“Odiaría que otros padres o jugadores tuvieron que pasar por esto en el futuro, especialmente en chicos y chicas jóvenes”, escribió en sus redes sociales
Maguire marca un gol en propia puerta en el partido de Inglaterra ante Escocia.ANDY BUCHANANAFP
La madre del inglés Harry Maguire escribió una publicación en redes sociales defendiendo a su hijo de las burlas y el abuso que sufrió este martes en el partido contra Escocia, cuando, después de marcarse un gol en propia puerta, gran parte del estadio se reía de él cada vez que tocaba la pelota. Inglaterra ganó el partido por 1-3.
“Como madre, ver la cantidad de comentarios negativos e insultos que recibe mi hijo de algunos aficionados y comentaristas es desgraciado y completamente inaceptable para cualquier tipo de persona, y también para alguien que trabaja representando a un club y a un país”, dijo Zoe, madre del futbolista.
“Estaba ahí, en la grada, como siempre, y no es aceptable lo que se ha creado. Entiendo que en el mundo del fútbol hay subidas y bajadas, momentos buenos y malos, pero lo que le está ocurriendo a Harry va más allá del fútbol. Para mí, no está bien ver por lo que está pasando. Odiaría que otros padres o jugadores tuvieron que pasar por esto en el futuro, especialmente en chicos y chicas jóvenes“, añadió.
“Harry tiene un corazón inmenso y me alegra que se mantenga fuerte y que pueda soportarlo, cuando otros no podrían, pero no le deseo esto a nadie“.
Maguire, en sus primeras declaraciones tras el incidente, aseguró que está acostumbrado a este tratamiento y que puede soportarlo, además de señalar que la presión sobre él hace que el resto de compañeros jueguen mejor.
El culmen de su carrera. Hace un mes Carlos Alcaraz holló la cima más alta y allí está viviendo desde entonces; nadie le puede bajar, él no se quiere bajar. Triunfar en Roland Garros y Wimbledon de forma consecutiva es un éxito tan superlativo que tiene nombre propio, el 'Channel Slam', y sólo cinco tenistas en su lista. Rod Laver, Bjorn Borg -tres veces seguidas-, Roger Federer, NovakDjokovic y Rafa Nadal -dos veces-. A los 21 años Alcaraz ya lo ha completado y sirve como confirmación: está en el camino de las leyendas, ya no hay dudas.
Con su primer Grand Slam, el US Open de 2022, tenía sentido el escepticismo: podía ser flor de un día, era sólo un niño, era lógico vacilar. El año pasado, con su segundo Grand Slam, el primer Wimbledon, se generó cierta desconfianza en su físico porque antes se perdió el Open de Australia y después las ATP Finals. Pero ahora ya es imposible negarlo. A su edad y con cuatro 'grandes' en sus vitrinas sólo cabe disfrutar. Es muy pronto para saber si alcanzará los 24 de Novak Djokovic, los 22 de Rafa Nadal o los 20 de Roger Federer, pero está claro que intentará hacerlo. De hecho, de momento, va por delante. A los 21 años y dos meses, Djokovic sólo sumaba un Open de Australia, Nadal acumulaba tres Roland Garros y Federer todavía no había estrenado su casillero.
"Es escandaloso"
"Lo que está consiguiendo Carlos es escandaloso. Más que el nivel físico, el nivel mental, ese saber aguantar la presión que todo el mundo le pone. En el equipo tenemos claro el nivel que tiene, pero mantenerlo tanto tiempo es tremendamente difícil. Incluso a nosotros, que estamos con él cada día, nos sorprende", comentaba su entrenador, Juan Carlos Ferrero, sobre un fenómeno que no para y no para de crecer, especialmente en los Grand Slam.
Alcaraz, con el título de Wimbledon 2021.Kirsty WigglesworthAP
Con la motivación que otorga la historia, Alcaraz ha demostrado que a cinco sets es muy difícil superar su juego y su físico y que, por eso, en los torneos 'grandes' no suele fallar. De los últimos ocho ha ganado cuatro y ha jugado dos semifinales y unos cuartos de final. En los Masters 1000, a tres sets, puede caer en despistes y perder. Aquí no. "Está haciendo un gran trabajo. Pero no podemos dar nada por hecho. Podemos ver el gran ejemplo de Marc Márquez, que venía ganando todo, tuvo una lesión y ahora lleva más de 1.000 sin ganar y está luchando por volver", advierte Ferrero y, de alguna manera, también alaba. Para que su pupilo no siga sumando grandes, en efecto, tiene que mediar una grave lesión.
Una generación por hacer
Porque de cualquier otra manera le quedan años de celebraciones. Su nivel de juego es excelso, su adaptación en los cambios de superficie ya está comprobado y no tiene, como tuvo el Big Three, demasiados rivales a su altura. En el último mes, mientras se elevaba su figura, se ha encogido el perfil de Jannik Sinner, pese a su número uno del ranking ATP, y han seguido sin aparecer el resto de aspirantes de su generación, ni Ben Shelton, ni Holger Rune, ni Felix Auger-Aliassime, ni Sebastian Korda.
En el circuito queda como obstáculo un Novak Djokovic de 37 años que poco a poco divisa su adiós y aquella Next Gen que nunca llegó a dominar, con Daniil Medvedev, Alexander Zverev, Stefanos Tsitsipas o Casper Ruud. Alcaraz puede caer contra ellos, como le pasó en cuartos de final del último Open de Australia, pero a la mayoría les ha pillado el truco, especialmente a Tsitsipas o Ruud, contra los que nunca ha perdido.
Ahora el reto será volver a la tierra batida sin hacerse daño para brillar en los Juegos Olímpicos de París tanto en solitario como en pareja junto a Rafa Nadal y luego llegar al último Grand Slam del año, el US Open, de una pieza. Pese a su ausencia en los Masters 1000 de Montecarlo y Roma, en esta media temporada ya ha sumado 39 partidos y aún le quedan la gira norteamericana y la gira asiática de cemento. Por primera vez puede superar los 80 encuentros en un año y ese ahora es su único riesgo. Todo lo demás a su alrededor se cimenta en la certeza: está en el camino de las leyendas, ya no hay dudas.
Novak Djokovic ha decidido renunciar al premio de 200.000 euros que el Gobierno de Serbia entrega a sus deportistas que logran alzarse con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Así, el tenista más laureado de la historia, ha decidido donar esa cuantía a organizaciones benéficas de su país, para que lo destinen en el desarrollo de servicios sociales.
Durante los Juegos Olímpicos, el serbio, en su camino hacia el Golden Slam, mostró un nivel excepcional, a la altura del más alto de su carrera y avanzó en todas las rondas sin perder ni un solo set. Tendencia que repitió en su enfrentamiento contra Carlos Alcaraz en la final del torneo, donde, pese a que el murciano plantó cara, logró hacerse con la victoria en dos sets que se decidieron en el tie break. "Todo lo que sentí en ese momento cuando gané superó todo lo que pensé o esperé que sucedería. Este es, sin lugar a dudas, el mayor logro de mi carrera", expresó tras la final.
La donación del premio es uno más de los numerosos gestos filantrópicos que Djokovic ha demostrado durante su carrera. Y es que, junto a su esposa Jelena, 'Nole' dirige 'The Novak Djokovic Foundation', una organización sin ánimo de lucro a través de la que ha ayudado a más de 54.800 niños y ha financiado proyectos sociales como la construcción de jardines de infancia en comunidades desfavorecidas.