Del Rey Kane al Príncipe Bellingham: el ADN del liderazgo de Inglaterra construido desde 2014
En 1966 el capitán inglés Bobby Moore recibió en Wembley de manos de Isabel II la Copa del Mundo. Fue la primera y única vez que Inglaterra, cuna del fútbol, vencía en un torneo internacional. De aquello han pasado 58 años, una semifinal de otro Mundial (Rusia, 2018) y una final de la Eurocopa que les arrebató Italia en la tanda de penaltis en 2021. Sin embargo, aquel golpe sólo parece hacer fortalecido a dos generaciones hacen de Inglaterra una de las selecciones favoritas en Alemania sostenida bajo dos pilares: el Rey Harry Kane y el príncipe heredero Jude Bellingham, brillante fruto del proyecto 'ADN Inglaterra' que nació en 2014.
La madurez y el fulgurante crecimiento de sus dos estrellas huidas fuera de la Premier para expandirse en el continente hacen imposible que no esté entre los mejores. El delantero del Bayern, engordando sus números con 44 goles pero sin suerte en los títulos; el jugador del Real Madrid para sumar su primera Champions y enciende la mecha de una nueva era en el Bernabéu.
Por él pasa el futuro de una selección que arranca la competición ante la anárquica Serbia. Bellingham es un fenómeno equiparable a David Beckham, capaz de sostener sobre sus hombros el peso de todo un imperio por razones distintas a la del líder de la Class of 92 del United. El liderazgo de Jude empezó a fabricarse en los despachos de la Federación Inglesa en el 2014. Dan Ashworth, director de desarrollo, y Southgate, entonces en la Sub-21, pusieron en marcha el proyecto 'ADN Inglaterra' para educar en la élite a las futuras estrellas de los Three Lions. Crearon la selección sub-15 y comenzaron a escoger a los mejores de todo el país. Entre ellos, con 13 años, estaba Bellingham. Su talento en el campo era indiscutible, pero fuera, como parte de aquel programa, potenciaron la capacidad de liderazgo de un jugador que asombraba por su madurez. Aquel trabajo ha dado fruto y hoy Inglaterra ya tiene a su próximo líder.
«El talento no nos va a dar el título»
Kane y Bellingham acaparan el foco del liderazgo, del presente y del futuro inmediato, pero están acompañados por una corte del talento y descaro veinteañero y experiencia curtida en una Premier convertida en la mejor competición del planeta. El reto de Gareth Southgate tras ocho años en el banquillo es, precisamente, armar el puzle por donde todas las piezas encajen y tendrá que hacerlo desde el estreno ante Serbia, que amenaza con Mitrovic, Vlahovic o Tadic y que tratará de ser protagonista después de que la herencia de la antigua Yugoslavia la haya liderado Croacia.
Inglaterra tiene como deberes crear automatismos, tanto defensivos como ofensivos. «El talento no nos va a dar el título», lleva advirtiendo el técnico inglés. Y es que si la clasificación fue notable, el equipo lleva se atascó en noviembre y acumuló tres partidos sin ganar en Wembley, algo que no ocurría desde 2018. Perdió ante Brasil, empató con Bélgica y sólo ha podido golear a Bosnia antes de caer ante Islandia en el último partido preparatorio. «Probablemente no hubo suficiente hambre en los duelos», advertía Harry Kane, que en la Bundesliga ha aprendido a estar obligado a ganar todas las semanas. «Eso ha sido bueno para él. Cuantos más jugadores lo vivan, mejores seremos», admitía el seleccionador a Bild.
200 goles en una temporada
La palabra de Kane tiene peso en un vestuario en el que ejerce el liderazgo basado en 63 goles y 91 partidos con la camiseta de los Three Lions, una cifra sólo superada por Wayne Rooney (120) que el atacante del Bayern, a sus 30 años, tiene a su alcance. Esta Euro será la tercera que dispute y se escudará en otros veteranos como Stone, Walker o Trippier. No tendrá a su lado a Maguire, descartado por una lesión, pero el resto tendrá que sostener a un equipo que donde brilla es en campo contrario.
Casi 200 goles suman esta temporada los jóvenes seleccionados por Southgate y que encabeza el heredero Bellingham. Su explosión en el Real Madrid, traducida en 23 goles, le convierte en pieza clave, aunque tenga que vivir más alejado del área en esta Eurocopa. Por allí se moverán Foden (27), Saka (20) o Watkins (27), todos con más de 20 dianas esta temporada. No había hueco para Jack Grealish después de un final de campaña mediocre.
El reto es dotar al equipo de identidad, incluso aunque ello precise aparcar por momentos el 4-3-3 de Southgate para imbuirse del carácter Premier estirando al equipo más por los costados. «He estado aquí durante casi ocho años y nos hemos acercado, así que sé que no puedes seguir diciéndole a la afición, 'por favor, espera un poco más', porque en algún momento la gente perderá fe en tu mensaje. Si queremos ser un gran equipo y yo quiero ser un entrenador de primer nivel, entonces hay que estar a la altura en los grandes momentos».
Es la convicción de Southgate, que sabe que, salvo que sean campeones, dirá adiós al banquillo nacional. El camino arranca ante los balcánicos, un rudo enemigo con el que siempre han saltado chispas. Después llegará Dinamarca y Eslovenia. Y la hinchada inglesa seguirá cantando el clásico It's coming home: «Treinta años de sufrimiento/Nunca me han impedido soñar». De sueños se alimenta el fútbol.