Copa Davis
Venció por 7-6 (2) y 7-6 (6) para dar el primer punto a los balcánicos.
Viktor Troicki tomó una arriesgada decisión. Con Laslo Djere, 33º, y Dusan Lajovic, 46º, más cualificados en el ránking, optó por Miomir Kecmanovic, 55º, para abrir la eliminatoria ante Gran Bretaña. Más fácil lo tenía Leon Smith, el capitán británico, quien, ante la ausencia de Daniel Evans, lesionado, tomó la única elección posible, que no era otra que la de Jack Draper. Si todos los puntos poseen una enorme importancia con el nuevo formato de la Copa Davis, éste se revelaba crucial, dada la presencia de Novak Djokovic ante Cameron Norrie en el segundo cruce.
Kecmanovic respondió a la confianza de su capitán e hizo valer su mayor estabilidad para vencer por 7-6 (2) y 7-6 (6). El número dos de Serbia rentabilizó su segunda pelota de partido ante un rival valiente y talentoso, pero vulnerable en las distancias cortas, allí donde le condujo la buena distribución de pelota de su oponente. Kecmanovic tiene entre su bagaje haber llevado a Carlos Alcaraz al límite en los cuartos de final de Miami en 2022. No fue poca cosa en plena explosión del español, que acabó ganando allí su primer Masters 1000. Alcaraz reconoció que su adversario había merecido el triunfo en un durísimo encuentro resuelto en el desempate del tercer parcial. El serbio de 24 años, apuntaba entonces, pero aún no ha logrado traducir sus cualidades en buenos resultados.
Draper cuenta con un arma capital en este tipo de superficies. Consumado sacador, tiró de ella para salir de un peligroso contratiempo. Estaba 4-3 y 15-40 abajo en el primer parcial cuando dejó un envenenado segundo servicio a la T y un ace para mantener el equilibrio. No se quedan ahi los recursos del zurdo británico, que dos juegos después salvó su primera bola de set con una dejada de revés. Paradójicamente, dos dobles faltas le penalizarían para perder el primero de sus desempates.
Resistió después, pero sin amenazar una sola vez en todo el partido el saque de su oponente. Llevado al mismo destino, pecó de nuevo de impericia. La mano templada de Kecmanovic puso a Serbia rumbo a la semifinal ante la Italia de Jannik Sinner.