Sinner afila el servicio en su vuelta a un Grand Slam después de la traumática final de Roland Garros

Los seguidores que colmaron la pista 1 de Wimbledon, en otra jornada de ardor climatológico, con 34 grados de temperatura, dispensaron a Jannik Sinner un significado aprecio. El número 1 del mundo volvía a un torneo del Grand Slam después del drama padecido en la final de Roland Garros, cuando tuvo tres puntos de partido para hacerse con su cuarto major y acabó sometido por la extraordinaria reacción de Carlos Alcaraz. «Es un nuevo torneo, con nuevas oportunidades, un nuevo desafío», comentó a pie de cancha una vez certificada la victoria ante su compatriota Luca Nardi por un plácido 6-4. 6-3 y 6-0.
Entre manifiestas muestras de apoyo, Sinner, eliminado por Alexander Bublik en la segunda ronda del torneo ATP 250 de Halle en su único torneo de transición hacia la hierba del All England Club, sólo necesitó una hora y 48 minutos para dejar atrás al número 95 del mundo, cuya mejor carta de presentación fue la victoria lograda el pasado año ante Novak Djokovic en Indian Wells. Ganador de las dos últimas ediciones del Abierto de Australia y del pasado US Open, el tenista de San Cándido también tiene tareas pendientes en Wimbledon, donde su techo se encuentra en las semifinales de 2023, cuando cayó en tres sets contra Djokovic. Fue un año antes, en cuartos, también contra el serbio, cuando, aún lejos del competidor que es hoy, dejó escapar dos sets de ventaja.
Habrá que esperar a las últimas rondas, donde se le espera, para evaluar el calado anímico del golpe sufrido en París. «Tienes un rival en cada momento, así que estoy muy feliz con respecto a hoy [por ayer]. Obviamente, intento seguir adelante y disfrutar de jugar aquí. Si no lo haces en este tipo de superficies, no sé dónde lo vas a hacer. Estoy feliz de estar aquí y ya veremos que pasa», comentó a la espera de su rival de mañana, el australiano Aleksandar Vukic, 93º, a quien ha derrotado en sus dos cruces previos, ambos en psita dura, el más reciente en Sofía, hace tres años.
Trabajo específico
Sensato y aplicado, aprovechó las semanas previas a Wimbledon para trabajar con especial dedicación el servicio, golpe que adquiere una relevancia capital en este torneo. Ayer, en su debut, sólo perdió 12 puntos con el saque, no concedió una sola pelota de rotura y rentabilizó cinco de las 13 pelotas de break que creó.
«He servido muy bien, especialmente en los momentos importantes. Al principio creo que a los dos nos costó un poco y no hubo muchos peloteos, pero después di un paso adelante. Estoy satisfecho de cómo he terminado el partido», comentó. Magnífico restador, Sinner aún consiente en su servicio un severo margen de progresión, así como en las aproximaciones y movimientos en la red.
En una reciente entrevista con Andy Roddick, Darren Cahill explicó su aterrizaje en el rincón de Sinner, a quien dirige desde hace tres años. El entrenador australiano habló con Djokovic sobre aquel partido de cuartos de final de Wimbledon en 2022, donde el serbio acabó imponiéndose en cinco sets.
Franco, elocuente, el siete veces campeón del torneo le vino a decir que resultaba relativamente cómodo adaptarse al ritmo de pelota de Sinner, que proponía poco más allá de la dureza y profundidad de sus golpes desde ambos lados de la pista. Cahill compartió con su jugador las impresiones de Djokovic, recibidas por el italiano con la máxima atención.
Alcaraz buscará este miércoles (16.00 h., Movistar) la tercera ronda del torneo ante el británico Oliver Tarbet, que superó la fase previa tras recibir una invitación y disputa su primer torneo profesional. El español Jaume Munar protagonizó una de las noticias de la jornada al superar en cinco sets a Bublik, 31º, reciente campeón en Halle y cuartofinalista de Roland Garros. Alexander Zverev, tercer cabeza de serie, se fue precipitadamente tras caer en cinco sets ante el francés Arthur Rinderknech.