LaLiga EA Sports 2023 – 2024
El escudo de la Uniñon Deportiva se conforma de 5 pequeños emblemas, uno de ellos, similar al rojiblanco
Hay que mirar con detenimiento. Es casi como aquellos libros de encontrar a Wally. Pero si un hincha colchonero se fija en el escudo de la Unión Deportiva Las Palmas, se encontrará un emblema familiar. La misma forma, las mismas rayas blancas y rojas y un animal y un árbol enmarcados en azul en la esquina superior izquierda. “No tiene nada que ver con el Atlético de Madrid”, cuenta a El Mundo, el escritor e historiador de fútbol canario Javier Domínguez.
Efectivamente, cuando entornamos los ojos, descubrimos que ese animal no es un oso sino un perro o can, de canarias, y el árbol no es un madroño sino una palmera o un drago (no hay consenso por la mala calidad de los dibujos de la época). “Yo creo que es una palmera porque es el símbolo de la isla”, ratifica Domínguez. Además, entre las rayas, hay dos letras destacadas en azul y blanco C y A. Pertenecen al Club Atlético, un club procedente de la refundación del Club Deportivo Santa Catalina.
Para saber más
El Santa Catalina era el equipo de fútbol del barrio del sector portuense de la capital canaria fundado en 1911 y conocido como “el equipo vivero”. El equipo resultó vencedor del campeonato canario en 1924.
Sin embargo, apenas dos años después, tras muchos sinsabores y problemas estructurales, el Santa Catalina se refunda como Club Atlético, “los leones del puerto”. Su equipación cambia de camiseta azul y negra y pantalón negro a la rojiblanca y pantalón azul. Otro equipo colchonero, como se le conoce al Atlético, debido al característico color de las fundas de los colchones de la época. “Podría haber simpatía, pero no había relación directa”, insiste Domínguez, autor de la saga Cien años de fútbol canario.
En aquellos años, como indica el escritor, la comunicación entre la península y las Islas Canarias era complicada. “Eran vuelos de cinco o seis horas con varias escalas”, recuerda. Así que, el fútbol canario, siempre creativo y vistoso, se encontraba algo aislado del campeonato peninsular. No obstante, hubo un movimiento que cambió todo y fue el fichaje de Luis Molowny por el Real Madrid en 1946. Los grandes, entre ellos el Atlético de Madrid, venían a pescar a Canarias y el fútbol local no tenía posibilidades de retener sus talento.
Así que un dirigente federativo, Manuel Martínez Monroy, tuvo la idea de unir a los cinco equipos principales de la isla para hacer del fútbol canario un elemento más atractivo. Pese a las reticencias iniciales de los dos grandes de la isla: el Marino Fútbol Club y el Real Club Victoria, finalmente en agosto de 1949 estos dos equipos y el Club Deportivo Gran Canaria, el Arenas Club y, cómo no, el Club Atlético fundaron la Unión Deportiva Las Palmas y, sus escudos, están presentes en el emblema del equipo.
La ‘pajarera’
Clubes aparte, Las Palmas y el Atlético siempre han tenido una vinculación especial. De hecho, como cuenta Domínguez, al equipo rojiblanco le llamaban “la pajarera” en referencia al lugar donde jugaban los futbolistas canarios, como el pájaro.
Sus dos primeras ligas surgen de un bloque canario encabezado por Machín, Arencibia o Pepe Mesa, que era sargento de aviación. Futbolistas de las islas que se encontraban en la base aérea de Salamanca en plena Guerra Civil y que consiguen bajo el nombre de Club Atlético Aviación, por la unión entre el Athletic de Madrid y el Club Aviación Nacional, los primeros entorchados del club rojiblanco.
Luego llega el “Atlético Canario” que se alza con las ligas de 1949/50 y 50/51. El equipo estaba compuesto por un grupo de futbolistas de la región como Silva, Mujica, Durán, Núñez, Rosendo Hernández y Miguel ‘el Palmero’. Ese periodo estuvo influido por la presencia de Luis Benítez de Lugo, marqués de Florida, dirigente canario del Atlético de Madrid de la época y presidente del club durante tres años, de 1952 a 1955.
Y ese lazo lo sigue cultivando Vicente Calderón en su época como máximo mandatario rojiblanco. “Por sus negocios, él viajaba mucho a canarias y le resultaban conocidos los futbolistas de aquí”, mantiene Domínguez. Y ese flujo sigue hasta nuestros días y culmina con la llegada de Juan Carlos Valerón al club rojiblanco, una de las sensaciones de LaLiga. Y todo comenzó con un ‘falso’ escudo del Atlético de Madrid.