Roland Garros
A sus 21 años, el jugador de Carrara, 18º, defiende un juego basado en la exquisitez técnica. Derrotó al español el pasado verano en la final de Hamburgo.
Hace dos años, cuando llevó a los cinco sets a Novak Djokovic en octavos, en su primera presencia en el cuadro final de un Grand Slam, alguna voz muy autorizada en el periodismo italiano comentó que el bueno era él, no Jannik Sinner, entonces ya haciendo pinitos con los mejores, ni Matteo Berrettini, con señales de mucha vida, sobre todo en pista rápida. El bueno era Lorenzo Musetti. Queda por ver si aquel juicio tenía un aire oportunista o si, dada la consideración profesional que merece quien lo emitió, no andaba lejos de lo cierto respecto al joven que este domingo (alrededor de las 16.00 h., Eurosport) se mide con Carlos Alcaraz en la cuarta ronda de Roland Garros.
Sinner ha disputado dos finales de Masters 1000, la última de ellas la pasada primavera en Miami, tras superar a Alcaraz, que defendía el título, en una espectacular semifinal, y también tuvo a Djokovic al borde de la lona, en los cuartos del último Wimbledon. Es el número 9 del mundo y ha ganado siete títulos, si bien todos ellos de modesta categoría. En esta edición de Roland Garros se estrelló en segunda ronda ante el alemán Daniel Altmaier, 79º. Lastrado por las lesiones, Berrettini, también con siete títulos, ninguno de altura, ausente en París con el fin de centrarse en los torneos sobre hierba, no ha podido confirmar las expectativas desatadas cuando alcanzó la final de Wimbledon en 2021.
Más despacio camina Musetti, distinto a ambos, un fino estilista que encontró el pasado año en Nápoles y Hamburgo, torneo éste donde se impuso en la final a Alcaraz, el refrendo a una progresión que no se detiene. A sus 21 años, el jugador de Carrara, viaja un poco por detrás de la nueva ola donde destacan Alcaraz, Holguer Rune y el propio Sinner.
Los que vienen
“Lo primero que veo en Carlos es un amigo y luego que emprendió su camino; es una nueva generación, es el primero que ganó un título de Grand Slam después del Big Three. Intentaremos, Holger, Jannik y los demás justo detrás, acercarnos a él. El partido en Hamburgo me dio mucha confianza y espero que el encuentro sea bueno. Por supuesto, las posiciones son diferentes, los estados son diferentes, pero nos beneficiaremos si jugamos unos contra otros”, comentó tras arrollar a Cameron Norrie, 14º favorito, en tercera ronda.
Poseedor de un elegante revés a una mano, este tenista apuesto con vocación de actor, según comentaba en una entrevista con la web claytenis.com, ha sido este año semifinalista del Conde de Godó, donde perdió entre sets ante Stefanos Tsitsipas, y derrotó, esta vez sí, en octavos de Montecarlo a Djokovic, antes de caer contra Sinner. Su juego encaja en fondo y forma con la tradición clásica del tenis italiano, liderada por Adriano Panatta, el hombre que venció en dos ocasiones a Bjorn Borg, hexacampeón del torneo, en Roland Garros y levantó la copa en 1976.
“Me veo como alguien que ha evolucionado, tengo más experiencia y he jugado muchos más partidos. Gané, por supuesto, pero también perdí. Estas derrotas me permitieron ver quién soy como jugador. Ahora estoy más preparado que hace dos años contra Nole”, afirma.