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La paratriatleta no pudo proclamarse por quinta vez consecutiva campeona del mundo al recibir una tarjeta amarilla en el tramo ciclista, ya que supuestamente estaba obstruyendo el paso a un tándem masculino
Con lágrimas de impotencia. Así terminó Susana Rodríguez en la final de las Series Mundiales celebrada en Pontevedra tras ver como el oro se le escapaba de las manos por una dura sanción. Competía en su tierra y era la gran favorita para subirse al primer puesto del podio y para proclamarse campeona del mundo por quinto año consecutivo. Sin embargo se tuvo que conformar con el segundo lugar. “Es una vergüenza y una tristeza que haya oficiales midiendo las carreras que no saben lo qué tienen que hacer y es una vergüenza que la World Triathlon, que tanto presume de igualdad, te ponga una sanción por bloquear a unos chicos que tenían por donde pasar. Vale para aprender y que no nos vuelva a ocurrir”, dijo la triatleta, completamente rota.
A la viguesa le mostraron una tarjeta amarilla en el tramo ciclista, concretamente en la segunda vuelta, ya que supuestamente estaba obstruyendo el paso a un tándem masculino. La propia deportista explicó en la meta lo que había ocurrido: “En el triatlón paralímpico, en la bici no se puede ir a rueda, tenemos que conducir por la derecha y adelantar por la izquierda. En la segunda vuelta vinieron unos chicos con un tándem, que son mucho más fuertes que nosotras, nos adelantaron en unos segundos y lo hicieron por la derecha porque quisieron, porque había sitio por los dos lados, pero el juez oficial nos sacó una tarjeta amarilla a nosotras”, confesó al diario Marca.
A partir de la sanción, la prueba no hizo más que empeorar para Susana Rodríguez. Con esa amonestación, tanto ella como su guía tenían que parar un minuto en el penalti box, pero la organización no estuvo a la altura. “La oficial que estaba encargada de medir el tiempo y apuntar tu número estaba apoyada encima de la mesa. Sara, mi guía, le golpeó tres o cuatro veces la mesa, pero la señora, que no debe de saber su labor, nos dijo que nos fuésemos que teníamos que hacer la parada en la carrera. Yo sé que no es así porque llevo mucho tiempo compitiendo. Perdimos 40 segundos y a partir de ahí no conseguí volver a la carrera”, lamentó la deportista.
Un error fatal
Ella misma comentó que tras el incidente le fue difícil volver a concentrarse, y es que tiene que ir muy atenta a su guía ya que cualquier error puede ser fatal. “Es una vergüenza que en un campeonato del mundo pase algo así”, sentenció la viguesa. Tras esto, la Federación Española de Triatlón presentó una reclamación a la World Triathlon, pero el organismo terminó dando por buena la decisión.
La viguesa mantuvo el segundo puesto, al cruzar a 32 segundos de la italiana Francesca Tarantello. Esta clasificación no le afecta demasiado, ya que tiene asegurada la plaza para París 2024.
A pesar de su enfado, y teniendo en cuenta lo que había vivido durante la prueba, Susana quiso tener un gesto de agradecimiento por el apoyo que le había mostrado la gente de Pontevedra, tanto durante la competición como en los días previos. “Me siento feliz de haber conseguido crear a lo largo de todos los años estas ganas de ver el paratriatlón, eso es lo más importante de hoy”, reconoció.