otro del reglamento

En el momento en que Marco Verratti supo encontrar por el flanco izquierdo a Neymar el ataque del PSG quebró la presión rival. Desde ese perfil, las galopadas de Mbappé sacaron de quicio a los centrales. En el minuto 8, Antonio Silva, un estimulante central de 18 años, ya debió cruzarse de urgencia; traspasado el ecuador del primer tiempo, Nico Otamendi hubo de frenar a Kylian con una grosera patada penalizada con amarilla.

El clamoroso penalti de Antonio Silva sobre Juan Bernat únicamente dejó la duda de la situación previa del lateral valenciano. Pese a algún titubeo de Michael Oliver, Mbappé enfiló de inmediato hacia el balón para asumir una responsabilidad que suele corresponder a Neymar. Su gesto de concentración antes de tomar carrera dio paso al festejo con la tribuna y los compañeros.

El error de Verratti

El Benfica, como mostró hace sólo una semana en Lisboa, sabe competir a un lado y otro del reglamento. Y sólo necesitaba un resquicio, como el que le ofreció el abúlico PSG, para colarse por donde nadie le había llamado. La excusa fue un absurdo penalti de Verratti a Rafa Silva -confirmado por el árbitro tras una visita al monitor del VAR- pero hubo algo mucho más sustancial y preocupante en el desplome local.

Ante el único recurso de los balones a Mbappé, el PSG vio correr los minutos sin el coraje que se le supone a un favorito para el título. Cierto que Enzo Fernández mereció la expulsión por su recurrente violencia ante Neymar. O que Gilberto rondó la roja directa con una barrida infame sobre Mbappé. Su bufido de dolor se escuchó hasta fuera del estadio. Y el grito con el que cantó el 2-1 quedó ahogado por el banderazo del asistente. Pese a todo, ya suma 31 goles en 48 partidos con el PSG en la Champions, donde hace tiempo superó el récord de Edinson Cavani.

kpd