“Queda mucho, queda mucho”. En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas hay calma con respecto al Mundial 2030. Sí hay reuniones, charlas y papeleo, pero sin urgencias. En las sedes candidatas, sin embargo, la situación es muy diferente. Crecen las dudas y la tensión a pocos días de la visita de responsables de la FIFA, que aterrizarán en las sedes que quieren albergar el torneo para realizar una primera valoración, no oficial, sobre las mismas. Y como la primera impresión suele ser la más importante, las candidatas echan chispas.
Durante las últimas horas, Gijón y Valencia, dos de las favoritas de la Federación, han hecho públicas sus discrepancias internas y han levantado la alfombra de sus problemas locales. En la ciudad asturiana tanto el Sporting como el Ayuntamiento quieren que El Molinón sea una de las 11 (en principio serán 11) sedes del Mundial, pero en Asturias no se ponen de acuerdo. El jueves, el consistorio, propietario del estadio, aseguró que la propuesta de Orlegi Sports, empresa dueña del Sporting, “supone firmar un cheque en blanco a la FIFA con dinero público” y exige saber “cuánto cuesta la organización y quién la paga, cuestión que tras un año y medio le ha sido imposible conocer”.
El proyecto del grupo estima la reconstrucción del campo por unos 300 millones para satisfacer los requisitos de la FIFA: más de 40.000 espectadores y categoría 4 o 5 estrellas. Además de tener un aeropuerto en la ciudad y tres hoteles de 5 estrellas a menos de 40 kilómetros. Desde Gijón se habla de renuncia a la candidatura, pero en Las Rozas no tienen constancia y esperan la documentación de todas las sedes en los próximos días. El Ayuntamiento asturiano, al final de su comunicado, ha insistido en su interés “en convertirse en sede del Mundial 2030 con las mejores garantías organizativas y financieras“.
La falta de acuerdo también reina en Valencia, donde el club ché se niega a firmar el documento junto al Ayuntamiento y la Generalitat al no tener garantías, dice, de que el Nou Mestalla esté acabado a tiempo. El plazo que se habían puesto las partes para enviar la documentación a la Federación terminaba este viernes, pero desde Las Rozas todavía no hablan de fechas límite. Ponen siempre el foco en el mes de julio, que es cuando se tendrá que enviar el dossier definitivo de las candidaturas a la FIFA. Mientras tanto, la RFEF recaba toda la información, a la espera de acuerdo entre sus sedes favoritas.
Bernabéu, Metropolitano, Camp Nou, San Mamés y La Cartuja (Sevilla) son fijos. Mestalla también lo era, a la espera del acuerdo definitivo. Ahora mismo no existe y las partes se echan el barro encima, pero no parece fácil que una ciudad como Valencia se vaya a quedar sin sede mundialista.
Quedarían, entonces, unos cinco estadios candidatos. El Molinón (a la espera de soluciones) Gran Canaria, La Rosaleda y uno de los gallegos (Riazor o Balaídos) gustan para extender el torneo por toda la Península, y La Romareda debería ser favorito, también reforma mediante, para otra plaza. El RCDE Stadium del Espanyol y el Reale Arena de San Sebastián lo tienen complicado ante la competencia territorial del Camp Nou y San Mamés, mientras que la Nueva Condomina de Murcia espera una baja para saltar al once inicial.
Todo es una quiniela hasta el dossier definitivo de julio, fecha límite para la Federación y la FIFA, pero las conversaciones a nivel local deberían estar cerradas en las próximas semanas, con esa visita de la FIFA como punto de inflexión.
