Evenepoel exhibe sus dotes como contrarrelojista y renace en el Tour de Romandía

Evenepoel exhibe sus dotes como contrarrelojista y renace en el Tour de Romandía

Regresó a mediados de abril como un bólido en la Flecha Brabanzona después de permanecer cuatro meses de baja por una maldita caída e impactó a todos con la conquista de la clásica belga. Remco Evenepoel, en estado puro. Luego se atrevió a desafiar a Tadej Pogacar en la Amstel Gold Race, en la que finalizó tercero. En la Flecha Valona apenas se dejó ver y terminó noveno. En la Lieja-Bastoña-Lieja nunca apareció en el grupo cabecero y concluyó 59º. Un rendimiento de más a menos que este domingo cambió de tendencia.

El fenómeno belga, tras decepcionar el sábado en la etapa reina del Tour de Romandía, se reencontró con su mejor versión e hizo honor al maillot arcoíris que porta y que distingue al campeón del mundo de contrarreloj. En Ginebra, en un recorrido de 17,1 kilómetros, se anotó la crono de clausura de la ronda helvética, con un tiempo de 20 minutos y 33 segundos. Alegría y confianza recuperadas. Satisfacción para Patrick Lefevere, el gerente del equipo Soudal Quick-Step, que siempre se afana para obtener el máximo rendimiento de uno de los ciclistas más polivalentes de la última década, que finalmente ocupó la quinta plaza de la general.

Evenepoel aventajó en 12 segundos a Joao Almeida (EUA), segundo clasificado del día y que se adjudicó la general de la ronda suiza. El portugués aventajó en cerca de medio minuto al francés Lenny Martínez (Bahrain), que había comenzado la jornada de líder con sólo dos segundos de renta sobre el italiano Lorenzo Fortunato (Astana) y tres sobre el luso.

El primer español en la contrarreloj fue Raúl García Pierna (Arkea), sexto, a 32 segundos de Evenepoel. En la clasificación general, Carlos Rodríguez (Ineos), ganador de la edición de 2024, finalizó sexto. Juanpe López (Lidl-Trek) acabó séptimo y Javier Romo (Movistar), décimo.

Evenepoel se mostró contento con las prestaciones ofrecidas en la primera carrera por etapas disputada después de su lesión. «Estaba deseoso por probarme. Todavía me quedan más de dos meses para el Tour de Francia, así que tengo que ser paciente y trabajar día a día», señaló el belga.

El otro gran protagonista fue Almeida, que sumó el triunfo en Romandía a su notable palmarés de esta temporada, en el que figuran la Vuelta al País Vasco (general y una etapa) y París-Niza (etapa). «Como equipo, estuvimos perfectos. Tenemos que estar contentos, hicimos un muy buen trabajo", dijo Almeida después de compartir el podio con Jay Vine, su compañero de equipo, que terminó tercero. El UAE arrasa en la primera parte de la temporada con 37 victorias logradas por 14 corredores distintos.

Pogacar también gana en Lieja e iguala los nueve 'Monumentos' de Fausto Coppi

Pogacar también gana en Lieja e iguala los nueve ‘Monumentos’ de Fausto Coppi

El pionero de La Decana corría con boina negra, pantalón largo y medias hasta la rodilla. Léon Houa invirtió 11 horas en cubrir los 250 kilómetros de la primera edición de la Lieja-Bastoña-Lieja, disputada en1892. El héroe belga impulsaba una mole de hierro por los muros de las Ardenas y se jugaba la vida en estrechos senderos repletos de trampas. En su primera hazaña sufrió una caída y terminó la carrera con sólo un pedal. A pesar de ello, aventajó a sus adversarios en cerca de 23 minutos. Él había nacido el 8 de noviembre en 1867 en Lieja y conocía bien la sinuosa orografía de la carrera, lo que le sirvió para anotarse las victorias en 1893 y 1894, un triplete que este domingo igualó Tadej Pogacar, el fenómeno incomparable de este siglo.

En la clásica más longeva, el esloveno ofreció otro festival con un ataque a 34 kilómetros de la meta. Una aceleración sin respuesta de sus enemigos que le proporcionó en triunfo en el cuarto Monumento de la temporada. Un ejercicio agotador de 252 kilómetros y 11 cotas, las nueve últimas encadenadas en un tramo de 100 kilómetros. Un castigo sin tregua en el que Pogacar volvió a ser coronado con los laureles, como ocurrió en las ediciones de 2021 y 2024.

Pogacar, con nueve Monumentos, iguala los registros del CampionissimoFausto Coppi (cinco Giros de Lombardía, tres Milán-San Remo y una París-Roubaix), del clasicómano irlandés Sean Kelly (tres Giros de Lombardía, dos Lieja-Bastoña-Lieja, dos París-Roubaix y dos Milán-San Remo) y del polivalente italiano Constante Girardengo (seis Milán-San Remo y tres Giros de Lombardía). Se coloca en el tercer escalón de los máximos ganadores, sólo superado por los belga Eddy Merckx (19) y Roger De Vlaeminck (11), los únicos, junto a su compatriota Rik Van Looy (ocho), que han conquistado los cinco Monumentos.

Pogi, aclamado por un público entsiasta, repitió historia en la clásica que se acomoda como un guante a sus característica de escalador y corredor de fondo. Ya sólo se queda a una victoria de las cuatro de Alejandro Valverde y Moreno Argentin, y a dos de Merckx.

La Doyenne, con sus 111 ediciones de historia, está muy viva y sabe renovarse para seguir atrapando al público. Este domingo repescó el Col de Haussire, que no se incluía en el recorrido desde 1995 y que, según muchos aficionados, es la colina más dura de Bélgica, con cerca de cuatro kilómetros de longitud y 6,8% de desnivel medio. En la cima hay una escultura en honor a Claude Criquelion. En ese lugar, a 130 kilómetros de meta, se planteó el primer pulso del día, con un ataque en pareja del Ineos, con Bob Jungels y Tobias Foos. Ambos fueron neutralizados a 80 km. de meta, cuando el UAE de Pogacar impuso un alto ritmo. Aventura sin profundidad, como la fuga integrada, entre otros, por Boulahoite, Sepúlveda, Loland, Le Berre y Haig.

La carrera que cierra el Tríptico de las Ardenas transitó nerviosa hasta el muro de la Redoute, del que este domingo se cumplieron 50 años de su estreno. Santuario de clasicómanos, escenario habitual de la resolución de la prueba. Allí llevó el ataque lejano de Pogacar, con una aceleración de potencia, sin levantarse del sillín. El impulso del esloveno se produjo cuando Remco Evenepoel iniciaba la subida en la parte central del pelotón. El fenómeno del UAE descompuso el grupo principal. Pidcock, Healy, Hirschi y Alaphilippe intentaron, sin éxito, reducir los daños. En la cima, la ventaja era de 10 segundos, una renta que fue creciendo hasta superar el minuto en las orillas del navegable río Mosa, que surca la medieval Lieja, donde levantó los brazos ante la algarabía de un público rendido a su talento. La segunda plaza fue el italiano Giulio Ciccone, a 1.03 y la tercera para el irlandés Ben Healy.

Nueva página gloriosa para El Príncipe esloveno, que esta temporada, en las ocho pruebas disputadas, no se ha bajado del podio. Ganó el Tour de Emiratos, la Strade Bianche , el Tour de Flandes, la Flecha Valona, fue segundo en la París-Roubaix y la Amstel Gold Race y tercero en la Milán-San Remo. En su hoja de servicios ya figuran 95 triunfos. No volverá a competir hasta el Critérium Dauphiné (8-15 de junio), que le servirá como último test de preparación para el Tour de Francia.

Pogacar se venga con otro recital en la Flecha Valona

Pogacar se venga con otro recital en la Flecha Valona

El Fenómeno asegura que disfruta como nadie en los muros de las Ardenas. Que esas escaladas le sirven para preparar su gran objetivo de final de la primavera: la Lieja-Bastoña-Lieja, en la que este domingo persigue su tercera victoria. Tadej Pogacar se divierte en los escenarios en los que otros no encuentran alivio. El esloveno, que no se angustia por mostrar sus debilidades, ha encontrado en las clásicas la fórmula para mantener vivo el fuego de la excitación.

La Flecha Valona, la prueba con el desenlace más previsible pero con el final más electrizante, acogió un nuevo recital del corredor del UAE. El reto se resolvió, como es costumbre, en la última ascensión al Muro de Huy, con sus 1.300 metros de longitud y desnivel medio de 9,3% (máximo del 19%), esas paredes en la que que Alejandro Valverde levantó sus cinco e incomparables reinados. Poco importaron las 10 subidas previas a la clausura en la emblemática cota. El pelotón, castigado por la lluvia y el frío, caminó animado por escaramuzas sin relevancia, como una fuga integrada por los noruegos Foss, Leknessund y Dversnes, cazados a siete kilómetros de la meta. También lo intentaron Stannard, Guglielmi, Shmidt, Paquot y Ceriel Desal.

El susto de la jornada apareció a falta de 40 kilómetros para la meta, en una curva a derechas en la que se cayeron cinco ciclistas, entre ellos Mattias Skjelmose, último ganador de la Amstel Gold Race. Decepción mayúscula para el rodador danés, que acudió a la clásica belga en el mejor momento de su vida.

Un enemigo menos para Pogacar, que afrontó la decisiva subida a la colina de las Siete Capillas comandando un pelotón roto por la aceleración de sus gregarios Jan Christen y Brandon McNulty. En el grupo se mantenían, entre otros, Remco Evenepoel, Thomas Pidcock y Lenny Martínez, que vigilaban de cerca las maniobras del UAE.

En los tramos en los que avanzar y mantener la verticalidad supone un desgaste tremendo apareció la figura de Pogacar para marcar distancia. El esloveno conocía bien el trazado: la de ayer fue su quinta participación, fue primero en 2023, decimosegundo en 2022, noveno en 2020 y quincuagésimo tercero en 2019. Aceleró a mitad de ascensión y nadie fue capaz de seguirle. Se marchó con una facilidad asombrosa, esa que distingue a los superdotados. Escaló solo, sin la presión de unos enemigos desconcertados, con tiempo para saborear el triunfo, el segundo en esta clásica, una alegría tras las derrotas en la Amstel Gold Race y en los adoquines de la París-Roubaix. Este miércoles sumó la victoria 94 de su espléndido palmarés. El segundo fue el francés Kevin Vauquelin (misma plaza en 2024) y el tercero el británico, Pidcock. Evenepoel ocupó el noveno puestp.

Nueva exhibición de Pogacar en una temporada espléndida: en las siete pruebas que ha disputado no se ha bajado del podio. Antes ganó el Tour de Emiratos, la Strade Bianche y el Tour de Flandes, terminó segundo en la París-Roubaix y en la Amstel Gold Race, y fue tercero en la Milán-San Remo. Una barbaridad.

El renacer de Remco Evenepoel: Sierra Nevada, su conversión al islam y una lesión en el hombro que casi le retira

El renacer de Remco Evenepoel: Sierra Nevada, su conversión al islam y una lesión en el hombro que casi le retira

La todavía precoz carrera de Remco Evenepoel está marcada por el éxito y el dolor. Un binomio que le tortura y le reconforta de la misma manera, un renacimiento continuo que en este comienzo de 2025 está viviendo su tercer episodio. Tras su accidente en diciembre contra la puerta de un vehículo de correos mientras entrenaba, el belga ha vuelto a lo grande, ganando la Flecha Brabanzona después de 190 días sin competir y plantando cara a Tadej Pogacar para quedar tercero en la Amstel Gold Race, aperitivo en las Ardenas de la Lieja-Bastogne-Liega del próximo domingo que ya ganó dos veces (2022 y 2023).

Para saber más

Para saber más

Tras caer por un barranco en Lombardía en 2020, en el descenso de Sormano (fractura de pelvis y contusión pulmonar), y el grave percance de la Vuelta al País Vasco del año pasado junto a Vingegaard y Primoz Roglic, Remco volvió a experimentar la frustración de los huesos rotos y los quirófanos. Esta vez fue tan preocupante que todo estuvo a punto de terminar, como él mismo confesó. No sólo se fracturó el omóplato derecho, varias costillas y la mano derecha. Después de unas semanas descubrió una lesión nerviosa en su hombro (el mismo dañado en la Itzulia) "que aún no se ha curado". "Si hubiera sido tenista, jugador de baloncesto o voleibol, mi carrera habría terminado", ha asegurado el del Soudal Quick Step.

Para este regreso a la elite el doble oro olímpico en París no sólo ha necesitado tiempo, curas y entrenamiento. También mucho trabajo mental. Y para ello, Remco se apoyó en Oumi Rayane, su esposa marroquí con la que se casó hace tres años. Sin que nadie le preguntara, en la previa de la Brabantse Pijl el belga admitió su conversión al Islam: «Ha sido un período muy oscuro, pero mi gente y mi fe me han ayudado enormemente". «Rezamos juntos a menudo y lo seguiremos haciendo. Es increíble lo que me has enseñado, y es un sentimiento maravilloso compartir esto contigo. Sin ti, probablemente hubiera abandonado mi carrera», le decía en una publicación en redes sociales a su pareja.

Oumi Rayane, esposa de Evenepoel, durante la Flecha Brabanzona.

Oumi Rayane, esposa de Evenepoel, durante la Flecha Brabanzona.OLIVIER MATTHYSEFE

Evenepoel miró con envidia desde la televisión los duelos de Pogacar y Van der Poel en las primeras clásicas, pero no perdió su paciencia ni se quiso precipitar en su vuelta a la competición. Tras semanas de rodillo, el pasado 1 de febrero fue el primer día que pudo subirse en bicicleta en la calle y, cómo no, fue España el lugar clave para ponerse a punto. A la Costa Blanca fue con Oumi a un primer bloque de entrenamientos que ha completado a principios de abril con dos semanas de concentración en la altitud de Sierra Nevada.

Un trabajo que ha dado sus frutos. En la Flecha Brabanzona abrasó a Van Aert hasta derrotarle al sprint y en la Amstel (255.9 kilómetros y 34 subidas) -donde sufrió una caída temprana-, cuando todo parecía de cara para Pogacar, le remontó hasta cazarle a falta de ocho kilómetros junto al vencedor Mattias Skjelmose. Ahora mira a la Flecha Valona y la Lieja y después, el Tour.

Evenepoel vuelve a la cumbre 136 días después de su accidente

Evenepoel vuelve a la cumbre 136 días después de su accidente

Actualizado Viernes, 18 abril 2025 - 18:24

Loor al ciclista inconmensurable y al hombre indestructible. Reverencia frente a quien, 136 días después de un accidente entrenándose que le costó fracturas, luxaciones y contusiones, volvió a triunfar. Pleitesía ante quien es capaz de ganar nada más reaparecer, como si nada hubiera ocurrido, como si el tiempo se hubiera detenido, para repetirla, en la última victoria, la crono del Mundial, 208 días atrás. Veneración suscitada y sostenida por, en una palabra, en un solo nombre, Remco Evenepoel.

El himno nacional de Bélgica es 'La Brabançonne'. La Brabanzona. De Brabante, una de las cinco provincias valonas de Bélgica. Y, casi simbólica, patrióticamente, Remco Evenepoel eligió la Flèche Brabançonne, 162 kms. entre Beersel y Overijse, con 21 ascensiones, para dar sus primeras pedaladas en la temporada 2025. El resto de los "Fab Six" (Pogacar, Van der Poel, Vingegaard, Roglic, Van Aert) ya había salido a escena. Y todos con victorias. Excepto Van Aert, que ha rozado varias y no ha conquistado ninguna. Igual que en esta Brabanzona, dominado al sprint por la múltiple excepcionalidad del genio intratable.

Quizás haya que celebrar por encima de todo que Remco no se cayera. No es una observación frívola en el caso de un corredor víctima frecuente de graves accidentes, el último de los cuales lo sometió a tal prueba física y psicológica que estuvo a punto de destruirlo. La victoria brabanzona es un canto al talento profesional y al coraje personal de quien, sometido a casi todas las pruebas posibles, las ha ido superando una a una.

Todo empezó y, valga el juego de palabras, comenzó a terminar a 50 kms. de la llegada. En los 500 metros de adoquín al 9,2% de media y con un porcentaje máximo del 14,9% del Moskesstraat, atacó Van Aert. Se le unió Evenepoel. La carrera se fragmentó al instante, como cortada a hachazos de un gigante ciego y furioso. Un poco más allá, en el Holstheide, un kilómetro sin empedrado, pero al 11%, saltó Remco (Soudal). Se le le pegaron Van Aert (Visma) y los 22 años del británico Joseph Blackmore (Israel), ganador del Tour del Porvenir de 2024.

El sufrimiento de Van Aert

La precoz escapada del día, seis hombres, entre ellos Antonio Jesús Soto, del Caja Rural, ya era un recuerdo. Bueno, un olvido. El trío hizo camino. Los sucesivos pasos, en el circuito, del Herstraat, el Moskesstraat, el Holstheide, etc., vieron volar al terceto, siempre con alrededor de los 50 segundos de ventaja, porque por detrás también se corría mucho, aunque no lo suficiente. Tendrían que haber estado por allí Pogacar y Van der Poel para tener alguna posibilidad de caza.

Ya muy dentro del bucle final de tres vueltas, a 16 kms. de la meta, Blackmore reventó. El pelotón se lo tragó poco después como quien ingiere un fruto tan maduro que ya no se mantiene en el árbol. Sólo existía un mano a mano entre un Remco impasible y un Wout que no podía ocultar un rictus de sufrimiento. A dos kilómetros de la llegada y ya con un minuto de ventaja, los dos gigantes empezaron a mirarse, a estudiarse, a escrutarse...

En el momento de la verdad definitiva, luego de todas las verdades parciales, Evenepoel demarró. Van Aert, a su estela, no pudo, sin embargo, y pese a exprimirse, superarle. Agachó la cabeza y dobló la rodilla en gesto de fatiga y señal de acatamiento al rey. Y Remco, exultante, emocionado, después de tantas coronas de espinas en, precisamente estas fechas, recuperó la de oro y piedras preciosas.

El pelotón de ilustres llegó a 27 segundos. Antonio Morgado hizo tercero. Y Alex Aranburu, cuarto. Pero fue como si no existieran. Evenepoel reclamó en silencio todos los focos y también ellos, y también mudos, se plegaron a su orden.

Pogacar, con nueva máquina, arranca un curso en el que sus asustados enemigos le evitan y busca la mágica victoria 100

Pogacar, con nueva máquina, arranca un curso en el que sus asustados enemigos le evitan y busca la mágica victoria 100

Tadej Pogacar levanta el telón y sus enemigos le evitan. El ciclista sin límites abrió ayer una temporada de largo recorrido en la que defenderá su reinado y peleará por adornar su espléndido palmarés con un número simbólico: 100 victorias. El esloveno ya cuenta con 88 triunfos y en el nuevo curso tiene previsto participar en una docena de pruebas, el doble que sus principales rivales. Esa cifra redonda está al alcance de un corredor que emula a los antiguos, con un calendario de principio a fin de temporada: desde febrero a octubre sin descanso. En la temporada pasada sumó 25 victorias, con menos de la mitad sería centenario.

El líder de la escuadra de Emiratos Árabes se estrenó ayer en el Tour de UAE, una prueba de segundo nivel a la que debe acudir como contraprestación por haber rubricado el contrato más elevado del pelotón: ocho millones de euros anuales hasta 2030. En la ronda del desierto ha estrenado una bicicleta de última generación, una Colnago aerodinámica como ninguna. Los medios más selectos para el corredor más versátil. Con su nueva máquina pretende imponerse en la contrarreloj de hoy del Tour de UAE de 12,2 kilómetros y en las dos etapas de montaña de mañana, con final en Jebel Jais, y del domingo, en Jebl Hafeet, y en alguna de las clásicas de primavera.

Y es que este año, Pogacar apostará, como nunca, por las pruebas de un día: Strade Bianche, Milán San Remo, E3 Saxo Classic, Gent-Wevelgem, Tour de Flandes, Amstel Gold Race, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja, Mundial de ruta de Kigali (Ruanda) y Giro de Lombardía. Marcada en rojo está la fecha de la Milán-San Remo (22 de marzo), un Monumento que se le resiste y con el que empieza a obsesionarse, en cuatro participaciones ha sido decimosegundo, quinto, cuarto y tercero. El bebut en la París-Roubaix queda aplazado por mejor ocasión

Antes de afrontar la conquista de su cuarto Tour de Francia sólo participará en una ronda de una semana: Critérium Dauphiné (8-15 de junio). Esta prueba será la única en la que coincidirá con Jonas Vingegaard antes de la salida del Tour. El danés ha preferido esquivar al esloveno y completar una hoja de ruta con carreras de una semana: Vuelta al Algarve (comienza mañana), París-Niza y Volta a Catalunya. Su intención es acudir a la Vuelta a España, cita aún no confirmada por Pogacar. Esta es la única de tres grandes rondas que Pogi no ha ganado y eso le motiva, pero todo dependerá de los resultados y el desgaste del Tour.

Primoz Roglic también se estrenará en el Algarve y luego irá a la Volta, al Giro de Italia y al Tour. No coincidirá con Pogacar hasta la Grande Boucle. Si es seleccionado para el Mundial en ruta (perfil montañoso) debería colaborar con Pogacar para reeditar el título del curso pasado.

En la nómina de los Big Three oponentes de Pogacar, Remco Evenepoel es el que menos le evitará, dado que coincidirá con el esloveno en Amstel Gold Race, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja y Critérium Dauphiné. El Mundial volverá a ser uno de los principales objetivos de fenómeno belga, que ha comenzado la campaña lastrado por las fracturas de clavícula, costilla, omóplato y mano derecha producidas en un entrenamiento en diciembre.

Wout Van Aert, que ayer acaparó protagonismo en la Clásica de Jaén, hará doblete con Giro y Tour y se peleará con Mathieu van der Poel en el Tour de Flandes, París-Roubaix, Mundial y la conquista de etapas en la Grande Boucle.

Entre los españoles, el que más veces coincidirá con Pogacar será Enric Mas, que se ha propuesto participar en Vuelta a Andalucía, la clásica Faun Drôme, la Volta a Catalunya, País Vasco, Amstel Gold Race, Flecha Valona, Lieja, Critérium Dauphiné, Tour de Francia, Vuelta y Lombardía. Carlos Rodríguez, que ayer debutó en el Tour de UAE, se ha decantado por la Volta, País Vasco, Tour y Vuelta a España. Juan Ayuso tiene un calendario opuesto a su compañero Pogacar, con participaciones en las clásicas Faun Ardèche y Faun Drôme y las rondas de Tirreno-Adriático, Volta y Giro de Italia. En principio, será el líder del UAE en la corsa rosa, donde competirá con Roglic, ganador de la edición de 2023.

Evenepoel, trasladado a un hospital por un accidente en un entrenamiento

Evenepoel, trasladado a un hospital por un accidente en un entrenamiento

Actualizado Martes, 3 diciembre 2024 - 13:38

El doble campeón olímpico Remco Evenepoel ha sido trasladado al hospital tras sufrir un accidente durante un entrenamiento en Bélgica este martes. Los medios de comunicación belgas informan de que Evenepoel no pudo esquivar la puerta de un vehículo de correos cuando se abrió de golpe. El joven de 24 años no perdió el conocimiento, pero el impacto fue lo suficientemente fuerte como para romper el cuadro de su bicicleta.

Las primeras imágenes muestran a Evenepoel sentado junto a una ambulancia, envuelto en una manta y sujetándose el brazo. "Todavía estamos de camino, pero nosotros mismos no sabemos mucho más", ha declarado su padre, Patrick Evenepoel, al diario belga Het Nieuwsblad. "Ya nos ha enviado un mensaje, así que esperamos que todo vaya bien. Por lo que he oído, se cayó tras chocar con la puerta giratoria de un camión Bpost".

El accidente se ha producido en Oetingen, a unos 30 kilómetros al este de Anderlecht. Evenepoel se convirtió en el primer ciclista en arrasar en la carrera en ruta y en la contrarreloj de unos Juegos Olímpicos cuando triunfó en ambas en París en agosto. Dos veces campeón del mundo, Evenepoel también ganó la Vuelta a España en 2022 y terminó tercero en el Tour de Francia de este año.

"Estuvo tendido en el suelo durante un rato", ha señalado Bart De Pelseneer, que tiene una carnicería cerca. "Está claro que fue un golpe fuerte. La puerta del coche de correos también estaba completamente torcida. Su bicicleta estaba completamente rota, la doblaron como si fuera una silla de ruedas. Cuando fui a verle estaba mortalmente pálido, los servicios de emergencia le dieron una Coca-Cola. Su mujer Oumi llegó casi al mismo tiempo que los servicios de emergencia", ha explicado este testigo

Mont Ventoux, Tourmalet y un tributo a Hinault adornan el recorrido de un nuevo Tour destinado al lucimiento de Pogacar

Mont Ventoux, Tourmalet y un tributo a Hinault adornan el recorrido de un nuevo Tour destinado al lucimiento de Pogacar

Tadej Pogacar se siente reconfortado tras analizar el recorrido de su nuevo desafío. Al fenómeno esloveno le agrada el perfil montañoso del Tour de Francia 2025, presentado este martes en el Palacio de Congresos de París. La 112ª edición de la Grande Boucle comenzará el 5 de julio en Lille y finalizará el 27 del mismo mes en París. La capital, tras la excepción del pasado año provocada por la organización de los Juegos Olímpicos, volverá a acoger la clausura de una prueba que, a diferencia de los últimos años, se disputará íntegramente en territorio francés.

Mont Ventoux, Tourmalet, Hautacam, La Plagne, icónicas cimas, regresarán a la coreografía de una ronda en la que Pogacar persigue su cuarto título y en la que pugnará con unos rivales más fuertes que en 2024. Jonas Vingegaard retornará sin los déficits de la corta preparación del último ejercicio y Remco Evenepoel jugará sus cartas con más experiencia.

En el mes de julio, todas las miradas se fijarán en el corredor del UAE, nacido para devorar récords. Con 26 años, sólo Eddy Merckx acumulaba más victorias. El esloveno ya ha superado a Bernard Hinault, el mito francés, que precisamente será homenajeado en la primera semana de la carrera, cuando el pelotón transitará por las quebradas sendas cercanas a Yffiniac, la población natal de El Tejón, que en 2025 festejará el 40 aniversario de su última conquista de la ronda, desde entonces, ningún francés ha subido a lo más alto del podio.

Una crono en Caen de 33 kilómetros y el ascenso al Muro de Bretaña provocarán la primera gran criba. En la primera semana también se recordarán las figuras de Jacques Anquetil y de Luison Bobet (se conmemora el centenario de su nacimiento), el primero que sumó tres Tour consecutivos: 1953, 1954 y 1955.

Después de cruzar el Macizo Central se afrontará un durísimo tríptico por los Pirineos. El primer reto es un final en Hautacam, el segundo una cronoescalada de 11 kilómetros en Peyragudes y el tercero en un brutal encadenado: Tourmalet, Aspin, Peyrosourde y Superbagnères. Esta última cima no coge la meta desde 1989, cuando Robert Millar se impuso a Pedro Delgado.

Una complicada etapa que causó impacto en el Palacio de Congresos, donde estuvo Mark Cavendish, que atesora la plusmarca de 35 victorias parciales y que, a sus 36, pretende seguir sumando más éxitos. También acudieron, entre otros, JulianAlaphilippe, Valentin Madouas, Lenny Martínez,Jasper Philipsen y Biniam Girmay.

Tras la expedición por los Pirineos llegará el Mont Ventoux (etapa 16ª). Una montaña que se ha ascendido desde 1951 en 18 ocasiones, 10 de ellas como meta. El último que ganó en ese paraje lunático fue Wout van Aert, en 2021.

La traca final se encenderá en los Alpes. La jornada 18ª podría ser determinante con subidas a Glandon, Madeleine y final en Loze. En la siguiente se tomará la salida en Albertville y la meta estará ubicada en el interminable La Plagne:19,1 km al 7,2% de desnivel.

Por su parte, el Tour Femenino, que pasa de ocho a nueve etapas, se disputará del 26 de julio al 3 de agosto.

Óscar Freire, 20 años después de su tercer oro en Verona: ''Me gustaría ser seleccionador, algo sé de Mundiales''

Óscar Freire, 20 años después de su tercer oro en Verona: ”Me gustaría ser seleccionador, algo sé de Mundiales”

Atiende la llamada del periodista mientras prepara la maleta para viajar a Zúrich, donde se disputa el Mundial de ciclismo. Óscar Freire (Torrelavega, 1976) quiere presenciar en vivo las últimas pruebas del campeonato que finaliza el domingo con el desafío de la ruta masculina. Pogacar, Evenepoel y Van der Poel son los favoritos. Las opciones españolas pasan por Juan Ayuso, Pello Bilbao y Pablo Castrillo. En el recuerdo permanecen aquellos Mundiales en los que Freire acaparaba protagonismo. El próximo 3 de octubre se cumplen 20 años de su hazaña incomparable: conquistar su tercera medalla de oro en Verona, en la misma ciudad en la que logró su primer Mundial cinco años antes. Nadie venció dos veces en la misma sede.

La medieval Verona, testigo de las disputas entre Montescos y Capuletos, marcó el destino de un sprinter portentoso. En 1999, el novato ganó el maillot arcoíris en un inmenso ejercicio de osadía. En la recta final sorprendió con un ataque desde larga distancia que descolocó a los veteranos Ullrich, Vanderbroucke, Konyshev, Casagrande y Zberg, Robin y Camenzind. Subió al podio y le llovieron las ofertas. «Siempre estaré agradecido a Verona. Me cambió la vida», reconoce.

Muchos afirmaban que aquella medalla de oro fue fruto de la casualidad. Craso error. En 2001 venció en el Mundial de Lisboa y en 2004 firmó una gesta histórica en los Mundiales. Hasta entonces, sólo Eddy Merckx, Alfredo Binda y Rik van Steenbergen (más tarde Peter Sagan se unió a tan ilustre nómina) habían sumado un triplete, pero ninguno repitió escenario. «En el segundo Mundial en Verona se juntaron varias circunstancias favorables, como que yo me encontraba en el mejor momento de vida. Antes del campeonato había trabajado mucho en casa y viendo los valores que tenía era consciente de que estaba mejor que nunca. Ese año había ganado la Milán-San Remo, una etapa en la Tirreno-Adriático y en la Vuelta a España, pocas victorias, pero de calidad. También influyó mucho que fuimos al Mundial con un gran equipo. Desde mi punto de vista, ese fue el mejor de la historia», recuerda el velocista español.

ALEJANDRO VALVERDE

Entonces, el seleccionador Paco Antequera construyó un grupo al servicio de Freire, en el que figuraban Alejandro Valverde, Luis Pérez, Paco Mancebo, Isidro Nozal, Igor Astarloa, Eladio Jiménez, Pedro Horrillo, Marcos Serrano y Tino Zaballa. España funcionó como una máquina perfecta. Tras la retirada del ídolo local, Paolo Bettini, por una avería, los escuderos de Freire controlaron la prueba e impusieron un ritmo altísimo. «La clave de la carrera estuvo en las dos últimas vueltas, en las que apretamos en la subida previa a la recta de la meta y rompimos el pelotón. Al final, llegamos un grupo pequeño, en el que estábamos Luis Pérez, Valverde y yo. Alejandro estuvo espléndido lanzando el sprint», sostiene. Oro para Freire, plata para el alemán Erik Zabel y bronce para el italiano Luca Paolini.

Alegría inmensa tras cruzar la meta en un lugar muy conocido por el cántabro. Sensaciones parecidas a las de 1999, pero ambiente distinto. «Todo fue muy diferente a la primera vez. En 1999 yo era un desconocido, me presenté sin presión, vi el momento y salté sin que nadie pudiera seguirme. En 2004, después, de vencer en el Mundial de Lisboa de 2001, estaba muy marcado. En el primer Mundial, antes de disputar la carrera salí por la ciudad, fui a ver la estatua de Romeo y Julieta. En 2004 apenas salí del hotel, sólo lo hice para entrenarme. Sabía que tenía que ganar por el gran momento de forma en el que me encontraba», rememora. Hasta la liberación de estrés fue distinto en ambas ocasiones: «En el primer Mundial apenas hubo celebración, porque prácticamente estaba solo. En el segundo fue distinto porque ya estaba la familia».

«Verona es talismán, me dio todo. Italia siempre se me dio bien, con las clásicas y la Tirreno-Adriático, pero nunca pude disputar el Giro, me venía mejor la Vuelta para preparar el Mundial y al Tour tenía que ir por obligaciones comerciales. He vuelto varias veces a Verona. Hace tres años me alojé en el hotel que está junto a la línea de meta», señala un campeón que sigue unido al ciclismo. Su hijo Marcos apunta maneras y ha sido fichado por el UAE de Pogacar para su equipo continental.

DIRECTOR Y POLÍTICA

Óscar, que participa en carreras amateurs y colabora con medios de comunicación, adelanta que se siente capacitado para ser seleccionador. A finales de año hay elecciones en la Federación Española. José Luis López Cerrón no se presentará a la reelección. Pascual Momparler, actual técnico, tiene intención de continuar. El valenciano accedió al cargo en 2019, un año después del triunfo de Valverde en Innsbruck. Desde entonces, ningún español ha subido al podio.

«Claro que me gustaría ser seleccionador nacional. Tengo experiencia en los Mundiales y creo que puedo aportar mis conocimientos. Ser seleccionador es muy distinto a ser director de un equipo, que está todo el año fuera de casa», afirma Freire.

«El trabajo de seleccionador es para ocasiones puntuales y lo que se necesita es saber motivar a los corredores. Yo algo sé sobre los Mundiales. Pero también comprendo que el puesto de seleccionador tiene que ver mucho con la política, y yo de eso no sé. Yo esto aquí para el que quiera contar conmigo», subraya.

Este viernes, Freire llegará a Zúrich para seguir el Mundial. «Este campeonato es duro, con desniveles positivos de más 4.000 metros y cerca de 274 kilómetros de recorrido. Se parece mucho al Gran Premio de Zúrich. Me parece que la selección española es muy compacta, con buenos corredores. Ayuso llega en gran momento de forma, Bilbao tiene posibilidades y es rápido. Castrillo se presenta con mucha motivación tras ganar dos etapas en la Vuelta... Tendrán sus oportunidades, deberían actuar antes de que se muevan los favoritos», advierte el tricampeón.

Histórico triunfo de Evenepoel en la crono del Mundial: Doblete consecutivo tras ganar dos oros en los Juegos Olímpicos

Histórico triunfo de Evenepoel en la crono del Mundial: Doblete consecutivo tras ganar dos oros en los Juegos Olímpicos

Dice el entrenador Koen Pelgrim que Remco Evenepoel no es un robot que se pueda acomodar a cualquier momento o lugar. El belga no es una máquina, pero lo parece. Es fiable como pocos en la lucha contra el reloj. Este domingo revalidó, en Zúrich, su título de campeón tras imponerse en un emocionante final al italiano Filippo Ganna. El belga marcó un registro de 53.01minutos, sólo seis segundos menos que el rodador del Ineos. La tercera plaza fue para el también italiano Edoardo Affini, que este mes se proclamó campeón europeo de la especialidad.

Evenepoel administró los esfuerzos con inteligencia y se acopló a su bicicleta en un ejercicio magistral de aerodinámica. Pedaleó con un desarrollo acompasado y avanzó con potencia sin descomponer su fornida figura. Es un modelo a seguir en las escuelas de ciclismo. Con su bicicleta bañada con el oro de París, voló en un contrarreloj de 46.1 kilómetros con salida y llegada en Zúrich, con sólo un pequeño repecho de 2,4 kilómetros en el ecuador de la prueba. Aunque no le funcionó el potenciómetro, marcó los mejores tiempos en los tres zonas intermedias (con seis segundos, nueve segundos y 19 segundos sobre Ganna). Sólo sufrió apuros en los cinco últimos kilómetros, en los que Ganna le restó 10 segundos.

El belga supo dosificar con acierto un tremendo desgaste físico, sin llegar al umbral del esfuerzo. También templó muy bien los nervios, con un fallo en la cadena en la misma rampa de salida. ''Todo ha sido una locura, posiblemente haya sido la contrarreloj más complicada de mi carrera. Se me cayó la cadena un minuto antes de la salida y el potenciómetro no funcionaba. Tuve que confiar en las sensaciones. Era difícil mantener el ritmo porque me movía un poco a ciegas"', dijo Evenepoel.

Primer triunfo consecutivo del fenómeno belga en el Mundial de ciclismo, tras imponerse en Glasgow, en 2023. Un doblete que sólo han conseguido el australiano Michael Rogers, el suizo Fabian Cancellara, el alemán Tony Martin, el australiano Rohan Dennis y el italiano Filippo Ganna.

Evenepoel, con 24 años, atesora una hoja de servicios magnífica, con registros formidables. Este verano acaparó protagonismo absoluto en los Juegos Olímpicos de París, con sendas medallas de oro en las pruebas de ruta y contrarreloj. Dos oros olímpicos como preámbulo de un título Mundial. Lo nunca visto en menos de dos meses. Y todavía le espera prueba de fondo del próximo domingo.

Remco Evenepoel es un especialista en pruebas de un día y en grandes rondas. En 2023 se proclamó campeón del mundo de contrarreloj en Glasgow y en 2022 conquistó el maillot arcoíris de ruta en el circuito de Wollongong (Australia). En ese mismo año se impuso en la general de la Vuelta a España (más dos etapas y la clasificación de los jóvenes). En la última edición del Tour de Francia terminó tercero. El esloveno Tadej Pogacar le elogia por su valencia y ambición.

Los españoles David de la Cruz y Raúl García Pierna firmaron una actuación discreta en Zúrich, al ocupar, respectivamente, los puestos 25º y 26º. De la Cruz invirtió 3.26 más que Evenepoel, y García Pierna, 3.36.

Evenepoel acaparó todos los focos en la jornada de apertura de un Mundial Zúrich que finalizará el próximo domingo. Un campeonato en el que la expedición española espera atrapar alguna medalla. Las principales apuestas están situadas en la carrera de fondo del domingo 29, con la presencia de Juan Ayuso, que llega en excelente estado de forma tras destacar en el Tour de Luxemburgo (ganó la crono del sábado), Pello Bilbao y Pablo Castrillo. La júnior Paula Ostiz (oro en la contrarreloj del Europeo) parte como una de las favoritas en la contrarreloj (mañana) y la ruta (jueves). Mavi García es la referencia de la ruta élite (sábado). El júnior Héctor Álvarez (plata en el Europeo) espera sobresalir en la ruta (viernes). Iván Romeo peleará por entrar en el podio de la crono sub 23 (hoy, 14.45 horas) y de la ruta (viernes), junto a Markel Beloki, Igor Arrieta y Pablo Torres.