“Como es el Día de los Enamorados, os voy a decir que estoy enamorado del Madrid“, bromeaba Brahim en la zona mixta del Red Bull Arena, donde fue el protagonista indiscutible de la noche. El malagueño anotó un gol colosal, casi ‘messiánico’, gambeteando a tres defensas del Leipzig desde la línea de cal derecha del ataque del conjunto blanco hasta el área para dibujar una rosca que se coló por la escuadra de Gulásci. “La puse donde no la puse otros días“, admitió.
El andaluz tuvo palabras de cariño para Ancelotti, que al principio de la temporada no contaba mucho con él pero a raíz de las rotaciones por descanso o por lesiones, le ha dado la oportunidad y Brahim ha respondido: “Ancelotti me ha mejorado, soy una mejor versión”.
Esa mejor versión del ex del Milán ha llegado cuando no ha estado Bellingham, uno de sus mejores amigos dentro del vestuario. Tanto que después de marcar el 0-1, Brahim se acercó a la zona de la afición del Madrid y celebró el gol como lo suele hacer el británico: abriendo los brazos de par en par. “Le quiero mucho. Lo he celebrado como él porque sé que quería estar hasta el último momento, lo ha intentado mucho y se lo dedico. Desde el primer momento congeniamos muy bien, le estoy ayudando con el español y es un crack, tiene mucho carisma y es una gran persona”, aseguró.
Eso sí, Brahim no quiere ser el sustituto de nadie: “No me gusta decir eso porque él es un crack mundial y todos estamos a una”, explicó, admitiendo que su cambio físico le está ayudando: “El Método Pintus hace efecto“.
Ancelotti: “Le gritaba, ‘¡no la pierdas!'”
A unos metros, Ancelotti todavía alucinaba con la jugada del centrocampista. “Ha marcado un gol espectacular, increíble. Cuando ha cogido el balón le he gritado ‘¡no la pierdas, no la pierdas!’… Y no la ha perdido…”, bromeaba el italiano, que valora positivamente su mejoría: “Después de dos años en Milán ha vuelto más potente, más fuerte, con más carácter y personalidad. No ha tenido minutos pero cuando ha tenido oportunidad siempre ha aportado”.
El propio Brahim dejó con el susto en el cuerpo a los miembros del staff técnico cuando se echó al suelo doliéndose del gemelo derecho. Tuvo que pedir el cambio entre evidentes gestos de dolor, pero según el entrenador y el propio futbolista, parece que es sólo un golpe: “Yo he notado un golpe y no sé si se me subió el soleo o qué paso. Supongo que mañana me haré pruebas y no será nada”, confesó el andaluz, mientras que Ancelotti añadía en rueda de prensa que creía que “no es un problema muscular”.
La jugada de Brahim dejó también algo de polémica, porque el malagueño tenía el balón cuando levantó la mano y se tiró el suelo dolorido. Los jugadores del Leipzig, en lugar de tirar el balón fuera, aprovecharon el momento para iniciar una contra y sólo Lunin evitó el gol de Sesko. En ese momento, Kroos se lanzó hacia el árbitro y hacia Haidara para recriminárselo, y también el cuerpo técnico madridista hacia el del Leipzig. “Tuvimos un malentendido porque no tiraron el balón fuera. Me pidieron disculpas y ya está”.
Los locales venían enfadados con el colegiado desde el primer minuto del partido, cuando el bosnio Peljto les anuló un gol por fuera de juego posicional de Henrichs, que según el colegiado molestó a Lunin. “No había fuera de juego ni falta. No sabemos por qué no se dio validez a esa acción“, se quejó Marco Rose, técnico del conjunto alemán. “No sabemos cómo hubiera ido el partido, pero… Puede que estuviera algo nervioso el árbitro por ser su primer partido a este nivel. Cometió fallos, ya está”, declaró.
Lunin, protagonista de la acción, valoraba así la decisión del árbitro: “Hay un córner, despejo de puños y un jugador está conmigo… Sin disputar el balón, pero molestándome. Se puede interpretar como una falta, no sé. Yo interpreto que interfiere en la jugada, sí”. Ancelotti también fue contundente: “Estaba empujando a Lunin, creo que es bastante claro”.