El Barça se ha llevado esta mañana un nuevo golpe. El duelo ante el Leganés, además de significar una derrota que pone en serio peligro sus posibilidades de alzarse como campeón de invierno, ha tenido finalmente aún más consecuencias negativas para los intereses barcelonistas.
Lamine Yamal, ahora mismo, pese a su juventud, el gran argumento al que puede agarrarse Hansi Flick a nivel ofensivo para cambiar el errático rumbo que están tomando los suyos, estará de baja entre tres y cuatro semanas por lesión.
El canterano, según hizo oficial el propio club por medio de un comunicado, sufre un esguince de grado uno del ligamento intertibio-peroneo anterior del tobillo derecho. Una lesión que, en este caso, se produjo en el transcurso del partido frente al Leganés de este pasado domingo en Montjuïc que, a la postre, se saldó con la segunda derrota en casa de los barcelonistas esta temporada.
El jugador, de hecho, estuvo renqueante a lo largo de gran parte del encuentro. E, incluso, llegó a pedir el cambio en los instantes finales del primer tiempo. Pese a todo, aún siguió durante bastante rato en el terreno de juego y, de hecho, tuvo alguna que otra buena ocasión para convertir un tanto que podría haber supuesto salvar por lo menos un punto frente a un rival que no había conseguido hasta ahora ganar lejos de Butarque.
De acuerdo con las previsiones, Lamine Yamal se perderá tanto el partido de este próximo sábado frente al Atlético, que podría permitirles a los de Simeone alzarse con el liderato pese a contar con un partido menos que los barcelonistas, como el duelo en la Copa del Rey ante el Barbastro, un rival que, la temporada pasada, llegó a ponerles el miedo en el cuerpo a los azulgrana en esta misma competición.
El jugador, además, es como mínimo duda con vistas a la Supercopa de España, que se disputará en Arabia Saudí entre el 8 y el 12 de enero. Los azulgrana, en este caso, se estrenarán el mismo 8 de enero con un duelo en el que se enfrentarán al vigente campeón de Copa, el Athletic, mientras que el Real Madrid, por su parte, se medirá con el Mallorca al día siguiente.
En el minuto 80 de un Atlético-Real Sociedad, Diego Simeone entró como un búfalo tras un córner para hacer el cuarto tanto. Era un 30 de octubre de hace ya 22 años y un imberbe Xabi Alonso veía desde el banquillo, tras ser sustituido por Bittor Alkiza, cómo el argentino marcaba el último tanto de su carrera en el Calderón. El Cholo daba su última lección táctica al de Tolosa, que "nunca se sintió cómodo en el campo", según escriben los cronistas de la época. Apenas estuvo el argentino un año más en las filas atléticas antes de marcharse a Argentina, al Racing, a concluir su carrera. Xabi ficharía por el Liverpool, donde ganaría la primera de sus dos Champions.
La segunda la recuerda bien el Cholo. Se le escaparía en el minuto 93 con aquel gol de Ramos. Casi tan mítico fue el tanto como la carrera del tolosarra a celebrarlo en la banda. Ahora, tras colgar ambos el dorsal número 14, vuelven a encontrarse en un terreno de juego bajo el mismo prisma pero con diferente estatus, como en aquel encuentro de hace dos décadas. Simeone ha duplicado su papel de leyenda rojiblanca también en los banquillos, Alonso tiene aún que construir la suya, pero posee mimbres para que sea igual de grande que la de jugador.
"El Bayer tiene una referencia muy grande de cómo él veía el fútbol en la mitad del campo, que es donde estaba. Tuvo grandes entrenadores que lo nutrieron de muchas cosas; felicitación absoluta por el trabajo que hace". Así alababa el Cholo en rueda de prensa a su rival de esta noche en el Metropolitano.
Alabanzas devueltas por el propio Alonso, que certificaba la capacidad del argentino de dejar su "impronta" en un Atlético de Madrid que, a juicio del tolosarra, "posee la mejor plantilla de los últimos 10 años". "Simeone tiene una gran influencia en este gran club, y ha conseguido una increíble sintonía en este tiempo con un equipo que es el mejor que ha tenido", explicaba un entrenador con apenas dos años y medio en la élite. Pero un alumno aventajado desde sus inicios, como reflejan las palabras de uno de los que fuera técnico suyo. "Su padre era entrenador, así que creció de una forma similar a la mía. Nació con un padre jugador y creció con un padre entrenador. Tiene condiciones para ser un buen técnico", expresó José Mourinho en 2019, cuando el tolosarra aún hacía sus primeros pinitos en la Real B.
Simeone habla en rueda de prensa.OSCAR DEL POZOAFP
También le recuerdan como alguien especialmente dotado en la escuela de entrenadores de la Federación Española de Fútbol. En su etapa de aprendizaje aseguraban que se le notaba su capacidad de adaptación a cualquier sistema de juego y su potencial. Valoraban positivamente las diferentes influencias que el tolosarra había tenido en su carrera desde el rigor defensivo del propio Mou hasta la capacidad ofensiva de aquel Bayern de Guardiola. "Xabi Alonso será un buen entrenador en el futuro", predijo el de Santpedor en 2017. Y el augurio se está cumpliendo. Alonso, objeto de deseo del Real Madrid para cuando termine la etapa de Carlo Ancelotti en el club blanco, es una de las sensaciones europeas en los banquillos. Como lo estaba siendo Simeone los dos últimos meses. Leverkusen y Atlético hubieran llegado en dinámicas similares si no fuera por el accidente en Butarque. El Leganés dejó en 15 las victorias seguidas de los colchoneros, mientras que el Bayer de Xabi sigue en la nube con 11 consecutivas.
Rivales por el top-8
No llegan los alemanes como el curso pasado, donde también enlazaron una racha de 14 victorias y, además, no perdieron un partido en toda la temporada hasta la final de Europa League contra el Atalanta italiano. Fue el encuentro de la irrupción de Lookman y el único trofeo que se le escapó a Xabi el curso pasado. En Champions, un punto separa a ambos conjuntos, pero hay siete posiciones entre ambos. El que gane este duelo se asentaría entre los ocho primeros y, probablemente, se olvidaría de la ronda previa. Se dirimirá esta noche un partido clave para ambos, dado que sus últimos duelos son ante equipos muy inferiores: Salzburgo, para los de Simeone y Sparta, goleado por el Atlético, para el Leverkusen.
Ocurra lo que ocurra, Xabi Alonso volverá a Valdebebas tras el duelo en el Metropolitano. El tolosarra pidió al Real Madrid sus instalaciones para entrenar con sus jugadores al día siguiente del partido. Los focos estarán puestos en ese saludo entre los dos nombres que aspiran al banquillo blanco la temporada que viene. Aunque Xabi, hasta en cinco ocasiones en rueda de prensa, haya dado una larga cambiada con una palabra a su posible destino: Atlético. Partido a partido.