La fiesta de los campeones, entre la profecía de Juancho y el grito de Lorenzo Brown: “¡Viva Españo!”

La fiesta de los campeones, entre la profecía de Juancho y el grito de Lorenzo Brown: "¡Viva Españo!"

EuroBasket

Actualizado

La selección española de baloncesto se dio un baño de 45 minutos en un WiZink Center bañado por gente joven y banderas rojigualdas

Los jugadores de la selección celebran el título en el WiZink.JUANJO MARTINEFE

No se puede defender mejor la camiseta de tu país de adopción, ni resumir tan bien -en un idioma incomprensible, impronunciable- la catarata de emociones. Lorenzo Brown lo hizo primero en la pista y hoy mismo con un micrófono. “Viva Españo”, balbuceó el base, uno de los héroes de la campeona de Europa. Y al WiZink Center, atónito, no le quedó sino ovacionar al héroe. Como al resto de sus compañeros, con mención de honor para Alberto Díaz y los hermanos Hernangómez.

Una fiesta breve, de 45 minutos, bañada por el furor de la gente joven y las banderas rojigualdas. Un cierre a la altura de los campeones del Eurobasket, comandados por Rudy Fernández, su capitán. Un baño de masas para este equipo tan ejemplar en tantos aspectos. Entre el confeti dorado y el aroma de la gloria, los muchachos botaron y danzaron en corro. “¿Os acordáis de la película En busca de la felicidad, de Will Smith?”, preguntó Sergio Scariolo. “Ese es el mensaje de este equipo. No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Si lo quieres, ve a por ello”.

Nadie tan habituado a estos fastos como Rudy, maestro de ceremonias, tan puntual en el recuerdo a Sergio Llull, ausente por lesión, como en el agradecimiento al técnico que le ha llevado a cuatro oros europeos. “Hemos vivido de todo, pero lo que has hecho con este equipo es algo increíble”, espetó a Scariolo. “Me han hecho creer que podíamos conseguirlo, me han hecho disfrutar como si tuviera 20 años”, añadió.

Claro que, en el apartado de confesiones, ninguno tan espontáneo como Willy Hernangómez: “Sé que lo haces por mi bien. Por esas broncas que me han caído y por las que me caerán en el futuro”, admitió el MVP del Eurobasket, encargado de dar pie a quien más quemaba el micrófono. “Nos va a decir unas palabras en español”, adelantó el pívot, mientras cuchicheaba a Lorenzo al oído. Y de ahí, a la cima, al punto de no retorno: “Hola. ¡Viva Españo!”.

“Tranquilo, hoy van a entrar todas”

Desde la salida del Hotel Meliá Castilla, al norte de la capital, Willy y Juancho habían ejercido como lo que son: unos tipos empecinados en triunfar en la NBA. Asomaron por la puerta del ascensor y el remolino de curiosos abrió paso a sus pies. Nadie puede discutir en este equipo con su magnetismo, ni su poder de seducción. Y quizá ninguno vaya con la seguridad en sus fuerzas de Juancho. “Antes de la final le dije a Jaime Fernández: ‘Tranquilo, que hoy iban a entrar todas”, reveló el alero de los Raptors. Ni siquiera cuando se quitó las gafas de sol podía esquivar el aura de una estrella de cine. “Yo he estado en una película, pero esta es mejor”, declaró el protagonista de Hustle, donde ha compartido protagonista con Adam Sandler.

Juancho Hernangómez saluda a los aficionados.JUANJO MARTÍNEFE

Nada que ver, por ejemplo, con Alberto Díaz, aclamado sin descanso por el WiZink. Hay algo en este chico, en su naturalidad y franqueza, en su esfuerzo y compromiso, que encandila a la gente. “Esto ha sido tocar el cielo, pero me quedo con algo más, con la experiencia de un cuerpo técnico, una Federación que nos apoya. No hay oro que valga estas personas”, dijo el base de Unicaja.

El asunto había empezado verdaderamente a tomar calor con su irrupción. Los acordes de Seven Nation Army de The White Stripes dieron paso a un grito monocorde unánime por el pelirrojo. De ahí, un crescendo imparable. Los aullidos adolescentes en favor de los hermanos Hernangómez, recibidos ambos al nombre de MVP. Y cuando compareció Rudy, con la copa en ristre, la inevitable We are the champions desbordó la euforia.

“Ahora me llevarás la contraria, como siempre”

Llegaba el equipo, medio exhausto, medio achispado, cumpliendo con exquisita puntualidad los plazos de la agenda. Durante su encuentro ante la prensa, el mensaje institucional de Jorge Garbajosa, presidente de la Federación, se concilió con la asombrosa locuacidad de Sergio Scariolo y la cercanía de Rudy Fernández. “Los jóvenes tienen más ganas, claro, pero yo también quiero celebrarlo con la gente”. Cuando capitán y seleccionador se cruzaron camino del micrófono, Scariolo le desafió con una amplia sonrisa: “Ahora me llevarás la contraria, como siempre”.

Bajo la broma latía el cariño de tantos años de vestuario, de tantos festejos desde aquella ya lejana final de los Juegos de Pekín. Hoy, con 37 años, Rudy sigue sin querer bajarse de este barco. La próxima travesía se inicia camino del Mundial. Y el WiZink en pleno se muere de ganas por volver. Así lo sueñan ya los campeones, con la foto de familia y el selfie con la afición a modo de epílogo, con los compases inmortales de Sweet Caroline.

kpd