Un Ancelotti indignante

Un Ancelotti indignante

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 23:09

Jugaban con uno más y el Madrid de Ancelotti era incapaz de meter a un gol ante un disminuido Sevilla. Era indignante, pero Ancelotti pensaba que, de momento, al menos no se perdía el partido.

Todavía falta que el italiano se marche definitivamente del Madrid. Y ya está bien, porque cada partido es una pesadilla. Como la gota malaya. No juega a nada nunca. Y sólo Mbappé le salva de las tragedias.

Ancelotti se debió ir a principios de temporada cuando el Barça le goleó. Pero a la Casa Blanca le pareció que era demasiado atrevido para una leyenda blanca, además protegida por una prensa, que le reía todas las gracias.

Ahora es muy tarde, más con la vergüenza de que Ancelotti se ha convertido en técnico interino. Eso nunca ha sucedido en la política de la época de Florentino. Pero la Casa Blanca siempre ha abrazado a Ancelotti como un sumiso empleado.

Nadie entiende la razón de Sevilla para contratar a alguien como Caparrós, muy lejos de la galaxia de los entrenadores actuales. Pero el presidente junior y su ayudante el sospechoso Víctor Orta no han hecho nada casi bueno.

¿Qué mueve los fichajes de Orta? A veces incomprensibles, a veces sospechosos. Pero desde hace dos años algo huele podrido en el Sevilla, aunque los jugadores hoy se hayan merecido un respeto.

Las promesas del Castilla

Ancelotti no le gusta el Castilla ni cree que se pueda sacar jugadores de ahí, cuando el es sólo un seleccionador de super estrellas. No le gustan las promesas. Porque se quedaría aun más desnudo.

Pero cuando se fija en una promesa siempre se equivoca, por ejemplo , con Víctor Muñoz, que mete menos goles que Gonzalo. Siempre vio por encima de todos los defensas a Jacobo, que está mas verde que el trigo verde. Ante el Sevilla, regalo un gol, que no entro de milagros. Y no quería a Asencio. Tiene un ojo clínico ridículo . Y eso todo ha sido al final , cuando su defensa se había convertido en cenizas.

Sospecho que Vini y Rodrigo, sobre todo a Vini, los quieren traspasar. Siempre caerá dinero. Y Bellingham , simplemente, es un desastre. Otro que se debe traspasar , sólo por por el interés de los equipos de la Premier.

En fin, la pesadilla Ancelotti se acaba en siete días. Xabi Alonso no quería hacerse con el equipo, que es un muñeco. Pero no ha tenido más remedio que claudicar. Espero que se acaben las tormentas blancas.

Mbappé agarra el Pichichi y el Madrid, con el mínimo esfuerzo, gana a un Sevilla con nueve

Mbappé agarra el Pichichi y el Madrid, con el mínimo esfuerzo, gana a un Sevilla con nueve

Kylian Mbappé tiró del carro del Real Madrid del mínimo esfuerzo en el Pizjuán, donde los blancos superaron al Sevilla con goles del francés y de Bellingham tras ver dos rojas el cuadro andaluz. El delantero asegura así el Pichichi, ya que supera en tres goles a Lewandowski, y aprieta en la pelea por la Bota de Oro. Necesita dos tantos en la última jornada para igualar a Gyokeres, que ya ha terminado la liga en el Sporting de Portugal.

Ancelotti, manteniendo la jerarquía del vestuario, le entregó la titularidad a Vallejo a pesar de su inactividad y de lo escaso que había en juego, lejos el italiano de apostar por una pareja canterana en el centro de la defensa. Premió así Carletto a Jesús por su asistencia intersemanal en el duelo ante el Mallorca y lo situó al lado de Jacobo Ramón, héroe contra los baleares e irregular en el Pizjuán.

Sin defensas, sin Vinicius y sin motivación competitiva, este Madrid pende únicamente de las ganas de Mbappé por ser Pichichi, del ímpetu momentáneo de los jóvenes Güler y Endrick y de la profesionalidad de pesos pesados como Valverde y Modric. Así dominó por instantes a un Sevilla salvado del descenso pero abandonado por una afición enfadada con los directivos de su club. El partido, otros años un hervidero en Nervión, se transformó en un duelo insípido, condicionado por las dos tarjetas rojas que Busquets Ferrer sacó a Badé e Isaac Romero.

En el minuto 12, el central francés detuvo con un agarrón a Mbappé cuando era el último defensa y el colegiado no dudó en castigarle con la expulsión. Se quedó con uno menos el equipo de Caparrós y pudo morir ahí el duelo, pero los sevillanos aguantaron la inferioridad y el Madrid, pensando en las vacaciones, en el Mundial de Clubes, en las despedidas y en los fichajes, no subió la marcha.

Lo intentó Endrick tras un pase al hueco de Güler y Valverde con un disparo que despejó la defensa, pero los blancos apenas intimidaron la portería de Nyland. Ancelotti escoró a Endrick a la derecha para intentar generar más espacios y dar algo más de mordiente al carril diestro del equipo, y el brasileño respondió con más ganas de fútbol. Es un rematador nato, más potente que técnico, y a pesar de tener un sprint interesante para jugar en banda, le falta regate y claridad en el último pase.

El Madrid asentó sus ideas en los pies de Modric, el que más fácil vio el fútbol, como casi siempre. De su exterior salió un pase al hueco a Mbappé que el francés, presionado por Gudelj, definió desviado ante Nyland.

El mismo error que tuvo Pascual en el área madridista. El delantero aprovechó un error de Jacobo Ramón en salida para plantarse sólo contra Lunin, pero remató desviado al lateral de la red.

Tras el descanso, Isaac Romero terminó de regalar el partido. Al minuto de entrar, el delantero clavó sus tacos en la pierna de Tchouaméni y Busquets Ferrer, avisado por el VAR, le sacó la roja tras ver la acción en la pantalla.

Con dos menos, los andaluces aguantaron casi media hora épica, dominando por momentos el balón, hasta que en el 74 Mbappé se jugó un disparo raso desde lejos que sorprendió a Nyland y se coló en las redes sevillistas.

Fue la culminación del asedio, más por inercia que por ganas, del conjunto blanco sobre la portería local. Lo habían intentado Bellingham y Valverde, apenas dos disparos a puerta en treinta minutos contra nueve jugadores. Una estadística que explicó a la perfección las sensaciones de un equipo, el Madrid, desconectado de la competición.

El tanto de Mbappé, el más incisivo de los blancos buscando cerrar el Pichichi (le saca tres a Lewandowski) y acortar distancias en la lucha por la Bota de Oro (necesita dos goles para empatar a Gyokeres), hundió del todo al Sevilla, sentenciado con el gol de Bellingham en el 86, cocinado por los canteranos Víctor Muñoz y Gonzalo García. El primero puso un centro al área, el segundo lo cabeceó hacia portería y el inglés, que vio una amarilla y no disputará la última jornada, lo remató a pocos centímetros de la línea.

El Madrid cumplió bajo mínimos en su visita al Pizjuán, la última del curso, y terminará la temporada en casa contra la Real Sociedad en lo que será el final de la etapa de Carlo Ancelotti en el banquillo del Bernabéu. En juego, sólo los homenajes.

El Madrid centralista

El Madrid centralista

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 19:33

No es el mismo centralismo ventajista al que se refiere desde siempre el victimista barcelonismo. Pero el mismo día que Ancelotti, aplazando 24 horas el alirón azulgrana, ganaba póstumamente la batalla ante el Mallorca con un gol de Jacobo en el alargue, tras asistencia de Vallejo, se conocía el fichaje de Huijsen y el procesamiento de Asencio por lo que ustedes ya saben. Había centrales por todas partes.

Asencio fue, horas después, rebajado de cargos mayores. Veremos en qué para el asunto. Respecto a los otros tres implicados, de cuyos nombres no queremos acordarnos, se ve que en la cantera blanca, donde ciertamente se forman futbolistas y personas, hay ovejas negras. Es de suponer que habrán sido expulsadas del aprisco.

Jacobo se llevó una alegría y, a la vez, un disgusto. Huijsen se incorpora hasta 2030 al nutrido elenco de centrales puros o recalificados como tales, sanos o descacharrados de diversa duración y edades, asentados o amenazados, para hacerle aún más difícil su promoción al primer equipo: Militao, Rüdiger, Alaba, Asencio, Vallejo, Tchouaméni... En el Castilla, aparte del propio Jacobo, proliferan los centrales: Joan Martínez, Mario Rivas...

Huijsen es uno de los ocho nominados por la Premier League al premio de Mejor Jugador Sub-23 de la temporada. Pero el Madrid lo descubrió en la Selección. Y de milagro. Y de rebote. Huijsen entró de refilón en la convocatoria a causa de la lesión de Íñigo Martínez. Y pisó el verde, en el minuto 41, en el lugar de un lastimado Cubarsí. Si no se hubieran dado esas circunstancias, quizás no estaríamos hablando de un fichaje de 50 millones, la cifra más elevada que el Madrid ha desembolsado por un defensa. La contratación parece más fruto de la necesidad (o la desesperación) que de un interés que viene de lejos.

Florentino hace acopio de centrales como otros de víveres por si llegasen tiempos de escasez y racionamiento. Los amontona como quien se surte de un kit de supervivencia por si viene otro apagón o nos ataca Putin. Incluso se habla de que con Alexander-Arnold, un lateral, vendría, también del Liverpool, un central: Konaté. Y del Arsenal, otro central más: Saliba.

El Madrid, como Franco Battiato en una de sus canciones de éxito, busca un centro de gravedad permanente. Y el centro de gravedad de un equipo es el centro del campo. El centro de gravedad del Madrid era Kroos. Y no se ha encontrado a su sustituto. En fútbol, como en política, el centro es el equilibrio. Tampoco en esa parcela del césped le han ido bien las cosas al Madrid. Así que piensa, que sepamos, en Zubimendi, Mastantuono, Exequiel Palacios, Reijnders, Stiller y, de regreso a casa, Nico Paz. A este paso, y con perdón, al Madrid de 2025-26 no lo va a reconocer, en célebre y celebrada frase de Alfonso Guerra, ni la madre que lo parió.

El centralismo, o la centralidad, constituye el fundamento táctico, el espinazo, de un equipo de fútbol. Se justifica desde el mismo lenguaje por la existencia de los defensas centrales, los centrocampistas y el delantero centro. El Madrid se tiene que centrar. Ha estado descentrado toda la temporada. Y en el medio, o sea, en el centro, está la virtud.

El Real Madrid anuncia el fichaje de Huijsen por cinco temporadas

El Real Madrid anuncia el fichaje de Huijsen por cinco temporadas

El Real Madrid ha hecho oficial la contratación de Dean Huijsen, central nacido en Países Bajos y nacionalizado español, procedente del Bournemouth, desde el próximo 1 de junio hasta el 30 de junio de 2030.

Huijsen formará parte de la expedición madridista que viajará a Estados Unidos para disputar el Mundial de Clubes el próximo 14 de junio, y antes será llamado por Luis de la Fuente para la Final Four de la Liga de Naciones.

Huijsen nació en Amsterdam, capital de los Países Bajos, pero con cinco años se mudó a Málaga. Jugó en la cantera del equipo andaluz y con 16 años, pretendido ya por el Madrid, firmó por la cantera de la Juventus. En 2023 fue cedido a la Roma y en 2024 buscó su oportunidad en el Bournemouth, que pagó por él 15 millones.

Una temporada después y tras los problemas de lesiones que ha sufrido la zaga del Madrid, los blancos se rascan el bolsillo y pagarán casi 60 millones por él.

Huijsen ha sido internacional con Países Bajos en las categorías inferiores, pero en febrero de 2024 recibió la nacionalidad española y decidió vestir la camiseta de España. De la Fuente le hizo debutar el 20 de marzo de este año en los cuartos de final de la Liga de Naciones y curiosamente en Amsterdam ante Países Bajos.

El Real Madrid acelera por el español Álvaro Carreras, lateral izquierdo del Benfica

El Real Madrid acelera por el español Álvaro Carreras, lateral izquierdo del Benfica

Después de cerrar la llegada de Xabi Alonso el próximo 1 de junio, de acordar la firma de Trent Alexander-Arnold como agente libre y de asegurarse el fichaje de Dean Huijsen por 58 millones, los tres pendientes del comunicado oficial del Real Madrid, el conjunto blanco está también en los últimos pasos de la negociación por Álvaro Carreras, lateral izquierdo español del Benfica, según ha podido confirmar este periódico. La dirección del Santiago Bernabéu trabaja para cerrar la llegada del futbolista de 22 años por algo menos de su cláusula, que asciende a 50 millones de euros.

Carreras nació en Ferrol y se formó en la cantera del Deportivo de La Coruña antes de fichar por el Real Madrid en edad cadete. Estuvo tres años en La Fábrica antes de dar el salto al Manchester United, con el que llegó hasta el equipo filial. Posteriormente, los 'red devils' lo enviaron cedido al Preston North End de la Championship, en 2022, después al Granada, donde no cuajó, y en enero de 2024 al Benfica, que convirtió el préstamo en traspaso en el verano del mismo año. En el conjunto portugués ha disputado 44 encuentros, con 4 goles y 6 asistencias, y se ha convertido en uno de los laterales más prometedores de Europa, con mucho recorrido, físico, calidad en ataque y trabajo en defensa.

Para saber más

Internacional con la selección sub'21, completaría un carril izquierdo que ahora mismo forman Ferland Mendy y Fran García, aunque parece que uno de los dos saldrá este verano para hacer hueco a Carreras. Como en el caso de Arnold y Huijsen, el Madrid también trabaja para contratar al gallego antes del inicio del Mundial de Clubes, aunque en este caso la participación del Benfica en el torneo complica y encarece su aterrizaje antes del torneo.

Curiosamente, uno de los trece partidos que Carreras disputó con el Granada en la Liga durante el curso 23-24 fue contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Jugó siete minutos en el 2-0 de los blancos. Pero sin duda, donde mejores sensaciones ha dejado ha sido esta temporada en Portugal y en la Liga de Campeones, donde se enfrentó al Barcelona en los octavos de final.

Su evolución en el país vecino le ha convertido en el líder de la lista de laterales izquierdos que maneja el Madrid, por delante de otros como Miguel Gutiérrez, defensa del Girona por el que los blancos mantienen una opción de recompra.

Raphinha, Iñigo Martínez, De Jong... Flick revaloriza al Barcelona de pies a cabeza

Raphinha, Iñigo Martínez, De Jong… Flick revaloriza al Barcelona de pies a cabeza

Actualizado Jueves, 15 mayo 2025 - 23:42

Hansi Flick ha sido el gran artífice del resurgir meteórico del Barcelona y ni siquiera le ha hecho falta que haya habido un periodo de transición de por medio. Con Dani Olmo como único factor diferencial con respecto al curso pasado, entre los indiscutibles méritos del técnico alemán se encuentra su capacidad para revalorizar al equipo y encontrar soluciones a los distintos problemas que se fue encontrando.

En una temporada en la que ha cerrado un doblete de Liga y Copa del Rey y en la que cayó de la Champions en semifinales tras dos espectaculares partidos ante el Inter de Milán, el alemán no solo ha contado con la inusitada solidez de un Pau Cubarsí, que se afianzó como titular en el centro de la zaga antes de sacarse el carné de conducir, el enorme talento en la medular de un Pedri a quien las lesiones, por fin, parecen haberlo dejado en paz de una vez por todas y la genialidad de un Lamine Yamal que, pese a su juventud, es a todas luces el nuevo gran estandarte del club.

También ha sido capaz de recuperar o darles la confianza necesaria a jugadores que, a la postre, han sido también del todo determinantes para armar la columna vertebral de su equipo: Wojtiech Szczesny, Iñigo Martínez, Frenkie de Jong y Raphinha. La gravísima lesión de Marc-André ter Stegen a finales de septiembre del año pasado dejó la portería azulgrana en vilo. Flick, inicialmente, quería contar con un portero con experiencia en caso de que cayera también Iñaki Peña y Robert Lewandowski, otro de los jugadores que ha tenido un gran rendimiento bajo su mando, se puso en contacto con su compatriota Szczesny para que descolgara los guantes y se enrolara en la aventura azulgrana.

Szczesny, talismán

Al polaco le costó entrar en el equipo. No en vano, llevaba retirado desde el verano. Pero una vez empezó a jugar con asiduidad, Flick dejó sin duda alguna la portería en sus manos, incluso después de un desafortunado partido en el estadio del Benfica. Pasó a considerarlo su talismán particular durante el gran número de partidos en los que, con él bajo los palos, el equipo no conoció la derrota. Pese a algunos fallos puntuales y a que su rendimiento parece haber bajado últimamente algunos enteros, la solidez que transmite desde un puesto tan delicado como el de arquero ha sido vital.

En el centro de la defensa, la gran apuesta de Flick fue la de Iñigo Martínez. Hasta tal punto, que priorizó sin dudarlo su inscripción en la Liga por encima de la del gran fichaje de este curso, Dani Olmo. El zaguero, quien llegó al club el curso pasado en la recta final de una lesión que impidió que Xavi pudiera contar con él en los primeros compases de la competición, ha sido fundamental en sus esquemas.

Tanto a la hora de poner en práctica con éxito la trampa del fuera de juego en la que tantos y tantos rivales han caído a lo largo de la presente campaña como por todo lo que transmite en el vestuario. No en vano, el vasco, de 33 años, es uno de los más veteranos de una plantilla en la que los jóvenes talentos de La Masia no paran de demostrar una calidad intachable, trufada a veces por algunos inevitables pecados de juventud. La experiencia que puede aportar Iñigo Martínez, tanto dentro como fuera del campo, también ha sido clave en la gran temporada que han firmado los azulgrana.

El regreso del neerlandés

En el centro del campo, mientras, además de propiciar las irrupciones del también lesionado de larga duración Marc Bernal o de un todoterreno inasequible al desaliento como Marc Casadó, Flick ha sido el artífice de la recuperación de un jugador que parecía aparentemente perdido para la causa: Frenkie de Jong.

En cuanto llegó al club dejó claro desde el primer momento que el neerlandés iba a ser fundamental para sus esquemas. Y, poco a poco, también con algunas fases de cierta incertidumbre de por medio, parece haber logrado su objetivo. Tanto a nivel de juego como, sobre todo, de implicación por parte de un futbolista que, al fin, lució como es debido galones de capitán en un duelo tan comprometido como el protagonizado ante el Real Madrid en Montjuïc el pasado domingo. Se espera que su estela no vuelva a decaer por enésima vez.

Pero quien ha protagonizado la metamorfosis más decididamente espectacular, a pesar de todo, ha sido sin duda Raphinha. El brasileño, que nunca llegó a gozar del todo de la confianza de Xavi Hernández, ha firmado unos números que podrían hacerlo candidato, por lo menos, a estar en el podio del próximo Balón de Oro.

Con Flick, se ha erigido en el segundo máximo anotador de los azulgrana, con un total de 34 goles en 54 partidos, a los que les suma también 25 asistencias. Su actitud de darlo todo hasta el final le ha permitido firmar varias acciones decisivas. Como, por ejemplo, el gol, prácticamente en el último suspiro, con el que los azulgrana se impusieron por 4-5 al Benfica en la fase de liguilla de la Champions a finales del pasado mes de enero. Infatigable, también hizo dos tantos en una nueva remontada de los azulgrana, esta vez ante el Real Madrid, en Montjuïc, en un duelo que se reveló crucial para que el Barcelona conquistase su vigésimoctavo título de Liga.

La Liga de Mbappé es para Lamine

La Liga de Mbappé es para Lamine

Supongo que la gente ya habrá desalojado Canaletas en vez de llenarla. Es lo que tiene celebrar las ligas en diferido, como Bárcenas cobraba los finiquitos. La 28 del Barça empezó con el quinto gol anulado a Fermín por Real Madrid TV, y acabará cuando Joan Gaspar salga del Mediterráneo por la Barceloneta.

A estas alturas del título, uno ya sólo puede celebrar a Lamine Yamal, y esperar al siguiente. O por lo menos a que tu único hijo de nueve años se haga de una vez por todas del Barça. El otro día, con el 0-2, me pasó el escudo de su camiseta de Bellingham por la cara; y con el 3-2 se durmió, porque los hijos no paran de darles lecciones a los padres.

La Liga de Mbappé ha sido finalmente la Liga de Lamine. El mejor jugador del mundo ha llegado a nuestra Liga. Sólo era cuestión de que creciera un poco para que lo viéramos todos.

El Barça ha ganado la Liga con el gol Messi, pero en las botas de Lamine. El argentino fue una suerte para el Barça, no tanto por tenerle, que también, sino porque decidió no irse, al menos demasiado pronto, ya fuera a golpe de talonario o de cabreo, como los Ronaldo, Figo, Maradona o Neymar. Lo mínimo que se le puede pedir a esta directiva es que Lamine no acabe sus días comprando el Valladolid, enfadándose en Twitter con Gabriel Rufián o teniendo hijos rubísimos.

El miedo que Lamine dice que perdió en un parque de Mataró, Vinicius lo ha encontrado en Valencia, y lo ha trasladado al Bernabéu, donde no quiere ni aparecer media plantilla. Y los aficionados han empezado a vaciarlo incluso antes de los partidos. Normal que Ancelotti quiera ver el final de Liga desde Brasil, si hasta Florentino, que es quien más sabe de esto, no quiso ni ver el Clásico.

Mientras el Madrid mira fichajes, al Barça no le queda otra que regar canteranos, ponerles una varilla para que no se tuerzan, y tratar de compensar los millones con abrazos. A Xavi no le llegaba esta plantilla, y a Flick le han sobrado tres jornadas. Le ficharon para acortar la distancia abismal que separaba al Barça del Madrid, y ha acabado ampliándola en sentido contrario. A cada Bernal le salía un Casadó, como si tras cada miembro amputado le brotara uno nuevo y mejor. Ha sacado un portero del hogar del pensionista. Y ha dejado la sensación de que habría podido armar una defensa inexpugnable con Yerry Mina, Chygrynskyi, Bogarde y Oriol Romeu.

El Barça le ha arrebatado al Madrid tres títulos en su cara, el patrimonio de las remontadas y el apetito. Y esto último basta aunque no sepas defender, y te inventes la línea del fuera de juego para no tener que hacerlo. El hambre es lo que hace funcionar los equipos, las empresas de fontanería y el Ministerio de Hacienda. Eso sí, se cura con títulos, aunque luego ya nadie sabe cómo se cura uno de ganarlos.

El juez cree que Asencio pidió el vídeo sexual sabiendo que salía una menor y lo enseñó

El juez cree que Asencio pidió el vídeo sexual sabiendo que salía una menor y lo enseñó

Actualizado Jueves, 15 mayo 2025 - 10:30

El juez que ha procesado al defensa del Real MadridRaúl Asencio por pornografía infantil y revelación de secretos aprecia indicios de que pidió a los otros tres implicados en el caso que le enviaran el vídeo que habían grabado mientras practicaban sexo con dos chicas de 18 y 16 años y lo enseñó a una tercera persona.

El instructor sostiene que Asencio solicitó a otro de los implicados, el ex canterano del Real Madrid Juan Rodríguez, que le enviara ese vídeo consciente de que salía una menor (una chica de 16 años) y "sabiendo que se había obtenido sin consentimiento de las posibles víctimas y conservado contra su exigencia de que se borrara", según recoge el auto.

Según este auto, cuyo contenido ha sido adelantado por el diario Canarias 7, uno de los investigados, Juan Rodríguez, habría reconocido en una conversación que "se la pelaba que una de las posibles víctimas fuera menor de edad", según recoge literalmente el escrito a partir del análisis de sus mensajes.

El segundo hecho que se atribuye al futbolista es que, presuntamente, según recibió el vídeo en su móvil el 21 de junio de 2023 en forma de un mensaje de Whatsapp de un solo visionado, se lo enseñó a una tercera persona que figura en la causa como testigo.

La autoridad judicial acordó este miércoles transformar las diligencias previas incoadas en 2023 contra los cuatro investigados en un procedimiento abreviado (es decir, la finalización de la investigación y su conversión a un proceso penal con todas sus consecuencias) y califica su actuación como presuntamente constitutiva de delitos de descubrimiento de secretos sin consentimiento y vulneración de la intimidad (artículo 197.1 del Código Penal), de distribución y envió a terceros de los vídeos sin advertencia a las perjudicadas ni consentimiento de ellas (artículo 197.3) y de captación o utilización de menores de edad con fines pornográficos y posesión de pornografía infantil (artículo 189, 1 y 5 del Código Penal).

El pequeño milagro "inexplicable" de Jacobo Ramón, "un cacho de pan": "No sé ni cómo, pero la he metido"

El pequeño milagro “inexplicable” de Jacobo Ramón, “un cacho de pan”: “No sé ni cómo, pero la he metido”

Es de esas cosas que tiene el Real Madrid y el Santiago Bernabéu. Especialmente este Madrid tan tocado física y anímicamente, con la mitad del vestuario en la enfermería y la otra lejos de su mejor nivel. Ahí apareció el canterano Jacobo Ramón, que había sufrido en sus dos primeros equipos con los mayores, ante el Leganés en Copa del Rey y ante el Celta. "No es lo que se ha visto hoy", dijo Carlo Ancelotti en Butarque. Y el experimentado técnico italiano comprobó que sabe más que casi nadie. En el minuto 95, Ramón mantuvo viva una Liga que parece destinada a ser culé.

"Esto es inexplicable, lo he soñado toda mi vida. Esta camiseta es creer hasta el final y no hay mejor manera de meter mi primer gol que así, en el minuto que ha sido... No me lo hubiera imaginado", dijo en los micrófonos tras el pitido final. Aún no sabía cómo había metido el gol. "La verdad es que no lo sé. He visto un centro, que la ha peinado alguien y digo: 'Va a ir ahí'. He ido y no sé ni cómo, pero la he metido", resumió, antes de admitir que estaba un poco nervioso. "Era mi primera titularidad aquí y al principio estaba un poco nervioso, pero según han ido pasando los minutos me he ido sintiendo mucho mejor. Estoy supercontento".

El partido del joven canterano fue sensacional, más teniendo en cuenta la pareja de delanteros que tenía enfrente, los guerreros Larin y Muriqi. No le intimidaron. Nadie le regateó, realizó dos entradas, ganó seis duelos aéreos, sumó cinco despejes y un 100% de acierto en el pase.

Ramón recibió el cariño de sus compañeros en el césped y se abrazó en la banda con el resto de canteranos convocados para el encuentro, mucho al ver el número de lesionados en el Madrid. En voz de Courtois, los halagos de los 'mayores' al joven defensa.

"Jacobo es un cacho de pan. Es muy buena gente. Tuvo un poco de mala suerte contra el Leganés y contra el Celta y no es agradable, pero hoy le he visto con soltura y confianza", explicó el portero belga, que reconoció que el tanto es "bonito para la cantera". "Hay muchos jóvenes en la puerta y cuando hay que estar, están. Como Asencio, como Gonzalo, como Víctor... Los madridistas debemos estar orgullosos con la cantera", dijo.

Courtois volvió a recibir un tanto, justo además en el primer disparo del Mallorca. "No es agradable que te metan cuatro en Barcelona ni que hoy te metan uno sin hacer nada. Tengo que parar las que lleguen. Es mi papel. Sigo trabajando duro, me encuentro bien y queremos ir a ganar el Mundial. Si lo puedo ganar siendo el Madrid el mejor club del mundo, hay que intentarlo", reflexionó sobre su situación.

Ya en la sala de prensa, Carlo Ancelotti elogió la energía de sus futbolistas en una noche difícil por las lesiones y recordó que, para él, los debates sobre "la mano izquierda" y "el látigo" a la hora de analizar la gestión del equipo este curso son "una tontería".

"No bajamos los brazos pese a tener 12 lesionados, algo que es muy raro... Se ha resuelto con buena actitud del colectivo. Nunca había visto un equipo chutar 40 veces a portería como hicimos hoy", insistió el técnico, que dejó un pequeño recado: "Tantas bajas las hemos cubierto con un esfuerzo extraordinario. De haberlo hecho en más partidos habría sido mejor la temporada". Además, elogió a Vallejo: "Ha jugado muy poco, pero su actitud siempre ha sido top. Quizá podría haber jugado un poco más, pero hemos dado prioridad a los jóvenes como Asencio para que tuvieran más protagonismo".

Metido de lleno en la reflexión sobre la gestión, admitió que había sido "sencilla". "Sin problemas. los jugadores me han tenido el respeto necesario y no ha habido problemas en ese sentido. Los problemas era de equilibrio en el campo. La mano izquierda y el látigo... Eso son tonterías", aseguró.

Jacobo Ramón salva al Madrid y retrasa el alirón del Barça

Jacobo Ramón salva al Madrid y retrasa el alirón del Barça

Pues sí, así fue: un centro de Fran García, un toque de cabeza de Jesús Vallejo, que no jugaba desde septiembre, y un remate a gol del canterano Jacobo Ramón en el minuto 95 mantuvieron al Real Madrid con vida en la pelea por el título de Liga retrasando el alirón del Barça. Una última gota de oxígeno, porque si los culés ganan este jueves en Cornellá serán campeones, pero una gota de alegría en mitad del temporal que vive el club de Chamartín en este final de temporada. Se adelantó el Mallorca, empató Mbappé y sentenció el joven Ramón.

Si las previas de los partidos son importantes, se puede entender el caos en el que se convirtió el Madrid antes de empezar su duelo contra el Mallorca. El equipo blanco se presentó en el césped de Chamartín con la derrota ante el Barça todavía reciente, pero no sólo eso. En la cabeza, el comunicado oficial de la selección brasileña anunciando la contratación de Carlo Ancelotti y el silencio público del conjunto madridista sobre el tema. En las sombras, movimientos: «sí» a Xabi Alonso, a Alexander-Arnold y a Dean Huijsen, todos sin anuncio oficial todavía pero confirmados en los despachos del club, y lesiones. Más lesiones.

A mediodía se confirmaba la lesión muscular de Brahim que dejaba al vestuario, ya de por sí lastrado por la enfermería, con sólo 10 jugadores con ficha del primer equipo disponibles y con la obligatoriedad de alinear siempre a, al menos, siete de ellos. Así se entendió el once de Ancelotti: Courtois, Valverde, Jacobo Ramón (del filial), Asencio (con ficha del Castilla y confirmado minutos antes del duelo su procesamiento en un caso de difusión de un vídeo sexual de una menor), Fran García, Ceballos, Modric, Güler, Bellingham, Endrick y Mbappé. En el banquillo, sólo Vallejo tenía ficha senior. Un drama y un peligro de alineación indebida si se cometía algún mínimo error en los cambios.

En juego, todavía y a pesar de que el foco mediático parece haberse dispersado hacia el mercado, el título de Liga. Evitar durante unas horas el alirón del Barça ganando al Mallorca parecía una obligación dadas las circunstancias, pero se tornó en complicado por la desconexión tempranera del Madrid. Empezó el curso a principios de agosto, sin apenas vacaciones por la Eurocopa, y ahora, pendiente del Mundial, asumiendo el cambio de entrenador y limitado por las lesiones, no es el mismo. Le cuesta y no fluye.

Y se notó. En el diez, y después de que Endrick no acertara a marcar ante Leo Román, Valjent sorprendió a Courtois con un zurdazo desde el pico del área y puso el 0-1 en Chamartín. El Mallorca, jugándose Europa, encontró premio en la desconexión madridista. El tanto visitante centró la posesión en los pies de los blancos, pero cuando el cerebro desconecta los pies tardan en responder. Los de Ancelotti acumularon errores extraños en controles y pases fáciles y se encontraron con Román cuando consiguieron encarar la portería rival.

Bellingham, Endrick, Mbappé, Modric, Güler, Valverde... Todos intentaron el empate, pero el guardameta balear, una de las revelaciones de estas últimas semanas de temporada, se lució. Tras el descanso y cuando el partido parecía muerto y el título sentenciado, Ancelotti introdujo a Vallejo por Asencio, con molestias. Fue un chispazo.

El Madrid fue embotellando al Mallorca en su área y Mbappé se inventó un golazo en el 68. Recibió de Fede Valverde en la frontal, se giró, regateó a un par de defensas y remató al palo derecho de Román, que por primera vez en el partido no pudo hacer nada. Los blancos, por orgullo, querían evitar el alirón culé.

Pero Román volvió a aparecer una y otra vez. Acumuló 10 paradas, a cada cual mejor que la anterior y especialmente ante Güler y Valverde, cañoneros desde la frontal del área. Ancelotti metió al joven Gonzalo por Endrick y siguió el asedio. La tuvo el canterano tras un buen pase de Fran García, pero parecía imposible.

Y ahí, como si fuera un drama europeo, salió vivo el Madrid, rozando ya el minuto 95 y con Courtois en el área rival para tratar de rematar un córner. Fran García puso un centro tras el rechace del saque de esquina, Vallejo lo peinó y Jacobo Ramón se adelantó a su par para dar una pequeña alegría al Bernabéu y para mantener el alirón encerrado en el armario. Tuvo orgullo el Madrid camino de su reconstrucción definitiva. Hay Liga... De momento.