Francia perdonó a Países Bajos, el VAR le salvó, Mbappé ni siquiera calentó y los de Deschamps se meten ahora en un pequeño problema. El empate entre ambos deja el liderato del grupo D igualado, con los de Koeman por delante al haber anotado más goles. La última jornada, con los galos enfrentándose a Polonia y los neerlandeses a Austria decidirá los puestos, pero los franceses ya no dependen de sí mismos.
Ante la ausencia de Mbappé, Deschamps fue fiel a sus principios: la casa, por los cimientos. Cero riesgo. Rechazó la idea de incorporar a otro delantero y entregó su equipo al mejor futbolista que tenía a su disposición: Antoine Griezmann. Francia fue un equipo a su medida, con Tchouaméni entrando para llevar el timón y Kanté y Rabiot en los interiores. Al lado de la estrella rojiblanca, Dembélé y Thuram para generar espacios.
Y hay que decirlo: Francia jugó mejor. Griezmann flotó en la mediapunta y tuvo las mejores ocasiones, aunque no estuvo acertado en ninguna de sus definiciones. Pero el combinado galo reaccionó mejor a las rápidas transiciones de los de Koeman con tres centrocampistas puros, uno más que contra Austria, donde sufrieron demasiado para su nivel.
Países Bajos tiene virtudes para hacer daño a cualquier equipo de esta Eurocopa. Reijnders, Frimpong, Simons y Gakpo no tiemblan, no pausan, muerden. Y Depay, lejos de su mejor nivel, se ofrece como boya. Koeman no animar a una presión alta cuando alguno de sus hombres de ataque da la orden, van todos como soldados. Así llegaron sus mejores opciones.
A los 50 segundos, el delantero del Atlético buscó al hueco a Frimpong, éste le ganó la carrera a Theo Hernández y sólo la estirada de Maignan evitó el 1-0.
El partido no quiso respirar. En el 13, Griezmann tuvo la oportunidad más clara de la primera parte. Thuram encontró a Rabiot dentro del área con un taconazo, el portero Verbruggen dudó en la salida y el centrocampista prefirió ceder a Griezmann en lugar de rematar. Una decisión que sorprendió al propio Antoine, que con toda la portería para él no consiguió acertar a rematar.
En la siguiente jugada, Kanté asistió a Griezmann desde el lateral del área y el capitán galo definió de primeras, rozando el palo neerlandés. Dos ocasiones que un campeón no debe perdonar.
Países Bajos respondió al momento con una arrancada de Gakpo que sacó Maignan, a lo que Francia contestó con un buen desmarque de Marcus Thuram, que se plantó en el área pero remató desviado. El duelo era brillante para el espectador neutral, pero conociendo a un entrenador como Deschamps, necesitaba pausa. Y la iba a tener.
A partir de la media hora, el choque entró en el terreno táctico. Francia asumió la posesión y los de Koeman esperaron su oportunidad para robar y salir en transición. La idea de ambos quedó clara hasta el descanso. En un lado, Tchouaméni al mando y Griezmann flotando. Al otro, Simons y Gakpo aguardando el momento de correr. Todos tuvieron sus tímidos intentos, pero el descanso llegó para bajar las pulsaciones del ambiente.
Francia salió de vestuarios con otra idea. No sólo tuvo una posesión estéril como en la primera parte, sino que dominó e hizo daño, llegando continuamente a la portería de Verbruggen. Primero Rabiot, luego Thuram, después Tchouaméni... Todo mientras Mbappé seguía sentado en el banquillo y el resto de sus compañeros calentaba. El galo no estaba para jugar o el cuerpo técnico no quería arriesgar, pero la cuestión es que no saltó al césped.
El error de Griezmann y el VAR
En el 64, Griezmann repitió el error de la primera parte. Una buena combinación entre Dembélé y Thuram dentro del área terminó con el balón en Kanté, que de primeras asistió al rojiblanco a metro y medio de la línea neerlandesa. Y Griezmann, de nuevo de forma incomprensible, dejó escapar el 0-1 y mantuvo con vida a PaísesBajos. Remató débil y Verbruggen desvió a córner.
Los de Koeman parecían totalmente K.O., encajonados en la frontal de su área mientras despejaban los ataques franceses. Pero ya se sabe cómo es el fútbol. Si perdonas, pagas. En el 70, Maignan detuvo un disparo de Depay y el rechazo lo envió a las redes galas Simons. 1-0 que sería anulado por el VAR tras una larga revisión. Los colegiados vieron fuera de juego de Dumfries, que molestó a Maignan en su intento de parar el remate del futbolista del Leipzig.
El tramo final fue un asedio francés, conscientes de la situación del grupo. Mbappé se desesperaba pero sus compañeros no pudieron con Verbruggen. Pinchazo de Francia.