Irene Paredes, la capitana sin brazalete que busca la primera estrella: “Nos hacían sentir que no era nuestro lugar, pero aquí estamos”

Irene Paredes, la capitana sin brazalete que busca la primera estrella: "Nos hacían sentir que no era nuestro lugar, pero aquí estamos"

Mundial de Fútbol Femenino

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Tras estar ocho meses sin ser convocada con la selección después de la revuelta de Las 15, es la única española que ha jugado todos los minutos del Mundial

Irene Paredes en la rueda de prensa previa a la final del Mundial en Sídney.FRANCK FIFEAFP

Cuando Irene Paredes (Legazpi, Guipúzcoa, 1991) se sentó ante los medios el pasado 1 de septiembre de 2022 en compañía de Jenni Hermoso y de Patri Guijarro, no se imaginaba todo lo que iba a vivir hasta llegar a la final del Mundial. Horas antes se había filtrado que, por primera vez, las jugadoras habían pedido la dimisión de Jorge Vilda y la RFEF forzó a las tres capitanas a desmentirlo en una tensa rueda de prensa. Tres semanas después, aquel desmentido quedó en papel mojado con el ya célebre motín de Las 15. Paredes no firmó la carta de las rebeldes, porque consideraba que ya se había posicionado, pero debido a su liderazgo sobre el grupo quedó como una de las cabecillas del movimiento y el seleccionador la sumó a la lista de represaliadas.

Aquel día, Paredes manifestó que lo que querían era profesionalizar la selección. “En ningún momento hemos pedido la destitución de Jorge, hemos transmitido el sentir de las jugadoras, nada más. Como capitanas tenemos esa responsabilidad”, dijo.

Sin esa reclamación pública en la que se exigían mejoras para el equipo, Irene no podría compartir hoy con su hijo, Mateo, y su mujer este momento histórico. Ambos se han desplazado hasta las antípodas para vivir este torneo con ella. “El poder estar aquí y vivir con ella todo esto, poder apoyarla y que ella pueda estar tranquila sabiendo que nosotros estamos bien, es un avance maravilloso”, comenta su mujer, Lucía Ybarra, a EL MUNDO.

Pero el viaje hasta aquí ha sido tumultuoso. Tras esa aparición pública, Irene vio cómo parte de la opinión pública se le echaba encima. Tuvo que escuchar como la llamaban “niñata” y “chantajista”, además de recibir amenazas. El Mundial parecía vetado para ella mientras Vilda rehacía la selección sin sus antiguas líderes. Ella, a diferencia de Las 15, no había pedido no ser convocada por España hasta que la situación se resolviera, pero eso fue justo lo que sucedió.

En abril volvió a la selección

Pasaron ocho meses hasta que la capitana se puso de nuevo la camiseta roja. Lo hizo frente a Noruega el 6 de abril y, demostrando su peso en este equipo, lo hizo ya como titular. Una vez perdonada, nunca se discutió su presencia en el Mundial. Sin embargo, desde su regreso ya no porta el brazalete, en una muestra de que no todo ha cicatrizado. Aún así, ella sigue siendo la líder aunque no se le reconozca oficialmente. “Ese liderazgo le viene de casa, de los valores que aprendió, de su familia, de su manera de saber estar, de acompañar, comprender, hablar y llevar las cosas con tranquilidad, sacrificio y trabajo”, explica su mujer.

Además de ser una líder, Irene es una mujer dura que este año ha tenido que hacer frente a uno de los momentos más difíciles de su vida. En junio, justo antes de la concentración para el torneo, perdía a su padre de forma repentina. Sólo unas semanas antes su progenitor había podido ver como levantaba al fin la Champions con el Barça. Un trofeo que se le había escapado en dos ocasiones. Su primer recuerdo al llegar a las antípodas fue precisamente para él. En sus redes sociales la jugadora decía: “A veces, la vida golpea duro. Muy, muy duro. Inevitablemente esta sigue, aunque la nuestra se haya parado. No sé de qué manera, pero seguiremos hacia adelante. Por ti, aita”.

A pesar de este duro revés, la defensa se ha dejado la piel en el Mundial y ha sido un pilar indiscutible para Vilda: es la única española que ha jugado todos los minutos del torneo. “Es muy metódica y muy concienzuda. Es una tía que el 100% de su día está dedicada a su profesión. La ama profundamente y le encanta exigirse a tope”, concluye Lucía.

Este sábado, en un gesto simbólico, Paredes compareció junto a Vilda en la rueda de prensa previa a la final, un honor habitualmente reservado a las capitanas. Lo que ella es con o sin brazalete. Y Paredes mandó un mensaje como tal: “Nos hacían sentir que no era nuestro lugar, pero aquí estamos”. En efecto, y con ella al frente.

kpd