La Grada Fans protestó por el viaje del grupo ultra a Braga. Brahim y Lunin se reivindican y debutó el canterano de 19 años Nico Paz. “Merecen jugar más”, dijo Ancelotti. Rafaela Pimenta, en el palco.
El Santiago Bernabéu vivió una noche de indirectas. Cuatro días después del comunicado del Real Madrid en el que negaba cualquier negociación con Kylian Mbappé, una de las invitadas a Chamartín fue Rafaela Pimenta, representante, entre otros, de Erling Haaland. La agente, acompañada por el ex futbolista del Barça y el PSG Maxwell, que trabaja con ella, rechazó hacer declaraciones al entrar al estadio, pero despertó todo un eco de rumores. No es ningún secreto que el Madrid buscará reforzar su delantera el próximo verano y que el noruego es uno de los deseados por la directiva.
Ya sobre el césped, el cuerpo técnico del conjunto blanco se encontró con las molestias musculares de Kepa, que sintió una incomodidad en la pierna derecha y no terminó el calentamiento con el resto de sus compañeros. A poco más de 20 minutos para el inicio del partido, Lunin, relegado a la suplencia tras el fichaje del portero español, supo que iba a ser titular. Calentó a toda velocidad con Llopis, técnico de los guardametas, y se preparó para volver a tener minutos. No tuvo tiempo para adaptarse, porque a los cuatro minutos Lucas derribó a Bruma y el español Djaló se situó en los once metros para lanzar el tempranero penalti.
El ucraniano, que no jugaba desde el 19 de agosto en Almería, adivinó la intención de Djaló y detuvo el lanzamiento del delantero del Braga para evitar el 0-1.
“Fuera violentos de los estadios”
Detrás de su portería, la Grada Fans coreaba su nombre mientras mantenía en alto una pancarta con el lema: «Fuera violentos de los estadios». Una indirecta muy directa a los Ultras Sur, expulsados del Bernabéu pero que aprovechan cada partido a domicilio del Madrid para hacerse notar. En Braga, varios radicales pertenecientes al grupo consiguieron acceder a la grada visitante y corearon varios cánticos contra la actual directiva, incluído Florentino Pérez, amedrentaron al público local e incluso tuvieron algún pequeño altercado con otros madridistas. De ahí la pancarta de la Grada Fans, el grupo que les ha sustituido en el Fondo Sur del coliseo blanco y que estuvo durante cinco minutos sentado en sus asientos en señal de protesta.
Pasado el penalti, el Madrid confirmó su pase a los octavos de final de la Champions superando con cierta comodidad al Braga. El empate del Nápoles ante el Unión Berlín dejó en bandeja el billete para los de Ancelotti, a los que incluso les valía un empate. Asegurado su aterrizaje en las eliminatorias, ahora deberán sumar un punto en alguno de los últimos dos partidos, contra el Nápoles en casa o en Berlín, para consumar el primer puesto del grupo.
Rodrygo: “Tenía que darle las gracias a Ancelotti”
Fue la noche de Brahim, Vinicius y Rodrygo. Todos con la necesidad de marcar para saciar su sequía. El malagueño sustituyó en la mediapunta a un Bellingham tocado en el hombro y marcó su segundo gol del curso en su segunda titularidad. Anotó ante Las Palmas, el 27 de septiembre, pero había acumulado 19 minutos entre los 7 partidos disputados por el Madrid. «Ha mostrado gran calidad y sacrificio, esto significa que podía jugar más, pero en su posición está Bellingham. Lunin también ha estado muy bien, significa que es una plantilla sana, que son muy serios, muy profesionales y a veces merecen jugar un poco más», declaró Carletto.
Por delante del andaluz, la dupla brasileña. Rodrygo sumaba un gol en Liga y otro en Champions y Vinicius dos y uno, por lo que ver puerta les subiría la moral en un ataque madridista necesitado de sumar piezas más allá de Bellingham. Lo intentaron sin éxito en la primera parte, pero tras el descanso encontraron su camino. Vini, que había recibido unos tímidos pitos en los primeros 45 minutos y no anotaba desde el 7 de octubre, marcó el segundo. Y Rodrygo, picando el balón con calma ante la salida de Matheus, el tercero. Rabia lógica en sus celebraciones. «Era cuestión de tiempo que marcaran», valoró Ancelotti, que se abrazó a Rodrygo al final: «Le tenía que dar las gracias», dijo el brasileño. Lo mismo que Brahim, que elogió al técnico: «Le tengo que agradecer la confianza. Habló conmigo y yo lo que quiero hacer es ayudar al equipo», aseguró.
El tramo final dejó el debut de Nico Paz, centrocampista hispanoargentino de 19 años que suma 5 goles este curso con el Castilla y que ya ha sido llamado a alguna convocatoria por Lionel Scaloni, seleccionador argentino.
Final feliz y confirmación de una nueva fase de grupos superada por el Madrid: ya son 32 de 32 en el nuevo formato de Champi0ns. Caso único. Aprovechando el récord, y que había superado a Ferguson como entrenador con más victorias en la Champions, Ancelotti le envió un mensaje a Gerard Piqué, que unas horas antes había declarado que «la última Champions del Madrid no la recordará nadie». «Piqué vive en su mundo, que no es el mundo del madridismo. Ni un madridista se olvida de la decimocuarta», contestó.