Piastri se doctora ante Verstappen tras otro fiasco de Norris en Miami

Piastri se doctora ante Verstappen tras otro fiasco de Norris en Miami

En las tribunas del Miami International Autodrome los aficionados siguieron más pendientes de sus teléfonos y sus refrescos, pero Oscar Piastri ganó su tercera carrera consecutiva con 37 segundos de ventaja sobre George Russell, tercero en el podio. Es la abismal diferencia entre McLaren y el resto de competidores en este Mundial 2025, donde ni los golpes de genio de Max Verstappen parecen suficientes para contener la superioridad de los coches papaya. El festejo del australiano ante sus mecánicos, con unos pasos de algo parecido a la samba, contrastó con la frialdad de Lando Norris. Las jerarquías en McLaren han cambiado.

Un año después de su bautismo de fuego en esta misma pista, Norris desfiló hacia la ceremonia de los himnos con rictus de perdedor. Nada supo hacer para animar el cotarro frente al Hard Rock Stadium, que la F1 considera esencial para sus planes futuros, pero que sólo depara carreras sin historia. Sólo unos metros antes de que cayese la bandera a cuadros, Carlos Sainz no pudo concretar su adelantamiento a Lewis Hamilton, pero bien puede sentirse satisfecho el madrileño por su novena posición. Verstappen, cuarto, tampoco debe flagelarse. Hizo todo lo que estaba en su mano, pero nada más puede extraer de su Red Bull. En vano resultaron sus intentos de defender la pole.

Mad Max ha perdido la cuenta de las veces que ha aplicado a Norris la misma medicina. Quizá no sea del agrado de los puristas, pero con el reglamento en la mano, nada se puede reprochar a esa maniobra en la curva 3, cuando cerró los espacios de un modo tan furibundo como legal. "¿Qué se supone que debo hacer?", preguntaba el británico por radio. Con no meterse en ese fregado hubiese sido suficiente.

La lluvia que no llega

Los comisarios se limitaron a anotaron la maniobra, así que a Norris no le quedó sino apretarse los machos. Relegado a la sexta plaza, resolvió un fantástico cuerpo a cuerpo frente a Russell, el único de los favoritos, junto con Lewis Hamilton, que había montado de inicio los neumáticos duros. Andrea Kimi Antonelli tampoco obstaculizaría a su McLaren, con unas prestaciones manifiestamente superiores al resto.

El primero en materializar esa ventaja fue Piastri, con las ideas muy claras frente a Verstappen. Al final de recta, en la vuelta 14, el australiano se puso en cabeza. Mucho más arduo resultó el adelantamiento de Norris. Cuando sí tocaba sacar el cuchillo, Lando se mostró excesivamente comedido ante el tetracampeón. Empleó un par de vueltas hasta conquistar la segunda plaza, mientras su compañero volaba por delante. Ocho segundos en cuatro giros. Más que suficiente para tomarse el resto de carrera con calma.

Con 40ºC sobre el asfalto y un plan estratégico a una sola parada, la única inquietud para McLaren era la lluvia. Los radares anunciaban fuertes precipitaciones. Tan reiterada como erróneamente. Así que una vez superado el ecuador de la prueba, cuando ya habían pasado por boxes Verstappen y Antonelli, un reventón en el motor de Oliver Bearman dio paso al virtual safety car.

Sainz, por delante de Albon, el domingo en Miami.

Sainz, por delante de Albon, el domingo en Miami.AFP

Fue el momento de Williams, que desde el viernes venía mostrando maneras. Sainz había intercambiado posición con Albon, intentando olvidar el inexplicable despiste de su equipo durante la qualy, que le había dejado sin ningún juego nuevo de neumáticos medios para el domingo. El caso es que nada más cambiar a los duros, el madrileño se dio una pequeña alegría ante Charles Leclerc para ascender a la séptima plaza. Sin embargo, las gomas medias pronto permitirían al monegasco devolverle el favor. Sainz puso todo de su parte para evitarlo, pero cuando le cerraba por fuera, Hamilton se le coló también por el interior.

Albon ya se había quitado de encima a Antonelli, evidenciando el paso adelante del FW47. Sin embargo, desde el arranque, el monoplaza de Carlos sufría algunos daños que le hacían perder varios puntos de carga aerodinámica. Sin esos problemas, Williams habría dejado aún más evidencia a Ferrari, enredada, por enésima vez, en sus cuitas internas. El delirante diálogo entre Hamilton y su ingeniero, sumado a las pullas de Leclerc al heptacampeón dieron un aire de opereta al desangelado tramo final.

Yuki Tsunoda, penalizado con cinco segundos por superar el límite de velocidad en el pit-lane, defendía ante Isack Hadjar el último punto en liza. Liam Lawson y Gabriel Bortoleto habían abandonado, pero ni por ésas Aston Martin pudo abandonar las dos últimas posiciones. En la novena vuelta, Fernando Alonso sufrió un extraño trompo cuando perseguía a Bearman. Como si su juego de duros aún no rindiese a la temperatura correcta. Ni una nota positiva de esas actualizaciones aerodinámicas, por falta total de tracción, especialmente en la zona más revirada del circuito. Nico Hulkenberg, al volante de un Sauber, aventajó en más de 12 segundos a Alonso en la meta. Lance Stroll aún tardó ocho más en ver la bandera a cuadros.

Colosal 'pole' de papá Verstappen y paso al frente de Carlos Sainz

Colosal ‘pole’ de papá Verstappen y paso al frente de Carlos Sainz

Zak Brown, CEO de McLaren, sólo manejaba la opción de un doblete en la primera fila de la parrilla del Miami International Autodrome, pero entre el dicho y el hecho se interpuso Max Verstappen. Por tercera vez en seis carreras, el tetracampeón hizo trizas los pronósticos del sábado, marcando una colosal pole (1:26.204), con 65 milésimas de ventaja sobre Lando Norris. Ningún modo mejor de celebrar el reciente nacimiento de su primer hijo. Entre los 20 pilotos de la actual F1 sólo Nico Hulkenberg conoce de primera mano las obligaciones de la paternidad. Sin embargo, nadie puede soñar siquiera con acercarse al nivel Verstappen.

Una semana más, Red Bull acertó con los ajustes en el RB25 para que Verstappen hiciese el resto. Entre el coche del viernes y el de ayer pudieron establecerse notorias diferencias, aunque ninguna tan significativa como las manos del tetracampeón. Voló en el primer sector y conservó un mínimo margen en el tercero, justo donde Norris cometió otro fallo a la salida de la recta de atrás. Esas centésimas entregadas sobre el bordillo resultaron letales para el aspirante al título. Oscar Piastri, actual líder del Mundial, tampoco pudo impulsar su MCL38, 17 centésimas más lento.

Así se las gasta Verstappen, que el jueves tuvo que cancelar sus obligaciones ante la prensa, porque apenas unas horas antes había acudido al parto de su novia, Kelly Piquet. Con su mismo monoplaza, Yuki Tsunoda no pasó ayer de la décima plaza. Mientras, Andrea Kimi Antonelli ganaba otra batalla a su compañero George Russell y Williams se consolidaba entre los mejores, con unas prestaciones superiores a las de Ferrari. Carlos Sainz partirá hoy sexto, justo por delante de Alex Albon.

Alonso, decimoséptimo

"Han sido las mejores vueltas a mi alcance. No puedo ir más rápido", admitió Charles Leclerc, que esquivó la eliminación por apenas cuatro centésimas. Quien no pudo acercarse al tiempo de corte, marcado por Esteban Ocon, fue Lewis Hamilton. Otro revés para el británico, que venía de subir al podio en la sprint race. Por primera vez en seis carreras quedó atrapado en el atasco de la Q2.

De poco sirvió el titánico esfuerzo de los mecánicos, que montaron una nueva caja de cambios y toda la parte trasera, así como algunos elementos de la unidad de potencia. El AMR25 regresaba a pista dos horas después de la acometida de Liam Lawson, penalizado con cinco segundos y un punto en la superlicencia, pero Fernando Alonso no pudo repetir su heroico esfuerzo del viernes.

Esta vez no hubo ningún rebufo a la mano y el asturiano fue apartado por Ocon. Hoy saldrá decimoséptimo, tras entregar 15 centésimas ante el Haas, 16 frente al Racing Bulls de Lawson, 17 ante el Alpine de Jack Doohan y 26 frente al Sauber de Gabriel Bortoleto. Un margen estrecho, pero definitorio del momento de Aston Martin, donde Lance Stroll acabó penúltimo. El paupérrimo nivel del coche en el segundo sector se tradujo en otro desastre para la escudería de Silverstone.

Red Bull, al borde del ataque de nervios: reuniones de urgencia, bronca del agente de Verstappen y tres 'pit-stops' "inaceptables"

Red Bull, al borde del ataque de nervios: reuniones de urgencia, bronca del agente de Verstappen y tres ‘pit-stops’ “inaceptables”

A última hora del domingo en Bahrein, mientras sus operarios embalaban los bártulos rumbo a Jeddah, un par de escenas evidenciaron la atmósfera que se respira en Red Bull. Dentro del hospitality, Christian Horner, su team principal, improvisaba una reunión de alto voltaje con su plana mayor, encabezada por Pierre Waché, director técnico, Paul Monaghan, ingeniero jefe y Helmut Marko, asesor deportivo. Unos minutos antes, a la puerta del garaje, Marko, de 81 años, ya había tenido que soportar las quejas de Raymond Vermeulen, el representante de Max Verstappen, harto del pobre rendimiento del RB21.

La sexta plaza en Sakhir dejó muy con mal sabor de boca al vigente campeón, que había dominado a placer en 2023 y 2024 con sendas victorias desde la pole. El ritmo de su coche, nueve décimas más lento de promedio que McLaren y casi medio segundo peor que Ferrari y Mercedes, sólo pudo equipararse al de Alpine. De hecho, Verstappen tuvo que ceder ante el empuje de Esteban Ocon (Haas), Andrea Kimi Antonelli (Mercedes) y Lewis Hamilton (Ferrari), apurando hasta la última vuelta para superar a Pierre Gasly.

Para saber más

"Fue muy alarmante. Sabemos que no somos competitivos", lamentó Marko. Desde el viernes, Red Bull venía sufriendo diversos contratiempos con los frenos y con el equilibrio del RB21, que degradaba los neumáticos de un modo muy preocupante. "Esta carrera ha sacado a la luz algunos escollos que debemos solucionar rápidamente. Entendemos dónde están los problemas, pero introducir las soluciones llevará un poco más de tiempo", completó Horner.

El semáforo y una rueda atascada

Durante su primer encuentro con la prensa, en la zona mixta de Sakhir, Verstappen confesó que no tenía ganas de abordar estas cuestiones con sus superiores. El holandés parecía morderse la lengua al recordar algunos episodios de la carrera, como los pit-stops que frustraron cualquier intento de remontada. Una mancha en el expediente de Red Bull, célebre por la eficiencia de sus mecánicos.

Durante el primer paso por boxes, los mecánicos se retrasaron más de cuatro segundos al montar los neumáticos duros, mientras Mad Max esperaba, en vano, el cambio de la luz roja del semáforo. Unos minutos después, Yuki Tsunoda también sufrió en sus carnes una confusión similar, con la luz amarilla parpadeando junto a la roja. En la vuelta 26, Verstappen también tuvo que detenerse 6,2 segundos por culpa de la rueda derecha delantera, atascada en el momento más inoportuno. Marko calculó que estos errores costaron "dos posiciones" a su líder.

"Debemos recuperar lo antes posible el rendimiento. Si el coche no es el más rápido y tampoco funcionan las paradas en boxes... Es inaceptable", subrayó el asesor del equipo, con tono iracundo. "Todo lo que podía ir mal salió mal", ratificó Verstappen, fuera del top 5 por quinta vez en las 25 últimas carreras. Apenas siete días después de su triunfo en Suzuka, queda aún más evidencia que aquella gesta sólo debió atribuirse a una genialidad del tetracampeón. Y que el cambio de rumbo en Red Bull se antoja muy difícil a lo largo de 2025.

Los mecánicos de Red Bull, durante una de las paradas de Verstappen.

Los mecánicos de Red Bull, durante una de las paradas de Verstappen.AFP

Tampoco sobran los motivos de alegría para Tsunoda, pese a sumar sus primeros dos puntos como piloto de Red Bull. Desde el GP de Las Vegas 2024, sólo Verstappen había aumentado el casillero del equipo. A partir de ahora, los rumores sobre el futuro del tetracampeón se multiplicarán en el paddock. Pese a que su contrato expira en 2028, lo cierto es que durante las últimas semanas se viene especulando sobre un posible cambio de aires a partir de 2026, con Mercedes y Aston Martin como destinos más plausibles.

Tsunoda, Sainz y el error de la FIA

A la espera de unas previsibles actualizaciones aerodinámicas en Jeddah, Red Bull aún debe darse por satisfecha con su cierre de domingo en Sakhir, donde Tsunoda se libró la sanción tras un incidente con Carlos Sainz. "Fue una estupidez lo que me hizo", lamentó el madrileño por la radio, tras el fuerte impacto que seccionó uno de los pontones de su Williams. Luego, con algo más de calma, Sainz quiso repasar lo sucedido: "Si fuera Yuki y perdiera el coche en una batalla en pista, también entendería que no me castigaran. Hoy la moneda ha salido cruz, pero es lo que hay".

Mucho más cuestionable resultó lo sucedido con Sainz tras su sanción por sacar de la pista a Antonelli en la curva 10. Los comisarios le impusieron 10 segundos, que el piloto de Williams cumplió escrupulosamente durante su tercer pit-stop. Sin embargo, una hora después del final de la prueba, la FIA sorprendió con una notificación donde imponía a Carlos tres puestos de sanción en la próxima carrera, por no haber cumplido esos 10 segundos de castigo.

La confusión se prolongó durante casi tres cuartos de hora, hasta que el organismo regulador emitió un nuevo escrito, donde eximía a Sainz de cualquier penalización en Jeddah. Sólo cabe interpretar que los comisarios (Garry Connelly, Mathieu Remmerie, Vitantonio Liuzzi y Mazen Al Hilli) ni siquiera habían revisado las imágenes donde se veía al FW47 detenido en el pit-lane.

Piastri muestra sus cartas en Sakhir, con otro domingo aciago para Sainz y Alonso

Piastri muestra sus cartas en Sakhir, con otro domingo aciago para Sainz y Alonso

Nadie parece tenerle demasiado en cuenta, porque es un piloto poco acostumbrado a los excesos. Un chico de rostro pétreo, con aires de viejo prematuro. Sin embargo, Oscar Piastri bien podría este año subvertir las jerarquías en McLaren, porque es tan rápido como su compañero y parece mejor preparado para lidiar con la presión. En Bahrein, el australiano festejó su 50ª carrera en la F1 con una cómoda victoria, la segunda del año, por delante de George Russell y Lando Norris, que volvió a fallar cuando menos convenía.

En una carrera marcada por las precauciones y las dos paradas en boxes, Piastri se impuso con indiscutible autoridad, confirmando lo apuntado durante todo el fin de semana. Ni un solo titubeo desde la pole. Ni una opción para Russell, vulnerable en el tramo final por sus neumáticos blandos y por un error electrónico en cadena. "Cuando pulsé el botón de la radio saltó el DRS", denunció el líder de Mercedes, pero ni por esas supo aprovechar su oportunidad Norris. Había partido sexto y pareció conforme con la tercera plaza del podio.

Esos 15 puntos mantienen en el liderato del Mundial a Lando, que perdió la ocasión de aumentar su ventaja ante Max Verstappen. No había prestaciones en el Red Bull y el holandés tuvo que conformarse con la sexta plaza, tras rebasar en la última vuelta a Pierre Gasly. Tampoco hubo brotes verdes en el Ferrari de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, cuarto y quinto con sus actualizaciones aerodinámicas. McLaren es un cohete y el resto han de conformarse con las sobras.

Clamoroso error en la salida

Quede constancia del abandono de Carlos Sainz a falta de 12 vueltas para la meta y del decimosexto puesto de Fernando Alonso, que ni siquiera pudo beneficiarse de los cinco segundos de sanción para Jack Doohan. Corren tiempos duros para los españoles, cada uno en su maraña de problemas. Mientras Alpine y Haas dan pasos adelante, Williams y Aston Martin retroceden.

Hubo mucho trajín en la salida por culpa de Norris. Su error al colocar el coche, casi medio metro adelantado en los tacos, fue castigado con cinco segundos por los comisarios. Al traste se iban así sus tres posiciones recuperadas, desde la sexta a la tercera. Mientras Piastri se lanzaba a fuego por delante, Russell superaba a Leclerc, que no podía poner en calor sus neumáticos.

Ferrari había apostado a contracorriente con las gomas medias, por lo que tras el primer pit-stop de sus rivales, sus dos coches tomaron la cabeza. La estrategia para el monegasco, bautizada como Plan Bravo, era tan cuestionable como la celeridad de los mecánicos de Red Bull, que fallaron con el semáforo para liberar a Verstappen. Con el compuesto duro, Mad Max tampoco encontraba agarre en las curvas. Fuera de ritmo competitivo, sin opciones de detener a Lewis Hamilton en la curva 11, su único objetivo era minimizar los daños.

La lucha entre Sainz y Antonelli, el domingo en Sakhir.

La lucha entre Sainz y Antonelli, el domingo en Sakhir.AFP

Superado el ecuador de carrera, Red Bull paró por segunda vez a su campeón y erró de nuevo, calamitosamente, al cambiar la rueda delantera derecha. Verstappen se reincorporaba último, dejando vía libre a McLaren, Mercedes y Ferrari. Por entonces, Leclerc había superado a Norris por el exterior de la curva 4 y Hamilton recuperaba el brío, dejando atrás a Jack Doohan, Andrea Kimi Antonelli y Esteban Ocon. Buena nota debía tomar Williams, porque Alpine y Haas le habían ganado el pulso en el muro.

Fuera de los puntos, Sainz apretaba el paso por detrás de Tsunoda. Debía asumir riesgos, así que no lo dudó al final de la recta de meta, con un bonito adelantamiento donde no pudo evitar el contacto con el Red Bull. Con restos de fibra de carbono, el director de carrera ordenó la salida del safety car, provocando el consabido reagrupamiento.

McLaren disponía de un juego de medios para sus dos coches, pero Russell tuvo que montar los blandos para las 24 vueltas restantes, mientras Ferrari colocaba los duros. Cuando aceleró de nuevo, Piastri dejó muestras de su autoridad. Jugaba en otra liga el líder, mientras sus perseguidores se fajaban por detrás. Norris adelantó por fuera ante Hamilton en la curva 2 y le conminaron a devolver la posición. "Este neumático es un asco", lamentó el británico, cuyas opciones se fueron poco a poco desvaneciendo.

Embestida de Tsunoda

La tercera plaza del podio, en buena lid, debía corresponder a Norris, con mejores recursos que Leclerc. Sin embargo, el británico, negado toda la noche, se pasó de frenada en su primera tentativa a final de recta. El blando funcionaba a Russell para sujetarse en la segunda plaza, mientras Piastri volaba en pos de la victoria. La igualdad de fuerzas no presuponía precisamente un espectáculo para el espectador, aunque bien mereció la pena el esfuerzo de Gasly, cerrando cualquier rendija ante Verstappen hasta el último giro.

Sainz, envuelto en sus cavilaciones, penaba por rascar algo cuando sufrió una embestida de Tsunoda en la curva 1. Con daños en el pontón derecho, el madrileño forzó demasiado frente a Antonelli, llevando fuera al rookie en la curva 10. Hubo 10 segundos de penalización para Carlos y Williams optó por lo más prudente: retirar su coche.

Aún más tétrico fue el domingo en Aston Martin, que ya sólo lucha con Sauber por no ser el peor coche de la parrilla. Mientras Lance Stroll sólo pudo superar en la meta al rookie Gabriel Bortoleto, Alonso se hartó de escuchar por radio que la degradación era más elevada de lo esperado y que sus frenos iban ya al límite. Un horror en toda regla.

Verstappen alcanza el 'kodawari'

Verstappen alcanza el ‘kodawari’

Actualizado Domingo, 6 abril 2025 - 21:45

La cultura japonesa ensalza y cultiva un compromiso generacional muy arraigado de búsqueda de la perfección. La máxima expresión de la calidad la llaman kodawari. En una simple palabra se mezclan, pasión, empeño, actitud, propósito, fidelidad con tus principios, orgullo y perfección. Conseguir tu kodawari significa mantener una conducta inquebrantable en la persecución de la excelencia, hasta el más pequeño de los detalles. Este fin de semana, Max Verstappen logró en Suzuka su kodawari particular. Convirtió en una obra de arte perfecta un gran premio que podía haber sido un desastre.

Hasta el veterano samurai Fernando Alonso, detuvo el sábado las entrevistas por un momento y se quedó embobado disfrutando con la vuelta de clasificación que estaba firmando Max. Esa vuelta le sirvió para lograr su primera pole desde el pasado junio. Lo tenía todo en contra. Desde el viernes, su coche había sido inconducible. McLaren, Mercedes y Ferrari seguían siendo más rápidos, así que su única oportunidad era jugarse la piel en una vuelta suicida. Hasta cinco veces dijo que pensó que se estrellaba.

La realidad es que nadie se enteró, porque sólo él es capaz de maquillar tantos defectos. La cámara subjetiva no mostró ni un ápice de tensión o de peligro. El coche simplemente fluía en sus manos. En ninguno de los tres parciales fue el más rápido. Lando Norris y Oscar Piastri se los repartieron, pero no en la misma vuelta. Sólo Verstappen fue capaz de juntar sus mejores tiempos en cada sector en el momento definitivo. Su frenada en la chicane fue una obra de arte. Pisó el pedal 13 metros más tarde que Norris, lo que le hizo entrar 17 km/h más rápido y, a pesar de un pequeño sobreviraje, traccionó mejor que el McLaren y le arrebató la pole por 12 milésimas. Esto es kodawari. Esforzarte de igual modo con los grandes y los pequeños detalles. Esa pincelada le valió la victoria un día después.

Quizá en otro circuito no hubiera podido hacerlo, pero en Suzuka la ventaja de rendimiento de McLaren resultó insuficiente para batirle. En una pista donde, históricamente, adelantar es muy complicado, se juntó todo. No hubo degradación, todo el mundo fue a una única parada, no hubo coches de seguridad, no hubo accidentes... Por no haber, no hubo ni una sola bandera amarilla.

Se justificaba McLaren diciendo que la carrera no les había dado ninguna oportunidad. Sin embargo, esperábamos algo más de ellos, que peleaban dos contra uno. Pararon a Norris en la misma vuelta que Verstappen, no dejaron que Piastri cambiase posición con Norris, cuando el australiano parecía tener mejor ritmo y el inglés fue incapaz de acercarse a Max lo suficiente para disponer del DRS. Lando siempre estuvo a más de un segundo y eso le hizo la vida mucho más fácil a Verstappen que, sin presión, no cometió ni el más mínimo error. Así, después de tres carreras y una sprint race, Max está a un solo punto de Norris en el campeonato. Y lo que aún es más sorprendente, Red Bull es tercero en el Mundial gracias a un solo piloto. El resto han jugado siempre con dos.

Sí, Max sigue estando solo. Degradado Liam Lawson al equipo filial, llegó Yuki Tsunoda. No lo hizo mal el japonés, que estuvo cerca de su nuevo compañero al menos hasta la Q2. Ahí cometió un error y ya no pudo pasar el corte para entrar entre los 10 primeros de la parrilla. Su domingo fue de menos a más, pero no llegó a los puntos. Mientras, Lawson, que salió por delante de él, fue de menos a menos con el RB. ¡Cuánto hace el estado de fortaleza mental en este deporte!

En la batalla de los novatos triunfó Andrea Kimi Antonelli. El italiano volvió a terminar en los puntos tras su mejor clasificación de parrilla y su ritmo fue incluso mejor que el de George Russell, que cruzó la meta justo por delante de él. Brillante actuación también de Isack Hadjar, que logró puntuar al terminar octavo y que volvió a conseguir el segundo mejor resultado para la familia Red Bull.

No se hablará mucho de los españoles en Japón. Ninguno de ellos llegó a los puntos. A Carlos Sainz le penalizó su mala clasificación del sábado y le condenó una posterior sanción de tres posiciones en la parrilla. Salir decimoquinto con un Williams en Suzuka es un harakiri.

Tampoco se hablará mucho de Alonso y es una pena porque su carrera fue excepcional. Terminar undécimo no emocionará a nadie, pero hacerlo con un Aston Martin es casi tan difícil como ganar con un Red Bull. Fernando hace, a otra escala, lo mismo que Verstappen. Maquilla los defectos de un coche que lo hace casi todo mal. No es fuerte en ningún terreno. Ni curva rápida, ni media, ni lenta y para colmo también era el más lento en recta. Su compañero, Lance Stroll, último el sábado y último el domingo. A la espera de que lleguen las primeras actualizaciones, la película se parece mucho a la del año pasado. Incluso podríamos decir que es aún peor.

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Tres semanas después de su salida de pista en Melbourne, tras pisar una zona de grava, Fernando Alonso cometió otro error con el que acabó de forma prematura su segunda sesión de entrenamientos libres en Suzuka. A falta de 25 minutos para el final, tras marcar el tercer mejor tiempo, el asturiano pisó la hierba con la rueda delantera izquierda y dejó varado su Aston Martin en la grava.

De inmediato, los comisarios ordenaron la bandera roja para retirar el AMR-25 de la zona, una de las más delicadas del circuito. Se trataba de la segunda interrupción, casi consecutiva del viernes, porque sólo unos minutos antes Jack Doohan había sufrido un feo accidente en la rapidísima curva 1. Poco después hubo que lamentar otras dos banderas rojas tras detectarse pequeños incendios en una zona de hierba, similares al ocurrido durante el GP de China 2024.

El accidente de Alonso se produjo en los virajes Degner, que combinan una curva rápida a derechas seguida de otra de 90º, la segunda zona más lenta de Suzuka, después de la célebre horquilla. Aunque Fernando intentó una corrección de última hora, ya no pudo hacer nada para recuperar el coche, que por suerte no chocó contra las protecciones. En un principio, los daños quedarán reducidos al fondo plano, lo que no debería comprometer sus opciones de cara al fin de semana.

Lawson, por delante de Verstappen

En ese momento, Alonso montaba neumáticos nuevos, con los que había sido el más rápido en el primer sector (30.65) y pretendía mejorar su crono, entonces a tres décimas de Lando Norris, el más rápido de la parrilla. Alonso apenas pudo completar cinco vueltas y en el tramo final fue superado por la mayoría de rivales, que le relegaron a la decimoséptima plaza. Un cierre torcido a un día iniciado con buen pie, dado que por la mañana, Alonso marcó el séptimo mejor tiempo, a seis décimas de la cabeza.

La sesión vespertina terminó con un doblete de McLaren liderado por Oscar Piastri (1:28.114), con 49 milésimas de ventaja sobre Norris y cuatro décimas sobre Isack Hadjar, que otra vez dio la sorpresa con el Racing Bulls. Entre tantos contratiempos apenas se pudo extrar conclusiones sobre el rendimiento real de los favoritos. De hecho, Liam Lawson acabó quinto, una décima más rápido que Max Verstappen, justo después de su adiós a Red Bull.

El viernes tampoco resultó especialmente propicio para Carlos Sainz, décimo en la tabla, pero víctima de algunos contratiempos en su Williams. Al inicio de la jornada, cuando había completado la vuelta de instalación, el madrileño tuvo que regresar a boxes tras sufrir un excesivo rebote y sentir algún problema en la parte trasera de su monoplaza..

Red Bull reemplaza a Lawson por Tsunoda a partir del GP de Japón

Red Bull reemplaza a Lawson por Tsunoda a partir del GP de Japón

Actualizado Jueves, 27 marzo 2025 - 10:16

Yuki Tsunoda pasará a ser piloto de la escudería Red Bull a partir del Gran Premio de Japón en detrimento de Liam Lawson, que conducirá el monoplaza de Racing Bulls, algo que ya hizo la pasada temporada.

La escudería anunció este jueves la decisión de intercambiar los pilotos ante "el difícil periodo" de adaptación del neozelandés, que no ha conseguido puntuar en las dos primeras pruebas de la temporada, al estrellarse en Melbourne y ser duodécimo en Shanghai.

Christian Horner, director del equipo y consejero delegado, aseguró, en declaraciones distribuidas por la escudería, que había sido "difícil ver a Liam luchar con el RB21 en las dos primeras carreras", por lo que han tomado "colectivamente la decisión de hacer un cambio" rápido.

"Llegamos a la temporada 2025 con dos ambiciones: retener el Campeonato del Mundo de pilotos y recuperar el de constructores y ésta es una decisión puramente deportiva. Somos conscientes de que queda mucho trabajo por hacer con el RB21 y la experiencia de Yuki será muy beneficiosa para ayudar a desarrollar el coche actual. Le damos la bienvenida al equipo y estamos deseando verle al volante del RB21", dijo.

"Tenemos el deber de proteger y desarrollar a Liam y, juntos, vemos que después de un comienzo tan difícil tiene sentido actuar con rapidez para que Liam pueda ganar experiencia, mientras continúa su carrera en la F1 con Visa Cash App Racing Bulls, un entorno y un equipo que conoce muy bien", añadió Horner.

El día del estreno

Mientras tanto, Laurent Mekies, director de Racing Bulls, admitió que estaban muy "orgullosos" de que Tsunoda haya dado el salto a Red Bull. "Su progreso el año pasado, y más recientemente desde el comienzo de 2025, ha sido sensacional", consideró.

"Personal y colectivamente, ha sido un inmenso privilegio ser testigo de esos progresos para todos nosotros en Faenza y en Milton Keynes. La energía y la positividad de Yuki han iluminado cada rincón de nuestras fábricas y de nuestro garaje, ¡y siempre será un Racing Bull! Le deseamos todo el éxito que se merece en ORBR", añadió Mekies, quien aseguró, así mismo, que tratarán de crear "el mejor entorno posible" a Lawson "para que brille" y "exprese el talento" que tiene.

El Gran Premio de Japón, tercera prueba del Mundial 2025, se disputará el próximo 6 de abril en el circuito de Suzuka, donde se estrenará Tsunoda con el Red Bull tras los años que lleva en la Fórmula Uno en Alpha Tauri y Racing Bulls dispuesto a confirmar su evolución con un monoplaza del máximo nivel al lado de su nuevo compañero, el vigente campeón del mundo, el neerlandés Max Verstappen.

Todo tan igualado que no se puede fallar

Todo tan igualado que no se puede fallar

Actualizado Domingo, 23 marzo 2025 - 21:36

Que la F 1 es un deporte complicado y difícil de descifrar era algo que ya sabíamos, pero este año promete más sobresaltos de los habituales. Hay tantos frentes abiertos, tanta igualdad en la parrilla, que lo único que saco en claro es lo mucho que nos vamos a divertir. Lo que estaba cristalino antes del inicio de la temporada en Melbourne era que McLaren estaba un paso por delante. Hoy sabemos que lo están, pero quizá ese paso sea sólo un pasito. No pueden fallar. Si el equipo falla en algo o alguno de sus pilotos comete un error hay chacales por detrás dispuestos a devorarles. Oscar Piastri se equivocó en Australia y terminó noveno; Lando Norris se equivocó en la sprint race de China y fue octavo; y si la carrera del domingo hubiese tenido una vuelta más, habría mordido el polvo con George Russell al sufrir un problema en el sistema de frenos. Está todo tan igualado que no se puede fallar.

Es más, la estrategia este año es no cometer errores de bulto. El objetivo es ser sólidos y sumar. Si no puedes ganar, trata de ser segundo. Si no puedes ser segundo, lucha para ser tercero. Haz lo que quieras, pero no hagas un cero porque la jauría te destrozará. Es un poco la táctica de Fernando Alonso en 2010 y 2012. No tenía el coche más rápido, Red Bull estaba un paso o dos por delante, pero a base de puntuar en cada fin de semana y aprovecharse de los errores de sus rivales llegó a la última cita con opciones.

Esta igualdad hace que ocurra lo mismo en las clasificaciones. Es tan grande la igualdad, que un pequeño sobreviraje en el que pierdes una décima de segundo te hace caer tres posiciones. Y si estás en la zona media, una décima es la diferencia entre ser décimo o decimoquinto. Un pequeño detalle, un error, un tipo de circuito, una pequeña evolución lo cambia todo. Así puedes ver a un modesto Racing Bulls codearse con los grandes en clasificación, un Haas que fue un desastre en Australia convertirse en protagonista en China o un Ferrari que está perdido en la primera carrera llevarse la victoria en la primera sprint race una semana después.

Y lo que es aún más complicado de entender, ves ganar a Lewis Hamilton de forma excepcional el sábado y sólo 24 horas después, lo ves sufrir en la pista, sin ritmo y acosado por su compañero de equipo (al que tiene que dejar pasar) que, para colmo, lleva el alerón roto desde la primera vuelta. Alerón, por cierto, que rompió Charles Leclerc al golpear a Lewis en la salida. Dos toques en dos carreras.

De todo lo que vimos en Shanghai me quedo con el tenebroso callejón sin salida en el que se ha metido Red Bull. Hay tres equipos más rápidos que ellos y sólo puntúan con un coche. Quizá la explicación de este fenómeno sea por un lado el talento de Max Verstappen, pero sobre todo haber diseñado y desarrollado desde hace años un coche adaptado a los gustos de Max. Sólo él lo entiende, sólo él es capaz de ir rápido con ese monoplaza y, claro, sólo él puntúa. Sergio Pérez se pasó años quejándose amargamente de que el equipo sólo escuchaba a Verstappen y sus malos resultados llevaron a Red Bull a romper un contrato que habían firmado con el mexicano pocos meses antes. Buen dinero se tuvo que llevar Checo por ello.

Además, seguro que ahora tiene que estar viendo, con cierto regocijo, cómo Liam Lawson está haciendo buenos sus resultados del Mundial 2024. Es tan desastroso el arranque del joven neozelandés que, tras sólo dos carreras, los rumores ya apuntan a un posible movimiento de Red Bull para el GP de Japón: relegar a Lawson de vuelta a Racing Bulls y promocionar a Yuki Tsunoda junto a Max, algo que en su día Red Bull descartó. Mucho me temo que tampoco será la solución. Hicieron un coche para Max, que sólo lo medio entiende Max y con el que ya no puede ganar. Tendría gracia que después de dárselo todo, si este año no es bueno, Max decidiese cambiar de aires para 2026.

De los nuestros, poco que decir. A Carlos Sainz le está costando adaptarse al Williams y entender por qué fue tan rápido en los test de Bahrein y ha estado tan falto de ritmo aquí. Con las descalificaciones de Leclerc, Hamilton y Pierre Gasly, Williams ha logrado un buen puñado de puntos, pero la clave para que el equipo británico se asiente en el liderato de la zona media está en que Carlos se adapte lo antes posible. Lo hará seguro, pero de momento necesita un poco más de tiempo.

Aston Martin sigue recordándonos mucho al equipo del año pasado. De no ser por las descalificaciones habrían salido de China con el zurrón vacío de puntos. Muchas pruebas, muchos cambios de set up, pero pocos resultados. No ayuda que Alonso no esté en la pista. Su abandono por un fallo en los frenos nos privó de ver el verdadero potencial de su monoplaza. Dos carreras, dos abandonos, ningún coche en Q3 y sólo un puñado de puntos en Australia gracias a los fallos ajenos y el acierto del equipo con la estrategia. Queda mucho Mundial, así que, de momento, habrá que seguir confiando.

El desastre de Fernando Alonso: “Habían aparcado en la Rascasse”

Actualizado Sábado, 25 mayo 2024 - 23:52

Todas las esperanzas se perdieron por los sumideros de Montecarlo, pulidos como el mármol, como corresponde a un Principado. Fernando Alonso cayó en las trampas del tráfico y saldrá hoy decimocuarto, lejos de donde le correspondía. "Me encontré en el lugar equivocado y en el momento equivocado", admitió con resignación. Ahora no le queda sino afrontar otra carrera tan aburrida como la del pasado domingo en Imola.

Tras la bajada del túnel y salir de la nueva chicane, camino de Tabac, su Aston Martin se topó con la lentitud de Pierre Gasly, que levantaba el pie buscando espacio. Según los cálculos del asturiano ahí se escaparon tres décimas. Una eternidad en el trazado más lento del Mundial. Aunque el asunto se torcería del todo en la emblemática Rascasse. Para estupor entre la selecta concurrencia del Paddock Club, el Williams de Alex Albon y el Alpine de Esteban Ocon arruinaban su último intento. El propio Alonso confirmaría que en ese viraje a derechas cayeron otras tres décimas.

"Habían aparcado allí para iniciar la vuelta", ironizó el asturiano, convencido de que si hubiese dispuesto de espacio, sin que nadie le entorpeciese, habría acabado primero la Q1. En cualquier caso, su análisis no puede esconder algunas deficiencias estructurales que este monoplaza vienen apuntando desde el GP de Miami.

"No hay excusas"

De hecho, Aston Martin fue el único de los 10 equipos que no mejoró su crono de 2023 en Mónaco. Mientras la dentellada de McLaren, con Oscar Piastri al frente, se estiraba a 1,83 segundos, el mejor intento de Lance Stroll se quedó a 11 centésimas del rubricado por Alonso hace 12 meses. El anodino desempeño del canadiense por la Q2, sin opciones frente a Yuki Tsunoda, Daniel Ricciardo, Ocon, Gasly o Albon, terminaría relegándole a la decimocuarta plaza.

"Ha sido un día realmente duro y no hay excusas. Simplemente no teníamos un coche capaz de entrar en el top-10", admitió Mike Krack, el team principal de Aston Martin. El panorama, desde luego, pinta tan negro como durante durante el GP de Singapur y el GP de Estados Unidos, las dos últimas ocasiones en que la escudería de Silverstone hubo de anotarse un cero. "Debemos mejorar el rendimiento de cara al futuro", sentenció Krack, con una crudeza que escocía en el hospitality verde.

Sólo a última hora de la tarde, cuando la música techno empezaba a atronar en los yates, Aston Martin pudo encontrar un pequeño resquicio gracias a la doble sanción a Haas. Según los comisarios, Nico Hulkenberg y Kevin Magnussen, rapidísimos desde la Q1, habían montado un alerón trasero ilegal, que anulaba todo sus tiempos de la qualy. Por tanto, Alonso avanzaba de la decimosexta a la decimocuarta plaza en la parrilla, mientras Stroll pasaba a la decimosegunda.

"No sufrir sustos"

En cualquier caso, el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans se sabía con ritmo para codearse entre la elite, como venía demostrando desde la segunda sesión libre del viernes. Desde entonces, Aston Martin había montado una especificación de motor más arriesgada que el resto, reduciendo asimismo la carga de gasolina. Un par de factores que terminaban trasladándose a la tabla de tiempos.

"El coche sigue siendo difícil de llevar, así que lo importante es no sufrir sustos y tratar de mantenerlo en pista", reconoció Alonso, que este fin de semana se ha convertido en el primer piloto de la historia con 20 participaciones en Mónaco. Además de probar piezas para el GP de Canadá, su única motivación de hoy será trepar hasta el top-10. Si alcanza, al menos, un punto igualará un récord de longevidad de Michael Schumacher. Desde el GP de Italia de 1991 al GP de Brasil 2012, El Kaiser fue acumulando su botín. Alonso inició la cuenta en el GP de Australia 2003. Han transcurrido, exactamente, 21 años, dos meses y 17 días.

Los extraños casos de dos equipos convertidos en trabalenguas

Los extraños casos de dos equipos convertidos en trabalenguas

Han transcurrido casi cuatro meses desde que la FIA publicó la lista de participantes del Mundial 2024, pero muchos en el paddock siguen encontrando enormes dificultades para identificar a dos equipos por su nombre oficial. Porque Alfa Romeo, en busca de algo fresco y diferente, ha pasado a ser Stake F1 Team Kick Sauber y porque AlphaTauri, que pretendía atraer al público más joven, es ahora Visa Cash App RB Formula One Team. Sin embargo, las legítimas presiones de los patrocinadores, en busca de la mayor publicidad posible, han convertido la parte baja de la parrilla en un auténtico galimatías de sílabas y confusos trabalenguas.

Aunque hoy se considere un tabú, los aficionados aún recuerdan la relación entre Ferrari y Marlboro, con el código de barras de la tabaquera junto al Cavallino Rampante. Se trataba de la alianza perfecta entre el márketing y los títulos de Michael Schumacher. En menor medida, Vodafone también supo explotar sus tonos turquesa sobre el plateado McLaren de Lewis Hamilton. Por no hablar del vínculo entre Infiniti y Red Bull, con Sebastian Vettel participando activamente en los diseños de calle de la marca premium de Nissan. Sin embargo, los derroteros de la actual F1 apuntan en otra dirección.

El crecimiento del negocio, con unos números de récord tras la pandemia, hace que las escuderías pidan cada vez más dinero por los patrocinios. Ningún monoplaza rueda ya con los espacios en blanco de McLaren en 2017. Un hecho tan cierto como la negativa de las marcas a asumir en solitario los enormes costes. No hablamos de los 80 millones de euros anuales que Oracle paga por su logotipo en el alerón de Max Verstappen, pero sí de cantidades más que jugosas, como los 30 millones que MoneyGram, una compañía de intercambio de divisas, aporta a Haas, último clasificado del Mundial 2023.

Transición hasta 2026

Bajo los parámetros de este complejo ecosistema hay que interpretar lo sucedido en Sauber. La estructura suiza, con más de tres décadas de presencia ininterrumpida en el Mundial -compitió también como BMW Sauber (2006-2010) y como Alfa Romeo (2019-2023)- se prepara hoy para convertirse en el equipo de fábrica de Audi. Desde que se cerró dicho acuerdo con los alemanes, la prioridad para Andreas Seidl, su director ejecutivo, ha sido hacer llevaderos esos dos años de espera. La transición hasta 2026 no podía quedar en el limbo, así que tras la ruptura con Alfa Romeo, vio llegado el momento de encontrar una nueva identidad.

El acuerdo más ventajoso pudo cerrarse con Stake, un casino online de criptomonedas con sede en Curazao. Ni siquiera importó que Stake careciese de licencia para operar en territorio helvético o que la legislación de cuatro países del Mundial prohibiese la publicidad de las casas de apuestas. En pocas semanas encontraron la salida: Valtteri Bottas y Zhou Guanyu correrían en Australia, Bélgica, España y Qatar bajo la denominación Kick Sauber. A falta de alicientes en la pista, el área de márketing de Hinwill aún presume del impacto provocado por Drake. El rapero canadiense, cuyo logo ya había aparecido en la camiseta el Barça durante un clásico de 2022, les proporcionó un formidable impacto en redes sociales.

El magnetismo del público joven también influyó en las decisiones de Peter Bayer a la hora de encontrar una nueva nomenclatura para AlphaTauri. A partir de 2024, la filial de Red Bull debía tomar un nuevo rumbo tras el adiós de Franz Tost y el fichaje como team principal de Laurent Mekies, procedente de Ferrari. Así que el CEO austriaco empezó a sentirse más que tentado por Visa, un gigante global con dilatada experiencia de patrocinio en el Mundial de la FIFA, los Juegos Olímpicos o la Super Bowl. Asimismo terminó aceptando la oferta de la emergente Cash App, una marca muy popular en Estados Unidos.

Tsunoda, el sábado, durante la 'qualy' en Suzuka.

Tsunoda, el sábado, durante la 'qualy' en Suzuka.AFP

La pugna entre ambas financieras iba a provocar confusión, pero el asunto se agravó mucho más cuando hubo que rendir tributo a Dietrich Mateschitz. El fundador de Red Bull, fallecido en octubre de 2022, contaba con una colección de aviones conocida como Flying Bulls, así que Bayer optó por añadir RB, que significa Racing Bulls. Nadie en su sano juicio imagina a Mateschitz dando su visto bueno a un nombre tan extraño para un equipo de carreras.

¿Puede alguien tomarse en serio una estrategia de márketing tan poco imaginativa? ¿Sabrán los aficionados jerarquizar entre esas marcas solapadas? Estas son algunas de las cuestiones que siguen en el aire. Mientras, desde la base de Faenza, se observan con inquietud los piques entre Daniel Ricciardo y Yuki Tsunoda. Ni los clicks regalados por otra estrella del rap como Kendrick Lamar parecen sacar a Visa Cash App RB Formula One Team de su marasmo.