El turno de 'Richi', el "dialogante" árbitro con pasado en el 23F que dirigirá la final de Copa

El turno de ‘Richi’, el “dialogante” árbitro con pasado en el 23F que dirigirá la final de Copa

Tienen los clásicos un aroma a partido añejo, histórico, como su propio nombre indica. Por ello el Comité Técnico de Árbitros ha recurrido a un colegiado con esas características para afrontar la final de Copa del Rey en La Cartuja entre dos transatlánticos que magnificarán cada posible error de un equipo arbitral que parte con un líder respetado dentro de su colectivo. Y la historia de Ricardo De Burgos Bengoetxea (Bilbao, 1986) está a la altura.

Tenía cinco años cuando su tío Francisco le pidió a Adolfo Suárez que no se moviera de su escaño. Era un 23 de febrero de 1981 y este cabo fue uno de los que participó en el frustrado golpe de Estado del teniente coronel Antonio Tejero. Su hermano, Ernesto De Burgos Núñez y padre de Ricardo, fue árbitro profesional entre 1976 y 1982. El joven decidió obviar el subfusil y el puro que llevaba su tío en aquella negra fecha y, con buen criterio, eligió agarrar el silbato y seguir la carrera de su padre, que llegó a arbitrar hasta 69 partidos en Primera División. El trencilla le sigue llamando tras cada partido para tranquilizarle y explicarle cómo ha salido todo.

De Burgos Bengoetxea ascendió a Primera División en 2015 y lo hizo junto a José María Sánchez Martínez, curiosamente dos de los mejores árbitros actualmente de LaLiga EA Sports, aunque De Burgos no esté entre los cinco que hay en el grupo Élite de UEFA y sí el murciano. Llegó tras arbitrar dos temporadas en Segunda B (26 partidos) y cuatro en Segunda (86 duelos) hasta el ansiado Levante - Celta del 23 de agosto de 2015 en el que debutó oficialmente en la máxima categoría.

Si ese fue uno de sus mejores momentos con el silbato en la mano, uno de los peores se produjo en su primer clásico. El colegiado expulsó a Cristiano Ronaldo en la final de la Supercopa de España de 2017 tras un forcejeo con Umtiti. Le mostró la segunda amarilla tras haberle sacado otra por celebrar un tanto sin camiseta. Admitió en una entrevista que "fue un momento complicado" y que le costó "volver a salir al campo", pero que esa experiencia le ha hecho más fuerte en su profesión.

Su turno

Para el CTA era el turno de Richi, como se le conoce cariñosamente, puesto que, aunque debió pitar la final del año pasado, al haberse colado el Athletic, no pudo hacerlo al pertenecer al colegio vasco. La eliminación de la Real allanó un camino que tanto Luis Medina Cantalejo como el Comité técnico lo tenían claro, pese a los rumores de que este encuentro sería para César Soto Grado. Desde el CTA hay "gran confianza" en un colegiado de carácter "dialogante" que ha sacado partidos muy complicados en los últimos años "con gran nivel".

De hecho, De Burgos es el que tiene que afrontar el famoso derbi sevillano en el que lanzan un palo a Joan Jordán y también el encuentro en el que Vinicius recibe los insultos racistas en Mestalla, en el que el brasileño termina expulsado.

No hay corporativismo

El vasco califica a los árbitros como el equipo número 21 de LaLiga y es completamente contrario al corporativismo que, dicen, existe entre los trencillas. "Yo quiero que me corrijan si me he equivocado", expresó en una entrevista previa respecto al uso del VAR y la polémica y la desconfianza que genera en cada jornada. Aunque ninguna como la del caso Negreira del que asegura es lo "que más daño" ha hecho a su colectivo.

Fan del parchís y de tomar alguna que otra cerveza con los amigos y compañeros cuando la temporada lo permite, éste será el tercer clásico que arbitre en sus 10 años en Primera División. El primero, pese a la expulsión de Ronaldo, se lo llevó el Real Madrid y los dos últimos, otra final de Supercopa en 2023 y uno de liga en la misma temporada, fueron para el FC Barcelona.

Es, sin embargo, el Atlético de Madrid el equipo al que más veces ha pitado, 34. Mientras que el Barcelona es el tercero con 31 y el Real Madrid es sexto con 25 de los 380 partidos en los que ha estado en el campo. El balance de los culés con De Burgos son de 25 victorias, un empate y cinco derrotas mientras que los blancos están en 17-4-4. Internacional desde 2018, ya ha dirigido algún partido de la Nations League, pero le falta rematar con algún gran torneo.

33 días, seis jornadas y cuatro puntos entre Barça y Madrid: una primavera de tensión en el fútbol español

33 días, seis jornadas y cuatro puntos entre Barça y Madrid: una primavera de tensión en el fútbol español

La pelea por el título de Liga entra en su recta final con seis jornadas convertidas en seis clásicas de primavera. Si el ciclismo tiene sus cinco Monumentos, Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja y Lombardía, el fútbol español vivirá 33 días de tensión desde esta tarde hasta el próximo domingo 25 de mayo, fecha de la última jornada. Un mes y tres días para decidir qué equipo se hace con el campeonato doméstico. Serán los 18 últimos puntos de la temporada, con el clásico del domingo día 11 en Montjuic como punto de inflexión definitivo y con el Atlético, a 10 del Barça, esperando un milagro casi imposible.

La agónica victoria del Madrid ante el Athletic en el Bernabéu, en el encuentro más difícil que le quedaba en casa este curso, le mantiene a cuatro puntos de un Barça que sufrió ante el Celta en Montjuic y que tiene las semifinales de Champions contra el Inter como piedra en el camino de la Liga. De cómo el cuadro de Hansi Flick gestione la exigencia liguera y continental dependerá lo abiertas que estén las trincheras de la guerra por la Liga.

Es la primera vez desde 2019 que el Barça tiene que pelear los dos grandes trofeos del curso a la vez a estas alturas de abril. Ese curso, el 18-19, fue capaz de levantar la Liga, pero cayó en semifinales de Champions ante el Liverpool tras un desastroso partido de vuelta en Anfield Road. En ese momento era líder destacado del Campeonato, así que su puesto liguero no se vio afectado por la exigencia continental, pero este mes será diferente. El Madrid acecha.

El calendario del Barça

El conjunto azulgrana inicia esta noche ante el Mallorca su particular Tourmalet, siguiendo con las comparaciones ciclistas. La etapa reina de la temporada del Barça incluye la eliminatoria de Champions contra el Inter, el 30 de abril y el 6 de mayo, la final de la Copa del Rey del sábado, tres recibimientos ligueros ante Mallorca, Madrid y Villarreal, y tres visitas al Valladolid, Espanyol y Athletic, el más complicado.

Nueve citas a las que la plantilla de Flick llega exprimida tras un curso extenuante y con Lewandowski, su delantero estrella, en la enfermería. El polaco se perderá el clásico de Copa y no se le espera hasta la vuelta de Champions, previa al encuentro contra el Madrid en Liga.

«Espero que Lewandowski llegue a los partidos decisivos», dijo ayer el técnico alemán, que vio la remontada contra el Celta como un «toque de atención». «El camino es largo y falta mucho, el Madrid también querrá lograr sus objetivos. Tenemos que centrarnos en nosotros mismos y en gestionar el cansancio. Es importante tener las piernas frescas y gestionar la carga de minutos, porque los jugadores se ven en forma y no quieren descansar», reflexionó.

Las citas del Madrid

Enfrente, el Madrid de Ancelotti y una final de Copa que Flick cree que «no influirá», aunque en Valdebebas sí se toma como un punto de inflexión importante de cara a este último mes de temporada. Ganar en La Cartuja levantaría la moral del vestuario y de la grada, frustrados ambos tras la derrota contra el Arsenal en Champions.

Los blancos, liberados, para su desgracia, de cualquier eliminatoria continental, visitan mañana Getafe y viajarán el próximo mes a Montjuic y al Pizjuán, además de recibir a Celta, Mallorca y Real Sociedad, equipos que se están jugando una plaza europea, pero ante los que deben sumar tres puntos y esperar una derrota azulgrana, algo que no sucede en Liga desde diciembre (1-2 ante el Atlético en Montjuic).

En el debe de los blancos, un dato: en los últimos 35 años sólo han ganado dos Ligas consecutivas, en 2007 y 2008. Nunca más. Y Ancelotti, al que sólo un milagro salvaría de poner fin a su etapa en el banquillo del Bernabéu este verano, nunca ha levantado dos títulos ligueros seguidos en toda su carrera.

«La afición, como nosotros, cree que todavía podemos sacar algo esta temporada», respondió Ancelotti el domingo. El italiano espera a Mbappé para la final de Copa y tiene que lamentar las bajas de Carvajal y Militao, pero parece haber encontrado en Valverde y Camavinga la solución a sus problemas en los laterales. Kylian, además, tiene ante sí la posibilidad de recuperar terreno en la lucha del Pichichi contra Lewandowski: 22 contra 25.

La confirmación de Correa, los recuerdos de Peleteiro y Ceballos y el texto del Madrid: así despidió el deporte español al Papa

La confirmación de Correa, los recuerdos de Peleteiro y Ceballos y el texto del Madrid: así despidió el deporte español al Papa

Actualizado Lunes, 21 abril 2025 - 18:31

Este lunes por la mañana se conocía la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años de edad, en su residencia de Santa Marta. El Pontífice llevaba una temporada complicada, estando tiempo atrás varios días ingresado en el centro Gemelli de Roma.

Desde el deporte español, diversos clubs han querido despedirse del Santo Padre. Uno de éstos ha sido el Real Madrid, que mediante un comunicado han lamentado la pérdida expresando sus condolencias. "Durante su pontificado, marcado por la dimensión de su gran legado, el Papa Francisco ha representado un enorme espíritu de solidaridad y apoyo a las personas más desfavorecidas y vulnerables", escribían los blancos en dicha nota informativa.

Otros equipos como el Atlético de Madrid, el Getafe, el Sevilla y el Villareal también han querido dar el pésame por el fallecimiento a través de respectivos mensajes en redes.

Asimismo, otras estrellas del deporte español han mostrado su emoción ante la gran pérdida. La atleta gallega Ana Peleteiro compartió por historias de Instagram una fotografía de Bergoglio sujetando una paloma y la ha acompañado con un emoticono de estrellas.

Igualmente, Dani Ceballos y Giulano Simeone, futbolistas del Real Madrid y del Atlético de Madrid, respectivamente, han difundido sendas imágenes del Papa durante diferentes momentos de su periodo al frente del Vaticano.

Un recuerdo especial ha tenido el futbolista argentino Ángel Correa, que colgó en sus redes un vídeo recordando que fue el Papa Francisco quien le confirmó.

El Papa, que por aquel entonces era arzobispo de Buenos Aires, sentía una gran afición por el equipo de fútbol de San Lorenzo. Ángel Correa estaba en ese momento en dicho club argentino y fue ahí donde recibió el sacramento de la confirmación por parte de Bergoglio.

Mbappé, Vinicius, Ancelotti, Simeone, Guardiola... Todos son un fraude en primavera

Mbappé, Vinicius, Ancelotti, Simeone, Guardiola… Todos son un fraude en primavera

Mbappé es un fraude, hay que vender a Vinicius, es imposible ganar nada con Harry Kane, Haaland es Julio Salinas en rubio, lo único que hace bien Ancelotti es arquear la ceja, Simeone está acabado, Guardiola no es nadie desde el divorcio...

Todos son malísimos. Como cada primavera.

La terca insistencia del fútbol en que sólo pueda ganar un equipo nos condena a la misma retahíla de sandeces grandilocuentes cuando asoma mayo. Y va a peor. Porque esas cuñadeces, que hasta hace años residían en su hábitat natural de las barras de los bares y las cenas de amigos, saltaron a las redes sociales y alguien descubrió que cuanto menos análisis y más gruñidos, mayor impacto. Ahí se jodió todo.

De Twitter pasaron a los canales y podcasts de jóvenes ultras en busca de un atajo para hacerse un hueco (efímero, los que duran son los que piensan). Y de ahí a los grandes medios de comunicación, donde periodistas permanentemente atemorizados con perder su relevancia decidieron que la manera de sobrevivir era hacer lo mismo que un hincha comiendo doritos en su habitación mientras le ven, con suerte, mil chavales. Un plan sin fisuras.

Leer los titulares web de los diarios deportivos es un festival del clickbait chusco. Recuerda a aquel célebre tuit de un argentino cabreado con su selección: «¡¡¡Denme mayúsculas más grandes!!!». Y adjetivos más apocalípticos, por supuesto. Y las tertulias siguen similar camino. Periodistas que sabes que son sensatos bramando sentencias sensacionalistas para intentar que se les oiga, llamar la atención y asegurar el sobresueldo. Y nadie lo para porque es lo que vende (o eso nos dicen mientras cae la audiencia).

Y así la primavera se convierte en la verbena de la exageración.

Mbappé es uno de los tres mejores futbolistas del mundo y lleva 32 goles jugando fuera de posición en su primer año en una liga top. Vinicius tiene 24 años y hace nada se originó un conflicto internacional porque fue segundo en el Balón de Oro. Kane y Haaland se hinchan a marcar por mal que estén los que les rodean. Ancelotti, Simeone y Guardiola han sido, junto a Klopp, los mejores entrenadores del mundo y, aunque las etapas acaban y la crítica es lícita, no han olvidado lo que sabían.

Esta es la realidad. Lo sé yo, lo sabe usted y lo saben los que fingen indignación moviendo mucho los bracitos mirando a cámara, pero, claro, defender lo evidente no genera ruido y el ruido es hoy lo único que importa. Así nos va.

El "no pensé mucho" de Valverde y las quejas de Ancelotti por el VAR: "El nuevo fútbol moderno es esto..."

El “no pensé mucho” de Valverde y las quejas de Ancelotti por el VAR: “El nuevo fútbol moderno es esto…”

Carlo Ancelotti ha salvado una nueva pelota de partido. Desde la derrota ante el Arsenal en los cuartos de final de la Champions League, cada triunfo es un respiro de alivio. Contra el Athletic Club llegó en el minuto 92, casi como aquel cabezazo de Sergio Ramos en Lisboa, pero llegó. La "llave" del mismo, como así le definió el técnico, fue Fede Valverde, autor de un golazo tardío que mantiene a los blancos en la pelea por el título.

"No pensé mucho, a veces pienso tanto y se me vienen dudas. Esta vez no pensé y disparé. En este partido tiré mucho y la mayoría fueron bien. Me sentía con confianza y los compañeros me lo piden. Por suerte pudo entrar", explicó el uruguayo, protagonista del duelo.

Valverde fue lateral derecho de inicio, pero jugó casi de todo. Gobernó el carril diestro, completó un 93% de pases con acierto, incluidos varios cambios de juego hacia Vinicius, y disparó siete veces a portería, tres de ellas entre los palos. El que más en todo el Madrid.

"Sabíamos que iba a ser complicado porque siempre es duro salir adelante después de una derrota, pero estamos felices del esfuerzo y de llevarnos una victoria. Costó crear juego en el primer tiempo pero en la segunda parte cambiamos la actitud", aseguró.

Ser el futbolista con más disparos de la noche no es casualidad. En cada entrenamiento, el vestuario "alucina" con los lanzamientos del uruguayo, al que le piden que se atreva mucho más durante los encuentros.

"Parece que nos vamos acostumbrando. En el día a día los vemos (en los entrenamientos) y nos alucina al verlo en los partidos. Nosotros lo sufrimos y lo disfrutamos en el día a día", elogió Asencio sobre el talento del centrocampista.

En sala de prensa, Ancelotti se refirió al uruguayo como "la llave" para conseguir la victoria y elogió el cambio de marcha de sus futbolistas tras el descanso. "Creo que el partido ha sido bueno, no hemos encajado gol, hemos sido agresivos y solidarios. Hay buenas noticias y a ver si seguimos mejorando".

A vueltas con el sistema

Una de esas "buenas noticias" podría ser el cambio de esquema de cara a la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, que se celebrará este sábado en La Cartuja. El italiano modificó su habitual formación, con Vinicius, Rodrygo y Mbappé en la delantera y Bellingham muy pegado a ellos, formando casi con un 4-2-4, para añadir un centrocampista más ante la baja del atacante francés, dejando una alineación mucho más compacta. "Mi sistema favorito es el 4-4-2", admitió el entrenador, cuestionado sobre la recuperación del rombo, con Bellingham liberado en la punta del mismo.

"A nivel defensivo, el 4-4-2 es el mejor sistema. Eso no significa que tenga que jugar con cuatro medios, porque a veces los dos delanteros han sido Mbappe y Vini con Bellingham a la izquierda pero era un 4-4-2. Puedes jugar así con seis medios, tenemos extremos que pueden jugar en medio...", reflexionó.

Pero la ausencia de Mbappé dejó más espacios para Vinicius, que cuajó uno de sus mejores partidos en las últimas semanas. "No han sido días felices para él ni para nosotros, pero me ha gustado lo que ha hecho y siempre es muy importante para nosotros".

La polémica

El transalpino fue muy contundente sobre la polémica del partido: el gol anulado a Vinicius por fuera de juego de Endrick y el penalti no pitado de Unai Núñez sobre Bellingham, ambas acciones en el tramo final del duelo.

"El nuevo fútbol es esto. El gol anulado es fuera de juego automático, lo que es extraño es que el VAR no haya llamado por el penalti. El nuevo fútbol moderno... Marcelino está de acuerdo conmigo", deslizó Ancelotti.

La Federación ha hecho públicos los audios de la jugada del gol anulado al brasileño. Una conversación entre Juan Martínez Munuera, árbitro de campo, y Cordero Vega, desde el VAR.

- Juan, tengo que llamarte para que vengas a valorar la interferencia de Endrick sobre Aitor Paredes, ¿vale?

- Voy a verla

- Este es el punto de contacto

- Quiero ver una que esté el fuera de juego, páramela. Ahora ponme la high behind.

- La high behing no enfoca. Te podemos poner la sky, que es esta, con zoom.

- Vale, está muy justo. Vale, perfecto. Sí que hay interferencia. Voy con fuera de juego.

Fede Valverde sujeta la cuerda del Madrid en el precipicio de la Liga

Fede Valverde sujeta la cuerda del Madrid en el precipicio de la Liga

El empeine del pie derecho de Fede Valverde agarró la cuerda con la que se sujeta el Real Madrid en el precipicio de la pelea por el título de Liga. En el minuto 93 del duelo ante el Athletic, el uruguayo se inventó una volea que se coló por la escuadra de Unai Simón para mantener al Madrid a cuatro puntos del Barça. Los blancos, en su primera cita tras la derrota contra el Arsenal en los cuartos de Champions, sufrieron lo indecible pero siguen con vida en el torneo doméstico, pendientes del clásico del próximo 11 de mayo.

Ancelotti tomó decisiones tras el fiasco continental y utilizó a los suplentes del Athletic para probar el once de la final de Copa contra el Barça, que se disputará este sábado en La Cartuja. Y el italiano sorprendió. Con la baja de Mbappé, descartó el 4-3-3 que ha repetido durante casi toda la temporada y volvió al 4-4-2 en rombo, con Bellingham en el pico del diamante y Vinicius y Rodrygo arriba. El sistema y la alineación que le hizo campeón de Europa hace unos meses.

Atrás, y también pensando en el clásico copero, Valverde y Camavinga ocuparon los laterales, subiendo un escalón en ataque para que Ceballos y Modric asumieran la base de la jugada y aprovechando su físico en defensa. Fue el Madrid de los seis centrocampistas, pero fue un Madrid sin ritmo en el inicio.

El conjunto blanco saltó algo desconectado a un Bernabéu 'de domingo': mucho turista, mucho niño de vacaciones... Y poca respuesta de la afición después de la dura derrota contra el Arsenal. Sólo Mbappé, lesionado, se llevó los pitos cuando salió por el videomarcador del estadio. El resto, aplaudidos.

Pero estábamos en lo del césped. El Madrid amasó la posesión, lento y sin ritmo, casi sin movimiento sin balón, muy previsible en sus ideas y errático en tres cuartos del campo rival. Sólo Vinicius, lejos de su mejor nivel, lo intentó una y otra vez. Eso no se le puede negar al brasileño. Puede perder cinco balones seguidos, que el sexto también se lo va a jugar. Este esquema sin Mbappé y con cuatro medios beneficia sus virtudes y le da espacio, pero estamos en lo mismo: el ritmo.

El lento movimiento del Madrid apenas dejaba situaciones de uno para uno al brasileño, siempre marcado por dos contrarios y obligado a inventarse demasiados regates. Un disparo desviado tras una carrera, un pase atrás en línea de fondo que corta la defensa... Así murieron los ataques del equipo de Ancelotti, siempre en los pies de Vini.

El primer tiro a puerta llegó en el minuto 35 tras un cabezazo de Valverde tras un córner de Modric. Digno reflejo de una noche de mucho dominio de la posesión y pocas ocasiones claras.

Asedio final

Tras el descanso, el Madrid subió una marcha en la velocidad del juego. Rodrygo y Bellingham se movieron más sin balón, generando más espacios, ocasiones y trabajo para un Unai Simón que no había tenido que hacer nada en la primera parte. A veces el fútbol es así de sencillo.

En el 47, el brasileño definió desviado tras un zigzagueo en el área; en el 48, Unai salvó un disparo de Camavinga tras un largo sprint; en el 53, Valverde disparó fuera desde la frontal; en el 60, el portero rojiblanco actuó rápido para sacar un cabezazo de Bellingham a bocajarro; en el 61, el inglés, de nuevo de cabeza, remató desviado un córner...

El Madrid acumuló ocasiones mientras Valverde apostaba por su trío de ataque titular (Sannadi, Iñaki y Sancet) para intentar ganar el partido. Quizás porque pensaban demasiado en esas semifinales de Europa League, los vascos nunca pusieron en peligro la meta de Courtois. Al otro lado, los de Ancelotti se desesperaban por la polémica.

La polémica

En el 79, Vinicius marcó un buen gol tras una diagonal hacia el área y un disparo al primer palo de Simón, pero el VAR avisó a Martínez Munuera. Después de 4 minutos de revisión y tras consultar la pantalla, el colegiado señaló fuera de juego de Endrick. En la siguiente jugada, el Bernabéu pidió penalti deNúñez a Bellingham, pero ni el VAR ni el árbitro lo consideraron.

Llegó entonces el gol de Valverde y el delirio de Chamartín para salvar, de momento, su lugar en la trinchera por la Liga. Sufriendo, pero los blancos siguen vivos.

El electricista Mbappé

El electricista Mbappé

Actualizado Domingo, 20 abril 2025 - 15:36

Kylian Mbappé no compareció ante el Athletic por sancionado y lesionado. Dos razones igual de incapacitantes. Respecto a la primera, un solo encuentro de suspensión, el mínimo castigo posible, se antoja una benévola pena para la gravedad de la falta. Pero no seremos nosotros quienes refutemos la decisión de juez alguno, de cualquier ámbito y rango. Mucho menos en estos tiempos en los que es frecuente que los magistrados se vean acusados de prevaricación si sus resoluciones no gustan a quienes las reciben. Tenemos derecho a discrepar de la justicia, pero no a desobedecerla, que es una forma indirecta de negarla.

En cuanto a la segunda, los pitos acompañaron la salida del campo de un Mbappé renqueante. El Bernabéu, ese jurado popular, ha pitado siempre. Incluso a los más ilustres y queridos de los suyos. Pero no tan pronto como a Kylian y, además, mientras cojeaba. No le ofreció ni comprensión ni compasión. Va a tardar en perdonarle, si es que llega a hacerlo, los antiguos desplantes. Al Madrid no se le chulea.

El caso es que, entre la violencia y la inanidad, los dos últimos partidos de un Mbappé que lleva cinco sin marcar se han saldado con una expulsión, la cuarta de su carrera, y una decepción, no precisamente la primera del curso. Dos comportamientos individuales que repercuten en la imagen y resultados de un club que ahora es poco menos que el Real Mbappé. El francés es el principal foco de atención local e internacional de la marca más prestigiosa en la historia del fútbol.

El futuro del banquillo madridista

Es imposible saber, y en qué porcentaje, si es víctima de las deficiencias estructurales del equipo, o si éste, también con exceso de lesionados, acusa los altibajos o la desubicación de quien es el llamado a contribuir más que nadie, por fama y sueldo, al buen desempeño comunitario. Por otra parte, resulta irónico que Kylian haya cambiado París por Madrid para ganar la Champions y quizás se la lleve el PSG. Según Luis Enrique, el equipo jugaba mejor sin Mbappé. ¿Y el Madrid?

Con toda probabilidad, la Decimosexta, cuando llegue, no la levantará Ancelotti. Entretanto, al parecer, el club estaría tratando con Jürgen Klopp. Tendría su gracia un alemán en el banquillo blanco como antídoto del alemán del banquillo azulgrana. Flick y Klopp. Dos apellidos onomatopéyicos de cinco letras, una sílaba y una sola vocal agobiada en medio de cuatro opresivas consonantes. Si uniéramos ambos apellidos en un objetivo común, Flick & Klopp no sugiere el nombre de un bufete de abogados, una corporación financiera, una firma de alta costura o incluso un dúo cómico-musical en una compañía de "variétés". Más bien el de una marca de herramientas con la reconocida fiabilidad germana en útiles de bricolaje.

Muy apropiado. En resumidas cuentas, de eso trata la idea de un equipo. Una reducida y sinérgica colectividad en la que, para provecho general, funcionen eficazmente los albañiles, los carpinteros, los fontaneros y los electricistas. En especial los electricistas, encargados de instalar y encender la luz que ilumine el juego conjunto. Como Mbappé, una estrella que brilla, sí, pero hasta ahora alimentada con corriente alterna.

Ancelotti deja en el aire su continuidad: "A final de temporada hablaré con el club"

Ancelotti deja en el aire su continuidad: “A final de temporada hablaré con el club”

Actualizado Sábado, 19 abril 2025 - 14:33

Tres días después de la dolorosa eliminación de la Champions, Carlo Ancelotti no ha querido responder ninguna cuestión sobre su futuro y, pese a tener un año más de contrato con el Real Madrid, hasta junio de 2026, ha señalado el final de la presente temporada como el momento para valorar su continuidad, desmintiendo que haya "ningún tipo de enfrentamiento" con el club.

"He hablado con los jugadores y con el club, estamos todos en la misma línea, que es seguir en la pelea por los títulos que tenemos", desveló el entrenador italiano en su comparecencia ante los medios en la Ciudad Real Madrid, confirmando reuniones tras la eliminación de la Liga de Campeones ante el Arsenal en cuartos de final.

"No hay ningún tipo de enfrentamiento y nunca lo he tenido con el club porque estamos en el mismo barco siempre. Quien habla de enfrentamiento mío con el club y el presidente no dice la verdad. Sobre todo en estos momentos es cuando el presidente muestra más cariño hacia mí, más que cuando hemos ganado. Ha sido siempre así en este club", manifestó visiblemente molesto.

El técnico italiano reconoció que tanto jugadores como cuerpo técnico están "todos dolidos" y con el mismo sentimiento de decepción que "la afición" por la eliminación en la "competición más importante", una Liga de Campeones que marca cada temporada del Real Madrid. "Son cosas que en el fútbol pueden pasar, no siempre se puede ganar pero tenemos la misma idea, no hay ningún tipo de enfrentamiento. La realidad es que se cuestiona todo a un club que ha ganado casi 30 títulos en 11 años. Cuestionar a un club que ha ganado tanto me parece engañar y es lo que más me ha molestado", explicó.

Lejos de criticar ni dejar reproche a ninguno de sus jugadores, Ancelotti mostró agradecimiento por todo lo que le han hecho ganar como entrenador del Real Madrid hasta convertirse en el técnico con más títulos en la historia del club blanco.

"Lo único que quiero hacer es agradecer a todos estos jugadores porque hasta ahora lo he pasado muy bien y quiero pasarlo todavía. Seguimos peleando, con buenas relaciones, seguimos unidos. A día de hoy solo les quiero agradecer porque me han dado la oportunidad de ganar dos Champions en los últimos cuatro años", dijo.

De forma insistente trasladó a final de temporada cualquier pregunta que recibió sobre su continuidad en el Real Madrid la próxima temporada, sin llegar a desvelar cuál considera el momento exacto, antes o después del Mundial de Clubes que se disputa en verano. "No quiero hablar hoy de mi futuro, es una pregunta obvia de la que no quiero hablar. Hablaré con el club. No quiero hacerlo aquí", dejó claro.

"No me arrepiento de nada, siempre he tenido una óptima relación con el club desde que llegué, la tengo y la vamos a tener. Todo lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer, lo haremos siempre juntos. No hemos tenido nunca, ni vamos a tener nunca, ningún tipo de enfrentamiento. Decir eso no es la realidad, significa engañar a la gente", sentenció.

Tampoco desmintió Ancelotti la posibilidad de que sea el próximo seleccionador de Brasil cuando fue preguntado de forma directa sobre las posibilidades de asumir el cargo si no cumple el año de contrato que tiene firmado con el Real Madrid.

"No hay que decir absolutamente nada, a final de temporada hablaremos de esto", respondió cuando fue preguntado si ha vuelto a hablar con la CBF, tras un primer intento que acabó con su renovación con el Real Madrid, y en un momento en el que su continuidad en el conjunto madridista está a debate.

"Mi opinión es que a final de temporada hablaré de esto con el club", sentenció sin aclarar si dirigiría el Mundial de Clubes en verano si decide cambiar de aires.

Los múltiples 'padres' del desastre continental del Madrid: Ancelotti, Pintus, las estrellas, Florentino...

Los múltiples ‘padres’ del desastre continental del Madrid: Ancelotti, Pintus, las estrellas, Florentino…

«No sé si es mi último partido en Europa con el Madrid y no quiero saberlo». Carlo Ancelotti conoce bien cómo es el Real Madrid, su entorno y sus despachos. Lo supo en 2014, cuando la Décima le otorgó una temporada más, y en 2015, cuando a pesar de jugar el mejor fútbol de su etapa en Chamartín fue despedido tras caer en semifinales de Champions. Y volvió a ser consciente de lo que es el conjunto blanco en 2021, cuando en una llamada para pedir cesiones para el Everton descubrió que tenía opciones de volver al Bernabéu. «Aquí un empate es una crisis», ha repetido varias veces durante los últimos años. Sabe el tiempo que hace en la Castellana, y a pesar de los éxitos de hace unos meses, la debacle contra el Arsenal pone decenas de nubarrones sobre su cabeza, todos a punto de soltar agua.

El puesto de Ancelotti corre peligro. Es una frase que no sorprenderá a nadie viendo la temporada del equipo en resultados y en sensaciones. Ha ganado dos títulos, la Supercopa de Europa y la Intercontinental, pero la derrota en la final de la Supercopa de Arabia contra el Barça, la irregularidad en Liga y el desastre continental, con una impotencia que explica muchos de los problemas de la plantilla, le han vuelto a poner en el disparadero.

Le queda la final de la Copa, otro clásico que decidirá su futuro a corto plazo, y la pelea final por la Liga y el Mundial de Clubes, pero en el horizonte algo más lejano el Madrid ya empieza a verse sin él. Por ahí aparece la sombra gigante de Xabi Alonso, heredero lógico del trono. «Acabar mi contrato (vence en 2026) o no para mí no es un problema. No me cambia nada. Si el Madrid decide cambiar, sea mañana, en un mes o en un año, sólo tendré agradecimiento para el club», explicó el miércoles por la noche en la sala de prensa, consciente de que en la grada del Bernabéu estaba un emisario de Brasil para tantearle e incómodo con las preguntas más directas sobre su futuro y su culpa.

El reparto de culpas: de las estrellas al alto mando

Y es que ahí, en la culpa, es donde reside ahora la reflexión de la zona noble del Madrid. Se buscan responsabilidades. Ancelotti se ha llevado el primer dardo y aunque la idea es que siga hasta que acabe el Mundial de Clubes, sería la primera víctima en caso de activar un gabinete de crisis tras la final copera.

La siguiente mirada se dirige al vestuario. Los datos no mienten. El Madrid es el equipo que menos kilómetros ha recorrido de todos los cuartofinalistas de Champions. 208, 17 menos que el siguiente en la lista, el PSG (225), 21 menos que el Arsenal (229) y 35 menos que el Bayern (243), líder. La estadística no es decisiva, porque los alemanes están eliminados y los de Luis Enrique, que corrieron menos que el Villa, en semifinales.

Pero la cifra sí que explica, en parte, las dificultades tácticas del Madrid y la forma física de algunas de sus estrellas. Mbappé (7,9) y Vinicius (8,8) han sido los futbolistas que menos kilómetros han acumulado en la ronda, con Rodrygo (9,4) como cuarto en la lista. Es decir, los tres delanteros ocupan tres de los cuatro últimos puestos. No se han exprimido físicamente o no han podido, provocando una ligera mirada también hacia Antonio Pintus, responsable de la preparación física del equipo.

¿Dónde está el 'fútbol moderno'?

Los blancos, que hace poco eran el gran ejemplo de «fútbol moderno», un estilo físico y vertical que terminaba los partidos pasando por encima de los rivales, no han sido ese equipo. Son una suma de individualidades. Su columna vertebral tiene las virtudes para ello, pero Ancelotti no ha sido capaz de sacarlas en lo que va de curso. Un vistazo a equipos como el Arsenal, el Liverpool o el PSG, que no tienen, ni de lejos, la calidad en su plantilla que tiene el Madrid, invita a pensar en si el equipo se está adaptando bien a los nuevos tiempos que él mismo insinuó hace no tanto.

Sin fichajes en invierno

Y luego está la planificación de la plantilla. El técnico no ha querido mostrar su malestar en público, pero el cuerpo técnico ha destacado durante este año las carencias que tenía la rotación, lastrada todavía más por las lesiones de Militao y Carvajal. El club, con Florentino Pérez al mando también de la parcela deportiva, no quiso gastar en el mercado de invierno, confiando el lateral a Lucas y el centro de la zaga a Asencio mientras espera a Alexander-Arnold, pero el equipo lo notó, especialmente en el carril diestro. En la izquierda, las lesiones de Mendy, la forma de Alaba tras la lesión y el nivel de Fran no han ayudado.

Además, el movimiento de piezas entre Mbappé y Kroos ha desequilibrado el sistema de juego. El Madrid ha perdido un 'cerebro' y aunque en algunas altas esferas del club se mantiene la confianza en Tchouaméni, Camavinga y Valverde, la importancia final de Ceballos pone de manifiesto que se necesita una estrella con creatividad, técnica y orden.

Ancelotti, la "parte triste del fútbol" y su futuro tras la debacle ante el Arsenal: "No lo sé... Y no quiero saberlo"

Ancelotti, la “parte triste del fútbol” y su futuro tras la debacle ante el Arsenal: “No lo sé… Y no quiero saberlo”

"Esta es la otra parte del fútbol...". Carlo Ancelotti fue de más a menos en la rueda de prensa posterior a la eliminación del Real Madrid en la Champions League. La dialéctica del italiano en el inicio de la comparecencia se transformó en contundencia y brevedad según se iban acumulando las preguntas sobre su micrófono. Así es la vida y la exigencia en el banquillo del conjunto blanco, donde un año eres campeón de Europa y al siguiente todo quema.

Así es también la historia del Madrid y pocos la conocen tanto como Carletto, que caminó hacia la sala de prensa del Bernabéu consciente de lo que se le venía encima. Su Madrid tuvo "corazón" por momentos, "cojones" durante algunos instantes y "cabeza" en pocos minutos, tres palabras que había repetido en la previa, mentando a Carlos Alcaraz, para impulsar los argumentos de su plantilla.

Pero ante el Arsenal, entrenador y futbolistas se mostraron impotentes. Sin fútbol ni ideas para contrarrestar la sólida defensa 'gunner'. Un punto de inflexión muy claro en la etapa del italiano al mando del Madrid. Las preguntas, duras, eran también obvias.

En sus primeras palabras, Ancelotti intentó reflexionar sobre la felicidad y la tristeza del deporte, sobre que no se puede ganar siempre, sobre la importancia de recomponerse en los malos momentos... Pero claro, esto es el Madrid.

"Es una decepción, pero es la otra parte del fútbol. Hay una parte feliz, que la vivimos el año pasado, y la parte triste que vivimos ahora. Ahora tenemos que manejar la parte triste, debemos hacerlo porque tenemos tres competiciones por delante, la Liga, la Copa y el Mundial de Clubes", contestó Ancelotti en la primera respuesta.

"Hay que aceptarlo, el Arsenal ha sido mejor. Hay que ser honestos y aceptar los palos que nos llegan, es lo que he dicho a los jugadores. Que tengan la cabeza alta, que hay que aguantar y sufrir, que no ha sido como otros años, que no existen equipos invencibles. Si bajan los brazos o no están motivados para los próximos partidos significa que no habrán gestionado bien este momento triste", explicó.

El futuro

Pero esa argumentación no sirve en todos los estadios ni en todos los clubes. Y seguro que no sirve en un Bernabéu acostumbrado a la gloria, a pisar, como mínimo, la semifinal continental durante las últimas cuatro temporadas. Y no servirá con un segundo puesto en Liga, situación que tiene ahora, y una Copa pendiente de su final ante el Barcelona.

Y ahí, en plena reflexión, le cayó la gran pregunta: el futuro, su futuro. "No sé... Y no quiero saberlo. Puede pasar que el club decida cambiar. No hay problema. Lo que está claro es que el día que termine aquí sólo haré una cosa, agradecer a este club. Puede ser mañana, dentro de un mes o dentro de un año, porque si el contrato se acaba o no a mí ahora me da igual", clamó.

Y siguió apagando fuegos. "Si alguien considera que soy el único culpable no me cambia nada". "No lo he pensado", contestó en la siguiente, cuestionado sobre si ve que es el entrenador adecuado para el equipo. "¿Cómo voy a responder ahora a eso?", respondió más tarde a una pregunta sobre su contrato y el Mundial de Clubes.

43 centros

Y al final, un contundente "no" a si cambiaría algo de la eliminatoria. La respuesta habrá que cogerla con pinzas, porque los datos explican que el Madrid cometió errores tanto en Londres como en el Bernabéu, una circunstancia en la que sí insistió Courtois. "Quizás deberíamos haber lanzado menos centros y haber hecho otras cosas", dijo el belga, muy crítico con el equipo.

El conjunto blanco realizó 43 centros, la inmensa mayoría despejados por la defensa británica sin que Mbappé, Bellingham, Endrick o incluso Rüdiger, delantero durante varios momentos del duelo, pudieran rematar. "No teníamos a Joselu", dijo el portero.