PSG – Bayern de Múnich
Los parisinos reciben al Bayern de Múnich en los octavos de la Champions en el peor momento de la temporada, poniendo en riesgo el enésimo proyecto del jeque Al-Thani de conquistar Europa tras gastarse 1.500 millones de euros
Todo lo que no puede comprar con un fondo soberano de Qatar está pasando en el PSG, y al mismo tiempo. Eliminados de la Copa francesa, en medio de la peor racha de derrotas de los últimos años, con Verratti, Messi y Mbappé tocados, con un virus de estómago en el vestuario, los capitanes enfrentados al director deportivo, los ultras abroncando a los jugadores a las puertas de la ciudad deportiva, y el alcalde de Bougival queriendo echar a Neymar del pueblo por las fiestas en su casa, el PSG recibe hoy al Bayern en el Parque de los Príncipes para jugar el partido más importante del año, los octavos de final de la Champions. «Si no estuviera preocupado, sería grave», confiesa el entrenador, Christophe Galtier.
Tras llevarse el Mundial a Qatar, adoptar a Messi, retener a Mbappé, y dejarse 1.500 millones de euros en comprar casi todo lo que ha pasado por una alfombra roja en las galas del balón de oro de la última década, el undécimo intento del jeque Tamim bin Hannad Al-Thani por reinar en Europa convirtiendo gas y petróleo en una orejona de plata, corre el riesgo de ser el más lamentable. El PSG se fue al parón Mundial sin ser capaz de arrebatar al Benfica la primera plaza en la fase de grupos, pero al menos sin perder un partido. En menos de mes y medio de 2023 ya ha perdido cuatro: eliminación de Copa ante el Olympique de Lyon (2-1) y tres partidos de Liga: Lens (3-1), Rennes (1-0) y Mónaco (3-1).
La culpa de la situación, según L’Equipe, es que el grupo se ve «superado físicamente, perdido tácticamente y falto de eficacia», pero también que sus estrellas no consiguen abandonar la enfermería. Verrati tiene una lesión muscular en el cuádriceps derecho, y de los últimos seis partidos de Liga sólo se presentó a uno, y para aguantar 59 minutos en el césped. Hoy volverá a intentarlo. Messi se perdió el último ante el Mónaco por una sobrecarga en los isquiotibiales, en lo que parece una retirada por precaución, y Mbappé estaba desaparecido desde el 1 de febrero.
El francés se retiró a los 16 minutos del partido ante el Montpellier tras fallar un penalti, la repetición de ese penalti, y mandar a la grada el rechace. El parte decía que tenía para tres semanas, pero el domingo volvió a entrenarse, y ahora la duda es si hoy será titular. El entrenador del Bayern, Julian Naggelsmann, siempre creyó que lo de Mbappé era un «farol». Él también tiene a sus lesionados. Neuer se rompió una pierna esquiando y Mané no estará en la ida. Los alemanes no pierden desde el 17 de septiembre y han metido 11 goles en los últimos tres partidos.
Que el PSG llegue a las eliminatorias de Champions con sus figuras renqueantes es habitual. De hecho sólo en 2020, el año de la pandemia, llegó con la plantilla al completo y se plantó en la final. Cavani se la perdió en 2019, Mbappé llegó justísimo en 2021.En 2018, 2019, 2021 y 2022 faltó o llegó muy tocado Neymar, y tampoco se ha escapado esta vez. Ya se ha perdido dos de los últimos cuatro partidos por fatiga muscular.
De quien tampoco se ha podido escapar es del alcalde de su pueblo, Bougival, a las afueras de Paris. Luc Wattell ha denunciado públicamente sus fiestas. En concreto el ruido insoportable que emite regularmente su mansión, y que tiene alterado al vecindario. «Un individuo sin respeto», le definió en Le Parisien.
El pasado fin de semana el equipo se fue a jugar a Mónaco. Durante la concentración algunos futbolistas empezaron a sentir dolor de barriga y fatiga, que enseguida se tradujo en diarrea y vómitos. RMC Sport señalaba al español Fabián Ruíz y a Vitinha entre los más afectados. Los supervivientes que saltaron al césped no pasaron del 3-1.
Neymar se pasó buena parte del partido haciendo gestos y abroncando a sus compañeros. Luego en el vestuario, junto con el capitán Marquinhos, siguieron la bronca en portugués con el actual director deportivo del PSG, Luis Campos. Los nervios ante la visita del Bayern le hicieron bajar a las duchas y acusar a los suyos de falta de agresividad. La afición piensa lo mismo que Campos. Llevan todo el 2023 pitándo al equipo, y cantándole mouillez le maillot (sudad la camiseta). Hasta Mónaco se desplazó un buen número de ultras. Uno de los capitales, Presnel Kimpembe, quien también llegó justo a la convocatoria por lesión en el tendón de Aquiles, se fue a hablar con ellos megáfono en mano. «Los necesitamos, no dejéis de apoyarnos», les dijo. No debió funcionar porque al día siguiente había 300 en la ciudad deportiva abroncando a los jugadores.
El currículum en Champions del equipo presidido por Nasser Al-Khelaifi es de una final, una semifinal, cuatro eliminaciones en cuartos y cuatro en octavos. De darse la quinta se vería obligado a reiniciar el proyecto con otra inyección de capital que permita paliar cosas como que Neymar el año que viene tendrá 32 años y Messi 36. Su mayor aportación a la historia del fútbol ha sido hasta el momento recordarnos que a cualquiera se le puede comprar con dinero.
Ahora mismo el valor de mercado del equipo es de 889 millones de euros, según Transfermarkt, lo que le llega ahora mismo para ser el quinto más valioso de Europa tras City, Chelsea, Liverpool y Bayern Múnich. Una devaluación si consideramos que año pasado, justo antes de la eliminatoria de octavos ante el Real Madrid, era el segundo.
“Tenemos que mejorar mucho”, reconocía Marquinhos a los medios tras lo de Mónaco, a lo que el ex barcelonista Thierry Henry, ahora comentarista, respondió que ahora mismo para el entrenador del PSG “no es fácil encontrar soluciones”.
Zinedine Zidane, ahora en paro, lleva todo el año en las portadas de Paris. El problema es que media Europa reclama sus milagros, ya que también suena para sustituir a Allegri en una Juventus que lucha por la permanencia futbolística y judicial.