El Barça quiere pasar página tras la victoria conseguida en el Parque de los Príncipes y centrarse ya en el Cádiz para mantenerse lo más vivo posible en la Liga. Con un ojo puesto, eso sí, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions ante el PSG y el clásico frente al Real Madrid.
Dos choques que pueden llevar a Xavi a tirar de rotaciones, tanto para cubrir las bajas por sanción de Cancelo, Íñigo Martínez y Lewandowski como, sobre todo, para mantener en la recámara a un Ilkay Gündogan imprescindible y que, en caso de ser amonestado en el Nuevo Mirandilla, se perdería el duelo del Bernabéu por acumulación de tarjetas amarillas.
El técnico barcelonista, no obstante, recalcó la trascendencia del partido ante el Cádiz: “Es un partido vital, si no ganamos se puede acabar prácticamente la liga. Está complicada y difícil, pero no tiramos la toalla. El clásico servirá de poco si fallamos este sábado. Estamos en un buen momento, pero el rival se lo juega todo”, reflexionó un Xavi que admitió además la posibilidad de que Gündogan se quede por lo menos inicialmente en el banquillo: “Le queremos dar descanso, pero es tan determinante… Algún día tendrá que descansar, porque está haciendo un esfuerzo encomiable y no es un adolescente. Su rendimiento está siendo brutal”, aseveró.
VÍCTOR ROQUE
Quien podría tener en cambio mucho protagonismo, mientras, sería un Vitor Roque que, hasta el momento, ha participado casi con cuentagotas desde su llegada en el pasado mercado de invierno: “Tiene cualidades innatas y nos puede dar mucho, aunque participa poco. Tendrá minutos, seguro. Hay que aprovechar sus movimientos al espacio e incluso le hemos preparado un vídeo para que lo tenga en cuenta”, explicó el entrenador del Barça, quien deslizó además que, en la defensa, podría haber otro estreno de un joven formado en el fútbol base azulgrana: Mika Faye: “Le veo preparado para participar”, apuntó el técnico.
Ahora, su mayor preocupación es rebajar el clima de euforia que se respira tras el triunfo en París. “Entiendo la ilusión, pero estamos en la misma situación que antes de la ida. No hemos logrado nada, pero comprendo la euforia, y es mejor vivir con ella en lugar de con pesimismo”, aseguró, pero con un cierto aviso para navegantes: “Corrimos más que el PSG de Luis Enrique”. Dos de los más brillantes fueron Raphinha y Koundé. El primero, con dos goles decisivos. Y el segundo, con su marcaje a Mbappé.
“Fue casi un fichaje personal y es uno de los mejores del mundo. Quiere mejorar, está pendiente de las vigilancias, pero el trabajo de parar a Mbappé fue colectivo. Estuvimos muy solidarios y de ahí el resultado”, destacó un Xavi que cargó todo el mérito del resultado logrado en París en sus futbolistas. “Yo no gano partidos. Si Pedri no hace el pase, ya puedo yo hacer el cambio cuando sea, el 60 o el 13. El córner estaba preparado, pero Christensen es el que remata y Gündogan puso un balón que fue una maravilla. El fútbol es de los futbolistas”, sentenció.