Este mismo año había ascendido solo y sin cuerda por la vía Moulin Rouge, en los Dolomitas
El escalador Jonas Hainz, de 25 años de edad, ha muerto al sufrir una caída cuando intentaba ascender en solitario al Monte Magro, en Tirol del Sur, en el norte de Italia. Su muerte la ha confirmado el grupo de rescate Bergettrung Bruneck EO, del que formaba parte como socorrista.
Según los medios locales, Hainz sufrió una caída de unos 100 metros en la cara sur del macizo. Fueron sus compañeros los que avistaron su cuerpo, que fue recuperado por un helicóptero.
Jonas Hainz captó la atención de los aficionados a la escalada cuando, el pasado mes de septiembre, difundió el vídeo de su ascenso en solitario y sin cuerda por la vía Moulin Rouge, que habían abierto dos décadas antes su padre, Christoph Hainz, y Oswald Celva, en el macizo del Catinaccio, en Dolomitas.
Un logro que le llevó poco más de una hora y que él mismo definió como “un auténtico juego mental a cientos de metros sobre el suelo”.
Todo el interés que había levantado el campeón de la Bundesliga en su retorno a la Champions League se confirmó ayer con un soberbio primer tiempo en Rotterdam. En apenas 45 minutos, el Bayer Leverkusen barrió al Feyenoord con cuatro goles merced a un incontenible despliegue liderado por Florian Wirtz, el primer futbolista alemán que marca dos goles durante su primer partido en el torneo. «Hemos estado muy concentrados. Es sólo el primer partido, pero por supuesto que estamos satisfechos», aseguró Xabi Alonso, técnico del Bayer.
Con un fútbol vertical, comandado por la imaginación de Wirtz entre líneas, el Leverkusen dejó sin réplica a un Feyenoord tan impetuoso como impreciso. La ruidosa afición de De Kuip ni siquiera pudo esbozar una sonrisa tras el descanso, cuando el árbitro invalidó dos goles a su equipo por fuera de juego.
Por entonces, los visitantes ya habían impuesto el desborde de Jeremie Frimpong, la omnipresencia de Alejandro Grimaldo y la calidad de Victor Boniface. Tras el afortunado 0-1 de Wirtz, el delantero nigeriano dejó el gesto técnico de la tarde con un asombroso pase, a imagen y semejanza de Thierry Henry, en la acción del 0-2, obra del internacional español.
«Jugamos con mucha madurez»
La velocidad de Grimaldo y Frimpong resultaba indetectable para la defensa holandesa, que en el minuto 36 no pudo leer ni el envío desde la derecha del neerlandés ni la incorporación de Wirtz. Para redondear la desgracia, justo antes del intermedio Timon Wellenreuther tampoco supo embolsar un endeble cabezazo de Edmond Tapsoba.
«Jugamos con mucha madurez a pesar de que el ambiente era muy especial. En la Champions siempre hay que marcar goles, pero también hay que defender bien», zanjó Alonso. Hasta ayer, el Leverkusen jamás había anotado cuatro goles a domicilio durante sus 13 participaciones previas en el torneo.
Una ducha muy caliente y luego dos horas sobre el rodillo, con toda la ropa del armario puesta. Un día y otro día y otro día. Litros y litros de sudor para que la báscula no subiera nunca de los 70 kilos antes de una regata de remo. La deshidratación por norma. Los Juegos Olímpicos, el sueño de todo deportista, eran una pesadilla para Rodrigo Conde.
«Cuando entré en el equipo nacional, a los 16 años, competía en doble scull ligero, donde no puedes pasar de 70 kilos, y con el tiempo ese límite me fue costando más. Mido 1,83 metros y hubo un momento en el que ya era imposible, no podía perder más grasa. Era inhumano. Pasaba mucha hambre, pero eso aún era soportable. Lo peor era la deshidratación. Dos horas antes de cada regata tenía que marcar el peso y, durante las competiciones, me pasaba los días deshidratado, mareado, lento. Me costaba pensar, me olvidaba de lo que estaba hablando en mitad de una conversación... Me afectaba mucho a nivel deportivo y personal. Cuando no puedes beber ni comer sale una parte de ti que desconoces, te conviertes en una persona que no eres. El cuerpo se pone en modo defensa y lo rechaza todo», explica Conde en conversación con EL MUNDO desde Banyoles, donde se prepara para sus primeros Juegos, los segundos para los que obtiene la clasificación.
Cuatro años atrás tenía plaza para Tokio 2020, pero renunció después de la enésima sesión de deshidratación extrema. Entre ser olímpico y estar sano escogió la segunda opción. Este verano puede unir ambas cosas. «Antes de Tokio sólo pensaba en llegar a los Juegos Olímpicos, competir y dejar el remo, retirarme. Pero al final ni llegué, no podía más», rememora tras un proceso complicado.
Su adiós al doble scull ligero y su límite de 70 kilos por regatista le llevó al doble scull, sin máximos, y a un nuevo inicio. Todo lo conseguido no servía de nada. Con su actual acompañante en el bote, Aleix García, tenía que empezar otro camino olímpico. Hoy son subcampeones del mundo y de Europa y, por lo tanto, candidatos a medalla en los Juegos de París.
¿Ahora pesa la comida?
Tengo pautas del nutricionista, pero ya no me preocupa. Ahora peso 88 kilos, 18 más que en scull ligero, y no me sobra un gramo, estoy en forma. Soy feliz, mucho más que antes. Estoy disfrutando del remo más que nunca.
Una lesión de espalda
De Moaña, al lado de Vigo, de niño jugaba a tenis, pero a los 12 años un amigo suyo le propuso probar el remo y ya no lo soltó. A los 16 años, de hecho, ya tenía una beca para marcharse a entrenar con la selección a Sevilla y a los 18, en 2016, era campeón del mundo sub-23. Pese a la penurias para dar el peso, en el doble scull ligero llegó a disputar dos finales mundialistas en 2018 y 2019.
«Antes de Tokio ya estuve una vez a punto de dejar el remo», confiesa. «A los 14 años, sufrí una desecación discal, la degradación del disco entre las vértebras I4 e I5, una se empezó a apoyar en la otra. Durante un tiempo me afectó al nervio ciático y me costaba caminar. Hubo médicos que me aconsejaron dejar el deporte. Pero otros me dijeron que no, que me iría bien seguir y así ha sido. Fortaleciendo la espalda y el abdomen he conseguido vivir sin dolor, aunque tendré que vigilar mucho cuando acabe mi carrera y pierda músculo», revela Conde que nunca más se tendrá que deshidratar para no superar aquel maldito límite de los 70 kilos.
Luigi Ferrarella | Cesare Giuzzi(Corriere della Sera)
(Corriere della Sera)
Extorsión en la venta de entradas para los partidos del Inter y del Milan, un pago mensual impuesto a las plazas de aparcamiento en los alrededores del Giuseppe Meazza, "cárteles" entre los ultras nerazzurri y rossoneri en la venta de bebidas y otros bienes en el estadio, violentas reyertas entre los grupos, pero también inscripciones patrimoniales ficticias. Los jefes de los grupos organizados de ultras de los dos equipos de fútbol de la ciudad de Milán han sido detenidos este lunes por la Policía y la Guardia di Finanza.
Hay dieciséis personas en prisión y otras dos bajo arresto domiciliario por orden del juez de instrucción Domenico Santoro en una investigación de la Fiscalía de Milán que ha expuesto indicios de delitos de hasta cuatro vertientes diferentes.
Curva Norte
En el caso de la Curva Norte de los seguidores del Inter (donde las medidas cautelares han alcanzado, entre otros, al dirigente Andrea Beretta y al subjefe Marco Ferdico), se alega una asociación criminal que habría facilitado el asesinato de Antonio Bellocco -perteneciente a los propios ultras del Inter y vinculado con la 'Ndrangheta (la mafia calabresa)-. Belloco, de 36 años, murió apuñalado hace un mes por el propio Beretta (con quien había jugado al fútbol sala justo la noche anterior) en un repentino y acalorado enfrentamiento que estalló por reclamaciones económicas recíprocas.
Entre los detenidos se encuentran todos los nombres más destacados de la agrupación, entre ellos Renato Bosetti, recién nombrado regente de la curva tras el asesinato de Bellocco; Matteo Norrito, conocido como 'Chuck', y Mauro Nepi.
Las investigaciones de la Fiscalía de Milán han arrojado luz sobre los últimos seis años de acontecimientos dentro y fuera del Meazza. En particular tras la liberación de Vittorio Boiocchi, que en 2018 volvió a dirigir a la afición del Inter tras 26 años en prisión. Y posteriormente fue asesinado a tiros debajo de su casa en la localidad de Figino, hace ahora dos años.
El asesinato de Boiocchi quedó sin resolver (no hay cargos en esta investigación) pero, según los investigadores, estaba relacionado con desacuerdos sobre el reparto de ingresos en la curva y con luchas de poder. Boiocchi había sido protagonista de extorsiones e intimidaciones relacionadas con la gestión del aparcamiento. Tras el crimen comenzó la "guerra" por la sucesión de Boiocchi.
Por un lado, el derrocamiento de los 'Irriducibili' (los 'irreductibles') liderados por Domenico Bosa, conocido como Mimmo Hammer. Se trata de un grupo histórico de extrema derecha. Fue entonces cuando Antonio Bellocco adquirió cada vez más poder dentro y fuera del Meazza. Hasta la ruptura y el enfrentamiento fatal entre con "Berro" al salir del gimnasio. Un asunto que confirmó, para los investigadores, "el interés de la 'ndrangheta en la gestión del negocio de los estadios". Sin embargo, la investigación reveló también la implicación de otras familias históricas de la mafia del área milanesa en la gestión de los negocios y en la "protección" de los distintos bandos en continuo conflicto entre sí.
Curva Sur
En el caso en lugar de la Curva Sur, los ultras del Milan, se habla de otra asociación criminal (sin el agravante de facilitación mafiosa y activa sobre todo en episodios de violencia) encabezada por el también detenido Luca Lucci, el ultra famoso por la foto tomada el 16 de diciembre de 2018 junto al entonces viceprimer ministro Matteo Salvini en la fiesta del 50 aniversario de la Curva Sud.
Junto a él han sido detenidos, entre otros, su hermano Francesco Lucci y Christian Rosiello, guardaespaldas del cantante Fedez (no implicado en la operación de este lunes). Rosiello fue protagonista hace unos meses de la paliza propinada al entrenador personal Cristian Iovino en una discoteca. Junto a ellos, Islam Hagag, conocido por el apodo de 'Alex Cologno', también gran amigo del cantante, ha acabado esposado. El fin de semana anterior a las detenciones Fedez, Iovino y Hagag pasaron juntos unos días en París.
También han sido arrestados otros miembros de la directiva del Sud, como Alessandro Sticco, conocido como Shrek -implicado con Hagag en la paliza a un hincha del Milan al final del campeonato del año pasado- o Fabiano Capuzzo.