A la tercera fue la vencida y la selección femenina española consiguió el anhelado oro olímpico con una victoria ante Australia (9-11), con la que el equipo de Miki Oca cierra un círculo después de conquistarlo todo en el mundo del waterpolo: un Mundial, un Europeo y ahora un título olímpico.
Una de las goleadoras del equipo en la final fue Paula Leitón, de 24 años, que juega en la posición de boya. Es una mujer corpulenta y muy alta -casi 1,90-. Características que le permitieron sobreponerse a las defensas rivales durante todo el torneo, ya que el waterpolo es un deporte de contacto y muy físico, aunque no veamos en la tele los agarrones bajo el agua.
Sin embargo, hay quien ve que esas medidas no se corresponden con un cuerpo trabajado y así lo han expresado en redes sociales. Comentarios desafortunados a los que la propia jugadora ha querido contestar para dejar clara su opinión.
“Igual piensan que me van a hacer daño. Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero muchísimo. Lo trabajo para un deporte que es mi vida. Me dan absolutamente igual los comentarios. Acabo de ganar un oro olímpico, que es el sueño que tenía desde que era una enana”.
Ella debutó en unos JJOO en Río 2016 y era casi una niña. Y es a las más pequeñas a quien quiere defender poniendo en su sitio a los bocazas.
“Estoy cero preocupada, pero si tienen que seguir con esos comentarios que piensen en las personas a las que pueden hacer daño. A mí no me afecta, pero igual a alguna niña, sí“.
Para Leitón, esta medalla significa mucho: “Para el waterpolo español esta medalla es futuro, futuro el que tiene el equipo y futuro para que todas las niñas vean que es posible que con trabajo se llega y se puede soñar siempre“, explicó tras ganar la final.