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Atlético de Madrid – Getafe (3-3)
Griezmann, con un doblete, iguala a Luis Aragonés como máximo goleador rojiblanco con 173 tantos.
Es el meme de los Spiderman, pero con diferentes presupuestos. Los entrenadores de los sambenitos defensivos que empatan a tres goles . Es el partido del cierre del círculo. El Getafe corta la racha del Atlético de Madrid de veinte partidos seguidos ganando en casa. El último que sacó algo aquí fue el conjunto azulón, un empate en un gélido día de los enamorados de 2023. Historia en el Metropolitano por partida doble. [Narración y Estadísticas, 3-3]
El Getafe empezó intenso, olvidando quizás, que jugaba a domicilio, un hándicap esta temporada. El equipo presionaba arriba y robaba balones peligrosos, pero la primera fue del Atlético con la misma receta. Riquelme recuperó un balón en el pico del área azulona y decidió disparar sin preguntar. Soria rezó con la vista y salió cara. El balón pegó en el palo.
El susto amilanó un poco a las tropas de Bordalás, ayer sin su general por cumplir in extremis ciclo de amarillas tras la recibida en el último partido ante el Sevilla. El peligro de los azulones venía de Greenwood y de los balones aéreos a Latasa, un pegaso en la piel de un delantero. En el Atlético, de Riquelme y Griezmann.
Decía Simeone en la previa que el equipo debe aprender a jugar sin Griezmann. Parece complicado. El francés es, con mucho, el todocampista (definía su técnico) más creativo de la escuadra colchonera. Igualmente, los rojiblancos optaban en ocasiones por el juego directo para saltar la primera línea de presión del Getafe y generar a partir de una segunda jugada. En una de estas la tuvo Memphis, ligeramente adelantado, pero Soria replicaba magistralmente.
Quizás para ese tipo de fútbol, Morata, con más chispa y mejor juego de espaldas que Memphis, podría haber mejorado las prestaciones rojiblancas. Pero en ese balance cholístico de cuidar jugadores y obtener resultados, el madrileño fue el sacrificado. Entonces, la locura.
Savic, que ya tenía una amarilla bastante rigurosa, decidió jugar con fuego con Munuera Montero tras pegar un manotazo a Mata en una contra azulona. El colegiado aceptó el envite y no se amilanó, se podría haber cuestionado la primera, pero esta era tan clara que no se encuentra en el reglamento ni un resquicio de perdón. Quedaba algo más de una parte. Simeone cambió a Memphis por Azpilicueta. El Atlético jugaba con 10, pero uno de ellos era Griezmann.
Si toca jugar, juega, si toca robar, roba, pero si toca marcar… Pum. Centro de Riquelme, que estaba siendo el más inspirado de los rojiblancos tanto en una banda como en la otra y, desde el ala derecha, el canterano puso una banana con mimo que el francés metió tras un escorzo. A uno de Luis. Mucho que aguantar todavía.
Como no podía ser de otra manera, el Getafe adelantó líneas aprovechando su superioridad numérica. El Atlético, agazapado, esperaba su oportunidad. Los dos, con esas cartas, felices. Hasta que los azulones comieron perdices gracias al Zarra. Mayoral aprovechó un rechace de un centro de Greenwood para poner un testarazo por encima de Oblak desde mitad del área. Gran gol de un delantero que llama fuertemente a la selección, 13 goles esta temporada, 11 de ellos en Liga.
Simeone le quiso dar réplica y sacó inmediatamente a Morata. El argentino, aún con 10, quería el partido. El madrileño quiso reivindicarse ante su entrenador y en apenas 10 minutos en el campo le recordó quién era el 9 rojiblanco. Morata, de cabeza, adelantó a los suyos tras una virguería de Llorente. Mucho que aguantar todavía.
Máximo goleador rojiblanco
Si habían pasado pocas cosas, apareció el VAR para poner más picante al partido. De los miles de golpes y manotazos que hay en las áreas, esta vez sí, el videoarbitraje entró a valorar una acción entre Damián y Hermoso. Penalti. Gol. Dedicatoria al cielo. Historia. Griezmann igualaba a Luis Aragonés con 173 tantos.
El Getafe se lió la manta a la cabeza y asedió la portería de Oblak. Óscar obtuvo premio en un barullo en el área. Como habían pasado pocas cosas, otro VAR, otro penalti. Otra mano rara. Gol de Mayoral. Locura final y poco premio para el Getafe. Historia por partida doble y con regusto agridulce para los colchoneros.