Open de Australia
Linda, de 17 años, y Brenda, de 15, son las grandes promesas del tenis femenino y ya disputan el cuadro final del primer grande de la temporada. La mayor ya ha ganado un título WTA y la pequeña, que perdió este lunes en primera ronda, camina en la misma dirección
“Cuando éramos más jóvenes, siempre animábamos a Serena y Roger. Este día tenía que llegar, aunque hubiéramos deseado que no fuera así. Es como el fin de una era. Y ahora hay un cambio generacional. Llegan nuevos jugadores, como Alcaraz. Creo que ahora es el momento para un cambio de guardia”. Son palabras de Linda Fruhvirtova, checa, 17 años, valorando las retiradas de Serena Williams y Roger Federer. Linda es la mayor de dos jugadoras dispuestas a dinamizar el circuito femenino. Ella y su hermana Brenda, de 15, tienen plaza en el cuadro final del Abierto de Australia, una muestra más de su vertiginosa proyección.
A una edad propia de actitudes impulsivas, Linda, ya 80ª del mundo, ganadora el pasado septiembre en Chennai de su primer título WTA, maneja un discurso templado, sin dejarse impresionar por los buenos resultados. No se marca objetivos de ascenso en el ránking a corto plazo y prefiere aislarse del lógico revuelo que tanto ella como su hermana han despertado en el circuito.
Para saber más
En un país de gran tradición tenística, Linda y Brenda llaman a tan lógicas como precipitadas analogías con las hermanas Williams. Cierto es que caminan deprisa y que ya cuentan con el andamiaje que corresponde a las estrellas. Visten Nike, juegan con Wilson y entrenan en la academia de Patrick Moratoglou, todo un gurú con aires de estrella mediática, el hombre que ocupó el rincón de Serena en la segunda y también brillante etapa de su carrera.
Juntas en un grande
Linda ya es la 80ª del mundo y ha entrado directamente en el cuadro. Brenda necesitó tres partidos de la previa, el último de ellos ante la española Jessica Bouzas. Linda cayó contra la española Anne Mintegi en las semifinales júnior de Wimbledon 2021, antes de empezar a destacar con las mayores. En la siguiente primavera ya fue octavofinalista en el WTA 1000 de Miami y meses después se presentó en el Abierto de Estados Unidos, detenida por Garbiñe Muguruza en la segunda ronda.
Brenda, la quinta jugadora más joven en disputar el cuadro final del Abierto de Australia, ganó el pasado año seis títulos ITF, de categoría inferior a los de la WTA, encadenando 25 victorias consecutivas. La pasada madrugada cayó en primera ronda contra la bielorrusia Aliaksandra Sasnóvich (7-5 y 6-2).
Rápidas, jóvenes y combativas, han viajado juntas a Melbourne. “Siempre ha sido una meta ir juntas a los torneos. Ella ha estado jugando increíblemente bien. Es una rival exigente para cualquier jugadora y creo que lo hará bien en los grandes torneo”, apunta Linda sobre su hermana pequeña. Hasta ahora la secuencia es perfecta: en 2019 fue Linda quien ganó el título en Les Petits As, un mundial júnior oficioso. Un año después, Brenda siguió sus pasos, sentando un insólito precedente.
