El ex jugador de fútbol del Real Madrid Gareth Bale hace su primer hoyo en uno en el campo de Torrey Pines en California donde Jon Rahm ganó su primer major, el US Open de 2021.
Gareth Bale se vuelve loco al conseguir su primer hoyo en uno en un torneo de golf
“Gales, golf, Real Madrid… in that order”, aquella bandera que ondeó el ex futbolista Gareth Bale tras una victoria de su selección ante Hungría que certificaba su clasificación para la Eurocopa de 2020 escoció mucho en las tripas del Real Madrid. Pero, tras su reciente retirada y a juzgar por sus habilidades al deporte de los palos y la bola, se ve que no era un menosprecio al club blanco sino, simplemente, que los gustos del galés iban por esos derroteros. Y, quizás, también sus habilidades.
Bale ha colgado recientemente en sus redes sociales un vídeo jugando al golf en el campo californiano de Torrey Pines. Esas instalaciones de 36 hoyos, situadas en las proximidades de la ciudad de San Diego, no son desconocidas para el público español y, aún menos, para Jon Rahm. El de Barrika ganó ahí su primer ‘major’, el único US Open que tiene el golf patrio. Lo hizo en 2021.
Otra hazaña de menos calado, pero más curiosa ha conseguido recientemente el, ahora golfista, Gareth Bale. Resulta que, tras un swing de práctica en el tee del hoyo 3 del campo sur de Torrey Pines (el club cuenta con dos campos de 18 hoyos), Gareth Bale se coloca en la bola mientras la persona que sujeta la cámara dice: “Es hora de hacer un hoyo en uno, nunca lo has hecho, éste es el hoyo para hacerlo”.
Y lo fue. Bale golpeó la bola con un magnífico swing mientras sus acompañantes la iban jaleando durante el vuelo. 183 metros después… la locura. “¡Lo ha hecho, Dios mío, éste es un vídeo para la Historia”, decía el comentarista mientras se veía al galés saltar de alegría como cuando metía aquellos goles que daban finales al Real Madrid.
Fin al fútbol
Gareth Bale parece disfrutar de una ‘jubilación’ dorada en California, donde jugó al fútbol por última vez. Con sólo 33 años, el galés anunció su retirada tras jugar una temporada en el equipo de la Major League Soccer, Los Ángeles FC.
Parece que no echa de menos el fútbol. Recientemente, uno de los dueños del Wrexham, el equipo que tiene como propietarios a los actores de Hollywood, Ryan Reynolds y Rob McElhenney, le tanteó la posibilidad de jugar con ellos en su equipo en una partida de golf.
Se desconoce si finalmente la jugaron, pero parece que, por lo pronto, no consiguió convencerle a juzgar por la negativa de su agente en Sky Sports poco tiempo después del ofrecimiento.
No obstante, el Wrexham, recientemente ascendido a la cuarta división inglesa, es de gales. Así que recuerden… “Gales, golf, Real Madrid”. Quién sabe.
No los aparenta, por su madurez, por su juego y por su barba cerrada, pero Gukesh Dommaraju tiene 17 años y podría convertirse en el campeón del mundo más joven de la historia del ajedrez. "Es una máquina asesina", definió el gran maestro español Miguel Santos en la retransmisión de las partidas en Chess24. Ayer, Gukesh consiguió dos hitos: colocarse como líder en el torneo de Candidatos y relegar a Ian Nepomniachtchi al segundo puesto. El segundo logro podría parecer menor, pero el ruso llevaba 41 partidas seguidas, en los tres Candidatos que ha jugado, sin bajar nunca de la primera posición. No había precedentes de algo así.
Este sábado, Gukesh tomó una decisión de crack absoluto, tan brillante como la mejor de sus jugadas. En un momento dado, su rival, Alireza Firouzja, estaba apuradísimo de tiempo. La tentación más evidente era complicar aún más el juego para provocar un error de su rival. Pero el indio, aunque tenía más minutos en la reserva, no quiso ganar por un fallo enemigo, sino por sus propios aciertos, así que repitió un par de veces jugadas para alcanzar la jugada 40.
Cuando eso ocurre, los jugadores reciben media hora más y pueden planificar mejor sus siguientes acciones. Le dio por tanto un respiro a su rival, pero sobre todo se concedió a sí mismo el lujo de clavarse más de diez minutos para descubrir el mejor plan de victoria. Por supuesto, lo encontró, aunque el camino seguía siendo incierto y esa media hora de regalo desapareció pronto en medio de nuevas complicaciones.
Última prueba brutal
En la jornada 14, la última del torneo que se disputa en Toronto, el indio partirá como nuevo líder, aunque todavía deberá superar una prueba dificilísima. Tiene que contener, como mínimo, al estadounidense Hikaru Nakamura, número 3 del mundo y mucho más experimentado que él. Naka es otro asesino en serie, un tipo con el que no conviene jugarse ni una caña a las tres en raya.
El gran maestro nacido en Japón dijo que venía a Canadá a divertirse, de vacaciones, una actitud que se ha revelado ganadora. Después de cada ronda, comenta sus partidas en internet para sus cientos de miles de seguidores y en los días de descanso no ha dudado en jugar torneos de ajedrez rápido en Chess.com. Hikaru gana más dinero como 'streamer' que como ajedrecista, pero el impulso que le daría el asalto al Campeonato del Mundo sería morrocotudo, en seguidores y en su economía.
Para llegar a eso, al americano solo le vale la victoria, sin embargo, al igual que a los otros dos perseguidores de Gukesh, el también estadounidense Fabiano Caruana y el ruso Nepomniachtchi. Las tablas no le sirven a ninguno, lo que permite adivinar una jornada épica. Los tres perseguidores del indio eran justo los tres favoritos antes del comienzo del torneo. Que se les haya adelantado un niño de 17 años es algo que solo entraba en los planes del propio ajedrecista indio, que trabaja como un animal para superar en precocidad a todos sus geniales predecesores.
Este sábado, Nepo y Naka decepcionaron un poco con unas tablas algo temerosas. La partida estuvo bien, pero en el momento crítico ninguno quiso jugársela. Prefirieron asegurar el medio punto y esperar al día decisivo, sin contar seguramente con la victoria de Gukesh, que dio una nueva lección de perseverancia y estrategia contra Firouzja. Pese a algún fogonazo, el francés ha vuelto a decepcionar en este torneo, después de su fiasco en Madrid hace dos años. Un dato revelador es que en las 13 partidas disputadas ha bajado diez puestos en la clasificación de la FIDE, del sexto al 16. El destino ha querido que intercambiara posiciones con Gukesh, que ha pasado del 16 al 6.
Qué ocurre si hay empate
Todo puede pasar todavía, incluidas varias posibilidades de igualdad a a puntos entre dos o más jugadores en la primera posición del Candidatos. En ese caso, se jugarían partidas rápidas de desempate al día siguiente, el lunes. Para muchos, sería el final deseado porque se prolongaría así la emoción de un torneo inolvidable. Para otros, sería una solución injusta, porque no es serio recurrir al ajedrez rápido para resolver la igualdad en el clásico. En ese escenario, Nakamura sería favorito si logra ser uno de los jugadores que terminan en primera posición.
El otro ajedrecista que ayer hizo los deberes en Toronto fue Fabiano Caruana, que superó en la partida más larga del día al indio Praggnanandhaa, solo un año mayor que Gukesh. El chico de 18 años resistió como un campeón, pero Fabi es una calculadora humana y acabó encontrando la solución a todos los acertijos que le plantaba Pragg. Su 'sprint' ha sido tremendo, como el de Nakamura, medido a la perfección para dar caza a Nepo, sin saber ambos que la verdadera liebre era Gukesh.
Tan Zhongyi, medio título en el bolsillo
Tan Zhongyi.Maria EmelianovaFIDE
En el Candidatos femenino, la emoción fue mucho menor porque las rusas se cayeron de sus caballos antes de tiempo. Dos chinas se jugaban el primer puesto, pero ayer la líder, Tan Zhonyi, hizo tablas contra Goryachkina mientras que Lei Tingjie fue superada por otra ajedrecista asombrosa.
La india Vaishali Rameshbabu, hermana mayor de Pragg, logró su cuarta victoria consecutiva. Ya está empatada en el tercer puesto y si no ha terminado más arriba es porque antes de esta racha imparable tuvo otra nefasta, en la que sufrió cuatro derrotas seguidas. Este sábado Vaishali venció a Lei, que ya no depende de sí misma para alcanzar a Tan.
Salvo milagro, esta última será la retadora de la campeona mundial, la también china Ju Wenjun. En el ajedrez femenino hay menos variedad de denominaciones de origen, lo que empobrece un poco el espectáculo. Una de las esperanzas para cambiar esto a corto plazo es el ascenso de la española Sara Khadem, que ya es la decimotercera del mundo y que debería intentar colarse en el próximo Candidatos.
Dio la sensación de que la valentía del Real Madrid en la previa de la final de la Copa del Rey duró lo que suelen durar todas las polémicas en España: hasta que diga el PSOE. Según el relato publicado el club estaba calentando el avión para volver a Valdebebas hasta que unas llamadas pseudogubernativas le convencieron de que el mundo, enlutado por la desgracia papal, merecía el alivio cómico de ver un partido más de Lucas Vázquez y Rodrygo Goes intentando sacar el balón jugado por la banda derecha.
El Madrid tendrá que aprender a convivir con la frustración de que la única consecuencia del caso Negreira haya sido la proliferación de bravuconadas como la de los árbitros de la final a 24 horas del partido. Es lo que hay: ni ha pasado ni va a pasar nada más. Con tino lo subrayó el realizador, colando en mitad del partido un plano grisáceo de Feijóo, Illa y Laporta. De todos los del palco, escogió a esos tres. Sólo después se recreó el cámara en las gesticulaciones de María Jesús Montero, como retando a un diputado pepero en una sesión de control del Congreso pero con Felipe VI al lado en vez de Yolanda Díaz.
Del partido no cabía esperar nada, toda vez que el Madrid había decidido ni siquiera ejercitarse el día anterior. No habría cambiado mucho, o quizá lo habría empeorado. Superado el ridículo de la primera parte, el esfuerzo y la presión de la segunda no se había visto en ningún momento de la temporada. A la final le habían dado la vuelta Mbappé y Tchouameni, los dos únicos silbados por el Bernabéu. Apoyados por Arda Güler, el único junto a Endrick abroncado en público por Ancelotti. Las viejas recetas casi siempre funcionan. Lo resetearon entre la incapacidad de Vinicius para cerrar el partido -solía correr en el minuto 120 igual que en el 1, y desde ahí destrozaba los partidos- y un error incomprensible de Courtois. Lo mantuvo vivo González Fuertes, el del VAR, advirtiendo el piscinazo de Raphinha que había castigado alegremente el sonriente De Burgos.
No quedaba ya un antimadridista en el mundo que no pensara que ganaría el Madrid robando. Ni un madridista que se fiase de un guion tan obvio. Pensé que perderíamos en penaltis con doble toque de Valverde. Brahim se encargó de que no hiciera falta.
La selección española sub-19 no pudo revalidar el título continental tras caer este jueves ante la de Países Bajos por 0-1 en la final del Campeonato de Europa disputado en Rumanía, tras un gol en propia portería del guardameta Raúl Giménez en el minuto 62.
Los de Paco Gallardo no tuvieron su mejor partido en Bucarest y concedieron en exceso a los neerlandeses, que se mostraron muy sólidos en defensa tras adelantarse en el marcador.
Una selección, dirigida por Peter van der Veen, que consigue su primer título en la categoría sub-19 en la primera final que disputan y ante el equipo más laureado, con 12 títulos.
El primer tiempo fue de menos a más para los españoles, que se vieron sometidos en los primeros minutos por una selección neerlandesa que presionó muy alto y monopolizó la posesión.
Los de Gallardo aguantaron el dominio rival gracias a una defensa muy atenta que se fue haciendo cada vez más fuerte, mientras que en ataque todas las miradas estaban puestas en Pablo García, el encargado de liderar los contragolpes.
Fue tras la pausa de hidratación (ecuador de la primera parte) cuando España dio un paso adelante y empezó a gozar de más posesión y ataques largos, finalizados en ocasiones de peligro. Países Bajos estaba avisada del cambio de dinámica y acabó el primer tiempo incómoda en su campo.
Los primeros 10 minutos tras el descanso fueron trepidantes. El control de la primera parte pasó a ser ocasión tras ocasión en la segunda, con dos palos por parte de España y uno de Países Bajos.
Un guion de partido que acabó por perjudicar a los de Gallardo, que en el minuto 62 y con la defensa descolocada por el ritmo alto encajaron el 1-0. Un balón centrado y raso con dirección al área pequeña que se anotó en propia meta Raúl Jiménez, quien midió mal su salida y con el pie mandó el balón a sus redes.
En cuanto se adelantaron los neerlandeses, España no fue capaz de crear peligro real. La defensa de los chicos de Peter van der Veen se mostró impenetrable y sólida hasta el pitido final.