El caso de la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor para que puedan jugar con el Barça lo que resta de temporada se está estirando como un chicle. La entidad que dirige Joan Laporta no está en absoluto dispuesta a aceptar la resolución dictada por LaLiga, que ya ha procedido incluso a anular la inscripción de ambos futbolistas en el equipo que entrena actualmente Hansi Flick.
El organismo que preside Javier Tebas señaló en las últimas horas del pasado 31 de diciembre que el club que el club no había presentado «ninguna alternativa que, atendiendo al cumplimiento de la normativa de control económico de LaLiga, le permita inscribir a ningún jugador a partir del próximo 2 de enero» y no parece que vaya a modificar su resolución para atender las peticiones de la junta azulgrana. Muy especialmente, ante la posibilidad de que varios de los clubes que forman parte de ella decidieran llevarla a los tribunales al entender un posible agravio comparativo en beneficio del conjunto barcelonista.
El club, este mismo viernes, recibió un ingreso total de alrededor de 60 millones de euros como parte del pago de la venta de la explotación de los palcos VIP del futuro Spotify Camp Nou. Una venta que se negoció a finales de la semana pasada con una serie de inversores de oriente medio y que abarca un periodo de 20 años.
Efecto retroactivo
El Barça entiende que este pago, aparentemente el escollo principal que ponía LaLiga para dar luz verde a los papeles presentados por la entidad azulgrana para mantener la inscripción de Olmo y Víctor e, incluso, para llegar a la fórmula del 1-1 en su fair play financiero, debería tener efecto retroactivo, dado que los tiempos no permitieron que el ingreso se hiciera efectivo a tiempo, ya que todo se presentó el mismo 31 de diciembre. La premura que esgrimiría el club, por otro lado, chocaría no obstante también con el hecho de que eran conocedores de la situación en la cuerda floja de ambos jugadores desde el pasado agosto, otro de los argumentos a los que podría agarrarse LaLiga para mantenerse firme en su decisión.
Si la entidad presidida por Tebas se enroca en su postura, desde el entorno barcelonista se maneja la posibilidad de volver a acudir a los tribunales para conseguir que Olmo y PauVíctor puedan seguir jugando, por mucho que tanto el Juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona como el de Primera Instancia decidieran no conceder las medidas cautelares reclamadas por el club.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo, muy posiblemente, sería una primera opción, pero tampoco se descarta llevar el caso a la justicia ordinaria para conseguir de forma cautelar que Flick pueda contar con ambos futbolistas. Las previsiones más optimistas, llegado este caso, conceden que ninguno de ellos estaría a punto para disputar la semifinal de la Supercopa ante el Athletic el miércoles que viene, pero sí que debería estarlo para una hipotética final en la que los azulgrana podrían medirse al Real Madrid, siempre y cuando los blancos logren imponerse al Mallorca en la segunda semifinal. El alemán, por ahora, asegura que los dos jugadores están aparentemente tranquilos, a pesar de la vorágine en la que se ven inmersos.
«Tenemos confianza en el club»
«Si soy honesto, la situación no me alegra, ni tampoco a los jugadores, pero las cosas son como son y hay que aceptarlo. Yo tengo que entrenarles, cada uno debe hacer su trabajo y el mío es preparar el partido. Tenemos confianza en el club y soy optimista. Ahora, lo único que podemos hace es esperar», señaló el entrenador en la rueda de prensa previa a la eliminatoria de dieciseisavos de la Copa del Rey que el Barça juega este sábado en Barbastro (19.00 horas).
«He hablado con Dani y con Pau, la situación no es fácil para ellos, pero son positivos y quieren jugar en este club. Son muy buenos jugadores y muy importantes para nosotros. Ya veremos qué decisión se toma finalmente, y, entonces, ya nos posicionaremos. Sé que no es una situación fácil, pero yo siempre procuro ser positivo», recalcó el técnico, a quien tan rocambolesca situación tampoco le resta ni un ápice a su buena sintonía con la entidad. «Lo repito siempre: al llegar me enamoré del club, de la ciudad, de la gente… Estoy muy contento de estar aquí. La mentalidad es buena, los jugadores disfrutan compitiendo y hay un gran ambiente en la plantilla», sentenció.