La organización permitirá a los clubes que excedan el límite salarial, entre ellos el Barça, usar hasta el 60% de lo que se ahorren. Antes era el 40%.
Javier Tebas, en rueda de prensa.
La Comisión Delegada de LaLiga, en la que no están Real Madrid ni Barcelona, ha aprobado una serie de modificaciones puntuales en sus reglas de Control Económico con el objetivo de “estimular los fichajes” durante este verano, en un momento en el que “el mercado está muy parado”, aunque siempre, dicen, “manteniendo que se ahorrará en las operaciones”. Estos cambios afectan a que aquellos equipos que exceden el límite salarial impuesto por la organización, entre ellos el Barcelona, que podrán gastar un poco más de lo permitido hasta ahora.
Estos clubes podrán gastar en salario un 50% del coste que reduzcan previamente. Una cifra que antes no podía superar al 40%. Además, el cambio de la regla incluye que esa cantidad se eleve hasta el 60% si el jugador con el que se genera el ahorro supone más de un 5% del coste de plantilla deportiva total (CPD).
Se trata de la famosa regla del 40%. Por ejemplo, si un club ahorra 10 millones de euros, antes no podía gastar más de 4 millones, pero ahora podría llegar incluso a 6 si esos 10 suponen el 5% de su límite salarial.
También concreta que la suma de todo lo generado por los ahorros no podrá computar por más del 60% del exceso al inicio de temporada. Antes de las modificaciones era el 40%.
Según LaLiga, esta modificación transitoria afectará positivamente a muchos clubes que se encuentran “en situación de exceso“, que podrán seguir operando en el mercado a la vez que van ahorrando.
El 13 de enero de 2022, en el estadio King Fahd de Riad, capital de Arabia Saudí, María Arthuer fue feliz. Llegado el pitido final de la semifinal de la Supercopa entre el Athletic Club y el Atlético, sus hijos Nico (19 años ese día) e Iñaki (27) corrieron hacia ella, se subieron a la valla que separaba el césped y la grada y se abrazaron, como pudieron, casi a través de las rejas, con su madre. Nico, que se había estrenado como goleador unos días antes, marcó en ese encuentro su primer gol importante. Hoy, tres años después, es una estrella mundial tras ganar la Eurocopa, mientras que Iñaki lleva el brazalete y ha firmado un contrato vitalicio. Juntos, después de ganar la última Copa del Rey, vuelven a Arabia, a otro desierto clave en la vida de los Williams.
La historia de María y su marido Félix ya la conocen, aunque sea el resumen: abandonaron Ghana, cruzaron andando el desierto y las fronteras de Libia, Argelia y Marruecos y terminaron saltando la valla de Melilla, donde les acogieron voluntarios de la Cruz Roja. Ahí, María descubrió que estaba embarazada. A los tres meses volaron a Bilbao y un sacerdote llamado Iñaki Mardones (de ahí viene el nombre de su primer hijo) les dio cobijo. La conexión cristiana, potenciada por la profunda fe de María, llega ahora hasta el vestuario del Athletic, que reza un 'Padre nuestro' antes de cada partido.
Las vivencias de los padres son claves para entender la educación y la forma de ser de dos hermanos que son 'rara avis' en el mundo del fútbol. «Humildes, trabajadores y leales», cuentan los que mejor les conocen en San Mamés. Tres adjetivos que descienden directamente de María y Félix. No por la imagen del camino en el desierto, una situación que ocultaron a sus hijos hasta que fueron mayores de edad, sino por las consecuencias de esa situación: la necesidad de trabajar, de devolver los favores recibidos y de mantener siempre un perfil bajo.
La lealtad
Todo eso se ve en los Williams, que siguen con el mismo agente que les ayudó en su primer contrato y mantienen su rechazo a las grandes agencias de representación. Se ve también en la timidez de Nico a pesar de la estrella que lleva en su sombra: «Lo que más me enorgullece es que no se le ha subido a la cabeza. Es mi alumno, mi hijito, y sabe que el patrón soy yo», explica Iñaki sobre su hermano pequeño.
La broma de 'hijito' no es por decir. Ha sido así. «Su padre estaba fuera por trabajo, yo me tenía que ir a las cuatro de la mañana a trabajar e Iñaki se tenía que encargar de preparar a Nico para el colegio», resume María en el documental de 'Netflix' sobre la vida de los dos futbolistas. «A Iñaki le ha tocado hacer de padre conmigo», aseguró Nico. El mayor ha sido su "referencia" en todo, incluso en la lucha contra el racismo. Iñaki lo sufrió en Cornellá hace cuatro años y Nico en el Metropolitano hace unos meses.
Pero en el fondo, son hermanos, pelean, discuten y se enfadan, sea donde sea. En marzo se hizo viral una riña entre ambos tras ganar al Alavés en la que parecían estar en su habitación o en el patio del colegio. «Tuvo que intervenir nuestra madre y el pequeño pidió perdón», explicó Iñaki. Para sus cercanos, Iñaki es «muy cabezón» y Nico más «sensible», más «niño» todavía. «A veces me rayo porque lo único que quiero es que estén orgullosos de mí también», admite.
El abrazo en La Cartuja
Y todo vuelve al pueblo de Ghana desde el que salieron María y Félix. «Allí hay una cultura muy fuerte de que el hermano mayor tiene que cuidar mucho del pequeño. Muchos días le odiaba porque no podía salir con mis amigos porque me tenía que quedar con él, pero era lo que tenía que hacer», declara Iñaki en el documental. «Mi hermano me ha enseñado disciplina», dice Nico.
La vida les ha llevado del abrazo de Arabia en 2022 al abrazo en La Cartuja tras la final de Copa de 2024: «¡Te lo mereces! ¡Te lo mereces!», le gritó Nico a Iñaki en el césped. Fue el gran éxito futbolístico de la familia Williams, porque el vital había llegado mucho antes.
«Me empezaba a recordar a la final de 2022... Estuvo increíble otra vez». En la zona mixta de Anfield, Virgil Van Dijk todavía no lograba quitarse a Thibaut Courtois de la cabeza. El hombre que le arrebató al Liverpool la Copa de Europa en Saint-Denis hace poco más de tres años con nueve históricas paradas apareció de nuevo en territorio 'red' para desesperar al conjunto británico, incrédulo ante los vuelos del belga. «Por suerte, encontramos la manera», se congratulaba el central neerlandés, feliz por el gol de Mac Allister que cerró un triunfo merecido.
El Madrid, como en París, sobrevivió el tiempo que duraron los milagros de su portero en un alarde extraordinario de manos y pies. «He intentado sostener al equipo. Es una pena», admitía en los pasillos de un estadio que vive atemorizado por él. El 23,2% de las paradas de Courtois en Champions desde el inicio de la final de 2022 han sido al Liverpool, 29 de 125.
El asedio del conjunto inglés sobre el guardameta belga no fue sólo una sensación. La estadística lo refrenda. Y es que sólo en aquella noche de París en 2022 Courtois tuvo que intervenir más veces que ayer. Nueve en Saint-Denis, ocho en su última aparición en Anfield, las mismas que ante el City en el Bernabéu y contra el PSG en París, ambos en 2022.
«demasiadas faltas cerca del área»
Un dato que explica que el nuevo Madrid de Xabi Alonso no dista mucho de lo que ha sido el conjunto blanco durante los últimos años. Un equipo extraordinario, con un talento superlativo en ataque, sostenido también por «el mejor portero del mundo», denominado así por Valverde ante la prensa.
«Hemos hecho demasiadas faltas cerca del área y ellos son buenos en eso. Algunas eran innecesarias y había que tirar de freno de mano. Tenemos que mejorar», admitió el belga, que describió así su increíble parada en el mano a mano con Szoboslai: «Hay que ocupar espacio y vi que eran un 2 contra 1 y que venía solo. Si me quedo en la portería es un penalti casi imposible de parar. Cuando he visto el pase he ido a reducir, tengo manos y brazos largos y es una parada no del manual del portero, pero también sirve».
Courtois voló cuatro veces en el primer tiempo y otras cuatro tras el descanso. Igualdad de números, de sufrimiento y de trabajo para el belga, que no recibía tantos disparos esta temporada desde el derbi madrileño del Metropolitano.
Una de las intervenciones de Courtois, el martes en Anfield.EFE
Ese partido, perdido por 5-2 por los blancos, aparece ahora como una de las dos derrotas del curso de Xabi Alonso y los suyos. Un duelo similar en sensaciones, pero que para el técnico tolosarra no tiene nada que ver. «Ha estado igualado. Hay muchas formas de perder y la de hoy es muy diferente a la del Metropolitano», aseguró Alonso en sala de prensa, donde apeló a los «detalles» que marcaron la diferencia en un partido en el que «hemos competido bien», insistió.
«Falta de actitud»
El vasco puso el foco en los errores individuales, en los fallos en la marca y en la concesión de demasiadas faltas y córners. Al final, todo derivó en el talento de Courtois, que acumula ya 20 paradas en esta Champions: cuatro contra el Marsella, Kairat y Juventus y ocho ante el Liverpool. En la media de sus últimas temporadas: 51 en el total de la 2024-2025, con cinco en Anfield; y 42 en la 2022-2023, con siete en la eliminatoria de octavos contra el Liverpool.
«No hemos tenido esa sensación (de falta de intensidad). Creo que hemos competido bien», aseguró Alonso. «Ha sido un partido igualado, exigente, de ritmo alto, y nos ha faltado amenazar un poco más el área rival. Luego en la segunda parte han sido detalles, teníamos que estar en el partido y no conceder y hemos concedido muchas faltas, algún córner... Y ese gol les ha dado la ventaja. Es la primera fase y podremos recuperar puntos», siguió el técnico.
Más duro fue Fede Valverde, que criticó que el equipo pecó de «falta de actitud» en las jugadas a balón parado. «Con este escudo hay que salir a ganar. Tenemos que prestar más atención. Hay que saber sufrir, saber defender y mejorar», finalizó.