Norris aumenta la presión sobre Piastri con su 'pole' en Spa, donde Aston Martin naufraga de nuevo

Norris aumenta la presión sobre Piastri con su ‘pole’ en Spa, donde Aston Martin naufraga de nuevo

La fiebre papaya vuelve a subir en McLaren, el equipo que elegirá el campeón del Mundial 2025. Tras sus dos últimas victorias en el Red Bull Ring y Silverstone, Lando Norris apretó otra vez las clavijas a Oscar Piastri con una soberana pole (1:40.562) en Spa, un trazado donde en sus seis participaciones jamás se había acercado siquiera a la primera línea de la parrilla. Con 85 milésimas de ventaja sobre el líder del campeonato, el británico evidenció su formidable momento de forma, mientras Charles Leclerc marcó el tercer mejor corono, tres milésimas más rápido que Max Verstappen.

Fernando Alonso saldrá penúltimo en el circuito de las Ardenas, sólo por delante de su compañero en Aston Martin, una escudería acostumbrada a perder el rumbo durante los fines de semana al sprint. De nada sirvieron las actualizaciones aerodinámicas, porque el asturiano tuvo que regresar a la especificación antigua en su alerón delantero. El desastre para el automovilismo español se completó con la decimoquinta plaza de Carlos Sainz, otra vez superado por Alex Albon, que partirá quinto.

Lewis Hamilton, tras rebasar los límites de pista en la subida a Radillon, quedó fuera en la Q1, al igual que Andrea Kimi Antonelli, su sustituto en Mercedes. El rookie italiano quedó en evidencia ante la progresión de los Sauber, coronada con el podio de Nico Hulkenberg en Silverstone. Tres semanas después, Gabriel Bortoleto pudo colarse en la Q3 y partirá décimo en la parrilla, por detrás de los Racing Bulls de Isack Hadjar y Liam Lawson.

Con la lluvia en la cabeza

La parálisis de Aston Martin puede interpretarse en relación a la qualy del viernes, donde Alonso rodó apenas una décima más lento. El enésimo capítulo de desamor entre el asturiano y Spa, una pista donde nunca ganó y acumula siete abandonos tras 19 participaciones. Ni siquiera puede encontrar excusa con el presunto unsafe release de Haas con Oliver Bearman, porque Lance Stroll tampoco encontró las sensaciones del viernes. El canadiense pudo ser obstaculizado por Hulkenberg a la salida de boxes, aunque los problemas para Andy Cowell se antojan de mayor calado.

Unos minutos antes del inicio de la qualy, los ingernieros de Silverstone decidieron montar un alerón trasero con más carga aerodinámica, con la mente fija en la lluvia prevista para la carrera. No fueron la única escudería que quiso sacrificar su ritmo en seco, por lo que parece que el sufrimiento se prolongará durante la carrera.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Spa.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Spa.AFP

Sainz tampoco hizo por reeditar aquel glorioso fin de semana de 2022 con Ferrari, cuando firmó la pole y acabó segundo en el podio. El madrileño venía superando los tiempos de Alex Albon en la Q1, equiparándose incluso con Leclerc y dejando pinceladas de su verdadero potencial. No obstante, cuando necesitaba reunir todo en una vuelta, volvió a claudicar calamitosamente.

Esta vez erró en el segundo sector, cayendo a casi dos décimas del tiempo de corte, establecido por su compañero. Para completar la desdicha, Albon sí pudo recuperarse en la Q3, escalando hasta la quinta plaza final.

Verstappen ofrece el primer regalo a Mekies y Sainz acaba sexto en la 'sprint race' de Spa

Verstappen ofrece el primer regalo a Mekies y Sainz acaba sexto en la ‘sprint race’ de Spa

No fue Christian Horner, sino Laurent Mekies, su sustituto en Red Bull, quien felicitó a Max Verstappen por su victoria en la sprint race del GP de Bélgica, por delante de Oscar Piastri y Lando Norris. Un triunfo que nada cambia en el Mundial, donde el holandés cuenta con remotísimas opciones de revalidar el título. Su duodécima victoria en una carrera corta (57,1% de las disputadas) sólo será recordada por el propio Mekies. Mantener a raya a McLaren sólo parece el primer capítulo del fin de semana, porque el dominio de los coches papaya debería acrecentarse en la carrera larga del domingo.

Los cambios en la zona media se concretaban con la presencia de Carlos Sainz, sexto, justo por detrás de Esteban Ocon. Y aún pudo el asunto animarse ser algo más, de no ser por la fuga de agua en el Alpine que impidió tomar la salida a Pierre Gasly, octavo en la parrilla. Pésimas noticias para Flavio Briatore, hastiado del mal momento de Franco Colapinto (penúltimo en la qualy) y que optó por cambiar el alerón trasero, en busca del milagro.

La pole de Piastri se fue al traste camino de Les Combes, cuando el líder del Mundial perdió el liderato en favor de Verstappen, mientras Norris cedía frente a Charles Leclerc. El tetracampeón, vigilando por los retrovisores cada movimiento del aspirante al título, comandó con cierta comodidad durante 10 vueltas. Muy distinta fue la tesitura del monegasco, sin recursos para sujetar a Norris pese a la flamante suspensión trasera de su Ferrari.

Batalla en Les Combes

A cuatro giros para la bandera a cuadros, Piastri se asomó por vez primera a Verstappen con aviesas intenciones. Negó los huecos el holandés al final de la recta de Kemmel, mientras Norris aceleraba a su estela. Nada serio, por supuesto, porque McLaren sólo puede tolerar escenas de riesgo cuando de verdad importa. Por detrás tampoco habría ya ningún cambio relevante.

En Williams ya se sentían felices por el rendimiento del viernes, cuando Carlos Sainz logró su mejor puesto del año en una parrilla al sprint. A lo largo de 15 vueltas, el madrileño debía considerarse satisfecho aun permaneciendo emparedado entre los Haas. Tras la debacle en Silverstone, los coches de Ayao Komatsu volaban en las interminables rectas de las Ardenas. El madrileño hizo sexto, lo que se esperaba de él, mientras Alex Albon cruzaría la meta decimosexto, justo por detrás de Lewis Hamilton.

Sainz, por delante de Bearman, el sábado en Spa.

Sainz, por delante de Bearman, el sábado en Spa.AP

Entre esos bosques, Aston Martin y Mercedes, cada uno con sus circunstancias, aún no han encontrado el ritmo. De salida, Fernando Alonso perdió la posición con Lance Stroll, que ya venía mostrando cierta velocidad desde la primera sesión libre. Nada reseñable hubo en la actuación del asturiano, decimocuarto bajo la bandera de cuadros, enganchado en la habitual procesión de las sprint races.

Aún peor resultó el sábado para George Russell y Andrea Kimi Antonelli. La víspera, el británico había sufrido un trompo en la SQ2, que arruinó por completo sus posibilidades. El italiano, por su parte, acabó decimoséptimo, sólo por delante de Nico Hulkenberg y los Alpine. Pese a la ayuda del DRS y las facilidades que ofrece este trazado, no hubo ni emoción, ni adelantamientos.

La peor racha para Carlos Sainz en siete años: "Empieza a ser muy cansino"

La peor racha para Carlos Sainz en siete años: “Empieza a ser muy cansino”

El Mundial 2025 sigue demasiado torcido para Carlos Sainz, que sigue perdiendo oportunidades para remontar el vuelo con Williams. Silverstone, escenario en 2022 de su formidable victoria con Ferrari, tampoco resultó esta vez propicio. "Seguimos teniendo mala suerte y seguimos sin mejorar el coche", concluyó el madrileño, duodécimo en la meta al volante del FW47.

Una semana después de su abandono en Austria por culpa de los frenos, Sainz protagonizó otro desafortunado episodio cuando luchaba por la séptima posición frente a Charles Leclerc. "Ha sufrido un trompo y se ha ido fuera, pero yo estaba a su izquierda y me ha destrozado el suelo y el alerón delantero. Ahí se termina mi carrera", reveló el madrileño sobre el incidente en Stowe, la curva 15.

Se trata de la peor racha para Sainz desde el 2018, cuando pilotaba para Renault. A mitad de aquel Mundial, entre el GP de Austria y el GP de Bélgica, sólo sumó con un noveno puesto en el GP de Hungría. Hoy, tras las cinco últimas carreras, sólo ha arañado un punto en Mónaco y Canadá. Además, el duelo particular frente a Alex Albon tampoco le deja en buen lugar, ya que el balance resulta tan desfavorable los sábados (5-7) como en carrera (3-8).

"sé que vendrán días mejores"

"Empieza a ser muy cansino y desesperante que nos pasen tantas cosas", lamentó Carlos, que hasta el citado episodio con su ex compañero en Ferrari había evitado cualquier problema, con una buena gestión de los neumáticos y un aceptable ritmo de carrera. Mucho mejor, desde luego, que lo ofrecido por Leclerc, que calificó su actuación como "una de las peores carreras de mi vida".

Los daños causados por el monesgasco hicieron perder a Sainz cualquier opción frente a Oliver Bearman (Haas) y George Russell (Mercedes). "Parece ser la historia de mi temporada hasta ahora. Es muy molesto que diferentes problemas nos sigan afectando cada fin de semana. Estoy conduciendo bien y sé que vendrán días mejores, pero es frustrante en este momento", concluyó.

Cualquier esperanza, a partir de ahora, se deposita en Spa y Hungaroring, las dos últimas carreras antes de las vacaciones. "Nos encontramos en una situación complicada porque los rivales han mejorado y están empezando a sumar muchos puntos", señaló en relación al sorprendente podio de Nico Hulkenberg.

Desde luego, trabajo no va a faltar en las últimas semanas en la fábrica de Grove. Ni presión para los ingenieros desplazados a Spa y Hungaroring. En cualquier caso, James Vowles, team principal de Williams opta por mantener la calma durante estas "dos semanas de reseteo".

"Se notaba que el coche lo habíamos configurado más para una carrera en seco. Tampoco tuvimos suerte. Aston Martin nos adelantó y nos quedamos atrás, pero al final Alex volaba y pudo remontar, lo que demuestra el cambio en nuestro rendimiento. Tampoco acertamos con la segunda estrategia con los intermedios, lo que nos costó muchos segundos", analizó el británico.

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Nico Hulkenberg obró el milagro sobre el deslizante asfalto de Silverstone, un escenario propicio para las hazañas. El piloto de Sauber, último en la parrilla, cruzó tercero la bandera a cuadros, sólo por detrás de los inabordables McLaren. El primer podio para un veterano de 37 años, con 239 grandes premios en su haber. Siempre podrá alardear el alemán de haber completado la carrera de su vida delante de 164.000 aficionados, enfervorecidos con el triunfo de Lando Norris. El ídolo local se apuntó su cuarta victoria del año, gracias a una sanción de 10 segundos a Oscar Piastri, aún líder del Mundial, aunque con sólo ocho puntos sobre su compañero de garaje.

Todo Silverstone suspiraba por el primer podio de Lewis Hamilton con Ferrari, pero hubo de conformarse con el doblete de McLaren. Nada pudo hacer el heptacampeón frente al poderoso ritmo de Hulkenberg, que minimizó los errores y mantuvo la calma cuando el británico enlazaba un par de vueltas rápidas con las gomas blandas. Su gozo, al borde de las lágrimas, contrastaba con la frustración de Piastri, mordiéndose la lengua para no hablar de la penalización que le había privado del triunfo. Aun con ese borrón, la hinchada británica pudo festejar a lo grande el primer triunfo de Norris en casa.

No faltó de nada en el domingo de Silverstone, con Fernando Alonso noveno y Carlos Sainz decimosegundo bajo la bandera a cuadros. Ambos desfondados en el tramo final, cuando el bicampeón fue superado por Alex Albon y el madrileño seguía maldiciendo una peligrosa maniobra de Charles Leclerc. Por una u otra razón, ambos habían desperdiciado sus balas bajo la lluvia. No hay modo de que un domingo les sea enteramente benévolo.

"¿Perdemos posiciones por diversión?"

Apurado el almuerzo, unos chubascos sembraron la pista de incógnitas. ¿Qué neumático escoger para la salida? Todos dieron la vuelta de formación con los intermedios de lluvia, pero a última hora, Charles Leclerc y George Russell optaron por los slicks. Dos candidatos al podio partían desde el pit lane, pero la emoción no menguó por su ausencia. Pierre Gasly supo ganar la partida a Alonso entre las curvas 3 y 4, mientras Norris y Hamilton se la jugaban rueda con rueda en Stowe. Era sólo el preludio de una carrera vibrante, plagada de alternativas.

El safety car provocado por un trompo de Gabriel Bortoleto, que perdió uno de los alerones en Copse, dio paso a más perturbaciones atmosféricas. Se anunciaba lluvia ligera, seguida de mayores precipitaciones. Aston Martin hizo caso omiso y colocó gomas de seco para Lance Stroll, que fue ganando terreno hasta el momento en que efectivamente se puso a llover de veras. Mientras, Alonso se desesperaba con sus estrategas: "¿Perdemos posiciones por diversión? "Es una locura que nunca lo hagáis bien conmigo", lamentó por la radio.

Bajo una tupida cortina de agua, Piastri arrebató el liderato a Verstappen. Aullaban las tribunas viendo sufrir al autor de la pole, que bastante hacía para negar los espacios a Norris. Con el asfalto cubierto de charcos, la única solución plausible debía ser recurrir a los Pirelli de lluvia extrema. Esas gomas vetadas por la propia F1 por la cantidad de spray que provocan. Por tanto, al director de carrera no le quedó más remedio que recurrir al safety car. Piastri perdía sus 13 segundos de colchón frente a Verstappen.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.AFP

No quiso tomárselo muy a pecho el líder, convencido ya de que la victoria se resolvería como una mera cuestión de supervivencia. En la vuelta 17 se reinició la marcha y sólo una más tarde, Isack Hadjar chocó con Kimi Andrea Antonelli en Copse, provocando otra ralentización. Los daños en el Mercedes forzaron el adiós del italiano. Antes de alcanzar la mitad de la prueba se contaban ya cinco abandonos.

Verstappen, sin ritmo

Bajo esas condiciones, extremadamente delicadas, cualquier despiste se pagaba caro. Ni siquiera Piastri pudo librarse, al recibir 10 segundos de penalización por un errático frenazo cuando marcaba el ritmo bajo el safety car. Verstappen también perdió el coche en Copse, despeñándose hasta la décima plaza. Su Red Bull incluso penaba para seguir la estela de Sainz. Hasta la vuelta 36 no pudo deshacerse el tetracampeón del Williams.

Stroll, que había partido decimoséptimo, ocupaba entonces una plaza de podio. Hulkenberg, último en la parrilla porque Franco Colapinto ni siquiera tomó la salida, rodaba cuarto con su Sauber. Tras 15 temporadas en ocho escuderías, el germano quería descorchar por vez primera el champán. Había Mientras la pista se secaba, Hamilton reducía la distancia por detrás de ambos. Mientras la temperatura crecía en los neumáticos, rondaba otra la dichosa pregunta: ¿qué hacer con los neumáticos?

Aston Martin asumió todos los riesgos con Alonso, que montó slicks a falta de 14 vueltas. Demasiado pronto para el asturiano, relegado al farolillo rojo, sin opción ya de recuperar terreno. Mercedes tampoco tenía nada que perder con Russell, víctima de una espeluznante derrapada en Maggots. Por entonces, Sainz echaba humo ante lo que consideraba una "completa imprudencia" de Leclerc por el interior. Algo fuera de sí, el líder de Williams aún sufrió otra salida de pista que le dejaba, por tercera vez en las cuatro últimas carreras, fuera de los puntos.

Fernando Alonso o cómo hacer de la necesidad virtud: "Será una segunda mitad de año interesante"

Fernando Alonso o cómo hacer de la necesidad virtud: “Será una segunda mitad de año interesante”

No fue la actuación más espectacular, pero sí la más efectiva de Fernando Alonso en el Red Bull Ring. La tercera carrera consecutiva en los puntos permitió al bicampeón igualar el registro (14) de su compañero Lance Stroll, que el viernes había apuntado maneras, pero que volvió a deshacerse a la hora de la verdad. Al volante de un AMR25 de escasas prestaciones, Alonso optimizó sus recursos, haciendo de la necesidad virtud.

"Tenemos que mejorar. En Silverstone llegará alguna pieza nueva y en Spa quizá también", adelantó el asturiano sobre las dos próximas citas del calendario. Esas actualizaciones se antojan imprescindibles para que Aston Martin encabece la zona media de la tabla. O para que, al menos, no pierda comba frente a Racing Bulls y Sauber, los dos adversarios con los que debió lidiar en Austria.

Para saber más

Undécimo en la parrilla, Alonso se benefició del accidente que provocó Andrea Kimi Antonelli ante Max Verstappen y ganó otras dos posiciones frente a Gabriel Bortoleto y Pierre Gasly. En parte, gracias a un plan estratégico establecido a una sola parada. Pero sobre todo, por la constancia de Alonso, que se sujetó al alerón trasero de Liam Lawson con asombrosa determinación.

"no teníamos ritmo"

"No estábamos para puntuar. Toda la carrera fue una contrarreloj porque no teníamos ritmo", admitió el asturiano al poco de cruzar la bandera a cuadros. Según la tabla de tiempos, rodó a un promedio de 1:10.443 durante sus 36 vueltas con el neumático duro. Aferrado a Lawson gracias el DRS, durante esa segunda mitad de la carrera fue tres décimas más rápido que Bortoleto con las gomas medias.

Mike Krack, director de pista en Aston Martin, admitió que la estrategia a una sola parada no resultó "sencilla", por lo que había que reconocer "el mérito a Fernando y al equipo por hacerla funcionar". Lo que no mencionó el ex team principal es que debieron ajustarse a ese plan por dos razones. En primer lugar, tal y como explicó el propio Alonso, porque era lo que había decidido Racing Bulls para Lawson, así que no quedaba otra que calcarlo. El segundo factor, también decisivo, es que Aston Martin no contaba con más juegos de medios, ya que los había agotado durante la qualy del sábado.

A falta de 13 vueltas para la meta, el panorama se oscureció aún más para Fernando. "El coche de atrás es Bortoleto. Tenemos nueve segundos de ventaja, pero nos alcanzará hacia el final de la carrera. Estará reñido con los doblajes", lanzaron por radio sus ingenieros. Y esa predicción se cumplió casi al milímetro. Sólo su astucia entre el tráfico, dejando espacio a Lando Norris mientras cerraba los huecos al brasileño, permitió a Alonso conservar la séptima plaza.

Alonso, en la parrilla del Red Bull Ring.

Alonso, en la parrilla del Red Bull Ring.ASTON MARTIN

El otro motivo para la reflexión en la escudería de Silverstone fue la actuación de Stroll, que sólo pudo esquivar el farolillo rojo gracias a las penalizaciones de Franco Colapinto y Yuki Tsunoda. "Las temperaturas fueron subiendo desde el viernes y no he podido mantener la inercia positiva", dijo el canadiense, lamentando la "alta degradación" de sus neumáticos. En uno de sus trazados predilectos, Stroll tampoco dio esta vez la talla.

Aunque la estrategia a una parada imposibilite conclusiones definitivas, puede deducirse que Aston Martin se batió con Haas y Alpine para no ser el coche más lento en Austria. Teniendo en cuenta únicamente las prestaciones, no hubo nada que hacer frente a Sauber. El equipo suizo, gran revelación desde el GP de España, festejó los primeros puntos de Bortoleto en la F1, la distinción a su rookie como el mejor piloto del domingo y la fabulosa remontada de Nico Hulkenberg (último en la parrilla, noveno en la meta). Asimismo debió atribuirse un par de logros muy lllamativos: el doblaje de Bortoleto a Yuki Tsunoda y estos 20 puntos en las tres últimas carreras, donde ha sumado uno más que Red Bull.

Ante esta progresión de los adversarios, Aston Martin necesita actualizaciones inmediatas para Silverstone, el gran premio de casa, que arranca el próximo viernes a escasos kilómetros de su Campus Tecnológico. Si Alonso precisa de alguna ayuda extra, más allá del genio creativo de Adrian Newey, puede mirar de reojo hacia el cielo. Las previsiones meteorológicas ya estiman en un 51% la posibilidad de lluvia para el domingo. Desde 2014, el agua hizo acto de presencia seis veces en el legendario aeródromo, fuese durante la qualy o la carrera. Y un par de semanas más tarde, se esperan más piezas para el GP de Bélgica. "Será una segunda parte del año interesante, porque está todo muy apretado", vaticinó ayer Alonso, con una pícara sonrisa.

Victoria terapéutica de Lando Norris y remontada de Fernando Alonso en el Red Bull Ring

Victoria terapéutica de Lando Norris y remontada de Fernando Alonso en el Red Bull Ring

Fue una victoria liberadora y terapéutica para Lando Norris, un piloto acechado por sus fantasmas. Fue otro capítulo en el vibrante mano a mano de McLaren por el Mundial, casi ya una quimera para Max Verstappen. En el Red Bull Ring, Oscar Piastri, líder del campeonato, debió conformarse con la segunda plaza por detrás de su compañero, el piloto más completo del fin de semana, dominante desde el viernes y autor de la pole. El abandono de Mad Max, víctima de una imprudencia de Andrea Kimi Antonelli, despejó otro doblete para los coches papaya, que dejaron la tercera plaza del podio a Charles Leclerc.

Lanzó un suspiro de alivio Norris tras recibir el abrazo de sus mecánicos al bajarse del coche. Había controlado la situación durante 70 vueltas, aunque en la última se vio en apuros ante Fernando Alonso y Gabriel Bortoleto. Un segundo por detrás, acechaba Piastri, a la espera de otro error. Como el de hace 15 días en Montreal. No lo hubo. El asturiano, undécimo en la parrilla y séptimo en la meta, acabó a una vuelta del vencedor. Tal es el dominio de McLaren en este Mundial.

Bien pudo sentirse perjudicado Piastri por la estrategia de su muro, ya que le pararon en la vuelta 21 cuando rodaba a menos de un segundo de la cabeza. Norris exprimió sus ruedas cinco giros más y cuando regresó al asfalto, tras el pit-stop, había ampliado su ventaja hasta 5,5 segundos. Ahí se esfumaron sus opciones. Unos minutos después, cuando el australiano se animó con un movimiento en la curva 4, Tom Stallard le llamó al orden. "No podemos hacerlo otra vez", espetó su ingeniero.

Desastre de Williams

Un minuto antes de la salida, durante la vuelta de formación, el FW47 de Carlos Sainz se quedó encallado con la primera marcha engranada. Había que apurar las opciones de ser remolcado hasta el garaje. Tras varios intentos fallidos, Carlos logró arrancar el coche a duras penas. Dentro del drama que suponía abortar el procedimiento de salida, al menos podría reiniciar la marcha desde el pit-lane. Sin embargo, cuando enfilaba por dicho carril, sus frenos traseros fueron pasto de las llamas. De nada servirían los extintores. Era el tercer abandono del año para Sainz, el primero por motivos mecánicos. Otro motivo más para el desconsuelo entre la gente de James Vowles, que en la vuelta 16 tuvo también que retirar el coche de Alex Albon.

El director de carrera programó una nueva salida para las 15:15 horas. Una demora de imprevisibles consecuencias para los embragues y un desafío para la paciencia de los pilotos. "No te puedo decir la temperatura del asiento. Quizá sea de 200ºC", ironizó por radio Alonso, mientras Russell rogaba por más agua para sus mecánicos. Demasiada espera y tensión como para que a alguno no se le recalentasen las ideas. Charles Leclerc ni siquiera atendió a lo imprescindible, dejándose ganar la plaza en la primera curva. Ya de inicio se había servido el duelo entre los McLaren. Con lo que nadie contaba era con un fiasco tan prematuro para Max Verstappen.

En la subida a la curva 3, escenario de tantas batallas en la última década, el tetracampeón fue embestido por Andrea Kimi Antonelli. "He bloqueado las ruedas traseras", dijo el novato de Mercedes a sus ingenieros. Aún le costó un minuto bajarse del coche, algo trémulo ante la previsible reacción de Max. Sin embargo, tras aflojarse el casco, Verstappen acudió de muy buenos modos, atendió a sus explicaciones y pareció encogerse de hombros, conforme con su destino. Su primer abondono por enganche desde el GP de Italia 2021. La prueba irrefutable de que este año ha perdido el favor de los dioses.

El trono vacante será ocupado en unos meses por un piloto de McLaren. Queda por saber quién. Sin embargo, el colchón de puntos ya es tan amplio que el equipo de Woking puede carta blanca a Norris y Piastri. Que se jueguen el título en cada curva, rueda con rueda si es preciso, sin temor a un doble cero. En el Red Bull Ring, como en Montmeló, Miami o Shanghai, el MCL38 parecía competir en otra categoría respecto a Ferrari y Mercedes.

Con la carrera rota, por detrás sólo quedó la emoción de atender a la pelea entre Esteban Ocon y Pierre Gasly, viejos socios en Alpine, o a la concatenación de desastres de Yuki Tsunoda. Tras sacar de pista a Lance Stroll, el japonés provocó otro trompo con Franco Colapinto, esta vez sí, castigado con 10 segundos. Herido en el orgullo, el argentino se obcecó con el piloto de Red Bull en una refriega que casi se lleva por delante a Piastri cuando el australiano se disponía a doblarlos. La maniobra fue sancionada con cinco segundos.

El DRS con Lawson

En Ferrari bien pudieron darse por satisfechos con la tercera y cuarta plaza, su mejor resultado del año. Hamilton pidió alargar su segundo stint, pero se lo negaron. Leclerc nunca soñó con acercarse a los McLaren, pero su podio, el cuarto del curso, aplacará momentáneamente las borrascas que azotan Maranello. El vacío que deja McLaren tras de sí es tan extenso que Russell, ganador hace dos semanas en Canadá, quedó relegado de nuevo en la irrelevancia. El británico, a medio minuto de Hamilton, debió conformarse con el quinto puesto.

Bastante más enjundia hubo en el pulso entre Liam Lawson y Alonso, los únicos que apostaron por una estrategia a una sola parada. El asturiano, sin ritmo para más, se aferró al alerón trasero del Racing Bulls gracias al DRS. Era el único modo de optimizar las escasas prestaciones de su monoplaza. Desde el muro le reclamaban levantar el pie para cuidar la temperatura del motor. Completó 34 vueltas con los medios y 36 con los duros, gestionando la degradación, controlando el arreón postrero de Bortoleto. Cuando los comisarios ondearon las banderas azules, el doble ganador en Le Mans amagó incluso con desdoblarse ante Norris. Sólo así pudo sujetar al rookie de Sauber, con unas gomas 16 vueltas más frescas.

Norris se da la alegría de una 'pole' en el Red Bull Ring, con malas sensaciones de Alonso y Sainz

Norris se da la alegría de una ‘pole’ en el Red Bull Ring, con malas sensaciones de Alonso y Sainz

Hace un año, Lando Norris se marchó desmoralizado del Red Bull Ring, víctima de un choque con Max Verstappen que provocaba su primer abandono en este circuito. Este sábado, en el mismo escenario, el británico completó una de las mejores vueltas de su vida (1:03.971) para marcar su tecera pole del año. Algo más de medio segundo sobre Charles Leclerc y Oscar Piastri, su compañero en McLaren y líder del Mundial. Ni el propio Lando parecía dar crédito a su ventaja, impropia de un trazado tan corto. Ni a su buena ventura, propiciada por un trompo de Pierre Gasly.

A medio minuto para el final, el líder de Alpine provocó una doble bandera amarilla que obligó a abortar a Piastri y Verstappen. En la curva 10, el francés había completado un doble giro de 360º, regando de grava el asfalto a la entrada de la recta de meta. Mad Max saldrá séptimo en la parrilla, justo por detrás de Liam Lawson, su compañero en Red Bull durante las dos primeras carreras del año. El neozelandés, a bordo de su Racing Bulls, supo arañarle tres milésimas.

Entre los incesantes rumores sobre el futuro de Fred Vasseur, Ferrari firmó su mejor crono de 2025, con la segunda plaza de Leclerc y la cuarta de Lewis Hamilton. El heptacampeón precederá en la salida a George Russell, que venía penando ya desde la Q1. Aún menos propicio resultó el sábado para Fernando Alonso y Carlos Sainz, undécimo y decimonoveno, respectivamente.

La sorpresa de Bortoleto

El clímax de la Q2 se vio enturbiado por una bandera roja que no ralentizó la pista, pero sí enfrío los ánimos. Como hace dos meses en el GP de Japón, un pequeño incendio a la entrada de la recta de meta había obligado a la rápida intervención con extintores. Todo debía jugarse a un intento con los blandos. Alonso, en solitario, debía batirse con los Racing Bulls y los Alpine.

No pudo obrar otro milagro el bicampeón, que cedió su sitio ante Gabriel Bortoleto, quinto, Gasly, sexto y Lawson, noveno. Tres invitados a los que nadie esperaba en esa fiesta. El novato brasileño rodó apenas una centésimas más lento que Verstappen a bordo de un Sauber con el que Nico Hulkenberg había marcado el peor registro en la Q1. Las siete centésimas ante Andrea Kimi Antonelli condenaron al doble ganador en Le Mans.

A falta de cuatro minutos para el final de la Q1, la situación ya se tornó crítica para los españoles. La poderosa irrupción de Isack Hadjar, Bortoleto, Lawson y Gasly, muy rezagados desde la sesión inaugural, obligaba a un máximo esfuerzo. Alonso había tenido que abortar su primer intento, mientras Sainz quedaba a más de cuatro décimas de Alex Albon.

Un Williams "inconducible"

En el Red Bull Ring, la tarea primordial siempre pasa por encontrar el momento idóneo para no toparse con el tráfico. Desde ese momento había que aprovechar cada centímetro de los límites de pista. Sin margen para el error, Alonso mejoró en los tres sectores para calcar el crono de Leclerc. Entre tanta igualdad, Lance Stroll, con un tiempo 13 centésimas más lento que el asturiano, se quedó fuera, tirando al garete las buenas sensaciones mostradas desde el viernes.

También a la desesperada, Sainz se estrelló contra las limitaciones de un Williams que él mismo definió como "inconducible". "Debo de haber sufrido algún tipo de daño", añadió el madrileño, que no pudo meter en vereda su coche, demasiado lento en el segundo sector (29,3). Una eliminación, la tercera consecutiva en la Q1, para confirmar una tendencia preocupante. Carlos venía insistiendo desde el viernes que las sensaciones al volante eran mejores que sus tiempos. A la hora de la verdad fue justo al revés.

Russell frustra a Verstappen en una 'qualy' loca en Montreal, donde Alonso saldrá sexto

Russell frustra a Verstappen en una ‘qualy’ loca en Montreal, donde Alonso saldrá sexto

George Russell se saltó el guion en Montreal y dejó con un palmo de narices a Max Verstappen, con quien hace sólo dos semanas protagonizó una agria polémica en Barcelona. El piloto de Mercedes se apuntó la pole (1:10.899) con 16 centésimas sobre el tetracampeón y 22 ante Oscar Piastri. Un logro tan inesperado como la sexta plaza de Fernando Alonso (1:11.586), por delante de Lando Norris y Charles Leclerc.

En el circuito Gilles Villeneuve, sobre un asfalto pulimentado y unos bordillos juguetones, Russell escribió otro capítulo en su rivalidad con Verstappen. Saltan chispas entre ellos, dentro y fuera de la pista, así que el pulso de hoy, antes de abordar la primera frenada, será fabuloso. Nadie contaba con ellos en Montreal, donde se preveía lo mismo de casi siempre con McLaren.

Desde el viernes, Piastri no se sentía cómodo con la nueva geometría de su suspensión delantera. El líder del Mundial ni siquiera se acercaba a la velocidad de Norris, encantado con su papel de buque insignia en la escudería de Woking. Sin embargo, el británico tropezó por enésima vez con la misma piedra. Cuando quiso cerrar su intento inicial en la Q3 perdió la referencia de la frenada y se marcó un recto en la última chicane. Así dejaba vía libre a Piastri y Verstappen, que se apuntaba la pole provisional por 25 milésimas (1:11.248). Mad Max pulió aún algo su crono, sin percatarse de esa Flecha de Plata que asomaba por detrás. Russell no encabezaba la parrilla desde el GP de Qatar 2024.

Ferrari, tampoco

Si Norris claudicó con esa séptima plaza, qué decir de Leclerc, octavo tras un latigazo a su llegada a la curva 7. El monegasco echó la culpa al aire sucio dejado por Isack Hadjar, aunque esas excusas ya no cuelan en Ferrari. Si los discursos en la Scuderia siguen instalados en el conformismo deberían festejar la quinta posición de Lewis Hamilton.

A la estela del heptacampeón surgió Alonso, que venía de reservar los blandos en la Q1, aunque sin saber con exactitud si eso suponía una ventaja relevante. Su batalla en la Q2 debía librarse ante Yuki Tsunoda, sancionado con 10 puestos en la parrilla por no respetar las banderas roja en los Libres 3, Franco Colapinto, que venía de mostrar su rango ante Pierre Gasly y Nico Hulkenberg, un veterano espoleado por su gran papel en Barcelona. Entre esa clase media, el bicampeón cumplió con el rigor de siempre.

En la citada Q1 nadie debía despistarse con el tráfico, especialmente molesto en Montreal, una de las pistas más cortas del Mundial (4,36 km). Para evitar esas molestias, Verstappen se demoró nueve minutos para saltar al asfalto. Una tregua aprovechada por Alonso, que se dio el pequeño placer de liderar la tabla, justo por delante del tetracampeón.

Nada más marcar ese crono con un juego de medios (1:12.239), Alex Albon se llevó un susto terrible, cuando la cubierta de su motor explotó en mil pedazos en una zona rapidísima, a la entrada de la curva 13. Para retirar los escombros y limpiar la pista se ordenó una breve bandera roja. Con 5:30 en el reloj, Carlos Sainz sólo disponía de una bala para librarse de la quema. Una situación crítica que acabó de la peor manera para el madrileño, bloqueado por Hadjar en la curva 6. Por segunda carrera consecutiva, Carlos se desplomaba en la primera criba y partirá decimosexto. Aún peor resultó el balance de Lance Stroll, eliminado por sexta vez en la Q1.

Barcelona y el efecto contrario

Barcelona y el efecto contrario

Actualizado Domingo, 1 junio 2025 - 23:32

Algunos piensan que la Fórmula 1 es aburrida, que nunca pasa nada y que son sólo coches dando vueltas. El GP de España los llevó a todos la contraria. La carrera tuvo intensidad e incertidumbre desde la primera hasta la última vuelta.

De hecho, el dilema de lo que podría pasar comenzó antes de que lo hicieran los entrenamientos libres. Con la entrada de una nueva normativa de control de la flexibilidad de los alerones delanteros algunos pensaron que desde España la historia iba a ser diferente y que McLaren podría verse muy perjudicado. Craso error. Mientras siete equipos cambiaron sus alerones delanteros para adecuarse a la normativa, McLaren no cambió nada en Barcelona. Eso sí, 1-2 el sábado en clasificación y 1-2 el domingo en carrera. Menudo chasco se han llevado algunos. Justo el efecto contrario.

En carrera sucedió un poco lo habitual: Oscar Piastri salió bien desde la pole, Lando Norris perdió una posición con Max Verstappen y el holandés se convirtió en el único rival de McLaren por la victoria. Lo intentaron todo en Red Bull y, en un alarde de buscar algo diferente en la estrategia, le pusieron en un plan de tres paradas. Funcionó. Al menos para mantenerle cerca porque en ritmo de carrera Max no podía aguantar a los coches naranjas.

Sirvió para mantener a raya al resto de rivales, pero hubo un fallo: la salida de un safety car a pocas vueltas del final. Red Bull no tenía más ruedas. Decidieron ponerle a Max el único juego nuevo que le quedaba, un duro (nadie lo había utilizado porque era un neumático lento y difícil de calentar). Max seguía tercero, pero con una jauría de neumáticos blandos justo detrás. Todo indicaba que iba a ser una escabechina. Que Verstappen tendría que sacar los mejores trucos de su repertorio para no perder muchas posiciones, pero se produjo el efecto contrario.

Cuando se relanzó la carrera, Verstappen estuvo a punto de perder el coche y de irse directo contra el muro. Salvó el accidente, pero le hizo vulnerable ante Charles Leclerc y todos los demás. En medio de la recta se tocaron, el monegasco le pasó, Max se enfadó, George Russell quiso aprovechar el desconcierto, pero también se tocaron, Red Bull le pidió que le devolviese la posición al británico, Verstappen se enfadó más, se la devolvió y de nuevo chocó contra él en una acción muy macarra que parecía premeditada. La decisión de los comisarios fue rápida: 10 segundos. Max pasaba de ser quinto a décimo. Además, recibía una sanción de tres puntos en la superlicencia para acumular un total de 11, a uno de ser excluido de un gran premio. Es decir, lejos de mostrar su mejor versión nos enseñó su cara más oscura, justo el efecto contrario.

Verstappen acabó en el grupo de villanos. A su vera, Liam Lawson, un peligro en la pista. Del neozelandés ya se ha cansado la casi totalidad de pilotos del paddock.

En el grupo de estrellas, Piastri, que acumula ya cinco victorias, cuatro poles y ocho podios consecutivos. También Norris, que no ganó, pero ayudó a McLaren para firmar el tercer doblete del año. Leclerc, pese a las debilidades de Ferrari sumó su tercer podio. Nico Hulkenberg, con el modesto Sauber (último equipo de la parrilla), logró un increíble quinto puesto después de sorprender a Lewis Hamilton en las últimas vueltas. Uno de los mejores robos de cartera de la temporada. George Russell, el hombre invisible, al que no se le ve mucho en las carreras, pero siempre está. Isack Hadjar, el mejor rookie del año o, por supuesto, Fernando Alonso.

El asturiano sumó sus primeros puntos de la temporada después de fajarse en un combate frenético con Gabriel Bortoleto, Pierre Gasly, Lawson y Hadjar. Obviamente, no son los rivales que él querría, pero hoy por hoy esto es lo que hay. Es evidente que Aston Martin ha dado un pequeño salto adelante con la evolución que presentó en Imola. Desde entonces, Fernando se ha metido siempre en Q3 y ha podido puntuar en las tres carreras disputadas. En Imola no hubo suerte y en Mónaco se rompió el motor, pero estaba ahí para puntuar.

No hubo suerte con Williams. Carlos Sainz pronosticó que Barcelona iba a ser difícil, pero se equivocó. Fue un infierno. Por primera vez este año, ningún FW47 se metió en la Q3 y por segunda vez, ninguno de ellos puntuó.

Se pensaba que el GP de España podría ser un desastre de público tras los pobres resultados de Sainz y Alonso, pero no fue así. Hubo más de 300.000 espectadores a lo largo del fin de semana. Otra vez una fiesta, otra vez varias generaciones juntas compartiendo pasión. Con este ya van 55 ca en España. Una cita con la F1 a la que no hemos faltado en 39 años. Pese a todos los indicios, otra vez, el efecto contrario.

Una alegría para Fernando Alonso en Montmeló: sin pitos al himno y soberbia vuelta final

Una alegría para Fernando Alonso en Montmeló: sin pitos al himno y soberbia vuelta final

Una formidable última vuelta, cerrada en 1:18.128, permitió sumar dos puntos a Fernando Alonso en Montmeló. Con ese esfuerzo postrero, el bicampeón superó en la tabla de tiempos a Max Verstappen. Apenas 262 milésimas. Lo justo para dejar atrás al holandés, castigado con 10 segundos por un controvertido incidente con George Russell.

"Sigue a tope porque podría haber penalizaciones por delante", advirtieron a Alonso a través de la radio. Y el asturiano cumplió con creces, estableciendo el cuarto mejor crono en ese último giro, sólo por detrás de Oscar Piastri (1:17.445), Lando Norris (1:17.519) y el propio Verstappen (1:18.081). Tras cruzar la línea de meta, cuando aún no tenía muy claro qué posición final le correspondía, Alonso se limitó a saludar a la afición de Montmeló.

Durante ese momento de gozo no quiso comentar nada por la radio. Había sido otra carrera muy dura, con acuciantes problemas de degradación, sobre todo en los neumáticos delanteros. De hecho, sus ingenieros le habían pedido que no forzara tanto en las curvas 9 y 14. En vano, porque su réplica no dejó lugar a la duda: "Olvidadlo".

Sin velocidad punta

"Nos ha faltado ritmo y velocidad en las rectas. Todos los adelantamientos los hice por fuera en la curva tres, que no es un sitio habitual", admitió Alonso. El más espectacular llegó en ese tramo decisivo de la carrera, cuando pudo desembarazarse de Esteban Bortoleto (Sauber). Unos metros más adelante concretó otra bonita maniobra frente a Liam Lawson (Racing Bulls) en la recta principal.

Una particular revancha ante el neozelandés, que ya le había dado un buen susto nada más tomar la salida. "Me ha golpeado en la trasera derecha. Creo que no hay daños, pero deberíamos comprobarlo", explicó tras el toque en la curva 1. Ese primer relevo con las gomas blandas iba a hacerse muy largo para el español.

"Después de sólo cinco vueltas nos quedamos sin el neumático delantero izquierdo", añadió el doble vencedor en Le Mans, en referencia a su excursión por la grava en la curva 5. Sin embargo, el cambio a los medios hizo revivir al AMR25, cuyo rendimiento pudo equipararse al de Alpine o Sauber.

Invasión de pista

La euforia por los dos puntos caló de inmediato en las tribunas de Montmeló y como viene siendo costumbre, la afición invadió la recta de meta para ver más de cerca en el podio a Piastri, Norris y Charles Leclerc. Un cierre a la altura de este fin de semana, en el que Alonso estrenaba su cargo de embajador del GP de España.

Durante la ceremonia de himnos, no hubo que lamentar ningún tipo de episodio desagradable. El minuto de duración de la Marcha Real coincidió con el de Els Segadors, ante la atenta mirada de Salvador Illa, presidente de la Generalitat, Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, y Carmelo Sanz de Barros, presidente del Senado de la FIA.