Munar se reencuentra en Roma e iguala su mejor resultado en un Masters 1000: "Venía con muy bajas expectativas"

Munar se reencuentra en Roma e iguala su mejor resultado en un Masters 1000: “Venía con muy bajas expectativas”

Un regreso a la cancha del Grand Stand Arena, segunda en jerarquía del Foro Itálico, para concederse el lícito salto de entusiasmo al lado de la red frente a la grada tras su victoria. Jugador sobrio en fondo y forma, Jaume Munar ya ha dejado atrás a dos cabezas de serie en el Masters 1000 de Roma, en ambos casos de manera concluyente. Después de pasarlo mal ante el chileno Tomás Barrios Vera, procedente de la fase previa, liquidó a Ben Shelton, duodécimo cabeza de serie y reciente finalista en Munich. Este lunes terminó con otro estadounidense, Sebastian Korda, vigésimosegundo, por 6-4 y 6-2.

El mallorquín, de 28 años, venía de disputar un challenger en Aix en Provence con el fin de mejorar su ránking, ahora 66º, y afinarse tras los malos resultados de esta temporada en arcilla. «Venía con expectativas muy bajas a Roma y eso creo que es uno de los motivos por los que he empezado a jugar bien. [...]. No me he encontrado bien en tierra y me estaba costando mucho. Después de Madrid me fui a casa dos días, recapacité un poco, refresqué la mente y volví a empezar de cero», comentó en la conferencia de prensa posterior al partido ante Korda.

Pese a tratarse de su superficie natural, con la final de Marbella, en 2021, como el mejor resultado de su carrera, no daba con la tecla este curso sobre sobre arcilla. Cayó de entrada ante Roberto Bautista en la Caja Mágica, tras ceder contra Karen Khachanov en octavos del Conde de Godó, irse de primeras frente a Altmaier en Montecarlo, donde sí precisó pasar por la previa, y ante Majchrzak en Marrakech.

Nunca se había plantado en octavos de Roma, registro con el que iguala su techo en un torneo de este rango, alcanzado en Madrid en 2023. Semifinalista esta temporada en Hong Kong y Dallas y capaz de sorprender a Daniil Medvedev en Miami, ha regresado ocho años después de su debut al equipo español de Copa Davis, donde saldó con éxito ante la pareja suiza su asociación en dobles junto a Pedro Martínez.

La Academia de Nadal

Nacido en Santanyí, al sureste de Mallorca, hace 28 años, creció en la Academia de Rafael Nadal, sin dejarse atropellar por las comparaciones. Fue finalista júnior en Roland Garros en 2014, pero, como ha ocurrido en innumerables casos, acomodarse en el circuito no le resultó sencillo.

Hijo de María Antonia, maestra de primaria, y Blai, trabajador por cuenta propia, Munar tiene plaza regularmente en los cuadros principales de los torneos y es un buen competidor. Suple con trabajados fundamentos técnicos la falta de un físico acorde con el de los tiempos que corren. Desde su 1,83, esgrime criterio y concede poco, como sucedió ante Korda: sólo nueve errores no forzados frente a los 35 de su oponente.

Decidido a incorporar un plus de agresividad a su tenis, busca estrenarse en el top 50, tras situarse 52º en mayo de 2019. Le espera este martes Casper Ruud, quien consiguió la pasada semana en Madrid el título más importante de su carrera. Tiene un 4-1 adverso con el noruego, a quien sólo consiguió derrotar en octavos de Tokio, tres cursos atrás, en pista dura.

Carlos Alcaraz buscará también este martes (11.00 h., Movistar) una plaza en cuartos, ante el Khachanov, a quien ha superado en sus cuatro cruces.

Un regreso a la medida para Sinner, que vuelve con victoria en Roma: "Es un día extraordinario"

Un regreso a la medida para Sinner, que vuelve con victoria en Roma: “Es un día extraordinario”

Cae la noche sobre Roma y el público aclama al número 1 del mundo, que en su regreso a las pistas después de cumplir tres meses de sanción por dopaje se ha impuesto al argentino Mariano Navone por 6-3 y 6-4, en una hora y 37 minutos. Jannik Sinner, el vencedor de los dos últimos torneos del Grand Slam, está de vuelta cuando el curso de arcilla entra en combustión. Ahora, como local, ayer, ante las 10.800 personas que colmaron el Foro Itálico. A partir del día 25, en Roland Garros, el Tourmalet de la tierra batida.

El tenista italiano, de 23 años, consigue su vigésimosegunda victoria consecutiva, tras ganar el pasado año los Masters 1000 de Shanghai, las ATP Finals, revalidar el título de la Copa Davis al frente de Italia e imponerse en el Abierto de Australia. El último jugador capaz de superarle fue Carlos Alcaraz en la final del Masters 1000 de Pekín. «Che bello», escribe sobre la cámara de televisión recién consumado el feliz retorno.

«Es un momento muy importante para mí y para todo mi equipo. Hay algunas cosas que puedo mejorar. No todo el tiempo he tenido buenas sensaciones, pero es normal después de tanto tiempo sin jugar. Estoy muy contento. Es un día extraordinario», comentó una vez concluido el encuentro, ya a la espera de Jesper de Jong, su rival de mañana.

Sin grandes cambios

No han sucedido grandes cosas en las alturas desde que aceptó el castigo impuesto por la Agencia Mundial Antidopaje por clostebol, después de que su fisioterapeuta le aplicase un aerosol durante un masaje. Sinner, que había disputado en Melbourne su último partido hasta la fecha, superando en la final a Alexander Zverev, mantiene con holgura el primer puesto del ránking, con 1.645 puntos de ventaja sobre el alemán, su inmediato perseguidor, pese a su ausencia en Indian Wells, Miami, Montecarlo y Madrid. Jack Draper, Jakub Mensik, Alcaraz y Casper Ruud se repartieron los títulos en las cuatro grandes citas recientes.

Ha sido su primer partido sobre arcilla desde que cayó en semifinales de Roland Garros 2024, también frente al español, con quien protagoniza una apasionante rivalidad sea cual sea el torneo, sea cual sea la superficie. Algunos espectadores se han calzado una camiseta en la que puede leerse «¡Forza Jannik!». Corean su nombre en cuanto lo consiente la secuencia del juego. A Navone, 99º, coriáceo, digno, le ha tocado un papel incómodo y grato a la vez. Como dijo en la previa, no siempre se tiene la oportunidad de jugar ante el número 1 del mundo.

Sinner salva una bola de rotura con pelota a la línea y rompe a continuación para despegarse 3-1. Aún no del todo afinado, se va hasta los 24 errores no forzados y necesitará dos roturas en el segundo set para cerrar el partido.

Alcaraz se enfrenta este domingo (alrededor de las 20.30 h., Movistar) a Laslo Djere en tercera ronda.

Ruud vence a Draper en una excelente final y gana en Madrid su primer Masters 1000

Ruud vence a Draper en una excelente final y gana en Madrid su primer Masters 1000

En el tercer juego del tercer set, que se fue por encima de los diez minutos, Casper Ruud creó tres opciones de rotura. Las soluciones esgrimidas por Jack Draper para salir de un serio apuro hablan a las claras de su amplitud de recursos y de su temple en instantes delicados: derecha invertida, saque-red y saque directo. Ardía el partido. Tras desahogarse con su box, el británico reaccionó bien a la pérdida del primer parcial, en el que sacó para hacerlo suyo. El noruego también encajó como correspondía que se escapase el segundo, cuando viajaba con viento de cola.

La combatividad y el acierto de ambos protagonistas gestó una excelente e incierta final del Masters 1000 de Madrid, que pendió de un hilo casi hasta la última pelota. Ganó Ruud, pero a nadie le habría sorprendido que lo hiciese su dignísimo oponente. El noruego sí convirtió la rotura en el quinto juego, botín definitivo hacia el título más importante de su carrera. Ganó por 7-5, 3-6 y 6-4, en dos horas y 29 minutos.

A los 26 años, con tres finales del Grand Slam perdidas y otras dos en torneos de esta jerarquía, renace para conquistar su decimotercer título, decimosegundo en su hábitat natural. Este lunes será séptimo del mundo. Draper, reciente campeón en Indian Wells, ya se había garantizado ingresar en el top 5. Con sólo 23 años, tiene sobrados argumentos para mantenerse en la élite.

Dubitativo inicio

Ruud tropezó de forma inesperada en su segundo turno de servicio. Mal asunto ante un jugador como Draper cometer dos dobles faltas consecutivas y concederle ventaja casi recién iniciado el partido. Lejos de sentirse intimidado en su primer envite por un título sobre esta superficie, Draper hacía lo que bien sabe hacer. Su crecimiento ha sido casi exponencial en pocos meses.

Nada parecía indicar que iba a perder en dos ocasiones consecutivas su servicio, y con ellas el primer set. Buena parte de responsabilidad en lo sucedido la tuvo Ruud, afilado con el saque y a la hora de restar, con un plus de agresividad en relación al tenista en ocasiones algo previsible.

Al igual que sucedió el pasado año, cuando Andrey Rublev superó a Felix Auger-Aliassime, Madrid tuvo una final que se salía del guion. Ausente Carlos Alcaraz por lesión, titubeante de nuevo Alexander Zverev, que venía de hacerse con el título en Múnich, y sumido en el profundo otoño de su carrera Novak Djokovic, que se despidió de entrada, el torneo había ido perdiendo los nombres más sugerentes para el público, caso también de Holger Rune, que decidió bajarse pronto en previsión de lo que viene.

Ruud golpea de derecha ante Draper.

Ruud golpea de derecha ante Draper.AFP

La extensión de los Masters 1000 de Madrid y Roma a dos semanas invita a que los máximos candidatos al título en Roland Garros ponderen sus energías. Incluso cuando Rafael Nadal podía con todo, la exigencia física y mental no era la misma para los tenistas. Habrá que irse acostumbrando a que los mejores no estén necesariamente en las rondas finales de la gira de arcilla que precede a París.

Cuestión de menor importancia si se alumbran finales como la de este domingo. Draper, entero para igualar a un set gracias al break en el séptimo juego, batalló hasta el límite. Pero esta vez a Ruud no se le iba a escapar la ocasión de engalanar su estimable hoja de servicios. Culminó con una derecha paralela y cerró en blanco con su servicio. Lo celebró sobrio, sin aspavientos, con la templanza que le distingue.

Draper refrenda su gran momento y se medirá con Ruud por el título en Madrid

Draper refrenda su gran momento y se medirá con Ruud por el título en Madrid

Jack Draper, acaso el tenista más en forma del momento, buscará este domingo en Madrid (18.30 h., Teledeporte) frente a Casper Ruud su segundo Masters 1000, tras vencer hace pocas semanas en Indian Wells. El gigante británico, que ya tenía asegurado su ingreso en el top 5, derrotó a Lorenzo Musetti, quien pese a la derrota se estrenará este lunes entre los diez mejores del ránking, por 6-3 y 7-6 (4), en una hora y 57 minutos. Se trata de un enfrentamiento inédito, entre un jugador de 23 años que asoma con una pegada descomunal y unas condiciones idílicas para hacerse fuerte en el tenis que se impone en el circuito, y un hombre de 26, ya con una historia detrás.

Será la tercera final de un torneo de este rango para Ruud, que perdió en 2024 en Montecarlo (Tsitsipas) y en 2022 en Miami (Alcaraz), y también se inclinó en las ATP Finals 2022 (Djokovic). Fue subcampeón en Roland Garros 2022 (Nadal) y 2023 (Djokovic), al igual que en el US Open de 2022 (Alcaraz). El noruego, que ganó al argentino Franciso Cerúndolo por 6-3 y 7-5, está ante la posibilidad de lograr su título más importante, el decimotercero en su global.

Musetti, fino estilista de revés a una mano, lo intentó frente a un rival que le había derrotado en sus tres disputas anteriores, pero se encontró con una tarea complicada. El zurdo londinense, que buscará su primer título en arcilla, salvó una pelota de rotura con 3-4 en el segundo set y neutralizó la crecida del finalista en Montecarlo, quien, no obstante, defendió su suerte hasta el desempate.

Aryna Sabalenka, número 1 del mundo y doble campeona del torneo, se mide hoy (18.30 h.) con Coco Gauff, que viene de arrollar a Iga Swiatek, defensora del título. La estadounidense manda en el cara a cara por 5-4 y ganó el último partido entre ambas, en las WTA Finals.

La sombra profunda de Swiatek, sometida en semifinales por Gauff: 6-1 y 6-1

La sombra profunda de Swiatek, sometida en semifinales por Gauff: 6-1 y 6-1

No hay consuelo para Iga Swiatek, destruida por Coco Gauff en las semifinales del Masters de Madrid, donde defendía el título. La número dos del mundo, tetracampeona de Roland Garros y ganadora de un Abierto de Estados Unidos, la otrora indiscutible dueña de la tierra, plasmó en una hora y cuatro minutos la profunda crisis que atraviesa desde hace casi un año, desde que conquistó precisamente en París el último de sus 22 títulos.

Hacía seis años que Swiatek no ganaba tan pocos juegos en un partido. Fueron sólo dos, 1-6, 1-6, frente a la estadounidense, ante quien nunca había perdido un parcial en arcilla, donde presentaba un cara a cara favorable de cinco victorias a cero, para un global hasta el partido disputado en la Caja Mágica de 11-4.

A duras penas pudo librarse de un rosco en el segundo set, tirando de su maltrecho orgullo. Cerca de los 24 años, golpeada anímicamente por la mancha del dopaje, Swiatek ha entrado en un territorio desconocido. Ni siquiera el polvo de ladrillo le facilita la redención. Derrotada en cuartos de final de Stuttgart por Jelena Ostapenko, sale de Madrid aún con menos certezas de las que llegó. El camino hacia semifinales ya denunciaba su precario estado de forma. Madison Keys sí fue capaz de asestarla un 0-6 en el encuentro de cuartos, antes de ceder en tres parciales. Únicamente sacó un partido diáfano, ante Linda Noskova, en segunda ronda. Le tocó sufrir de nuevo frente a Alexandra Eala, en el debut, tras la derrota padecida frente a ella en cuartos de Miami.

Una rivalidad detenida

Número 1 del mundo durante 125 semanas, llamada a proseguir su rivalidad con Aryna Sabalenka, un contraste de personalidades y estilos muy nutritivo para el circuito, que ya alcanza los 12 partidos (el último de ellos el pasado año en la final de la Caja Mágica), la tenista de Varsovia, que ayer ni siquiera se dignó a pasar por la sala de prensa, como es preceptivo tras una semifinal, sino que resolvió el para ella cada vez más incómodo trance de atender a los medios con una fugaz presencia en la zona mixta («No voy a sonreír si recibo un resultado así. Todo colapsó», dijo), siente el persuasivo aliento de la nueva generación.

«Las jóvenes no tienen nada que perder», comentaba el pasado martes en un encuentro con este periódico y otros dos medios españoles. Mirra Andreeva, que acaba de ingresar en la mayoría de edad, le ha superado en dos ocasiones consecutivas este año, en cuartos de final Dubai y de Indian Wells. Eala, como quedó escrito, también lo hizo.

En noviembre del pasado año se supo que había dado positivo por trimetazidina, un medicamente prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje, en agosto, durante el torneo de Cincinnati. Acreditó que lo tomó de manera accidental y su castigo fue de tan sólo un mes. El perjuicio deportivo y económico fue escaso, pero el asunto aún parece pesar sobre una tenista irreconocible, que este jueves cometió 28 errores no forzados, 21 de ellos con la derecha, su mejor golpe.

Crédito para Gauff, impecable. «Siento que ha sido uno de esos días en los que saltas a la pista y todo sale bien», dijo la tenista de Florida, de 21 años, que nunca había pasado de octavos de final en el Masters de Madrid y sumó su tercera victoria consecutiva ante Swiatek, tras vencerla previamente a principios de temporada en la United Cup y en el cierre de 2024 en la fase de grupos de las WTA Finals.

Swiatek frente a Gauff, dos campeonas del Grand Slam en semifinales del Masters de Madrid

Swiatek frente a Gauff, dos campeonas del Grand Slam en semifinales del Masters de Madrid

Dos campeonas del Grand Slam se las verán este jueves en las semifinales del Masters de Madrid, en el partido más sugerente del torneo hasta la fecha. Iga Swiatek, defensora del título en la Caja Mágica, cuatro veces ganadora de Roland Garros y la mejor en el Abierto de Estados Unidos de 2022, jugará frente a Coco Gauff, que se llevó la copa en Nueva York un año después.

Si nos atenemos a lo acontecido hasta ahora en esta edición del torneo, Gauff, cuarta favorita, reúne mayores argumentos para la convicción. Este miércoles, en cuartos de final, superó por 7-5 y 6-1 a Mirra Andreeva, la adolescente rusa que hace pocas semanas ganó de manera consecutiva los WTA 1000 de Dubai e Indian Wells.

Desde que neutralizó dos pelotas de set en el primer parcial, la jugadora de Florida no dio un respiro a Andreeva, desolada por la oportunidad perdida. Sin ser una especialista en arcilla, Gauff cuenta con una final de Roland Garros, la que perdió 6-2, 6-1 ante quien será su próxima oponente en la Caja Mágica.

No viene Swiatek en su mejor momento. En cuartos, ante Madison Keys, venció por 0-6, 6-3 y 6-2. Un nuevo sobresalto para la polaca, segunda cabeza de serie, que ya se dejó un set en la ronda anterior frente a Schnaider y otro en su estreno frente a la joven Alexandra Eala, capaz de sorprenderla en cuartos de Indian Wells.

Son tiempos difíciles para la tenista de Varsovia, cuyo último título data del pasado Roland Garros. La sanción de un mes por dopaje a finales del pasado curso ha percutido emocionalmente en la ex número 1 del mundo, que también muestra un difícil trato con los medios de comunicación, lejos de la muchacha ingenua y cordial de los inicios.

No obstante, el cara a cara ante Gauff, que se ha llevado los dos últimos partidos, le sonríe de manera concluyente, con 11 triunfos en 14 disputas y un 5-0 sobre arcilla. "Es una rival muy difícil, pero ya no voy a pensar más en ese balance, como lo hice en el inicio de nuestra serie. Ahora afronto cada partido como uno nuevo, como una nueva oportunidad cada vez, y salgo a la pista con la idea de que puedo ganar", comentó la norteamericana en conferencia de prensa.

Iga Swiatek: "Las jóvenes sienten que no tienen nada que perder"

Iga Swiatek: “Las jóvenes sienten que no tienen nada que perder”

Otrora inabordable, Iga Swiatek (Varsovia, 2001) llega a Madrid sin un título desde que ganara el pasado año su cuarto Roland Garros y aún en el proceso de metabolizar distintas contrariedades, entre ellas la sanción de un mes por consumo de trimetazidine que, sin afectar a penas a su presencia en las canchas, sí ha devaluado su rendimiento. Este miércoles, la defensora del título atendió a tres medios españoles en la víspera de su debut en el Masters de Madrid, en el que tendrá como oponente este jueves a la joven Alexandra Eala, quien la derrotó recientemente en cuartos de final del WTA 1000 de Miami en su único enfrentamiento previo.

¿Qué ha cambiado de la jugadora que ganó en 2020 su primer Roland Garros?
Entonces nadie esperaba mucho de mí. Ahora es completamente distinto: tengo mis propias expectativas, que también son muy altas desde fuera. Poco a poco, el tenis resulta más complicado, pero el objetivo para mí sigue siendo el mismo, ser una mejor jugadora. Creo que he ganado en confianza, poseo más armas y sé cómo hacer uso de ellas.

El circuito viaja a gran velocidad, con la irrupción de tenistas muy jóvenes que ya han sido capaces de vencerla. Además de su primera oponente en la capital, hay una muchacha de 17 años, Mirra Andreeva, ya séptima del mundo, con quien ha caído en dos de sus tres disputas, la más reciente en semifinales de Indian Wells.

¿Qué han traído a la competición estas jóvenes jugadoras?
Son muy diferentes, pero está claro que viene una nueva generación. Me siento un poco vieja, porque yo solía ser la más joven. [Risas]. El juego está cambiando. Son chicas muy seguras de sí mismas, con mucha motivación. Pero esto siempre ha sucedido. Y vendrán más, algo que es bueno para el juego
¿Reconoce en ellas algo de usted a su edad?
Cada historia es distinta. Es difícil de decir porque no las conozco. Seguramente ellas sienten que no tienen nada que perder. Es algo lógico en determinadas etapas de la vida. No creo que haya motivo para comparar.

Andreeva, semifinalista de Roland Garros el pasado año, se vislumbra como una seria candidata a hacerle frente por el título en la próxima edición. "El torneo se disputa dentro de un mes», salda con cierta incomodidad. "Veamos lo que pasa ahora. Está jugando muy bien y progresa con rapidez. Se encuentra en una edad en la que todo sucede muy deprisa".

"He aprendido mucho de mí"

No son tiempos sencillos para Swiatek tras la mancha del dopaje y después de quedar relegada al bronce en los Juegos de París, en su territorio de Roland Garros. "En este último año he aprendido mucho de mí. Creo que soy capaz de volver de cualquier clase de crisis y estar preparada para el futuro".

Acepta el elevado grado de autoexigencia como uno de los fundamentos que le han llevado a alzar cinco títulos del Grand Slam y a estar 125 semanas como número 1 del mundo, lugar que ahora ocupa Aryna Sabalenka, con quien vive la rivalidad más estimulante de esta época. "Soy ambiciosa. Siempre trato de pedirme lo máximo y me meto mucha presión. Me cuesta asumir cuando no estoy al cien por cien o cometo errores". Respecto a la vuelta al techo del circuito, dice: "Estará más al alcance en la segunda parte del curso".

Joao Fonseca, el joven que amenaza a Alcaraz y Sinner: "Trabajo para hacer mi propia historia"

Joao Fonseca, el joven que amenaza a Alcaraz y Sinner: “Trabajo para hacer mi propia historia”

"Hablo español. Bueno, si no, un poco de portuñol", se postula simpático y locuaz Joao Fonseca en el prólogo de la entrevista en la que atiende en la Caja Mágica a cuatro medios españoles. El chico de Ipanema, donde nació hace 18 años, llega al Mutua Madrid Open, torneo en el que ganó su primer partido en un Masters 1000 en la pasada edición, ya con un ATP250, conquistado sobre la arcilla de Buenos Aires el pasado febrero, y como vigente campeón de las Next Gen ATP Finals, el torneo de maestros para tenistas menores de 21 años. Aún es el número 65 del ranking, pero posee la impronta de un serio aspirante a codearse con la élite más pronto que tarde. Buen competidor, la rompe con la derecha y parece tener la cabeza bien amueblada.

"Aún me falta experiencia. Ahora quiero disfrutar del estreno en grandes torneos. Dentro de dos semanas disputaré por primera vez el de Roma y poco después también entraré directo en el cuadro final de Roland Garros. El cambio de superficie siempre es difícil. Estuve un tiempo en Río para entrenar. Creo que estoy bien rodeado por mi familia y buenos amigos. Y eso es fundamental para ser un buen jugador", apunta sobre sus perspectivas inmediatas.

Tras ganar bajo techo, en Jeddah, las Next Gen, se ha instalado en el circuito ATP, ya con algunos méritos contraídos en 2024, donde hizo cuartos de final en el torneo 500 de su ciudad natal. "La nueva generación que viene conmigo lo está haciendo muy bien, gente como Michelsen, Fils o Mensik, que ya ha ganado en Miami... Todos tratamos de disfrutar del proceso y sabemos que cada torneo es una nueva oportunidad de aprender".

¿Cuáles considera que son su principal fortaleza y su mayor debilidad?
Lo mejor es mi cabeza y mi golpe de derecha. De mi grupo de amigos en Brasil soy el único que trabaja, y lo llamo trabajo porque estoy todo el año viajando. Tengo la predisposición de exprimir cada instante e incorporar cosas nuevas. Es un deporte de mucha exigencia mental y creo que manejo bien las emociones en un deporte individual que exige templanza para combatir los nervios. Extraño mucho mi casa, aunque mi familia me acompaña a algunos torneos. En cuando a lo más mejorable en mi juego, me aplico en especial con la volea.

En el pasado Masters 1000 de Miami llegó a conectar una derecha a 181 kilómetros por hora y su golpe globalmente viajó ocho kilómetros por hora más rápido que la media del circuito. "Es algo natural. Desde pequeño me gustaba mucho ir hacia la bola para hacer golpes ganadores. Cuando tenía 11 o 12 años, siempre quería ir a full. Muchas se iban a la red y con algunas lograba winners, pero poco a poco fui ganando más consistencia. Nunca voy a perder esa esencia. En los puntos importantes golpearé fuerte. Es algo normal, que forma parte de mí".

Su victoria en tres sets frente a Andrey Rublev, (noveno cabeza de serie en Melbourne y defensor del título en Madrid) en la primera ronda del Abierto de Australia, donde tuvo que pasar por la fase previa, fue la constatación de un talento precoz. Todo ha cambiado para él en un corto período de tiempo. "Mi familia me ha ayudado a poner los pies en el suelo. Mis padres siempre me hablan de humildad y de la necesidad de trabajar duro. Estoy contento por cómo van las cosas, pero esto es solo el inicio y sé que tengo muchas cosas por delante".

La inmensa figura de su compatriota Gustavo Kuerten, Guga, tricampeón de Roland Garros y ex número 1 del mundo, santo y seña del tenis brasileño, es ineludible. Sobre nuestro interlocutor reposa la esperanza de los aficionados de su país, huérfanos de referentes ganadores desde hace bastantes años. "Miré muy poco jugar a Guga. Miré algo de Thomaz Bellucci, pero nunca he hablado con él. Sí con Guga, que estuvo en una eliminatoria de Copa Davis. Habla mucho con mi entrenador, no tanto conmigo. Creo que es mejor así. Ambos fueron muy importantes para el tenis brasileño y para el deporte en general. A veces pesa su nombre, sí. No quiero ser el próximo Guga, quiero ser el próximo Joao; trabajo para hacer mi propia historia".

Salgamos un poco del tenis. En un país de la tradición musical de Brasil, ¿le gustan la bossa nova y la samba o se inclina por otros estilos mas cercanos a su generación?
Sí, escucho música antigua, gente como Tim Maia. También me gusta la samba. Nunca pude disfrutar mucho del carnaval de Brasil, porque tenía el torneo precisamente allí y después me tocaba viajar.
¿Qué opina de Lula?
Nunca me gustó mucho hablar de política en los medios. Paso poco tiempo en Brasil y no pienso mucho en eso. Pero creo que mi país está mejorando cada vez más.
Alcaraz: "La presión por el número 1 me mató"

Alcaraz: “La presión por el número 1 me mató”

Dijo Carlos Alcaraz, en vísperas de su estreno en el Masters 1000 de Montecarlo y, consiguientemente, en la temporada de tierra batida, muy prometedora para el hombre que defenderá título en Roland Garros, ideal para redimirse de la pobre gira estadounidense de pista dura, de donde regresó en blanco por primera vez en cuatro años, que la ausencia de Jannik Sinner, castigado tres meses por dopaje, y la vía libre para pelear por volver a lo más alto del ranking, poco menos que le «mató».

«Mucha gente me está preguntando, diciéndome, que tengo la posibilidad de ser el número 1 si Jannik no está jugando», comentó en la conferencia de prensa previa al inicio del torneo. «Así que probablemente esa presión en cierto modo me ha matado».

Tercero ahora en el escalafón, a casi 1.000 puntos de Alexander Zverev, el español, de 21 años, se siente ahora liberado ante la evidencia de que esa posibilidad se ha esfumado en el tiempo sobre polvo de ladrillo que ahora arranca, con Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma, antes del aterrizaje en el Bois de Boulogne. «Pienso que estoy muy lejos de Jannik, así que estoy aquí sin tener que pensar sobre ello, sólo dispuesto a salir y jugar. Esa es mi mentalidad ahora», apuntó.

Campeón en Rotterdam, cuartofinalista en Doha, semifinalista en Indian Wells y eliminado de entrada en Miami, suma 6.720 puntos, frente a los 7.645 de Zverev y los 10.330 del italiano, que reaparecerá en Roma a partir del 8 de mayo. «Estoy feliz con la forma en la que estoy jugando. Desde que comenzó el año he hecho un gran tenis, pero este deporte no es sólo golpear la bola, sino que también están la cabeza y el físico».

Su primer rival, este miércoles, será Francisco Cerúndolo, 22º, a quien ha derrotado en sus dos enfrentamientos previos: hace unas semanas, en cuartos de Indian Wells, por 6-3 y 7-6 (4), y el pasado año, sobre la hierba de Queen's, en dieciseisavos, por 6-1 y 7-5. Será, pues, su primer duelo en arcilla, el territorio natural del jugador argentino, donde ha ganado dos de sus tres títulos, Umag, en 2024, y Bastad, en 2022. También salió campeón en pasto: Eastbourne, 2023. Cerúndolo venció este lunes al veterano Fabio Fognini, campeón del torneo en 2109, por 6-0 y 6-3.

La mala racha de Carlos Alcaraz antes de la tierra batida divide al tenis: ¿"Es un aprendizaje" o "le pasará toda su carrera"?

La mala racha de Carlos Alcaraz antes de la tierra batida divide al tenis: ¿”Es un aprendizaje” o “le pasará toda su carrera”?

La última vez que Carlos Alcaraz estuvo sobre una pista de tenis arrastraba el desengaño, la confusión, incluso el desánimo: perdía ante David Gofffin en su debut en el Masters 1000 de Miami y no entendía por qué, otra vez. En los meses anteriores, también ante rivales inesperados -Jack Draper, Jiri Lehecka, Ugo Humbert, Tomas Machac, Botic van de Zandschulp o Gael Monfils-, ya había sufrido derrotas y emociones parecidas. La alegría del último verano idílico hoy es sólo un recuerdo. Ahora el español, a sus 21 años y con sus cuatro trofeos de Grand Slam, está en la encrucijada que decidirá su carrera: ¿Será siempre así o es algo pasajero?

Desde los Juegos Olímpicos de París, Alcaraz ha sumado sólo dos trofeos menores, los ATP 500 de Pekín y Rotterdam, y 11 tropiezos para componer una suerte de crisis. Una mala racha, como mínimo. No es grave, nada grave, pero genera dudas. Este domingo empieza el Masters 1000 de Montecarlo y la consiguiente gira de tierra batida y resulta imposible saber cuáles de sus versiones podrá verse. Quizá sea el dominador que fue en los últimos Roland Garros y Wimbledon o quizá vuelva a entremezclar maravillas con decepciones. Nadie lo sabe. Ni los mayores en el tenis coinciden sobre qué pasará.

"Cuando lo consiga, será más regular"

"No creo que esté en un momento de crisis. Está claro que no está jugando su mejor tenis, pero a su edad me parece algo lógico, propio del aprendizaje. Para mí, su problema es la selección de golpes. Más allá de cualquier aspecto técnico, debe mejorar la táctica, saber qué tiro utilizar en cada ocasión. Cuando lo consiga, será más regular, sufrirá menos sustos", analiza Tim Henman, ex número cuatro del mundo, en conversación con varios medios internacionales, entre ellos EL MUNDO, a través de Eurosport y Max, los canales que ofrecerán el próximo Roland Garros.

Según el británico, que llegó a semifinales en el Roland Garros de los argentinos en 2004, entre Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma, es decir, en los próximos torneos, Alcaraz será más consistente y sumará más de un título: "Es la oportunidad perfecta para responder a las últimas derrotas y jugar mejor". Pero otros no opinan como él.

"A veces hará milagros, a veces perderá"

"Alcaraz pasará por estas inconsistencias en toda su carrera. A veces hará milagros y a veces perderá el partido", asegura Mats Wilander, ex número uno y ganador de siete Grand Slam, también analista de Eurosport y Max. El sueco pone como ejemplo la derrota ante Draper en las semifinales del Masters 1000 de Indian Wells, cuando regaló el primer set, deslumbró en el segundo y acabó cediendo el tercero: "Es muy extraño perder así. Perder no es un gran problema, es normal, pero es difícil ver a un número uno perder un set así, remontar y al final caer. Hay que remontarse a la época de Agassi, que brillaba en un Grand Slam y luego caía en primera ronda, para recordar un caso similar".

"Cuando pasa por una mala racha, su entrenador, Juan Carlos Ferrero, se tiene que plantear: ¿Qué hacemos ahora? Es difícil porque Alcaraz juega como juega Alcaraz y si cambia de táctica puede no funcionarle. Personalmente espero que no juegue de otra manera porque así es muy divertido, pero es inconsistente", finaliza Wilander que, pese a todo, también cree que el español brillará sobre arcilla.

Vacaciones en la Riviera Maya

Al fin y al cabo, es la superficie que mejor se adapta a su tenis y donde cuenta con más margen de error, sobre todo en Roland Garros a cinco sets. El año pasado, su gira fue incompleta, con la ausencia en Montecarlo, Barcelona y Roma y el tropiezo temprano en Madrid, y por eso ahora está ante una oportunidad. Antes de llegar a París podría sumar hasta 2.375 puntos en el ránking ATP, acercarse al segundo puesto de Alexander Zverev y asegurarse un cuadro más amable en el Grand Slam. Además, claro, tiene la oportunidad de aumentar su palmarés en los torneos Masters 1000, una categoría donde sólo ha mandado cinco veces, pese a sus cuatro grandes.

Durante esta semana, antes de viajar ayer a Montecarlo, Alcaraz se ha entrenado junto a Ferrero en las pistas del Real Murcia Club de Tenis, después de pasar nueve días de vacaciones con su familia en la Riviera Maya mexicana. La pronta eliminación del español en Miami le permitió adelantar una desconexión en el resort St. Regis Kanai, que ya tenía programada, con el objetivo de llegar más fresco a los próximos torneos. Ahora, ya descansado, debe abordar la encrucijada que decidirá su carrera: ¿Será siempre así o es algo pasajero?