El Arenteiro busca otro milagro en su estadio ante el Atlético: “Hay motivos para, por lo menos, soñar”

El Arenteiro busca otro milagro en su estadio ante el Atlético: "Hay motivos para, por lo menos, soñar"

Copa del Rey

Actualizado

El conjunto gallego llega a esta cita tras derrotar al Almería en la anterior eliminatoria y conquistar la Copa Federación. Es líder en el Grupo I de Segunda RFEF y ha perdido un solo partido en lo que va de temporada

Los jugadores del Arenteiro celebran su victoria en la Copa FederaciónUD Arenteiro

En el Grupo I de Segunda Federación hay varios clubes con un potencial considerable para la categoría. Los hay que representan a capitales de provincia del norte de España, como el Ourense y el Zamora. También hay otros míticos que están sufriendo tras vivir épocas gloriosas en Primera División, como el Compostela. A pesar de eso, a todos ellos los mira por el retrovisor un equipo humilde de O Carballiño, un pueblo de la provincia de Ourense, que según el último censo de población del INE, no supera los 14.000 habitantes. El Club Deportivo Arenteiro es el líder en solitario del grupo con 32 puntos y está firmando una temporada casi perfecta en la que sólo ha perdido un partido en las tres competiciones que ha participado.

El club, que recibe este nombre por el río que cruza la localidad, está seguramente viviendo el mejor momento de su historia. Al ya mencionado liderato hay que sumarle su reciente triunfo en la Copa Federación y su victoria en Copa del Rey frente a un equipo de Primera División, el Almería. Ahora, en esta competición, se le presenta un reto aún mayor: el Atlético de Madrid (21.00, Movistar LaLiga). Aunque como comenta a EL MUNDO en una conversación telefónica su actual entrenador, Javier Rey, «hay motivos para, por lo menos, soñar».

Javier Rey dirigiendo al Arenteiro en un partido de ligaCD Arenteiro

Uno de los principales argumentos a los que se agarran desde el club gallego es el factor cancha. Desde su directiva lo saben y han ampliado el aforo para este partido. Gracias a las gradas supletorias instaladas, la capacidad del Estadio Municipal de Espiñedo pasará de 2.000 a 2.800 personas. «Es un campo muy cerrado donde la afición, una de las mejores de la provincia, aprieta mucho a los rivales. Hay muchísima gente en el estadio todos los fines de semana sin excepción», explica Rey. «Nosotros en casa jugamos muy cómodos y creo que ellos no lo van a estar pese de ser un gran equipo».

Además del reto copero que se le presenta, el entrenador, natural de Ourense, tiene la difícil tarea su suplir a su predecesor, Fran Justo, que además es íntimo amigo suyo. Rey tomó el cargo hace menos de un mes, cuando a Justo se le presentó la oportunidad de hacerse cargo de un equipo de Segunda División, el Lugo. «Es muy raro que en el fútbol actual llegues a un equipo en esta situación. Lo más normal, si te llaman a mitad de temporada, es porque el equipo está en descenso o con problemas económicos». Por eso, el nuevo técnico ha optado por «una línea continuista» con lo realizado en las tres últimas temporadas, que, a su juicio, es «una barbaridad».

COMUNIÓN CON LA AFICIÓN

De la mano de Justo llegó al club el porteroDiego García, también de Ourense. Había militado antes en otros equipos de la provincia, pero admite que el ambiente que se respira con el Arenteiro en O Carballiño es especial. «Desde el primer momento vi que la afición estaba volcada. Además, nos empezaron a ir las cosas bien: el primer año ascendimos, el segundo nos asentamos y ahora va todo rodado».

La pasión por el equipo es tal, que se transmite incluso a los más pequeños. «Hicimos una visita a un colegio y me lo decían los profesores: ‘Los niños aquí no son ni del Barça ni del Madrid, son del Arenteiro’», comenta sorprendido Rey. «Piden autógrafos a los jugadores y tienen la camiseta del equipo. Es algo muy extraño en estos tiempos en los que está normalizado el acceso a las redes sociales».

Diego García, portero del ArenteiroCD Arenteiro

Diego García incide en este aspecto con una anécdota reciente: «Tuvimos un partido en casa que empezaba 45 minutos antes que el clásico. Al descanso, no se movió nadie del estadio. Siguió lleno, como cualquier otro fin de semana».

Pero más allá de aludir al empuje de la afición, el Arenteiro tiene argumentos futbolísticos para creer en que se puede obrar otro milagro en la Copa. Además de vencer de forma contundente al Almería (2-0), el año pasado forzó la prórroga ante uno de los finalistas de la competición esa temporada, el Valencia. El Atlético, que llega con más dudas que nunca en la etapa de Simeone, está avisado. Deberá mostrar una mejor cara que antes del parón si no quiere perder la opción más clara que tiene de conseguir un título este año.

kpd