“Los miedos hay que enfrentarlos porque nos ponemos muchas veces en situaciones en las que nuestra mente nos quiere jugar en contra porque no podemos controlarlas. Lo importante es no callarse”. Esas palabras que Ilia Topuria lanzó en un acto contra el bullying hace menos de dos meses, tienen ahora más sentido tras el terremoto mediático que se ha generado después de que el bicampeón de la UFC denunciase que ha sido extorsionado por una presunta acusación de malos tratos.
Con un comunicado demoledor lanzado en redes sociales a las 13.00 horas del lunes, Topuria habla de haber recibido extorsiones, amenazas, falsificación de pruebas, sustracción de dinero y objetos personales. “Durante los últimos meses he sufrido situaciones y presiones intolerables, amenazando con difundir infundadas acusaciones de malos tratos que sólo desaparecerían a cambio de dinero”, escribía el luchador y fuentes próximas a él reiteraban que “qué ejemplo daría a los jóvenes si se callara en un momento como éste”.
Explican desde su equipo que el comunicado se realiza para “frenar un chantaje” y contar “lo que está pasando” porque aseguran que la única solución era pagar y que no se iba a ceder a eso. En el texto se habla de situaciones que “amenazan tu paz, tu familia y tu nombre”. Se dice que no se cederá ante la “presión, la manipulación o el miedo” y que “ha intentado callar” para proteger a sus hijos pero que eso ha permitido que “la mentira siga creciendo”.
en manos de abogados
No obstante, EL MUNDO ha podido saber que al peleador se le recomendó realizar esta “acción preventiva” frente a estas acusaciones ya que, si la otra parte le denunciaba antes por malos tratos, las consecuencias legales y de imagen iban a ser más difíciles de afrontar.
Fuentes próximas al luchador explican que las pruebas documentadas en forma de audios, vídeos, testimonios y mensajes, están en manos de abogados para ser puestos a disposición judicial. No obstante, aún no consta que el peleador haya realizado, todavía, ninguna acción legal pese a que en el texto se habla a futuro sobre los delitos de extorsión, amenazas, falsificación de pruebas y sustracción de dinero y objetos personales.
La vida de Topuria se mantiene en un escrutinio constante por parte no sólo de los medios de comunicación y los propios fans, sino también por el equipo de un documental que sigue al luchador para la realización de una serie para HBO. Dentro del marco probatorio utilizado para demostrar las aseveraciones del deportista, podría también haber fragmentos de esos metrajes que han capturado momentos y situaciones que refuerzan la posición expresada en el comunicado.
Centrado, pero afectado
No obstante, no es la primera vez que el luchador sufre una extorsión. Recientemente, Ilia Topuria recibió amenazas a través de redes sociales por parte de otra persona que le intentó condicionar para que hiciera lo que le pedía. Las consecuencias de no hacerlo serían que le iba a poner en contra a toda la opinión pública utilizando su influencia mediática. El luchador tampoco accedió a esas demandas consciente de que una mínima cesión significaría brindar una posición de dominio al extorsionador.
Durante todo este periodo, el deportista ha intentado mantenerse fuerte en todos los aspectos. Aunque afectado, Topuria ha intentado mantener su vida habitual y ha mantenido sus rutinas de entrenamiento. “Está como un toro, a tope”, explican a este periódico fuentes próximas al peleador. Confía el luchador que la Justicia actúe rápido en este caso para poder anunciar su vuelta al octógono del que se despidió hace menos de un mes “por problemas personales”.
Desde su equipo anuncian que “hay cuerda para rato” del hispanogeorgiano en las MMA ya que le ven con intención de seguir haciendo historia, pese a que durante la entrega del MARCA Leyenda, el propio Topuria hubiera comentado la posibilidad de que “no le quede demasiado” en las artes marciales mixtas y que su siguiente paso sería el boxeo.









