Laporta defiende la continuidad de Xavi: «Podemos estar orgulloso del entrenador que tenemos»

Laporta defiende la continuidad de Xavi: «Podemos estar orgulloso del entrenador que tenemos»

Xavi seguirá al frente del Barça, por lo menos, hasta el 30 de junio de 2025. Esa es la intención del técnico, de la Junta Directiva y de la comisión deportiva. El egarense ha dado marcha atrás, tras anunciar en enero que dejaría el club al término de la presente campaña, y su compromiso es claro: no volverá a haber ni siquiera un conato de dimisión.

«Yo seguiré pase lo que pase, salvo si ellos dicen que no, y entonces será que no, claro. Tengo el compromiso intacto. No volverá a pasar. La confianza que me han dado es espectacular y ahora toca trabajar», ha señalado el entrenador en la rueda de prensa en la que, al lado del presidente, Joan Laporta, se ha confirmado su continuidad al frente del banquillo azulgrana.

«Hay que seguir creyendo en el proyecto, por sentimiento barcelonista. Me quedo con que tenemos a una persona extraordinaria y con un sentimiento culé que transmite ilusión y confianza. El barcelonismo puede estar orgulloso del entrenador que tenemos», ha recalcado el máximo dirigente azulgrana.

«En la junta siempre hemos sido bien guiados por el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste. Siempre ha tenido en su cabeza que debía producirse la situación que hoy estamos comunicando. Xavi tiene la absoluta confianza de la junta directiva, de la comisión deportiva y espero que del barcelonismo. Mantenemos un proyecto que será aún más ganador. Y, de hecho, en lo poco que lleva, ya ha ganado: una Supercopa y una Liga. En un momento de sequía y máxima dificultad, Xavi tuvo el coraje de asumir esta responsabilidad», ha insistido un Laporta que ha querido señalar que la decisión cuenta con el apoyo unánime de todos los miembros de la junta.

"Barcelonistas, creed, porque merece la pena"

«Los objetivos se han desvanecido. La Liga matemáticamente no está perdida, pero sí complicada, y más con las situaciones que se producen en algunos partidos. Esta es una decisión que da estabilidad a la entidad y al proyecto. Barcelonistas, creed, porque merece la pena, y para el club es un orgullo tener un entrenador de la calidad humana, los conocimientos y el barcelonismo incontestable que tiene Xavi», ha arengado el presidente, quien no ha dudado tampoco en recordar las polémicas del último clásico.

«En la junta del miércoles no hablamos de Xavi, hablamos de otras cosas. Después del partido del Bernabéu tuvimos una indignación total. Ya hablé de ello y hemos hablado con el CTA sobre las imágenes. Pensamos que era gol, se ha desvirtuado el partido e iremos hasta las últimas consecuencias. No puede haber 30 cámaras para un partido y resultar que la que puede decidir si es gol o no, no funcione», ha insistido.

Lo principal, no obstante, era el anuncio de la continuidad de Xavi. Algo que, según el dirigente, será positivo para el club. «Este proyecto lo entiendo con Xavi como entrenador. Se lo dije, no haremos nada en cuanto al técnico hasta el final de temporada, a la espera de ver cómo acababa el curso y, aunque no se lo decía, a la espera de cómo se encontrara él», ha explicado el presidente. Y, al final, tras dejar tal vez muchas pistas, llegó el cambio de rumbo esperado.

«Siento que la decisión que tomé en enero fue equivocada, porque ahora siento todo lo contrario. La gente joven cree en nosotros, toda la plantilla me ha dado su apoyo. También, Deco y el presidente. Eso me ha hecho recapacitar. Rectificar es de sabios, y aquí estoy», ha explicado un Xavi que, entre líneas, ha desmentido que su hermano Óscar vaya a dejar de ser su segundo de a bordo, como llegó a comentarse este miércoles. Aunque, no obstante, admite que sí habrá algunos cambios.

Cambios en el staff

«Habrá situaciones donde habrá que cambiar cosas. El staff es muy grande. En la parte técnica seguirá todo igual, sin cambios. Estoy muy orgulloso y agradecido a todos. Mis compañeros son maravillosos, hay que ajustar y cambiar algunas cosas, pero hemos aprendido y siempre lo que cambiemos será para que los futbolistas rindan al máximo», ha apuntado un Xavi que asume que el entorno, al que tantas veces ha señalado por lo que entiende como falta de apoyo, seguirá igual que siempre.

«Mi opinión del entorno es que va a seguir siendo cruel y desagradable en situaciones adversas. Le dije al presidente que tengo ganas, no puedo engañar a los socios y a los culés porque creo que esto no está acabado. Ha habido situaciones difíciles y de críticas, y las habrá, pero seguiré pensando lo mismo del entorno», ha comentado el entrenador azulgrana, quien ha lamentado a su vez falta de competitividad del equipo en momentos clave.

«Creo que estuvimos mejor a nivel táctico que el PSG en la ida y en la vuelta. Nos faltó competir mejor, pero es parte del proceso, es muy difícil ganar siempre, aunque sea eso lo que nos piden. Hay que madurar. Como staff y junto con los futbolistas jóvenes hemos aprendido mucho, y el año que viene lo haremos mejor. Sabemos el diagnóstico», ha sentenciado el técnico, dejando entrever cambios con vistas al futuro en la plantilla.

«Evidentemente perder tendrá consecuencias, y habrá cambios que se decidirán entre Deco y Xavi, de diversa índole. Hay determinados grados de consecuencias. A pesar de no haber logrado los objetivos, tenemos cosas positivas. Estamos consolidando un proyecto y hay irrupciones jóvenes en el primer equipo gracias a la estructura y al entrenador. Todo esto ayuda mucho al club. El proyecto está intacto en cuanto a confianza e ilusión. Las consecuencias no deben ser siempre drásticas. En este sentido, mantengo la coherencia, y lo seguiré haciendo. No voy a dar el gusto a los que quieren reventarlo todo ahora por no haber logrado los objetivos», ha sentenciado el presidente.

Xavi da marcha atrás: el Barça confirma su continuidad hasta junio de 2025

Xavi da marcha atrás: el Barça confirma su continuidad hasta junio de 2025

Actualizado Miércoles, 24 abril 2024 - 21:29

Ya se sabe quién será el técnico del Barça la temporada que viene: Xavi Hernández. A pesar de una semana especialmente traumática para el club, con la eliminación en los cuartos de la Champions ante el PSG y una derrota ante el Real Madrid en el clásico que ha dejado la Liga prácticamente vista para sentencia, el egarense cumplirá finalmente su contrato, que expira el 30 de junio de 2025. La disposición del ex capitán a dar finalmente marcha atrás tras el anuncio de su previsto adiós para el término de la presente campaña y las aún delicadas cuentas azulgranas han acabado por desvanecer cualquier atisbo de duda. De hecho, el propio Joan Laporta podría anunciar oficialmente su continuidad este mismo jueves.

El presidente barcelonista, de hecho, y el vicepresidente deportivo, Rafael Yuste, no se han cansado de mostrar públicamente sus deseos de que Xavi cambiara de idea y se aviniera a seguir al frente del banquillo. Consideran que tiene el perfil ideal y, a pesar de que en el seno de la entidad, a causa de los últimos varapalos, ya empezaban a escucharse varias voces discordantes, su opinión sería la que finalmente ha prevalecido.

La jornada de este miércoles, de hecho, ha sido del todo maratoniana. El nombre del entrenador, seguro, salió a la palestra en la habitual junta directiva del club. Mientras, el propio técnico se reunió con el director deportivo, Deco, para hablar de las opciones de futuro, en un encuentro del que no pareció salir demasiado contento. Al menos, llegó con el semblante cariacontecido al domicilio de Laporta, donde el presidente se reunió a su vez con Yuste y Alejandro Echevarría, ex cuñado y asesor del mandatario.

Dos condiciones

Según señaló RAC1, las condiciones que se le habrían llegado a poner sobre la mesa a Xavi para que su continuidad fuera finalmente una realidad parecieron más bien casi una invitación a que hiciera definitivamente las maletas. Incluso, antes de tiempo. De acuerdo con sus informaciones, el entrenador estaría obligado a introducir cambios significativos en su staff técnico. Por un lado, debería reforzar la parcela de la preparación física. Una exigencia que, en este caso, vendría dada por la plaga de lesiones musculares que este año ha azotado al vestuario. La segunda condición sería aún más contundente: prescindir de su hermano Óscar como segundo entrenador.

La reunión en casa de Laporta, en este caso, habría servido para limar las asperezas y acabar por convertir en una realidad la rumorología cada vez más insistente de que el ex capitán estaba cada vez más dispuesto a seguir, por lo menos, un año más.

"A día de hoy"

No en vano, cada vez que los medios le preguntaban al respecto, su respuesta solía ser que nada había cambiado, pero agregándole una sintomática coletilla: "A día de hoy". En caso de haber logrado la clasificación para las semifinales de la Champions culminando el buen camino abierto en París y de haber conseguido acercarse a cinco puntos del Real Madrid en la Liga con un triunfo en el Bernabéu, el camino para anunciar una continuidad que, hace unos días, contaba con un apoyo mayoritario, habría estado más que allanado.

Los resultados, no obstante, se alinearon para jugar en contra de esa posibilidad. Y eso que en el entorno azulgrana ya se ha ido deslizando que el que se ha perfilado hasta ahora más seriamente como su relevo, Rafa Márquez, iba perdiendo cada vez más enteros para dar el salto desde el filial. Sobre todo, porque su figura no habría tenido tantos apoyos como los que ha tenido el propio Xavi, por mucho que él mismo se haya quejado en múltiples ocasiones de todo lo contrario.

Xavi medita continuar, pero no a cualquier precio

Xavi medita continuar, pero no a cualquier precio

Actualizado Lunes, 22 abril 2024 - 21:36

El escenario ideal que, hace prácticamente una semana, preveía Joan Laporta, finalmente no se ha producido. Confirmar las buenas sensaciones cosechadas en París y consumar la eliminación del PSG en los cuartos de la Champions era el primer paso. Ganar al Madrid en el Bernabéu y estrechar la distancia en la Liga, mientras, era el segundo. Ninguno se ha cumplido, pero el presidente insiste en la continuidad de Xavi Hernández, algo que medita el entrenador, al tiempo que utiliza el arbitraje del Bernabéu para plantear otro órdago, como solicitar la repetición del partido por vía judicial por el no gol en la portería de Andriy Lunin.

«Si el club entiende que se produjo un error en la interpretación de la jugada, que es lo que pensamos, pondremos en marcha todas las actuaciones oportunas sin descartar, evidentemente, las acciones judiciales que sean necesarias. En caso de confirmarse que fuera un gol legal, pediremos la repetición del partido», afirma Laporta en una declaración grabada y difundida por el club azulgrana. Solicita el Barça, asimismo, las comunicaciones del colegiado Soto Grado con la sala VOR. Una vez hechos públicos los audios por el Comité Técnico de Árbitros, se escucha lo que le comunica Sánchez Martínez, árbitro de VAR en el clásico: «No tenemos ninguna evidencia de que el balón haya entrado». Ninguna de las imágenes lo demostraba y LaLiga carece del sistema Ojo de Halcón.

Laporta está, pues, en la misma línea de Xavi, que, según llega desde su entorno, podría confirmar al presidente que ha decidido abandonar la idea de dejar el club el próximo 30 de junio, tal y como adelantó en enero, y mantenerse al mando. Aunque, eso sí, no a cualquier precio. Sobre todo, quiere contar con una plantilla realmente competitiva, que le permita plantar cara a cualquier rival tanto en la Liga como en Europa. Incluso ya han empezado a sonar varios nombres que, con un coste acorde al pobre estado de unas arcas barcelonistas que siguen aún en pleno proceso de recuperación, podrían ser muy de su agrado. Siempre, además, respaldados por jóvenes valores hechos en la casa.

Clima propicio

El egarense, a pesar de los dos mazazos consecutivos que ha encajado en los últimos días, sigue siendo la gran preferencia del club para el banquillo azulgrana. Y no únicamente por una mera cuestión de costes. Rafa Márquez, quien ya se postuló como su posible relevo cuando Xavi anunció que iba a dejar el club al término de la presente campaña, no acaba de tener todo el consenso necesario para dar el salto del filial al primer equipo. Porque en la entidad son muy conscientes de que, a pesar de las quejas del ex capitán sobre cómo le han tratado los medios, el mexicano no contaría con tantos apoyos como los que ha tenido el ex centrocampista.

Incluso es muy sintomático que Laporta hable abiertamente en los medios del club de la opción de pedir la repetición del clásico, al sentirse perjudicados por algunas decisiones del VAR, en lugar de, como sería más fácil, vistos precedentes similares y el anuncio del propio Xavi, empezar a hablar abiertamente de su relevo. Un clima propicio para la continuidad al que, en parte, han contribuido también algunas declaraciones, en las que, en lugar de mostrarse contundente sobre su adiós, ha ido dejando abierto algún resquicio, por tímido que fuera, para acabar dando marcha atrás y, por lo menos, cumplir el año que le resta de contrato.

Una continuidad que, de cumplirse, le permitiría reconciliarse con sus mejores momentos al frente del banquillo azulgrana, cuando ganó el título de Liga. Y, sobre todo, hacerlo en un escenario tan de ensueño como se prevé que sea el nuevo Spotify Camp Nou. Un estreno que, de acuerdo con las previsiones del club, debería producirse en noviembre.

El cabreo de Xavi: "Es una vergüenza. Merecimos ganar"

El cabreo de Xavi: “Es una vergüenza. Merecimos ganar”

Actualizado Domingo, 21 abril 2024 - 23:57

Por segunda vez en una semana, al Barça le tocó vivir la cara más amarga del fútbol. Tras el mazazo de la eliminación en los cuartos de final de la Champions frente al PSG del pasado martes en Montjuïc, se despidió a la práctica de cualquier opción de pelear por la Liga con una derrota por 3-2 ante el Real Madrid en el clásico.

Los barcelonistas, al término del duelo, se acercaron a la zona en la que podía haber más de los suyos para agradecerles su apoyo. Errores propios a nivel defensivo y lo que, para los visitantes, fueron a su vez fallos de apreciación del colegiado del duelo, César Soto Grado, acabaron por condenarlos a una derrota que puede significar, ya sí, el punto y final de la etapa de Xavi en el banquillo azulgrana. Si había algún tímido resquicio para ello, acabó por verse borrado de un plumazo.

«Me faltan palabras por el tema de la tecnología de la línea de gol, por el hecho de que no encuentren una buena imagen para revisarlo. Me parece una vergüenza, porque en otras ligas también lo tienen. Este mundo del fútbol mueve mucho dinero, no hay dinero para lo que es importante y me parece una vergüenza», reflexionó Marc André ter Stegen al término del encuentro, quien apuntó que la derrota se debió también a errores propios.

«No hemos estado al nivel de competitividad que deberíamos haber estado y eso nos quita puntos», agregó. «Es la realidad, no hay que callarse: es una vergüenza. Sí lo es sí», apuntó por su parte Xavi Hernández. «En la previa dije que ojalá el árbitro pasara inadvertido y que acertara. Ninguna de las dos», sentenció el técnico barcelonista. «Con el partido que hemos hecho, lo normal es ganar. Hemos jugado mejor», apostilló.

Un gol por decidir

La primera parte fue muy movida. Los azulgrana protestaron el penalti señalado a Cubarsí sobre Lucas Vázquez al entender que fue el madridista quien buscó el choque con el defensa. Esos, al menos, fueron los gestos que evidenció Xavi desde su área técnica y que fueron recogidos por las cámaras de televisión. La revisión del VAR, no obstante, no consideró oportuno modificar la decisión tomada con el juego en vivo por parte de un Soto Grado al que, ya terminado el partido, se le acercó el propio central canterano para preguntarle por el motivo de la pena máxima.

No mucho más tarde después, también a instancias del videoarbitraje, se decidió no conceder finalmente gol a los barcelonistas en una jugada que fue revisada durante varios minutos y en la que no acabó de quedar claro si el balón había atravesado o no completamente la línea de gol. El cuerpo de Lunin, que acabó dentro de su propia portería, en este caso, hacía imposible contar con una imagen que fuera realmente inapelable.

La imagen de Gündogan preguntándole al árbitro si no le había vibrado la muñeca, tal y como si ocurre, por ejemplo, en acciones de este tipo en la Premier, debería ser motivo de sonrojo para muchos. No es demasiado comprensible que una Liga que quiere codearse con la inglesa a nivel de repercusión y seguimiento internacional no tenga implementada una tecnología de línea de gol que pueda discernir, sin la menor duda posible, acciones que pueden decidir partidos e, incluso, un campeonato.

La lesión de De Jong

Muy especialmente, en un partido como el clásico, con una audiencia potencial de más de 600 millones de espectadores. Javier Tebas, el presidente de LaLiga, por su parte, respondería todas las criticas vertidas en las redes con un escueto tuit en el que tras señalar "Sin comentarios" recordó múltiples fallos de esta misma tecnología.

Después, llegaría una acción, esta más tímidamente protestada por los barcelonistas, alrededor de una posible pena máxima sobre Lamine Yamal que ni el colegiado del encuentro ni el VAR consideraron punible. Y, para colmo de males, en el tiempo añadido, Frenkie de Jong acabó dejando el terreno de juego tras una fuerte entrada de Valverde. El holandés, que se recuperó hace poco de un fuerte esguince en el tobillo derecho, abandonó el terreno de juego entre lágrimas, con claros gestos de dolor y tapándose la cara con las manos. Su ya maltrecho tobillo se llevó, otra vez, la peor parte.

Xavi, sobre Gündogan: "Cuando no hay mala intención, no hay problema"

Xavi, sobre Gündogan: “Cuando no hay mala intención, no hay problema”

Actualizado Sábado, 20 abril 2024 - 15:12

La polémica desatada por el cruce de declaraciones entre Ilkay Gündogan y Ronald Araújo a raíz de la eliminación ante el PSG en la Champions está zanjada y olvidada. Así ha querido recalcarlo Xavi Hernández en la rueda de prensa previa al clásico contra el Real Madrid. El alemán señaló que su compañero, tal vez, debería haberse desentendido de Barcola en lugar de jugarse la expulsión. Algo a lo que el uruguayo respondió esgrimiendo la necesidad de mantener unos códigos inquebrantables en el vestuario. La chispa amenazó con acabar por hacer saltar un polvorín. Pero, ahora, ya está sofocada.

"No le veía demasiado problema, pero hablando se entiende la gente. Está todo solucionado", apuntó el técnico azulgrana. "Cuando no hay mala intención, no hay problema. Todo zanjado", recalcó. El propio Gündogan, de hecho, ya se había encargado previamente de empezar a limar asperezas en público a través de unas declaraciones recogidas por ESPN.

"Por supuesto, a veces hay situaciones en las que hay que aclarar las cosas, pero la intención de cada uno en este club es conseguir el éxito. De lo que se trata es de alcanzar nuestro máximo potencial e intentar ganar tanto como sea posible", aseveró el capitán del City que logró el triplete la temporada pasada. "Miramos hacia adelante. Creo que así es como se desarrollan y mejoran los equipos que acaban teniendo más exitosos: comunicándonos, mirándonos a los ojos y hablando en beneficio de cada uno de sus miembros", insistió.

"Un Madrid fuerte y reforzado"

Para tratar de retomar el camino del éxito, el Barça debe superar el mazazo de la derrota en casa ante el PSG. Y el Bernabéu sería un escenario ideal para lograrlo. Aprovechando, quizás, los sentimientos negativos que se desataron el martes. "Toca cambiar el chip. Hay que hacer que la rabia, la frustración y la impotencia del otro día se vuelvan a favor nuestro. Tenemos delante un Real Madrid fuerte y reforzado moralmente tras esta semana de Champions", reflexionó un Xavi muy consciente de la importancia de arrancar los tres puntos.

"Para nosotros es el partido más importante de la temporada. Hay que ganar para meter presión al líder. Si ganas, te pones a cinco puntos y ese es el escenario que nos gustaría. Al Real Madrid le tenemos un respeto extraordinario y nos lo vamos a dejar todo en el campo para intentar competir contra un equipazo", apostilló.

"A mí no me han citado"

El técnico, incluso, pidió que se volvieran a aparcar las especulaciones sobre una continuidad que, pese al anuncio de su marcha, no deja de salir una y otra vez a la palestra. En esta ocasión, con especulaciones de que este mismo fin de semana podría haber un encuentro clave acerca de este asunto. "No hay ninguna reunión. A mí no me han citado. Y eso, ahora, no es lo importante. Nos jugamos el título Liga. En caso de no ganar, ya será muy difícil. Y en caso de perder... Ya habrá tiempo para hablar", señaló. Aunque sea de forma muy tímida era su manera de dejar una puerta entreabierta.

Por último, elogió la apuesta que llevaron a cabo los blancos en Manchester. "Yo no creo en la suerte, creo en el trabajo defensivo. Todos trabajaron. Sí, el City falló ocasiones claras, pero el fútbol es esto. El Madrid, en los últimos tres años, ha eliminado al City dos veces. Y nosotros tenemos que competir con ellos en España", finalizó.

Las reformas pendientes en Barça y Atlético tras el fiasco de la Champions

Las reformas pendientes en Barça y Atlético tras el fiasco de la Champions

Eran los favoritos. Unos por la sorpresa de la ida y otros por plantilla. Pero la Champions es una competición inclemente. No perdona los errores. Y los equipos españoles tuvieron muchos. Pero es resultadista recurrir a los 90 minutos que FC Barcelona y Atlético de Madrid jugaron en Montjuïc y Dortmund, respectivamente. Quizás haga falta echar la vista atrás para explicar la debacle de ambos.

Para saber más

El consuelo de la eliminación se lo llevan los rojiblancos, y no es poco. Hablamos de los 50 millones que los colchoneros recibirán por clasificarse para el Mundial de clubes que se jugará el año que viene en Estados Unidos entre el 15 de junio y el 13 de julio. El Barcelona debía llegar a la final de Wembley para enjuagar los seis puntos de ventaja que le llevaban los rojiblancos en la clasificación.

Volviendo al drama. La eliminación en la Champions a manos del PSG ha dejado al Barça casi en tierra de nadie. A ocho puntos de distancia de un Real Madrid al que se antoja muy complicado poder arrebatarle el título de Liga y con un pequeño colchón de cinco respecto al tercer clasificado, un Girona que debe recibir a los azulgrana en Montilivi, en los despachos barcelonistas ya pueden empezar a acelerar sus planes para el curso que viene y no será fácil.

El primero de ellos es el banquillo. Xavi, por mucho que algunos abriguen aún alguna tímida esperanza, no parece que vaya a reconsiderar su marcha. Con este panorama, la opción más plausible para tomarle el relevo sería la de un Rafa Márquez que ya se postuló para ello tras conocerse la decisión del ex centrocampista. Las arcas de la entidad que preside Joan Laporta siguen lejos de permitir grandes dispendios y el mexicano, a pesar de escasa experiencia apenas como técnico del Barça Atlètic, cuenta aparentemente con muchos apoyos para dar ya el salto. Tal vez, recordando en parte al que dio en 2008 un Pep Guardiola que pasó de lograr el ascenso a Segunda B con el filial a sentarse en el banquillo del Camp Nou.

Las circunstancias son muy diferentes. Entonces, la columna vertebral del equipo, con nombres como los de Xavi, Iniesta o Messi, atesoraba una calidad enorme. E, incluso, hubo margen para mejorarla con fichajes estratégicos. Con vistas a este verano, Deco es muy consciente de que apenas podrá cerrar un par de llegadas, más allá de los intentos por lograr que sigan Joao Cancelo y Joao Félix. Un mediocentro defensivo y un jugador de ataque que se sienta cómodo moviéndose por la banda izquierda serán las prioridades. En cuanto a las despedidas, Marcos Alonso no va a seguir, Íñigo Martínez, ante la opción de que no pueda ser inscrito, está también en la rampa de salida y el club necesita hacer caja con, por lo menos, un par de ventas. Y allí aparecen nombres como los de Raphinha, revalorizado en la Champions, Christensen, que llegó a coste cero, Koundé e, incluso, el de un Araujo por el que sigue suspirando mucho el Bayern de Múnich.

Por otra parte, las necesidades del Atlético son públicas y notorias desde principios de temporada y se han ido ocultando por la fortaleza del equipo en casa y por una racha en la delantera que se ha diluido en este final de temporada como un azucarillo. La lesión ha convertido la regularidad de Griezmann en lo contrario y Morata, por desgracia para los colchoneros, ha vuelto a ser el delantero con la falta de contundencia que tan poco le gusta a Simeone.

Simeone en su duelo ante el Dortmund.

Simeone en su duelo ante el Dortmund.ODD ANDERSENAFP

"Atravesamos con una jugada de Álvaro que no pudo ser gol y con otra de Correa que lo hizo bien, pero no entró", soltó Simeone en un mensaje subliminal hacia el madrileño que no pasó desapercibido. Es un gol en los últimos 16 partidos para el delantero y el francés, aunque ha aportado a nivel ofensivo goles, no muchos, y asistencias, a la hora de la verdad no ha conseguido rendir al nivel esperado. Sin contar con que no marca fuera del Metropolitano desde octubre.

Y es precisamente el rendimiento fuera de casa otro de los problemas del equipo esta temporada. En competición doméstica el equipo rojiblanco iría líder de contar solo los partidos en el Metropolitano, mientras que sus actuaciones fuera le colocarían en la séptima plaza. En Champions, las cosas no han ido mucho mejor, el equipo sólo ha conseguido ganar un encuentro lejos de Madrid, ante el Feyenoord, el resto son empates o derrotas.

Otra parcela que el Atlético deberá revisar es la defensiva. Son 61 goles en contra en todas las competiciones, la mayor cifra goleadora en contra en la era Simeone. El argentino no ha sabido encontrar una línea sólida este año empezando por el bajo rendimiento de Molina y Savic, las lesiones de Giménez, Reinildo y Hermoso y las bajas prestaciones que ha dado Paulista desde su llegada. Sólo Witsel, uno de los hombres más usados por Simeone, y Azpilicueta, lo poco que ha jugado, han tenido un buen rendimiento.

Mundialito

Así, asegurado el Mundialito de clubes, al equipo le queda certificar la plaza Champions, que supone unos 67 millones de media anuales, para poder intentar una reconstrucción el año que viene. O, al menos, solucionar las urgencias muchas de ellas ya pedidas por Simeone este año como son un cinco, para el que el favorito es Guido Rodríguez, y un central de garantías. También deberán plantearse el fichaje de un delantero si Correa y Morata vuelven a coquetear con salir como hicieron en el mercado de invierno y de verano respectivamente. Aunque, la vuelta de Samu Omorodion, cedido en el Alavés, será más que probable.

Serán siete partidos y un verano interesante donde dos de los tres principales clubes españoles deberán renovarse, uno mucho en el banquillo y otro, muchísimo, en el campo.

El cabreo de Xavi: "Al árbitro le he dicho que ha sido un desastre"

El cabreo de Xavi: “Al árbitro le he dicho que ha sido un desastre”

Actualizado Miércoles, 17 abril 2024 - 00:14

La rueda de prensa de Xavi Hernández del lunes fue profética. El técnico del Barça avisó de que una expulsión podía condicionar mucho el devenir del partido y aseguró que estaba convencido de que su equipo iba a sufrir durante muchos minutos. Y ambas predicciones, muy a su pesar acabaron por cumplirse.

Para saber más

Después, no se mordió. En absoluto. El egarense expresó tan vehementemente su opinión sobre las decisiones de Istvan Kovacs desde el banquillo que acabó por ver su enésima cartulina roja como técnico barcelonista. Y, no contento con ello, nada más acabar el encuentro, se fue como una exhalación a por el rumano, a quien le leyó su particular cartilla sobre el mismo césped de Montjuïc. Así lo confesaría el propio entrenador azulgrana ante las cámaras de Movistar Liga de Campeones.

«Al árbitro le he dicho que ha sido un desastre, que ha estado muy mal. Ha matado la eliminatoria, la expulsión lo cambia todo. No nos gusta hablar de los árbitros, pero esto tengo que decirlo», esgrimió el técnico. «Estamos contrariados, enrabietados, porque pienso que la jugada marca la eliminatoria. Jugando 11 contra 11 estábamos bien, la jugada marca la eliminatoria por completo. Para mí, es demasiado sacar una roja en esa jugada. Y, a partir de ahí, hay otro partido, otra eliminatoria», insistió un Xavi que no paró de darle vueltas una y otra vez a esa acción.

"Me habría gustado 11 contra 11"

«Es una pena que el trabajo de toda una temporada se termine aquí, por una decisión arbitral. Me habría gustado jugar 11 contra 11 contra PSG y contra Luis Enrique los 90 minutos. Para mí, esta expulsión es innecesaria», abundó el entrenador barcelonista, quien quiso deslizar también que los suyos tuvieron también sus opciones a pesar de todo. «Tuvimos el 2-2 con un disparo de Gündogan e incluso el 2-0 con un remate de Lewandowski, pero ir siempre a remolque y con 10 es muy complicado», sentenció el técnico.

«No quiero decir que haya sido un fallo de Araújo, porque quería ir a por el balón, pero, si pita falta, tiene que enseñar la roja y eso lo cambió todo. Si no llegamos a encajar el empate en el minuto 40, quizás habríamos podido luchar, pero, por lo que que he visto, lo agarra y la verdad es que se puede pitar», señaló por su parte Ter Stegen. Para el alemán, lo más importante ahora es que el equipo pueda cambiar el chip. «Toca cargar pilas y volver a conectarnos en lo que toca, competir en la Liga. Trataremos de ponérselo lo más difícil posible al Madrid, que ahora mismo está con ventaja. Esperamos que tras el clásico sea menos», señaló.

"Hay gritos en todos los estadios"

El tono abatido de los azulgrana contrastó, y mucho, con la alegría de un PSG que volvió a meterse en las semifinales de la Champions por cuarta vez en toda su historia. Ousmane Dembélé, determinante en Montjuïc, lucía una sonrisa inequívoca. Tanto, que incluso le quitó hierro al recibimiento que le brindaron los seguidores del que fue su equipo hasta el verano pasado. «Es la vida, no pasa nada. Hay gritos en todos los estadios», esgrimió. Luis Enrique, por su parte, vivió también todo un coctel de sensaciones. Con un final perfecto, en su caso. «Empezamos partido de manera brillante, estábamos preparados para cualquier escenario, incluso para encajar, pero he visto un equipo muy maduro. Luego, ha llegado la expulsión, pero creo que hemos hecho un partido muy completo de principio a fin», señaló el asturiano.

En su opinión, ese final perfecto estuvo también en gran parte propiciado por la actuación de Mbappé, incluso en labores menos vistosas de cara a la galería. «El líder en la presión, con el ejemplo, ha sido Kylian. Y cuando Kylian es capaz de transmitir eso, somos mucho mejores», esgrimió el técnico del PSG, quien esquivó pronunciarse sobre cuál puede ser el futuro de su estrella. «Vamos a esperar a que hable el señor Mbappé. Cuando él hable, nos pronunciaremos todos los demás», sentenció.

Una tragedia llamada Araújo

Una tragedia llamada Araújo

Actualizado Martes, 16 abril 2024 - 23:54

Una equivocación tremenda de Araújo, a muchos minutos del final, provocó una típica tragedia mediterránea. De otra manera, el soberbio Luis Enrique hubiera perdido incluso el partido. Hay que reconocer que Xavi se tiene muy estudiado al PSG. Y allá en París y aquí en Barcelona comenzó a darle un repaso táctico que es fácil de enfatizar.

El Barça se rio en los primeros minutos, porque sabe que la prepotencia del asturiano quiere arrollar en los par

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La autodestrucción de Xavi: el PSG elimina al Barça con una goleada

La autodestrucción de Xavi: el PSG elimina al Barça con una goleada

La autodestrucción de Xavi, a patadas con la publicidad en la banda, fue la autodestrucción del Barça, como un Saturno que devora a sus hijos, a una obra inconclusa. Esta eliminación tras un 1-4 en su casa no augura que pueda acabarla, que reconsidere su decisión de marcharse. Cuando lo hizo del banquillo de Montjuïc, expulsado, era como si lo hiciera del Barcelona. [Narración y estadísticas (1-4)]

Lamine Yamal mostró un camino que el propio entrenador cercenó cuando sintió el miedo de una expulsión, la de Araújo, pese a los dos goles de ventaja en ese instante. El pavor llevó entonces al campo a los fantasmas de Liverpool, Roma o Lisboa, como sombras chinescas frente a un PSG que no necesitó a un gran Mbappé, pese a sus dos tantos. Bastó con su versión más terrenal para citarse con el Borussia Dortmund y cerrar las puertas de las semifinales de Champions a un club que vuelve a la casilla de salida, con su ADN, su deuda y sus miedos.

LA DECISIÓN DE YAMAL

Ese Yamal había sido Mbappé un solo instante fugaz, como la carrera de un guepardo, fugaz pero mortal. Hay algo felino en este futbolista que corre sin pisar la hierba. Se desliza. Hay algo también de depredador que aguarda su momento, ausente de lo que sucede durante muchos minutos, porque su minuto es el minuto de oro, el que justifica su presencia en el campo. Al recibir de Araújo, orientó con la cabeza y dejó atrás a Nuno Gomes como se dejan las puertas de esquí en un slalom. El centro del gol fue para Raphinha, que sumaba su hat trick en la eliminatoria después de sus dos goles en París.

Si había un jugador diferencial sobre el campo, acabábamos de verlo en Montjuïc. Si hubo un futbolista al que Xavi eligió para dejar el campo cuando Araújo fue expulsado, fue precisamente Yamal. La mirada baja del futbolista al retirarse era la de la resignación de un joven que todavía no siente como propia la jerarquía que ya tiene en el campo. Había dado al Barcelona la cobertura con la que protegerse, un gol más de ventaja, añadido al que ya trajo en el equipaje de regreso de París. Xavi pensaba en la muralla y por eso llamó a una torre, Íñigo Martínez. En su decisión había cálculo y poco ADN Barça. En su decisión perdía al futbolista que mejor podía correr a la espalda de un PSG desesperado y volcado. Lo lamentaría.

Araujo ve la tarjeta roja.

Araujo ve la tarjeta roja.FRANCK FIFEAFP

Había todavía partidos por jugar dentro del mismo partido, pero Luis Enrique era quien más claro tenía el suyo. Lo había empezado con el mando en el juego y los cambios que más le habían dado en el Parque de los Príncipes, como Barcola y Vitinha. El primero se situó en la izquierda, con Dembélé en la derecha, por lo que el lugar del 9 era para Mbappé. Centrado, buscaba saltar de la línea del vértigo, mientras Araújo iba en su busca a todas partes. Era el central del riesgo y era el central por el que empezaron los problemas para el Barcelona cuando había hecho lo más difícil y podía jugar realmente el partido que quisiera. En la ida lo consiguió; en la vuelta, no.

EXPULSIÓN FATAL

Barcola ganó en la carrera un balón al espacio y Araújo lo derribó al borde del área. La falta fue fuera del rectángulo, pero el colegiado le mostró la roja por tratarse Barcola del último hombre. El VAR no corrigió su decisión pese a las protestas azulgrana y al no estar el francés exactamente en perpendicular a Ter Stegen. Restaba una hora de partido, la hora de la autodestrucción.

El gol del PSG no llegó en la jugada inmediata, una falta mal lanzada por Nuno Gomes, pero el gol estaba ya en la dinámica del partido. Un centro de Barcola, en otra de sus llegadas por la izquierda, no fue interceptado por Cubarsí ni por Cancelo y Dembélé marcó a placer. Lo mejor para el Barça fue el descanso; lo peor, el regreso.

Lo hizo el equipo azulgrana con las mismas dudas con las que se había ido a la caseta, con el mismo miedo. El acoso metió en su área a un equipo que no está para levantar murallas, y menos un Íñigo Martínez fuera de la dinámica del equipo. En pocos minutos, había visto una amarilla en una disputa con Mbappé. También el francés, pero las amonestaciones pesan menos en un delantero.

UN TÉCNICO HISTÉRICO

Fabián pudo adelantar al PSG a los pocos minutos, pero lo hizo a continuación Vitinha en un paseo por la frontal en el que nadie salió a su encuentro, blando De Jong y en un papel que no es el suyo Lewandowski. El hábitat del polaco es el área contraria, no la suya. Mal asunto. La igualada en inferioridad enmudeció a un Montjuïc convencido de lo contrario y sacó de sus casillas a Xavi. Por una falta sin trascendencia, le dijo de todo al árbitro y pateó una valla de publicidad. Su expulsión era su fracaso, que no pudo corregir su hermano Óscar con las entradas de Ferran Torres, Fermín o Joao Félix, al que siguió el de un Barça desnortado y desamparado.

Cancelo cometió un penalti sin sentido sobre Dembélé cuando el francés iba hacia fuera del área. Ter Stegen se movió como un muñeco de feria y entonces Mbappé, un Mbappé de blanco, no falló para firmar con otro gol más una sentencia en la que poco tuvo que ver. Casi todo, lo bueno y lo malo, fue cosa de Xavi.

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