Hubo unos años donde China parecía El Dorado para muchos futbolistas, algo parecido a lo que es Arabia Saudí ahora. En 2016, por ejemplo, Carlos Tévez aterrizaba en el país asiático con uno de los mejores salarios del mundo, 70 millones de euros por dos años. Muchos jugadores tomaron ese camino, pero cuando Leo Baptistao (Santos, 1992) decidió hacerlo, el yacimiento ya estaba casi agotado.
Era 2019, y el brasileño decidió dejar el Espanyol por el Wuhan chino. ¿Les suena el nombre? Nueve meses después, Baptistao se encontraba junto a su mujer encerrado en un hotel sin poder salir con medio mundo muriendo de covid. “Fue mi peor momento en el fútbol”, cuenta a EL MUNDO y recuerda que lo pasó fatal, pero que nunca estuvo “cerca de estar deprimido”. “Mi mujer y yo decidimos invertir nuestro tiempo en salud mental”, apunta.
“El covid fue mi peor momento en el fútbol”
Pese al resultado de esa experiencia, Baptistao asegura que no lamenta ninguno de los cambios que ha realizado en su carrera. No han sido pocos. Ocho clubes en 12 temporadas. “Creo que he tomado buenas decisiones, no me arrepiento de ninguna cesión, de ningún traspaso. Son clubes que me han enseñado muchísimo, he aprendido mucho y he conocido gente muy buena”, afirma.
De todos ellos, hay uno del que guarda un recuerdo especial: el Rayo Vallecano. Se trata del club que le acogió cuando sus padres le mandaron a España con 15 años. El club que le esperó a que se curara de una hepatitis en Brasil y el que le catapultó en su carrera. Hizo 14 goles en dos temporadas, pero una de ellas se encontraba cedido por el Atlético de Madrid. “Del Atlético se me quedó la intensidad, las ganas de ganar y de competir”, cuenta.
Apenas jugó cinco partidos como rojiblanco en los que marcó un gol. No obstante, en ese corto periodo de tiempo no sólo alucinó con sus compañeros sino con el verdadero emblema del último Atlético. “Simeone es un gran profesional, un enfermo del trabajo y de la victoria”, comienza el brasileño para rematar, “creo que es un grandísimo entrenador, de los mejores del mundo”.
Leo espera que sea contra el Atlético la primera victoria del Almería en este curso. Pese a que tienen la salvación a 13 puntos, dice que en el equipo se mantiene la fe y más gracias a la energía que han traído los nuevos fichajes al conjunto andaluz. Este año ha jugado 19 partidos con el equipo almeriense y ha anotado cuatro goles. Además, tras haberse recuperado de una cirugía de tobillo que arrastraba de la temporada pasada, parece que le están respetando las lesiones.
“Simeone es un gran profesional, un enfermo del trabajo y de la victoria”
No ha tenido suerte el brasileño a lo largo de su carrera. Además de la hepatitis, dos roturas de clavícula, le rompieron la progresión. “Me han servido para madurar, tener tiempo e ir más despacio”, comienza un reflexivo Baptistao y asegura que le han ayudado a mirar al futuro con un “pensamiento más positivo”. Aunque cree que sin ellas, estaría en “otro nivel como futbolista”.
Compañero de Neymar
Quien sigue lesionado es su amigo de la infancia y compañero de equipo de fútbol sala, Neymar Jr, con el que sigue hablando a menudo y con el que comparte varios grupos de whatsapp. Para Baptistao es el mejor futbolista que ha visto en un campo de fútbol, “diferente” incluso de Messi. Tanto, que con 13 años, el fenómeno del Santos ya llenaba polideportivos de gente que iba a verle.
Mucho ha llovido desde entonces. Desde ese momento en que Leo Baptistao eligió el fútbol porque “es su vida” y no se imagina otra cosa que hacer. “Quizás algo relacionado con las matemáticas”, concede finalmente, “economista”, aventura. Pero de momento está centrado en alargar su carrera tanto como pueda y, preferiblemente, en España. Un país que le acogió con 15 años y que adora, especialmente su comida: jamón, paella y croquetas, aunque esto último solo en los días libres.
Además del fútbol y de la comida, tiene otro motivo para quedarse, su familia. Leo ha sido padre hace algo menos de un año.”Me encanta, ayudo muchísimo. Siempre estoy con el niño. Creo que soy un buen padre, aunque los primeros 15 días pensé que me iba a morir porque no dormía”, comenta entre risas.
Amante de los juegos de ordenador y de otros deportes como el tenis y el pádel, que practica únicamente en vacaciones, Baptistao aún no se ha planteado el momento de colgar las botas. “No he querido ni pensarlo”, apunta el jugador que ya tiene a sus agentes preocupados en el rendimiento de sus finanzas para no tener ningún problema económico en el futuro.
Lo más inmediato, es salvar la categoría con el Almería, ya habrá tiempo de pensar en otras cosas más adelante. El primer paso es el Atlético este sábado, ya que Baptistao no pudo ayudar a su equipo ante el Athletic y el Granada tras haber sido expulsado, y no va a ser un paso fácil.