Nadie les hubiera puesto en el once de mejores jugadores de la Eurocopa el 14 junio. Quizá sólo Rodri hubiera podido hacerse hueco. Del resto de futbolistas españoles podía esperarse un buen rendimiento, pero no que salieran de Alemania convertidos en estrellas. Y menos todos a la vez. Una de las claves del éxito de España es, precisamente, un big bang sincronizado de talentos que han ido repartiéndose el galardón de MVP en los siete partidos del torneo.
Alguno, como Lamine Yamal con 16 años, ha sido absolutamente inesperado. También Marc Cucurella, pese a los años de experiencia. De otros se venía esperando un paso al frente para convertirse en estrellas y saltar al mercado con una etiqueta con muchos ceros. Es el caso de Nico Williams, Dani Olmo o Fabián Ruiz. Los tres han desempeñado un papel indiscutible en sus clubes, pero han asombrado al continente con la camiseta roja. De hecho, el futuro del navarro y del catalán está por definirse, porque todo apunta a que cambiarán de aires.
Todos han dado su mejor rendimiento en el momento oportuno y en un escaparate que, en lugar de pesar, les ha impulsado. Ha ocurrido con veteranos como Laporte, cuestionado desde su marcha a Arabia Saudí, Carvajal, incombustible, o Nacho. Los tres se han hecho mejores en este campeonato. También Rodri, si es que eso era posible.
Un eje llamado Rodri
El mejor pivote del mundo, en palabras de Pep Guardiola, aún no había tenido su momento con España. Eclipsado por Sergio Busquets, vio cómo era reconvertido a central en el Mundial de Qatar porque nadie dudaba que había que hacer hueco en el once. El problema era dónde. Luis de la Fuente lo ha tenido claro desde el principio: eje fundamental en la medular. El resultado es que se ha visto al mejor Rodri y se ha activado el runrún de si debería ser Balón de Oro.
Junto a él, otro que ha subido del notable al sobresaliente. Fabián ha catalizado el juego, marcado goles y siendo una figura más esencial que en sus buenos momentos en el Nápoles o esta temporada, a pesar de ser un fijo de Luis Enrique. Con España se ha convertido en indetectable para los rivales, dejando imágenes como el regate a tres alemanes con un solo movimiento. Su futuro está en el PSG, certeza que no tiene Dani Olmo.
El Bota de Oro del torneo con tres tantos -galardón compartido con Harry Kane y otros cuatro trigoleadores- no va a continuar en Leipzig. Su brillante campeonato, en el que partió como suplente, ha marcado goles decisivos e incluso los ha salvado bajo palos, hace que su cláusula de salida, fijada hasta el 30 de junio en 60 millones, se considere muy ajustada a mercado. A su agente, el ex internacional Juanma López, se le vio el domingo en la grada de Berlín meditando ya sobre el futuro. Puede ser el Bayern, el Barça o incluso el City, pero Olmo saldrá de su actual equipo.
Una amenaza determinante
Quien también tendrá que definir su porvenir es Nico Williams. No le gustó al presidente del Athletic, Jon Uriarte, que le preguntaran al jugador por el Barça y la posibilidad de continuar junto a Lamine, pero su protagonismo en el mercado se antoja inevitable. Su temporada en San Mamés, con la Copa del Rey, ha sido brillante, aunque sólo ha descorchado en la élite durante la Eurocopa.
Eso mismo le ha sucedido a Cucurella, que será mirado de manera diferente en el Chelsea. Llegó a esta Eurocopa por las lesiones de Alejandro Balde y José Luis Gayà, encontrando el foco tras años en el Getafe y un fugaz paso por el Brighton. Menos horas de vuelo traía Lamine. Vio su talento Xavi Hernández y lo convirtió en titular indiscutible, como De la Fuente. Así se explica por qué su padre buscó al seleccionador durante las celebraciones para fundirse en un abrazo. En el Barça Lamine ayudó, pero en la selección se ha convertido en una amenaza determinante. Y aún no se le ve el techo. Es el diamante sobre el que Hansi Flick tratará de construir.
Hay actores más secundarios que también han desempeñado un papel imprescindible y ambos comparten equipo. Mikel Oyarzabal ha ejercido como relevo de Morata en una posición en la que le educó Imanol Alguacil y que le ha llevado a marcar un gol histórico. Su compromiso como capitán de la Real Sociedad le mantendrá en el club, algo que hay dudas de que ocurra con Robin Le Normand e incluso Mikel Merino, otro jugador que deja el histórico tanto en prórroga ante Alemania. El rendimiento ha sido tan perfecto que nadie ha perdido su momento de gloria.