Cuando era niño había unos dibujos animados que me fascinaban. Era una sensación contradictoria porque además de disfrutar con ellos me generaban una cierta frustración y angustia. Siempre quise que el Coyote atrapase al Correcaminos, pero me hice mayor sin conseguirlo. Ahora revivo en la Fórmula 1 algo parecido. No importa lo que Lando Norris y McLaren preparen para atrapar a Max Verstappen en el campeonato. Las trampas, las bombas, los cohetes
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El verdeamarillo de la camiseta de la selección brasileña de fútbol ya no tiene el poder de antaño: la creciente y polarizada disputa política en el país está llevando a que amplias franjas de la población rechacen a la selección y a que la opción de una camiseta roja aparezca en el escenario.
Brasil de rojo "sería un crimen", dijo el legendario comentarista de fútbol Galvao Bueno, pero en visión de muchos, el "crimen" podría estar en vías de concretarse.
El sitio web especializado "Footy Headlines" aseguró días atrás que la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tiene encaminado un acuerdo con la línea de ropa deportiva de Michael Jordan, Jordan Brand, que forma parte de Nike, para que la camiseta visitante a partir de 2026 sea roja, en sustitución de la azul habitual.
La CBF lo desmintió en un comunicado, pero apelando a formalidades como que las imágenes que circulan de la nueva camiseta "no son oficiales".
El asunto es objeto de un encendido debate en Brasil, porque la "seleçao" pentacampeona del mundo pocas veces estuvo tan baja en cuanto a cariño popular.
Por un lado, la selección se ve impactada por los malos resultados de los últimos tiempos, las derrotas ante la gran rival, Argentina, y el fracaso en las Copa del Mundo, donde fue campeona por última vez en Corea/Japón 2002.
Pero el mayor problema de la selección brasileña es político. Años atrás, la identificación de Neymar y la gran mayoría de los jugadores de la "canarinha" con el entonces presidente Jair Bolsonaro generó el rechazo de aquellos que no toleran al líder de la derecha extrema brasileña.
A eso se sumó la permanente utilización de Bolsonaro y sus partidarios de la camiseta verdeamarilla de la selección. De a poco, un símbolo de unidad del país comenzó a transformarse en prenda de desunión.
La posibilidad de que la camiseta visitante sea roja no contribuye, sin embargo, a solucionar el asunto, porque el color está identificado con la izquierda gobernante, el Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inacio Lula da Silva.
En 1917 y 1937, durante dos campeonatos sudamericanos, Brasil debió jugar de rojo por razones de fuerza mayor, pero ya casi nadie en el país tiene presente esa anécdota.
Los defensores del Brasil "vermelho", citados por "Footy Headlines", apelan a los mismísimos orígenes de Brasil: "El nombre del país proviene de 'Pau-Brasil', un árbol nativo famoso por su intenso tinte rojo, muy apreciado por los colonizadores portugueses. En ese sentido, 'Brasil' significa literalmente 'rojo' en el contexto histórico".
Los misiles de la muerte pudieron hasta con el cíclope blanco. Courtois hace milagros, pero no hay panes y peces para quien no los merece. La caída del Madrid fue algo más que una muerte a balón parado. Fue una ejecución en el paredón de todos sus males, con disparos de Declan Rice que tenían todo lo que, hoy, no tiene este Madrid deambulante: la contundencia y la precisión. Rice, en realidad, sólo apretó el gatillo.
La cruel derrota, consumada por Mikel Merino, un delantero de paso, compromete al equipo blanco, que necesita invocar a todos los espíritus de la remontada, no sólo a Juanito, y compromete a Ancelotti. Con el entrenador atascado, Vinicius perdido y Bellingham desesperado, la esperanza es la épica y quien todavía no sabe nada de esa épica. Mbappé llegó para ganar Champions. Primero debe ganar al destino. [Narración y estadísticas (3-0)]
La forma de caer ante el Arsenal es proporcional a dos cosas: la tendencia del Madrid en los últimos partidos y la proporción del rival. Leganés, Real Sociedad y Valencia, con distintos resultados, ya mostraron los problemas de un equipo frágil en defensa, desenfocado en el centro del campo y no siempre enfocado en ataque.
No es el equipo de Mikel Arteta lo mejor de la Premier, pero es un equipo que crece y crece si le dejas jugar. Si los goles no llegaron antes de que Declan Rice activara el cañón, fue gracias a Courtois, brutal en sus intervenciones ante el propio Rice y Martinelli, en el primer tiempo, o de nuevo Martinelli y Merino en el segundo. El Arsenal hizo lo suficiente para golear de cualquier manera.
parábola inverosímil
La pegada de Rice está fuera de catálogo. Ambos goles llegaron de falta, lejanas, y ambos con una potencia y colocación que redujeron a Courtois a su condición humana. Ni un reproche al portero, todo el mérito para el jugador inglés, que recordará este día toda su vida, sea cual sea el desenlace de la eliminatoria. Primero salvó la barrera con una parábola inverosímil; después, colocó en la escuadra.
Ancelotti sabía bien de la febrícula de su equipo y por eso les mandó abrigarse. El Madrid no tiene la temperatura corporal adecuada y el entrenador sacó la mantita al salir al Emirates para cubrir bien todo el centro del campo. En el Bernabéu habrá que quitársela y jugar a pecho descubierto. No quedan días para 'pechos fríos'
La manta era el 4-4-2, en el que Bellingham se situaba en la izquierda y Rodrygo, en la derecha, con claras instrucciones defensivas. Vinicius y Mbappé, pues, compartían el ataque. Las razones de Ancelotti no se debían únicamente a la peligrosidad del Arsenal por las bandas, con Saka y Martinelli, sino a las componendas que tiene que hacer en la defensa desde el principio de temporada. Valverde volvió al lateral derecho y en el izquierdo apareció Alaba, con una venda en un muslo, todavía bajo mínimos. El austriaco conoce el puesto, ya que jugó en esa posición en sus inicios en el Bayern, pero hace ya largo tiempo. Saka lo sometió a un tormento, pero también puede decirse lo mismo de Martinelli ante el uruguayo. El compromiso en las ayudas de Bellingham y Rodrygo no bastaba.
Bellingham, desesperado tras una ocasión perdida.EFE
El cambio de sistema, del 4-3-3 habitual al 4-4-2, cargaba el mensaje: precaución. El Arsenal de Arteta es un equipo de alto ritmo de juego y llegada por las bandas, pero también de compenetración en las jugadas a balón parado, diseñadas por uno de los ayudantes del técnico donostiarra. Cuando lanza un córner, acumula jugadores casi en la línea del portero, como niños que esperan, ansiosos, que se rompa la piñata. El overbooking hizo que Saliba rechazara un centro-chut que había superado a Courtois. Con esa producción ofensiva no tener en el área a Havertz o Gabriel Jesus es un hándicap. Arteta ha pedido a Merino que se convierta en camaleón. Se ha puesto el traje del nueve con goles, también frente al Madrid, el tercero, después de porfiar mucho frente a Courtois.
El Madrid respondió al acoso inicial con posesiones largas, aunque estériles, para bajar las revoluciones al partido. Cuando pudo, corrió, gracias a los robos o pérdidas que abrían un páramo por delante. Ni Vinicius ni Mbappé, sin embargo, encontraron la precisión para batir al español Raya, sin trabajo, pero con sensación de dominar el área en todas sus salidas.
Más desalentador resultó su nula reacción tras los goles del Arsenal, cuando ya no había que abrigarse más, sino destaparse. La excitación del equipo inglés y la mejor gestión de Arteta pudieron generar un resultado todavía más cruel, mientras Camavinga se autoexpulsaba y las soluciones del banco, como Brahim, no aportaban nada, porque el problema no era de nombres, sino de rumbo. Ahora sólo está a tiempo de la épica.
Fotos de deportistas menores de edad compartidas en un chat de WhatsApp en ropa interior, desnudos o realizando actos sexuales. Imágenes que aquellas chicas habían enviado a otros deportistas de su edad con los que coincidían en ese momento, confiando en ellos. Esas fotos debían permanecer en el ámbito privado, pero terminaron en el chat de WhatsApp 'Francesco Totti' de un grupo de atletas de esquí nórdico, casi todos menores de 18 años, afiliados a la Fisi (Federación Italiana de Deportes de Invierno).
Fotos a cambio de un lugar en el equipo
Según la Fiscalía, el director técnico del equipo, entonces de 36 años y suboficial del ejército, habría incitado a los jóvenes a publicar esas fotos en WhatsApp, mejor aún si eran de atletas conocidos por varias personas del grupo, prometiéndoles a cambio un lugar en el equipo para las siguientes carreras. El chat también se utilizó para difundir ideas basadas en la superioridad étnica y el odio racial.
Ayer, 14 de mayo, el entrenador y un deportista de 20 años que estaba en el chat llegaron a un acuerdo ante el juez Luciano Gorra: un año y tres meses y 6.000 euros de multa para el primero y 10 meses de prisión y 4.000 euros de multa para el segundo. Ambos están acusados de difundir ilegalmente imágenes o vídeos sexualmente explícitos y de propaganda e incitación al delito por motivos de discriminación racial, étnica y religiosa, pero podrán optar a una pena suspendida.
Alarma entre los padres
El chat 'Francesco Totti' fue creado entre 2022 y 2023 y estaba destinado a ser utilizado para comunicaciones sobre la competición. Sin embargo, los contenidos que se compartieron fueron de naturaleza diferente. En una ocasión, fue el propio director técnico quien envió al chat fotos y vídeos de una asistente deportiva que estaba entrenando, filmándola de cabeza para abajo para resaltar sus glúteos y comentando: "Hoy hice mi parte".
Sin embargo, uno de los deportistas había confesado a sus padres cuáles eran los temas recurrentes en ese grupo de WhatsApp y cuando la noticia se difundió entre las madres y los padres de los deportistas de varias provincias del Véneto y también en la zona de Verona, el hombre de 36 años, según la acusación, había creído oportuno retirarse del grupo.
"Creo que entendéis que mi presencia es un poco límite -escribió el técnico-, dado el rol que tengo, salgo para evitar posibles problemas". Sin embargo, para el hombre de 36 años aún llegaron problemas: en 2024, no solo se abrió el proceso penal que finalizó ayer, sino que el contenido de ese chat también llegó al juzgado deportivo y al tribunal militar. En el primer caso, el Tribunal Federal de Apelaciones de la Fisi lo había suspendido de actividad deportiva durante seis meses, mientras que el tribunal militar archivó el proceso.
Referencias al nazismo
Además del material de pornografía infantil sobre los jovencísimos atletas, el grupo comentó en tono discriminatorio noticias que involucraban a extranjeros: "Accidente en Milán, coche conducido por un hombre negro, qué extraño" fue uno de los mensajes de los atletas en el chat, a lo que el entrenador supuestamente respondió "están acostumbrados a los camellos", además de escribir en otra ocasión "un hombre negro en una zanja siempre es un buen día".
Algunos de los deportistas también escribieron mensajes racistas como "voy en el autobús y estoy rodeado de negros" a lo que alguien respondió "deshazte de ellos". En ese grupo de WhatsApp también se enviaron fotos con claras referencias al nazismo, como un fotomontaje que representa a Hitler abrazando a Ana Frank o una foto del Führer saludando, acompañada de las palabras "ciao Butei" (hola chicos).