A Teresa le cuesta reconocerse en las fotos y suelta una pequeña lágrima cuando por fin se da cuenta de que la niña pequeña que sonríe a la cámara es ella. En blanco y negro, con el tono sepia de un papel ya gastado, pero ella. «¿De cuándo será esto?», reflexiona ahora, 80 años después de la imagen. No es capaz de ponerle una fecha porque para ella y para muchos el tiempo ya se ha convertido en ciencia ficción. Algo que pueden ver y disfrutar, pe
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Francia será el rival de España en semifinales de la Eurocopa tras superar a Portugal en los penaltis de un partido lento, gris y aburrido. Después de firmar un poco apasionante 0-0 durante 120 minutos, galos y lusos se retaron en una tanda en la que sólo falló Joao Félix, estrellando su disparo en el palo. [Narración y estadísticas (0-0, 3-5)]
Francia juega feo. Ni mejor ni peor, feo. Fue así cuando levantaron el Mundial en 2018 y está siendo así ahora en Alemania mientras tienen en el vestuario la supuesta mejor plantilla del torneo. Así es y así lo quiere Deschamps. Porque jugar feo también implica jugar un poquito bien. Porque Francia, que juega feo, también juega bien: defiende de forma extraordinaria, es el cuadro más sólido de la competición y es extremadamente difícil sorprenderle en transición. Aunque seas Portugal.
Deschamps, cauto en sus nuevas ideas, introdujo dos cambios en su supuesto once ideal. Uno obligado, el de Camavinga por el sancionado Rabiot, y otro por la inercia de los partidos, dándole la oportunidad a Kolo Muani, goleador ante Bélgica, en lugar de Thuram. Enfrente, Roberto Martínez fue fiel a su alineación de gala, con Cristiano Ronaldo en punta.
Lo «feo» que juega Francia se vio en una primera parte táctica, lenta, predecible y sin ocasiones claras. Como contra Bélgica, se trata del escenario favorito de Deschamps, porque a pesar de que Portugal fue la selección que propuso más sobre el césped, acumuló más posesión y más córners, llegó al descanso sin realizar ningún disparo a puerta.
Duelo de mínimos
Después del sofocón que fue la prórroga del España - Alemania en la tribuna de prensa, los ojos se cerraron durante un primer cuarto de hora de pura indiferencia. Futbolistas del máximo nivel mundial agazapados en un duelo de mínimos. Portugal asumió la posesión y quiso morder, pero el físico francés es superior a todo en esta Eurocopa. Implacable. Sólo Leao, fino, fue capaz de crear peligro venciendo en el choque de la noche a Koundé. Las llegadas a la línea de fondo del jugador del Milán fueron lo mejor de los lusos, pero ningún centro alcanzó a un Cristiano bien marcado por Saliba y Upamecano.
En el 19, Theo Hernández tuvo la gran ocasión de Francia en el primer tiempo al probar desde lejos a un inspirado Costa. Al minuto siguiente, Mbappé apareció por única vez en el tramo inicial al encontrar la línea de fondo, pero Costa volvió a estar hábil. Poco más de un equipo llamado a ganar el torneo. Francia, como en los goles en propia puerta de Austria y Bélgica en el debut y en octavos, busca que su rival falle. Que el partido caiga de su lado por su propio peso como hormigón armado. Lo que es su equipo. Una situación que tarde o temprano se le puede volver en contra. Saliba y Pepe fueron los mejores del primer tiempo y eso lo dice todo. Superiores a Cristiano y Mbappé.
Tras el descanso y con el paso de los minutos, el partido se abrió. Contagiados el uno por el otro, el duelo subió revoluciones cuando los equipos empezaron a sentir el miedo a perder. En el 60, Cancelo vio un buen desmarque de Bruno al pico del área y el del United se encontró delante de Maignan, que sacó su disparo.
Maignan, Theo y Koundé celebran el pase a semifinales.AFP
Un minuto más tarde, una arrancada de Vitinha, muy activo rompiendo líneas con balón, terminó con el centrocampista del PSG rematando de primeras dentro del área un centro de Leao y provocando una nueva parada de Maignan.
Y como llegaron unos, llegaron otros. Francia observó el miedo y plantó cara. En el 65, Kolo Muani conectó una pared con Koundé y tuvo una volea cómoda a pocos metros de Costa, como en el último segundo de la final del Mundial contra Argetina, pero Ruben Dias se cruzó en su camino. El encuentro, ahora sí, tenía nivel y ritmo de Eurocopa.
El cambio de Mbappé
Deschamps retiró a un Griezmann intrascendente y optó por Dembélé para volver el choque más loco todavía. El del PSG inició dos ocasiones seguidas, una de Mbappé y otra de Camavinga, que apareció sólo dentro del área tras un rechace y definió rozando el palo portugués.
La catarata de ocasiones no iba a ser eterna y el partido regresó a las bajas revoluciones navegando hacia los últimos minutos y con los equipos pensando en la prórroga.
Durante esa media hora sólo propuso Portugal, que tuvo las semifinales en las botas de Cristiano, incapaz de rematar un pase atrás de Conceicao, y de Leao, cuyo gol evitó Upamecano. Y Pepe, siempre Pepe, se hizo eterno al aparecer para salvar un remate de Mbappé en una contra, la única opción francesa. Deschamps retiró a Kylian antes de los penaltis y el palo de Joao Félix fue lo que decidió el duelo en la tanda final. Sólo falló el delantero. España ya conoce a su rival en semifinales.
ABRAHAM P. ROMERO
@AbrahamRomero_
Madrid
Actualizado Martes,
26
septiembre
2023
-
21:43Sin un nueve de referencia, ha cambiado el sistema para rotar más...
A Dodi Lukebakio (Asse, Bélgica, 1997) "le vino Dios a ver", nunca mejor dicho, cuando Víctor Orta, director deportivo del Sevilla, se fijó en él y marcó su teléfono móvil. Después de marcar 11 goles en la Bundesliga con el Hertha de Berlín, el delantero aterrizó en Sevilla la noche del 23 de agosto del año pasado. Fue su propia 'Madrugá'. Porque el belga es un hombre de profundas creencias religiosas y llegó al Sánchez-Pizjuán como salvador de un equipo que había perdido mordiente y liderazgo. El cuadro de Nervión se dejó en él ocho millones de euros y hoy, año y medio después, se ha convertido en estrella del equipo que esta tarde visita el Santiago Bernabéu.
La historia de Lukebakio no se entiende sin Jesucristo. "Mi único ídolo", repite desde sus primeras palabras al departamento de comunicación del Sevilla. En sus redes sociales se pueden encontrar continuas referencias a la Biblia y en la biografía de su perfil, además de los obvios 'Jugador del Sevilla y de la selección de Bélgica', añade "Jesucristo, mi Dios y Salvador".
La fe del futbolista belga no se queda sólo en las palabras y en internet, también llega a la ropa con la que sale cada fin de semana a jugar. Suele llevar una muñequera con el nombre de Jesucristo y en sus espinilleras, además de mensajes a su familia, no falta el mensaje anterior: "Jesucristo, mi Dios y Salvador".
Su comienzo en el Sevilla no fue fácil. Después de unas primeras semanas ilusionantes, en las que marcó dos goles, unos problemas en el embarazo de su mujer le obligaron a viajar en repetidas ocasiones a Bélgica. Comenzó a perder el ritmo y la titularidad y se lesionó la rodilla en el mes de diciembre. Tres meses de baja en los que se refugió en su hija recién nacida y en la Biblia. "Muchos creen en Jesús sólo cuando todo está bien, pero yo he elegido alabarle en este momento. Esta experiencia me hará más fuerte", escribió en sus redes.
Las oraciones surgieron efecto, porque volvió a tiempo para ayudar al Sevilla en la pelea por la salvación, conseguida en el tramo final de la temporada, y terminó entrando en la convocatoria de Bélgica para la Eurocopa. Lukebakio es un habitual en las listas de su selección, y eso que llegó a debutar con la absoluta de Congo.
En 2016 se fue cedido al Toulouse, pero no pudo jugar hasta el mercado invernal porque no tenía el certificado de nacimiento y así no podía conseguir el permiso de trabajo. La única manera que encontró la Ligue 1 para inscribirle fue que disputara un partido amistoso con la República Democrática del Congo, el país de sus padres, y así conseguir la nacionalidad. Lo hizo, disputó varios encuentros con el conjunto francés y rechazó volver a jugar con el país africano esperando la llamada de Bélgica, que finalmente llegó.
Un hat-trick al Bayern
Pasó por el Charleroi, el Watford y el Dusseldorf, con los que marcó un hat-trick al Bayern en 2018, llamando la atención de varios clubes de escalones superiores. Tuvo varias ofertas y eligió la del Hertha Berlín, que pagó 18 millones por él en 2019. Cuatro años después, llegó a Sevilla.
Con Ronaldinho y Cristiano Ronaldo como "referentes", dice, Lukebakio está cuajando el mejor inicio de temporada de su carrera. Lleva siete goles en las 17 primeras jornadas de Liga y es la absoluta estrella de un Sevilla que ha conseguido levantar el vuelo tras un arranque complicado. García Pimienta le ha entregado las llaves de su ataque, le ha dado libertad para moverse por todo el frente para conectar con Isaac Romero y el belga ha respondido.
Es el séptimo anotador del campeonato, empatado con Sorloth, Griezmann y Lo Celso y con Vinicius, Ayoze, Mbappé, Budimir, Raphinha y Lewandowski por delante. A sus 27 años y después de muchas temporadas esperando su explosión, está ante un curso que puede marcar definitivamente su carrera y ya suenan a su alrededor nombres de clubes importantes, como los de Inter o Juventus.