Contaba Diego Simeone que el Atlético de Madrid necesitaba a muchos “futbolistas con esencia”. No hablaba de Antoine Griezmann, su jugador referencia, tampoco de Álvaro Morata, su máximo goleador, ni siquiera de Koke, su capitán. El técnico argentino describía a Marcos Llorente, un futbolista que “le gusta”, que considera “importante” y que “siempre está para lo que necesita” tanto él como el equipo.
La polivalencia de Llorente es un valor que aprecia y mucho el Cholo. En la rueda de prensa previa al partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey ante el Athletic Club, Simeone recordó que el madrileño en el derbi del pasado domingo ante el Real Madrid en el Bernabéu comenzó de carrilero, pasó al mediocampo de interior y terminó de mediocentro. “Solo le faltó jugar de delantero”, bromeó el entrenador.
Lo cierto es que Llorente ha jugado y mucho esta temporada que, en el club, consideran está siendo muy buena. Hablamos de 32 partidos, 21 de ellos como titular, para un total de 2.030 minutos. En este tiempo, el todocampista madrileño ha logrado cinco asistencias y cuatro goles, el último de ellos el del empate ante el Real Madrid en el minuto 92 de partido y que dedicó, brazos al cielo, a su suegro recientemente fallecido.
Punta de 35,4 km/h
Más allá de que Llorente “está jugando mucho, pero no todo”, como valoran desde el club, ha participado en todos los partidos importantes del Atlético de Madrid esta temporada. Ha estado en casi todos los minutos de los derbis, salvo la parte final de las prórrogas en Copa y Supercopa, y ha jugado los 90′ tanto contra el Girona como contra el Barcelona. Un jugador, en resumen, para grandes ocasiones y grandes rivales.
De hecho, su gran misión en los derbis es frenar a Vinicius Jr. “El jugador que defienda a Vinicius tiene que ser rápido, porque si no, estás perdido”, manifestó el propio Llorente sobre el brasileño. Y es que el madrileño es uno de los jugadores más rápidos de Laliga. En la 2020/21, de hecho, fue el más veloz con una velocidad punta de 35,4 km/h. Marca que alcanzó, además, en el minuto 91 y en un estadio, San Mamés, que le exigirá de nuevo esas facultades físicas.
No tendrá en frente a Vinicius, pero Llorente deberá ser la kryptonita de los hermanos Williams. Aunque ambos están entre algodones para el partido de este miércoles, Simeone cree que serán de la partida. “Seguro jugarán los dos pese a las molestias de Nico, me imagino en el campo a los dos”, expresaba el entrenador sobre la amenaza de los hermanos en el choque de ida de Copa.
Físico privilegiado
Los Williams son dos de los jugadores más rápidos y habilidosos de esta temporada e Iñaki, además, está añadiendo goles, algo que siempre le ha costado a lo largo de su carrera. Lleva nueve y cuatro asistencias por cinco tantos y diez pases de gol del menor. Así, Llorente, partiendo como carrilero o como interior, deberá intentar frenar la pujanza de ambos en una plantilla, la madrileña, que no cuenta precisamente con muchos velocistas más allá de él, Lino y, quizás, Nahuel Molina, el futbolista habitual en el carril derecho.
El “físico privilegiado”, que dicen en el vestuario que tiene Llorente, le ayuda a hacer frente a estos retos. Un físico que, además, se trabaja a conciencia tanto en casa como con el equipo, pero siempre coordinados los preparadores físicos para no elevar las cargas del futbolista. En apenas cinco temporadas en el equipo colchonero, Marcos Llorente se ha convertido en una “referencia del vestuario”, según fuentes del club porque genera “buen ambiente”.
Con el Real Madrid y el FC Barcelona fuera de la competición, el Atlético tiene en esta Copa una de sus grandes posibilidades para obtener un título esta temporada. Los colcbhoneros no la ganan desde que derrotaran al Madrid en el Bernabéu en la 2012/13.