Roland Garros
Final
Suma su tercer título en París, con el que lidera la carrera de los Grand Slam y vuelve al ‘número uno’ (7-6 [1], 6-3, 7-5). Es el primero que triunfa al menos tres veces en cada uno de los ‘majors’.
Convocado por los cielos en una noche neoyorquina de hace dos veranos, Novak Djokovic no acudió entonces a la llamada del destino, porque hasta los más grandes pueden verse engullidos por la responsabilidad y el miedo ante el sugerente guiño de la eternidad. Fue aquella la primera bala de la que dispuso para colocar su nombre por encima de Roger Federer y Rafael Nadal en la fulgurante carrera por asomarse en solitario al infinito, que aún era cosa de tres, y saltar la frontera de los 20. El primero en quebrarla sería el español, con su triunfo en Melbourne en 2022. La cita de Nole con Daniil Medvedev en el Abierto de Estados Unidos guardaba incluso una promesa de mayor proporción histórica: emular a Rod Laver y Donald Budge, los dos únicos tenistas que habían logrado cuadrar el círculo conquistando en un mismo año los cuatro títulos del Grand Slam, algo que el australiano certificó en dos ocasiones.
Si en la tentativa frustrada se quedó a los pies de un especialista en pista dura como Medvedev, en París le aguardaba Casper Ruud, consumado artesano sobre polvo de ladrillo, el hombre con más partidos ganados en la superficie desde 2020, 87, más títulos, nueve, y más finales, 12, hasta la magna convocatoria de un húmedo y caluroso domingo de junio, con la Philippe-Chatrier cubierta fugazmente por el techo retráctil ante la amenaza inconclusa de esa lluvia que empieza a adquirir carácter insólito también en una ciudad otrora cobijo de las almas melancólicas.
Descartado Federer del largo sprint sostenido, con Nadal varado desde principios de año por una lesión que compromete seriamente un futuro al que él mismo ha puesto fecha de caducidad, el viejo Djokovic, el más provecto en levantar la Copa de los Mosqueteros, con 36 años y 20 días, acudió a la cita rearmado por su victoria en semifinales frente a Carlos Alcaraz, el fenómeno más fascinante del que disfruta este deporte desde que empezó a fracturarse el denominado Big Three: Djokovic, Nadal y Federer, escritos en el orden jerárquico recién establecido.
Semana 378 al frente del ránking
Porque esta vez Djokovic consiguió someter a sus fantasmas y vencer la tenaz resistencia de Ruud en el primer set, mostrarse tal cual es, con el cuchillo apretado entre los dientes y la mano firme para imponerse por 7-6 (1), 6.3 y 7-5, en tres horas y 13 minutos y certificar en París, en el reino de su más afamado contrincante, el vigesimotercer título del Grand Slam. Diez Abiertos de Australia, siete Wimbledon, tres US Open y tres Roland Garros. El equipaje de momento incomparable del jugador de Belgrado, el único, además, que ha conseguido ganar al menos tres veces cada uno de los grandes, el mismo que regresa este lunes a lo más alto del escalafón para iniciar su semana 378 como número 1 del mundo.
Pulcritud, rigor y método, producto aquilatado en la academia de Rafael Nadal, Ruud, un tenista más de entrenadores que cautivador para el gran público, protagonizó un comienzo esperanzador. Se marchó 3-0 y combatió hasta inclinarse después de una hora y 21 minutos en el desempate, territorio en el que su oponente se mueve como pocos: ha ganado 15 de los 19 disputados en este curso.
Dieciséis de esos 23 majors los ha conquistado desde 2015, con un soberbio cambio de ritmo gracias al cual dejó claramente atrás a Nadal, que sólo ha logrado ocho, quedándose en tres Federer. Lo conseguido por Nole tiene aún más valor si consideramos sus ausencias en cuatro torneos del Grand Slam en los últimos tres años por causas extradeportivas. El único de los grandes que no se disputó debido a la pandemia en 2020 fue Wimbledon, donde cuenta con siete títulos y no pierde un partido desde que se retiró por lesión ante Tomas Berdych en los cuartos de de 2017. Ese mismo 2020 fue descalificado cuando se enfrentaba con Pablo Carreño en los octavos del Abierto de Estados Unidos por dar un desafortunado pelotazo a una juez de línea. En 2022 no jugó el Open de Australia, donde es diez veces campeón, debido a su negativa a vacunarse contra el covid, el mismo motivo por el que renunció a Nueva York.
Anhelante por ser testigo y cómplice de un momento medular en la historia del tenis, el público francés sacó la cara por Djokovic, dispuesto a canonizarle pese a algunas de sus reprobables actitudes. Los gritos de “¡Nole, Nole, Nole!” acudieron a su rescate en los momentos delicados y atronaron llegado el momento de la culminación. Ruud había acusado el golpe del primer parcial y ya no volvería a ofrecer muestras del acierto y la combatividad del primer set. Otra tarde triste para el bravo jugador noruego, que pierde su tercera final de un grande, segunda consecutiva en París. Hace un año le arrolló el 14 veces campeón del torneo. Meses después se encontró en Nueva York con Alcaraz. Y este domingo, 11 de junio de 2023, volvió a tocarle el papel de secundario en una fecha mayúscula cuyo verdadero alcance sólo se conocerá con el dictamen del tiempo.