¿Jugó en Balaídos el campeón de Europa?

¿Jugó en Balaídos el campeón de Europa?

Actualizado Sábado, 19 octubre 2024 - 23:57

Dos fogonazos, uno de Mbappé y una genialidad de Modric, salvaron al Real Madrid de una derrota muy tóxica. El equipo de Ancelotti siempre puede jugar peor, sea cual sea el enemigo. Y sólo se salvan los grises-morados con un par de destellos. El Madrid actual es una calamidad.

A veces, me pregunto si este equipo es el campeón de Europa. Es imposible. Es una blanca palidez del año pasado. Cada vez más perjudicado por los estúpidos inventos de Ancel

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Mbappé, Vinicius y Courtois condenan al Celta y salvan el galimatías del Madrid

Mbappé, Vinicius y Courtois condenan al Celta y salvan el galimatías del Madrid

Las estrellas aparecieron en Vigo para dar tres puntos y mucho aire a un Madrid necesitado. Un Madrid irregular, extraño, confundido a ratos por el cambio de sistema de Ancelotti... Un galimatías. Pero un Madrid que suma, resoplando las ocasiones falladas del Celta, gracias a los goles de Mbappé y Vinicius y las paradas de Courtois.

Con su delantera de vuelta en plena forma física y con Rodrygo recién llegado de Brasil, Ancelotti buscó una nueva manera de encajar todas sus piezas más valiosas. Un trabajo de relojería que en el Madrid, un club de estrellas, muchas veces es complicado. La situación no le dejó más remedio al italiano que cambiar el sistema y probar por primera vez en este curso el esquema de tres centrales, con Tchouaméni pegado a Militao y a Rüdiger. Si algo había demostrado el conjunto blanco en este inicio es que tenía un overbooking en ataque que ralentizaba su juego y no dejaba espacios, lo más importante para sus grandes nombres. Sin espacios, Mbappé y Vinicius se ahogan.

En Vigo, en una de las visitas más complicadas del año, el Madrid salió con cinco defensas, Camavinga y Valverde en el medio y Bellingham enganchando con Vinicius y Mbappé. Hubo cierto caos en el inicio, brotes verdes durante el partido y muchas dudas al final. Ancelotti abroncó en varias ocasiones a Tchouaméni porque el francés no tenía claro dónde situarse. Sin balón aparecía a la derecha de Militao y con él, en el centro, de eje. Ese era el plan, pero los desajustes en el tramo inicial casi provocan el gol del Celta.

Para suerte de los blancos, apareció Courtois. En un contragolpe vigués, Iglesias dejó solo a Swedberg ante el portero belga, el sueco definió abajo y Courtois alargó su pie izquierdo para evitar el 1-0. Era el minuto 7 y los de Claudio Giráldez le perdonaban la vida al Madrid para desesperación del técnico, una de las revelaciones de LaLiga. Su Celta dista mucho del de Benítez, propone, es valiente, exprime sus recursos y hace daño, que es lo importante.

Los errores del Madrid en la transición y la valentía, a veces demasiada, del Celta en la presión rompieron el partido en el inicio. Fue un correcalles en el que pudo pasar de todo y en el que salió sonriendo el cuadro con mayor talento. En el 8, Guaita salvó un disparo duro de Valverde y en el 19, mientras Ancelotti discutía con sus asistentes por el mal funcionamiento de su esquema, Mbappé decantó el duelo.

Beltrán falló en salida de balón, su pase fue interceptado por Camavinga, el rechace llegó a Mbappé y éste, desde la frontal, se inventó un derechazo a la escuadra de Guaita. Alivio para el cuerpo técnico madridista y para el delantero, que anotó el gran tanto de su temporada hasta ahora para ganar sensaciones y méritos.

El gol asentó al Madrid y calmó al Celta, que prefirió dar un paso atrás en ritmo y colocación esperando alguna contra. Sin Aspas, sancionado, los vigueses perdieron el hilo entre su centro del campo y la delantera, y encomendaron su suerte a las ideas de Bamba y Mingueza, demasiado precipitados con balón. Ansiosos por empatar pero buscando el gol cuando la jugada todavía no lo pedía. Esa aceleración celeste la aprovechó el Madrid, que no perdía en Vigo desde mayo de 2014 (2-0) y que equilibró sus ideas a base de voces. Ancelotti convenció a Tchouaméni y entre Valverde y Camavinga gobernaron el medio en ataque y defensa, demostrando que no les hace falta nadie más.

El intermedio durmió al Madrid, que reinició el duelo lento y sin sangre en las acciones y se encontró con el empate a los cinco minutos. Mingueza dibujó un pase perfecto a Swedberg y el sueco, libre de la marca de Lucas, batió a Courtois. El tanto empujó al Celta, que quiso más y casi obtuvo más.

Reaccionó Ancelotti sentando a Camavinga y Valverde y apostando por Modric y Rodrygo. Y a los dos minutos, el croata se inventó el 1-2 con un pase al hueco perfecto a Vinicius que el brasileño transformó el gol al evitar la salida de Guaita. Da la sensación de que el Madrid brilla cuando quiere, y que no quiere demasiado. Sufrió al final, con momentos taquicárdicos para Balaídos, que lamentó el poco acierto de Bamba, Alfon o Douvikas. El tópico dice que no puedes perdonar al Madrid. Así fue. En una semana el Barça visitará el Bernabéu para tomar el pulso de la Liga.

Claudio Giráldez: "Con 13 años me fichó el Madrid, agradezco la valentía de mis padres y me siento responsable por no haberme implicado del todo"

Claudio Giráldez: “Con 13 años me fichó el Madrid, agradezco la valentía de mis padres y me siento responsable por no haberme implicado del todo”

El fútbol no está acostumbrado a que el entrenador sea más joven que la estrella del equipo, pero en Balaídos sonríen con la batuta de Claudio Giráldez (O Porriño, 1988) y los goles de Iago Aspas (Moaña, 1986). El entrenador llegó en el tramo final de la pasada temporada tras el adiós de Rafa Benítez y ha devuelto la ilusión a un club que parecía hundido. Antes de recibir al Real Madrid, cuya camiseta vistió durante años en Valdebebas, reflexiona con EL MUNDO sobre el fútbol y la vida.

Ha pasado del filial a salvador en unos meses. ¿Le ha cambiado mucho la vida?
Me ha cambiado muchísimo. Soy de O Porriño y salvo cuando estuve en Madrid, siempre he vivido aquí. A mí me gusta ser anónimo y ahora es más complicado, aunque tenemos la suerte de que todo lo que nos da la gente es cariño e ilusión por lo que tiene que ver con el Celta. Sí es más difícil pasear con las niñas o comer tranquilo, ya no somos anónimos, pero siempre es con respeto y lo agradezco. Me preocupo por mis hijas, porque prefiero que estén en el anonimato y esto no les afecte, pero todavía son pequeñas.
El club ha despertado. Noveno a un punto de Europa, fútbol alegre, canteranos, la afición y el equipo unidos...
Sí, pero no me vuelvo loco con lo bueno ni con lo malo. Intento tener los pies en la tierra y sé que habrá momentos complicados, que nos echarán, no sé si de aquí o del siguiente, que vamos a perder, que no jugaremos igual de bien... Pero tenemos que seguir trabajando y ser fieles a nuestra manera de ver el fútbol, dar el máximo y echar horas.
En su infancia, ¿era de los que escribía alineaciones en una libreta?
Siempre fui un poco friki de esas cosas. Soy de la generación del PC Fútbol, le metí muy duro y ya me sentía entrenador desde pequeño. Empecé a escribir y a leer con la Guía Marca y ese tipo de revistas, me las aprendía, iba identificando jugadores... Soy del 88, así que el Mundial del 94 fue el primero para mí. Compraba un montón de cromos y siempre me veía más como entrenador que como jugador, y creo que es lo que me ha traído hasta aquí, porque creo que no he sido todo lo tenaz o implicado como jugador, no me apasionaba tanto como desde el primer día que empecé a entrenar.
Le gustaba más el banquillo.
Siempre me inquietó más el fútbol como algo colectivo, no como yo lo hacía en el campo. Intentaba entender lo que pasaba, el porqué y discutía mucho, me han tenido que aguantar muchísimo porque daba mi opinión e iba más allá de hacer mi trabajo como jugador. Un poco insoportable (risas). Y creo que eso me quitó el foco a la hora de centrarme en mi carrera como jugador a nivel individual, en centrarme más en mi físico, en cuidarme más, en ser más egoísta, en completarme como futbolista... Tenía carencias y creo que me faltó eso para dar ese salto final que me faltó.
¿Cómo llega a Valdebebas?
Pues fue en una Vigo Cup con el Porriño,. Ya había jugado un torneo de Brunete con el Celta, pero todavía no tenía categoría alevín, así que seguía en el Porriño. En ese torneo, donde ya era infantil de primer año, pues jugué bien, me dieron el premio a mejor jugador, era grande, zurdo... Bueno, creo que por eso llamaba la atención. Había algún ojeador del Madrid y me plantearon hacer una prueba. Fui, la hice y me dijeron si me quería mudar. Era muy pequeño, 13 años, mis padres no querían, pero tampoco querían quitarme la ilusión y agradezco mucho la valentía que tuvieron, ahora que soy padre lo entiendo mucho más. Viví en la residencia de Valdebebas y todos los fines de semana venían a verme. Creo que de aquella aventura he aprendido muchísimo porque estaba solo, con los educadores y los compañeros, pero sin familia. Creo que maduré antes, que aprendí las dificultades de llegar a ser profesional, de vivir solo, de ganarte todo por ti mismo desde los 13 años... Agradezco la valentía de mis padres y me siento responsable por no haberme implicado del todo. Echo la vista atrás y veo cómo se cuida ahora el jugador de fútbol y es una cultura distinta a aquella, creo que podría haber puesto más huevos en la cesta. Lo tuve muy cerca.
La parte mental es clave para llegar.
Hay una parte mental de estar permanentemente bajo presión desde que tienes 13 años. Mantenerte en el Madrid cada año es muy difícil, llegan jugadores nuevos y tienes que superar esa presión, rendir e intentar disfrutar del fútbol. Yo he tenido la suerte de, salvo años puntuales, siempre sentir que disfrutaba. Y ahora intento trasladarlo a mis jugadores, que no sean tan burros como yo de irse a casa al acabar el entrenamiento, que se cuiden, que hoy en día la gente eso lo hace mejor y entienden que el físico es más importante, que la diferencia está en ese 1% de más y ser capaz de rendir física y mentalmente. Yo creo que en mi época intentaba vivir de mi talento, de mi pierna izquierda y de mi entendimiento del juego, otros tenían más físico y más capacidad de competir. Y me he ido haciendo más competitivo cuando se veía que se cerraban puertas y el fútbol se acababa. Pero creo que ese proceso me ha venido bien para convertirme en lo que soy.
Después de una cantera tan grande pasa al 'barro': Pontevedra, Ourense, Coruxo... ¿Bajas a la tierra?
A todos los niveles, desde las infraestructuras a la ropa, que tienes que volver a lavarte la ropa, al salario... Piensas que vas a jugar con gente de menos nivel y te das cuenta de lo contrario. Y tienes que asumirlo. Te hace no convertirte en el tonto o el inconsciente que podías haber sido. Venías de tener 18 años y un salario que no vas a repetir en tu carrera y te ponen los pies en la tierra, porque es inevitable que en algún momento la tentación te pueda confundir. En ese sentido me siento formador. Llevo 10 años aquí intentando que la gente no cometa esos errores, hablo mucho de mi experiencia y aunque es inevitable que los jugadores se equivoquen, porque hay dinero alrededor del fuego. Y creo que les sirve.
¿Dónde nace su manera de ver el fútbol?
Primero del Claudio jugador, de lo que me gustaba, de lo que veía en Balaídos, en el Bernabéu, en el Calderón... De lo que ví del Barça de Cruyff, de la selección española... Analizaba lo que hacían mis entrenadores y entiendo el fútbol como ser valiente y propositivo, que no ganas nada especulando o jugando en función del rival. Parece que soy joven, pero llevo desde los 20 entrenando y es un ensayo-error continuo. Equivocarte, entender el porqué de las cosas, escuchar a los jugadores y tener soluciones. En todas las categorías me han dicho que lo que hacíamos no lo íbamos a poder hacer en el siguiente nivel, y mira.
¿Cómo se convence al jugador? Usted no viene de la elite y es joven.
Intento no hablar mucho de mí porque no quiero ser ese abuelo que cuenta historias. Eso lo hago en privado. En este caso, tenía ganados a muchos porque vienen de la cantera, de esa manera de jugar. Y luego creo que el jugador está más cómodo cuando es capaz de tener el control, no cuando sabe que va a sufrir. Y vuelvo al ensayo-error. El jugador necesita ayuda, necesitar dudar, que hablemos de fútbol y que tengan la naturalidad de decirlo. Sabiendo que el que decide soy yo, porque me pagan por ello, pero que lo que quiero es que sean mejores. Y creo que estamos convenciendo a la mayoría.
Su único partido con el Real Madrid Castilla lo juega en 2007 ante el Celta B y ante Iago Aspas. Lo que es el destino.
Es el mejor de la historia del club desde hace muchos años. Yo era muy de Mostovoi pero su periodo fue más corto. Lo que ha hecho Iago es muy difícil. Le conozco desde alevines porque compartimos selección de Vigo y fuimos campeones gallegos, y desde aquella pues habíamos coincidido alguna vez, pero no teníamos mucho trato. Ahora he descubierto a un jugador ilusionado. Es el primero en salir a entrenar y nunca quiere que se acabe la sesión.
¿Es más 'friki' que usted?
Ahora mismo en cuanto a nombres de jugadores y tal... Seguro. Creo que está ya en modo director deportivo (risas). Sigue muchísimas ligas y a mí el tiempo ya no me da, sigo varias categorías del fútbol español, a jóvenes de otros campeonatos, pero no veo ligas más exóticas y él en eso es espectacular.
Ha fichado a una psicóloga para el cuerpo técnico. ¿Por qué?
Creo que la salud mental es el motor de todo. Yo he tenido casos muy duros a mi alrededor y valoro mucho la estabilidad mental, el tener herramientas y no volvernos locos. Y creo que la vida del futbolista es una montaña rusa que hay que saber gestionar. Creo que la psicóloga ahora mismo es la figura más importante de nuestro staff. Nos da un plus de tranquilidad y motivación para entender cómo estamos, nuestra cabeza, la dinámica del equipo y para preparar conmigo los mensajes colectivos.
Recibe al Madrid. Se habla mucho de 'fútbol moderno', el Madrid es campeón de Europa ante un Borussia potente físicamente, como la selección inglesa que pierde la Euro. En el otro frente, la selección española o, en otro escalón, su Celta, con centrocampistas más livianos como Damián, Sotelo o Hugo Álvarez.
Es un buen cierre para lo que hemos hablado antes. Decía que en mi carrera como jugador me había faltado completarme a nivel individual. Ahora mismo todos tienen que completarse. Los que son peores físicamente o los que entienden peor el juego. Creo que el gran mérito que hemos tenido en España en estos últimos años es que hemos evolucionado físicamente, no somos tan poderosos como otros, pero sí ganamos situaciones de duelo y competimos. Damián, Sotelo o Hugo son jugadores con una capacidad brutal para resistir esfuerzos y recorrer kilómetros. Dicho esto, la entrada al campo se paga para ver talento, goles, lo que hace Iago de manera espontánea... Con ese talento se nace y no lo podemos controlar del todo. Nace en la calle y en los genes. Es arte. Eso no tiene que ver con el fútbol moderno. Pero creo que se ha evolucionado físicamente. El Madrid, por ejemplo, ha fichado futbolistas con un físico muy privilegiado, pero muchos de ellos también venían educados en lo táctico y en lo técnico. Son jugadores que ganan partidos de cualquiera de las maneras. Dominan muchos recursos y hay una parte que creo que no se valora: la mentalidad del Madrid y de sus jugadores. Que todo lo demás no sirve, sólo ganar. Y aquí vamos a luchar por ser cada día más fuertes mentalmente, por completarnos físicamente y mejorar técnicamente porque tenemos recursos, aunque los presupuestos sean diferentes, para hacer al club más grande y no conformarnos. Somos pequeños, pero podemos competir y tenemos recursos.
20 años entre Simeones en el día de 'La Araña': "El gol ayuda a la confianza y al equipo"

20 años entre Simeones en el día de ‘La Araña’: “El gol ayuda a la confianza y al equipo”

Un 13 de diciembre de 2003, Diego Simeone metía su último gol con la camiseta rojiblanca. El Cholo hacía el primer tanto de un encuentro que el Atlético de Madrid terminaría por empatar. El rival, por cierto, era el Celta de Vigo.

Más de 20 años después, otro Simeone salía por primera vez como titular con la camiseta colchonera. Lo hacía en la séptima jornada de Liga tras disputar algunos minutos ante Athletic, Valencia y Rayo. El rival, de nuevo, era el Celta de Vigo.

No obstante, no se puede decir que la actuación del pequeño de los Simeone haya sido la mejor de su corta carrera deportiva, con la interrupción de casi 10 meses que tuvo tras la rotura del peroné que sufrió el año pasado en su cesión en el Alavés. Giuliano lo intentó, pero estuvo impreciso en ataque y flojo en defensa. Superado muchas veces por Carreira, el lateral celeste.

Es el primer año de Giuliano en el club en el que su padre jugó cinco temporadas en dos etapas diferentes y en el que se convirtió en histórico con las botas y el doblete de la 1995/96 y hoy es leyenda como entrenador con casi 700 partidos dirigidos y varios títulos.

No era la noche del pequeño de los Simeone, los focos estaban en otro argentino. Saliendo desde el banquillo Julián Álvarez salvó la papeleta de un equipo, el rojiblanco, que había firmado uno de los peores partidos de la temporada. "Obviamente (el gol) ayuda para la confianza y ayuda al equipo, son tres puntos muy importantes", apuntaba el protagonista en la entrevista postpartido.

Miradas en el derbi

Y tanto. Con el empate el Atlético se hubiera quedado a ocho puntos de un FC Barcelona intratable cuyos partidos se cuentan por victorias. Ahora, espera el derbi en el Metropolitano ante un Real Madrid que no contará con Mbappé. "Seguramente que nuestro estadio nos dará la energía necesaria para el partido del domingo. Tranquilidad e ilusión y debemos mejorar ofensivamente porque estamos muy bien defensivamente, pero tenemos que dar un paso desde el juego y ese es nuestro desafío", apuntaba Simeone.

Otro protagonista de la noche fue Jan Oblak, que paró dos goles cantados a remates de Aspas y Borja Iglesias, y se mostró feliz por "tres puntos necesarios". Tres puntos que llegan con otra portería a cero y ya son cinco en siete jornadas. "Ojalá que con la ayuda de los aficionados podamos obtener la victoria el domingo", completaba el portero esloveno.

De los últimos cinco derbis, el Atlético de Madrid sólo ha perdido uno y ha obtenido dos victorias. Lejos queda ya la época en las que los rojiblancos estuvieron 14 años sin ganar. En el Metropolitano, además, los colchoneros no pierden desde septiembre de 2022.

Pica 'La Araña' y salva al Atlético de Madrid en Vigo

Pica ‘La Araña’ y salva al Atlético de Madrid en Vigo

Ya pueden gritar por injusticia. Ya pueden gritar de alegría. Porque lo visto en Balaídos no tiene término medio. Tras un terrible partido rojiblanco, Julián Álvarez, la estrella que reclamaba la parroquia colchonera, apareció para rematar un pase de Griezmann, que no había hecho nada en toda la noche. Verlo para creerlo. Aspas se agarraba la cabeza en el banquillo después de las clarísimas ocasiones que habían tenido y marrado. Quién sabe si iba a tener otra igual para ganar al equipo de su amigo Koke. [Narración y Estadísticas, 0-1]

Uno veía el saludo entre Iago Aspas y Koke y pensaba en que ya no les quedan muchas ocasiones de abrazarse. Hablamos de 1.165 partidos vistiendo la camiseta de su equipo entre ambos, 500 para el capitán celeste y 645, el rojiblanco. Casi nada. Para los nostálgicos será una pérdida irreparable cuando decidan retirarse pero, a sus 37 y 32 años respectivamente, parecía en Balaídos que a ambos les quedaba cuerda para rato.

Aspas ha recuperado su presencia en un ataque vigués que con Giráldez ha recuperado el vigor perdido en la época de Rafa Benítez, de la que pocos jugadores celestes quieren acordarse. Koke lo ha jugado casi todo este año y, cuando partió del banquillo, decidió aportar un gol, suerte poco habitual en su juego.

Y es que los rojiblancos necesitaban ganar para no perder el tren de cabeza, algo que, a juzgar por la historia entre ambos conjuntos, debía de producirse, como finalmente ocurrió. Toda vez que el Atlético no sólo ha ganado los seis últimos encuentros entre ambos, sino que lo ha hecho en cuatro de las cinco últimas visitas a Balaídos.

No obstante, el duelo de anoche fue un encuentro de poder a poder entre dos equipos que, esta temporada, buscan dominar el juego desde la posesión. El Celta lo hace desde la llegada de Giráldez y el Cholo sigue en su evolución de los últimos años apoyada en unos fichajes que son más técnicos que fajadores. Aunque Gallagher tenga un poco de todo para alegría de su entrenador.

Otro nombre propio del duelo de Balaídos fue el de Giuliano Simeone. Hacía casi 20 años que un Simeone no era titular con la rojiblanca. No obstante, la actuación del pequeño no fue la mejor. Defensivamente dejó bastante libre a su espalda a Carreira, que realizó varios centros peligrosos. Uno de ellos, en el minuto 10 de la primera parte, que Swedberg, con todo a favor, disparó a la derecha de la portería de Oblak.

Salvación de Oblak

Estuvo soberbio el cancerbero en un chut de Aspas a la base del poste. El esloveno puso una mano firme que se mereció el halago en el campo del delantero. "Vaya parada, chaval", se le entendió al celeste. Y aún hizo otra milagrosa a un remate a bocajarro de Borja Iglesias tras una gran jugada colectiva del Celta.

Cambió el Cholo a Koke por Julián Álvarez con el derbi en la mirilla y la necesidad de los tres puntos. No era el partido de Griezmann, pero lo mantuvo en el campo. El Atlético no había hecho ni un remate a puerta hasta el minuto 80. Abrió la lata Riquelme, que obligó a Guaita a hacer una gran parada. Y, cuando poco después perdonaba el Celta el gol de la victoria, picó La Araña. Menuda presentación para el derbi.

Fran Beltrán, padre, marido y futbolista, en ese orden: "Cuando me retire, intentaré que mi mujer cumpla su sueño"

Fran Beltrán, padre, marido y futbolista, en ese orden: “Cuando me retire, intentaré que mi mujer cumpla su sueño”

Fran Beltrán (Madrid, 1999) es padre, esposo y futbolista. Parafraseando aquel famoso cartel de Gareth Bale, in that order (en ese orden). El jugador del Celta, durante la charla que mantuvo con EL MUNDO, no paró de repetir la expresión "cuando era joven". Por si no han hecho la cuenta, Fran tiene 25 años, en 2018 cambió el Rayo Vallecano por el Celta y su novia de entonces, lo dejó todo para mudarse con él a Vigo. Tenían 19 años, con 23 se casaron, con 24 tuvieron a su primera hija y con 25 tendrán a la segunda.

¿Cómo fue ser padre?
Lo recuerdo como si fuera ayer porque tampoco ha pasado mucho tiempo. Cuando era pequeño me decían que era lo mejor que te podía pasar la vida y ahora puedo decir que sí. Daría la vida por esa persona. Y ahora tener dos, pues una alegría inmensa.
¿Cómo vive un futbolista la paternidad?
Es complicado porque, por ejemplo, cuando tu mujer da a luz hay a veces que no llegas a tiempo. Luego, Dios quiera que no, si hay algún problema tú tienes que seguir viajando, jugando... y en el día a día, en mi caso, mi mujer me dice que la niña me echa de menos. La gente piensa que entrenamos por las mañanas y volvemos a casa, pero tienes muchos compromisos que te quitan tiempo de estar con tu familia y te echan un poco más de menos.
¿Cuando está, ejerce?
Mi mujer entiende mi profesión perfectamente. Siempre me ha dejado dormir, si hace falta fuera de la habitación, o sea que por esa parte muy bien.
¿Cuánto le debe a su mujer?
La debo todo. Con 19 años dejó sus estudios y su trabajo en Madrid y decidió cambiarlo todo por mí sin pensárselo dos veces. Eso dice mucho de lo importante que soy para ella y me ha apoyado en las buenas, pero sobre todo en las malas. Es la mejor persona que podía haber encontrado en mi vida. Juntos formamos un gran equipo y una familia que es lo que queríamos.
El jugador en la ciudad deportiva del Celta.

El jugador en la ciudad deportiva del Celta.RC Celta

Así que, familiar y profesionalmente, la vida de Fran Beltrán ha sido un meteorito que le ha hecho madurar antes. Se nota especialmente en esos momentos de dificultad que mencionaba como los del curso pasado y que él justifica en la responsabilidad de su profesión. Spoiler, no es sólo dar patadas a un balón, sino que carga todo una ciudad a sus espaldas. «Si descendemos habrá empresas y bares que dejarán de ganar mucho y tienes que asumir esa responsabilidad y eso te hace madurar», explica el jugador.

La temporada pasada estuvieron 14 jornadas en descenso. La llegada de Rafa Benítez, al principio ilusionante, resultó poco fructífera futbolísticamente hablando y, entre varios jugadores celestes y ex entrenador, ha habido algún cruce de declaraciones, pero para Beltrán "el pasado, pasado está". "Se hizo todo lo posible para que el proyecto saliera adelante, no se pudo, tuvimos que acudir a Claudio (Giráldez) y el equipo cambió totalmente", apunta.

Este nuevo curso están intratables en casa, pero fuera la cosa se les complica. Pese al apoyo de Balaídos, este jueves llega el Atlético de Madrid, un rival que Beltrán admira tanto por su técnico como por sus jugadores. Pero, si Fran tuviera que elegir a uno se quedaría con su capitán Koke. "Es mi posición y aprendes mucho de esos futbolistas que son top".

Y la cosa queda entre capitanes, porque Iago Aspas, es sin duda, uno de los compañeros a los que más admira el centrocampista celeste especialmente por su trato personal. "Dentro del campo es un 10, pero fuera es un 11", destaca el joven sobre un jugador que le sigue sorprendiendo en cada entrenamiento con "conceptos que sólo él tiene". "Sigo alucinando con cualquier cosa pequeña que hace", apunta.

Fran Beltrán, en un partido con el Celta.

Fran Beltrán, en un partido con el Celta.RC Celta

Otro jugador de los que está en el podio de Fran Beltrán es Toni Kroos. Fan del alemán por ser una de sus "debilidades" para el mediocentro madrileño fue una "lástima" y una "sorpresa" que se retirara tan pronto. "El ha querido irse en lo más alto sin querer ver caer su nivel, aunque yo creo que eso no iba a ocurrir porque cada año parecía mejor", bromeaba el futbolista. Y admite que, en su caso, será el fútbol el que le deje a él. Y eso que de pequeño era un deporte que no le gustaba y que sólo empezó a practicar para que sus amigos no le dejaran solo en el recreo. Sin embargo, hoy ve partidos de todas las ligas europeas tanto por gusto como para mejorar en su posición.

Fran es familiar, cocinillas y religioso, "a su manera" ya que para él su "templo es el fútbol", aunque va misa de vez en cuando y reza cuando salta al terreno de juego. Pero su verdadera debilidad son los perros así como una de las "liberaciones" de su profesión. "Me gusta verles la cara de felicidad cuando llegan reventados a casa. La verdad es que me gusta ver a la gente de alrededor contenta". Pero siempre hay alguien que merece más, que lo merece todo y el futbolista lo tiene claro, aunque quede mucho para ese momento..

¿Qué hará cuando deje el fútbol?
Lo primero es dar la oportunidad a mi mujer de cumplir su sueño. Ella lo dejó por el mío y quiero que ella tenga su oportunidad. Se sacó la carrera de profesorado para tener una escuela infantil porque le encanta ayudar y voy a intentar que logre su propósito.

Fran Beltrán, padre, marido y futbolista, in that order.

El futbolista Hugo Mallo, culpable de un delito de abuso sexual contra la mascota del Espanyol en un partido con el Celta de Vigo

Actualizado Jueves, 12 septiembre 2024 - 11:54

El futbolista Hugo Mallo, ex capitán del Celta de Vigo, ha sido declarado culpable de un delito de abusos sexuales contra una empleada del RCD Espanyol que trabajaba como mascota del equipo antes de un partido de Liga de la temporada 2018-19.

El actual jugador del Aris de Salónica (Grecia) ha sido condenado a pagar una multa de 6.000 euros (diez euros diarios durante 20 meses), además de indemnizar a la víctima con 1.000 euros, más intereses, por daño moral.

El defensa gallego tocó los pechos a la persona caracterizada como la mascota Periquita en el saludo inicial del encuentro que ambos equipos disputaron en el estadio de Cornellà-El Prat el 24 de abril de 2019.

"No se ha planteado como tesis alternativa, por ejemplo, un eventual o hipotético tocamiento absolutamente involuntario en esa zona del cuerpo cuando se quería hacer un abrazo a la mascota", señala en su sentencia el magistrado titular del Juzgado de lo Penal 19 de Barcelona.

El juez considera probado que, al llegar a la altura de la empleada del Espanyol, y "con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual" de la trabajadora, Hugo Mallo "le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos, viéndose obligada ella a retroceder y apartar al acusado con la mano derecha".

La comisión del delito se produjo antes de que, en el año 2022, entrara en vigor la Ley de garantía integral de la libertad sexual, conocida como ley del solo sí es sí. Con la consiguiente reforma del Código Penal, el ex futbolista del Celta habría sido juzgado por agresión sexual.

El Celta reconoce el noble gesto de Aimar Oroz al pedir al árbitro que no expulsara a Alfon: "Rivales, pero también compañeros. Honor, Osasuna"

El Celta reconoce el noble gesto de Aimar Oroz al pedir al árbitro que no expulsara a Alfon: “Rivales, pero también compañeros. Honor, Osasuna”

Actualizado Martes, 3 septiembre 2024 - 11:24

El jugador de Osasuna Aimar Oroz tuvo un gesto de nobleza el pasado domingo en el partido contra el Celta disputado en El Sadar al pedir a Martínez Munuera que no expulsara a Alfon González, jugador rival que tuvo que abandonar el césped por una falta cometida sobre el navarro Jesús Areso.

Corría el minuto 86, con los navarros venciendo a los gallegos por 3-1, cuando Alfon hizo una dura entrada sobre Areso que motivó su expulsión con tarjeta roja.

Las cámaras de 'El Día Después' se centraron entonces en observar al detalle las reacciones de los protagonistas. "¡No lo ve, que no lo ve!", le comentó el 10 rojillo al árbitro antes de incidir: "Arbi, que no lo ve, no puedes sacar roja, tío".

El gesto, aplaudido en redes sociales por osasunistas y celtistas, fue reconocido por el club de Vigo en su cuenta de X.

"Rivales, pero también compañeros. Jugadores como Aimar Oroz hicieron que nos enamoráramos de este hermoso deporte. Honor, Osasuna", publicó.

Además de su faceta futbolística, Oroz también es conocido por ser una persona discreta, que habitualmente pasa desapercibido en su vida privada. Su renovación hasta 2029 asienta su futuro en Pamplona para ser la pieza angular del proyecto que lidera Vicente Moreno tras la marcha de Jagoba Arrasate.

La Liga a destiempo

Actualizado Domingo, 1 septiembre 2024 - 22:13

La Liga, antes del parón, se ha puesto al día en la cuarta jornada. Pero con la tercera en pleno desarrollo, los equipos andaban aún ajustando las plantillas. En unas faltaban jugadores. En otras sobraban, tratando todos de encajar en un puzle con el tablero en movimiento. Sujetos a las distintas circunstancias de transacciones o de inscripciones, había nombres llamativos: Dani Olmo, Dani Ceballos, Julián Álvarez, Conor Gallagher, Vitor Roque, Er

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Aspas prende la llama de la ilusión del Celta con una goleada al Valencia y el liderato en LaLiga

Aspas prende la llama de la ilusión del Celta con una goleada al Valencia y el liderato en LaLiga

El Celta se había preparado para la fiesta de su 101 aniversario y del liderato en LaLiga y la desató casi sin esfuerzo. Los festejos en Balaídos los eclipsó durante algunos minutos el gol de Diego López para el Valencia, que luego se mostró incapaz de agarrarse al resultado a favor por errores en las dos áreas. Mostró tantos agujeros en todas sus líneas que acabó castigado por Aspas, que encendió las velas que soplaron él mismo, Mingueza y Fran Beltrán.

Los gallegos saltaron erizados por los fuegos y el eco del himno de C. Tangana para el Centenario. Oliveira dos Cen Anos les atronó desde el gradas a las 19:23 cuando enfilaban el camino al césped para acosar a los valencianistas. Les arrebataron la pelota, los encerraron e intentaron probar a Mamardashvili con las amenazas de Williot Swedberg y el imprescindible Iago Aspas. Trataba el equipo de Baraja de estirarse por la derecha con las carreras de Thierry por la banda derecha. Lo que en ese momento pareció un arma ventajosa, acabó siendo una trampa mortal.

Pero antes, el Valencia había conseguido ponerse en ventaja. Llevó el balón al área y, tras mil intentos, acabó en las botas de Rafa Mir que, de espaldas, optó colocarlo de chilena en el área pequeña donde apareció para cabecearlo Diego López. El gol llegó en el minuto 14 y tardó en subir al marcador porque se quiso constatar lo que todo el estadio ya había visto, que no hubo juego peligroso del delantero murciano en su acrobacia.

Lo tenía el Valencia todo de cara y, de nuevo el lateral portugués se lanzó a pisar área y probar a Iván Villar con un derechazo más potente que colocado. Ese atrevimiento lo pagó el Valencia. Con déficit de extremos y el recién llegado Luis Rioja en el banquillo, Baraja volvió a escorar a Mir a la banda derecha, una maniobra bomba porque entre sus tareas no estaban las ayudas a Thierry.

Las costuras se vieron cuando un centro de Iago Aspas desde la orilla derecha acabó en la banda contraria reclamado por un solitario Mingueza para, de media bolea, colarla por la escuadra de Mamardahsvili. Apenas diez minutos le había costado al Celta empatar y, en poco más, le dio la vuelta al marcador. Lo quiso hacer Swedberg, a la carrera y con un doble regate en el área que Mosquera aguantó para que el sueco no pudiera ajustar su disparo. El agujero por la banda era ya muy evidente.

Pese a que Rafa Mir despejó en lugar de rematar en el área de Guaita, el Celta se aprovechó de otro robo. Conducía Mingueza desde su campo cuando vio incorporarse a la carrera a Aspas por el carril central y le asistió para marcar el segundo gol. El centro del campo valencianista fue transparente.

Al Valencia, con el marcador a favor, le habían remontado en cinco minutos con dos contras por haberse olvidado de protegerse. Meneó Baraja a sus extremos buscando cerrar vías de agua, pero el Celta tampoco era perfecto y pudo ver que su esfuerzo se quedaba en nada si Hugo Duro hubiera estado más ágil para rematar en el punto de penalti un centro de Jesús Vázquez. No sólo no marcó el empate sino que vio cómo le castigaban por unas manos en el área en el tiempo añadido. Es entonces cuando Mamardashvili, que se quedará en el Valencia una temporada más cedido por el Liverpool, se acercó a susurrarle a Aspas y el maleficio surtió efecto porque atrapó el lanzamiento, impropio de la veteranía del gallego.

Tuvo que volver a salvar el georgiano a su equipo al inicio de la segunda parte con un paradón a mano cambiada al envenenado golpeo del delantero sueco de los celtiñas. Sólo fue un aviso de que el equipo de Claudio Giráldez querían más y el tercer gol llevó con un obús de Fran Beltrán desde la medialuna del área.

Noqueado el Valencia, Baraja estrenó a Luis Rioja y Balaídos se encomendó a Borja Iglesias, que les regaló un taconazo que pretendía dejar solo a Bamba ante el meta valencianista. Con el marcador cómodo, el Celta alzó el pie y el Valencia quiso crecer a base de los chavales de Paterna. Eran los dos equipos el reflejo del potencial que tiene su cantera y las telarañas de sus cuentas, destinados a pelear por los mismos objetivos.

La mejor ocasión que tuvo el Valencia de acercarse estuvo en el balón llovido de Foulquier que Rafa Mir estrelló en el poste. El resto fue más corazón que cabeza y oportunidades y el Celta no sufrió.