La alianza con Honda que marcará el destino de Aston Martin: prisas, bandazos y un as de gasolina bajo la manga

La alianza con Honda que marcará el destino de Aston Martin: prisas, bandazos y un as de gasolina bajo la manga

Los desafíos a los que se enfrenta Fernando Alonso van más allá de su atribulado arranque de Mundial, plagado de contratiempos y errores. En especial porque no hay garantía de éxito en la arriesgada apuesta de Aston Martin de cara a 2026, cuando el equipo montará, por primera vez, un motor Honda. El fabricante nipón, gran protagonista de este fin de semana en Suzuka, debe impulsar las opciones del asturiano en lo que se prevé su última oportunidad de alcanzar la gloria. Y la escudería de Silverstone tendrá que demostrar que su desmesurada inversión en instalaciones técnicas y fichajes no va a caer en saco roto.

La alianza con Honda añade cierto estrés a Alonso, que aún guarda recuerdo de su trienio negro en McLaren (2015-2017) con aquel recordado lamento: GP2 engine! A esa presión hay que añadir los vaticinios de Adrian Newey, quien a finales de enero advirtió que, con la nueva normativa, el rendimiento del motor influirá más que la aerodinámica. Que el gran gurú del diseño, contratado a golpe de talonario, apunte hacia esa dirección no resulta precisamente alentador.

Tampoco invitan al optimismo los más recientes comentarios filtrados desde Honda. Antes de iniciarse la pretemporada, Koji Watanabe, presidente de Honda Racing Corporation (HRC), admitió que el desarrollo del nuevo motor de F1 no estaba resultando «tan sencillo» como esperaban. «Nos está costando», añadió para escarnio de Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, que no ha escatimado recursos a la hora de edificar un proyecto ganador.

«Con algo de retraso»

Unas semanas más tarde, los presagios se enturbiaron un poco más. «Nuestro objetivo es presentar la homologación en febrero», adelantó Tetsushi Kakuda, responsable general del proyecto de Honda en F1. Ese plazo sobrepasa el de la propia pretemporada, cuyas cinco jornadas se celebrarán entre el 26 y el 30 de enero. Por tanto, según las primeras estimaciones, Aston Martin lo tendría casi imposible para montar su flamante propulsor en los referidos test de Barcelona. «Nos estamos coordinando, hablando cuándo tomará cada cual sus decisiones finales y estableciendo un calendario», relató Kakuda.

Estas urgencias de Honda sólo deben achacarse a tantos bandazos recientes. Tras su abandono al término del Mundial 2021, en mayo de 2023 anunció oficialmente su regreso con Aston Martin. Mientras Mercedes y Ferrari proseguían sin descanso con las evoluciones, el parón voluntario del gigante nipón comprometía su futuro a corto y medio plazo. «Como empezamos con algo de retraso, queremos seguir adelante hasta el último momento», añadió Kakuda.

Desde hace meses, Honda anda inmersa en una reestructuración interna, dado que algunos de sus mejores ingenieros acabaron fichando por Red Bull Powertrains (RBPT), la división de motores ideada por Christian Horner. No en vano, el team principal de Red Bull debería sentirse más que agradecido con quienes propulsaron a Max Verstappen a la temporada más dominante de la historia (2023). De hecho, este mismo fin de semana han querido rendirles tributo en Suzuka, cambiando su tradicional azul y bañando el RB21 en rojo y blanco.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Suzuka.

Alonso, en el garaje de Aston Martin en Suzuka.ASTON MARTIN

Mientras tanto, Honda intenta compensar sus pérdidas en capital humano con efectivos procedentes de MotoGP. Y como aún queda mucha faena por delante, al trabajo en Sakura, 150 km al norte de Tokio, se ha sumado la fábrica de Milton Keynes, 25 km al este de Silverstone, sede de Aston Martin. Esta proximidad, lógicamente, aumentará la eficiencia. La reconstrucción de lo que ellos mismos se habían empeñado en despedazar debe resolverse lo antes posible.

En cuanto a las notas positivas, resulta indudable que Aston Martin se beneficiará del carácter exclusivo de esta alianza. Cada aportación de HRC UK podrá trasladarse de inmediato a la pista, sin la interferencia de ningún otro cliente o equipo satélite. Estas facilidades deben ayudar al empaquetado del motor en el chasis, uno de los procesos más determinantes y delicados, tal y como pudo comprobar Red Bull en 2019, su primer año con Honda.

A partir de 2026, además de las ya citadas Mercedes y Ferrari, Honda va a tener que competir con RBPT, apoyada por Ford, y Audi, debutante en el Mundial. Para los cinco, el objetivo primordial pasa por optimizar un rendimiento más equilibrado en los V6 turbo de 1,6 litros. Según el nuevo reglamento, a través de la combustión interna sólo podrán desarrollarse 550 CV, mientras el resto, hasta llegar a los 1.000 CV del máximo, deberá proceder de los componentes eléctricos.

Los dispendios de Aramco

Aun asumiendo su inferioridad inicial frente a McLaren, Ferrari, Mercedes y Red Bull, Alonso guarda bajo la manga un as que podría marcar la diferencia a partir de 2026. Se trata de la gasolina desarrollada por Aramco. En una nueva era marcada por los combustibles 100% sostenibles, la petrolera propiedad de la familia real saudí parece haber dado con la tecla para Aston Martin. Sin las restricciones del límite de costes, el bicampeón mundial podría encontrar un incremento del rendimiento en torno al 3%. Es decir, 30 CV extra. Honda, que hasta ahora venía trabajando con ExxonMobil, deberá ahora aunar fuerzas con Aramco. Porque sólo Petronas, el suministrador de Mercedes, puede acercarse a sus actuales dispendios.

Por último, tanto en el Campus Tecnológico como en el garaje de Andy Cowell, CEO de Aston Martin, se aguarda con mucha expectación la caja de cambios, el sistema hidráulico y la suspensión trasera, que por primera vez la escudería británica construirá por sí misma.

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Tres semanas después de su salida de pista en Melbourne, tras pisar una zona de grava, Fernando Alonso cometió otro error con el que acabó de forma prematura su segunda sesión de entrenamientos libres en Suzuka. A falta de 25 minutos para el final, tras marcar el tercer mejor tiempo, el asturiano pisó la hierba con la rueda delantera izquierda y dejó varado su Aston Martin en la grava.

De inmediato, los comisarios ordenaron la bandera roja para retirar el AMR-25 de la zona, una de las más delicadas del circuito. Se trataba de la segunda interrupción, casi consecutiva del viernes, porque sólo unos minutos antes Jack Doohan había sufrido un feo accidente en la rapidísima curva 1. Poco después hubo que lamentar otras dos banderas rojas tras detectarse pequeños incendios en una zona de hierba, similares al ocurrido durante el GP de China 2024.

El accidente de Alonso se produjo en los virajes Degner, que combinan una curva rápida a derechas seguida de otra de 90º, la segunda zona más lenta de Suzuka, después de la célebre horquilla. Aunque Fernando intentó una corrección de última hora, ya no pudo hacer nada para recuperar el coche, que por suerte no chocó contra las protecciones. En un principio, los daños quedarán reducidos al fondo plano, lo que no debería comprometer sus opciones de cara al fin de semana.

Lawson, por delante de Verstappen

En ese momento, Alonso montaba neumáticos nuevos, con los que había sido el más rápido en el primer sector (30.65) y pretendía mejorar su crono, entonces a tres décimas de Lando Norris, el más rápido de la parrilla. Alonso apenas pudo completar cinco vueltas y en el tramo final fue superado por la mayoría de rivales, que le relegaron a la decimoséptima plaza. Un cierre torcido a un día iniciado con buen pie, dado que por la mañana, Alonso marcó el séptimo mejor tiempo, a seis décimas de la cabeza.

La sesión vespertina terminó con un doblete de McLaren liderado por Oscar Piastri (1:28.114), con 49 milésimas de ventaja sobre Norris y cuatro décimas sobre Isack Hadjar, que otra vez dio la sorpresa con el Racing Bulls. Entre tantos contratiempos apenas se pudo extrar conclusiones sobre el rendimiento real de los favoritos. De hecho, Liam Lawson acabó quinto, una décima más rápido que Max Verstappen, justo después de su adiós a Red Bull.

El viernes tampoco resultó especialmente propicio para Carlos Sainz, décimo en la tabla, pero víctima de algunos contratiempos en su Williams. Al inicio de la jornada, cuando había completado la vuelta de instalación, el madrileño tuvo que regresar a boxes tras sufrir un excesivo rebote y sentir algún problema en la parte trasera de su monoplaza..

Red Bull reemplaza a Lawson por Tsunoda a partir del GP de Japón

Red Bull reemplaza a Lawson por Tsunoda a partir del GP de Japón

Actualizado Jueves, 27 marzo 2025 - 10:16

Yuki Tsunoda pasará a ser piloto de la escudería Red Bull a partir del Gran Premio de Japón en detrimento de Liam Lawson, que conducirá el monoplaza de Racing Bulls, algo que ya hizo la pasada temporada.

La escudería anunció este jueves la decisión de intercambiar los pilotos ante "el difícil periodo" de adaptación del neozelandés, que no ha conseguido puntuar en las dos primeras pruebas de la temporada, al estrellarse en Melbourne y ser duodécimo en Shanghai.

Christian Horner, director del equipo y consejero delegado, aseguró, en declaraciones distribuidas por la escudería, que había sido "difícil ver a Liam luchar con el RB21 en las dos primeras carreras", por lo que han tomado "colectivamente la decisión de hacer un cambio" rápido.

"Llegamos a la temporada 2025 con dos ambiciones: retener el Campeonato del Mundo de pilotos y recuperar el de constructores y ésta es una decisión puramente deportiva. Somos conscientes de que queda mucho trabajo por hacer con el RB21 y la experiencia de Yuki será muy beneficiosa para ayudar a desarrollar el coche actual. Le damos la bienvenida al equipo y estamos deseando verle al volante del RB21", dijo.

"Tenemos el deber de proteger y desarrollar a Liam y, juntos, vemos que después de un comienzo tan difícil tiene sentido actuar con rapidez para que Liam pueda ganar experiencia, mientras continúa su carrera en la F1 con Visa Cash App Racing Bulls, un entorno y un equipo que conoce muy bien", añadió Horner.

El día del estreno

Mientras tanto, Laurent Mekies, director de Racing Bulls, admitió que estaban muy "orgullosos" de que Tsunoda haya dado el salto a Red Bull. "Su progreso el año pasado, y más recientemente desde el comienzo de 2025, ha sido sensacional", consideró.

"Personal y colectivamente, ha sido un inmenso privilegio ser testigo de esos progresos para todos nosotros en Faenza y en Milton Keynes. La energía y la positividad de Yuki han iluminado cada rincón de nuestras fábricas y de nuestro garaje, ¡y siempre será un Racing Bull! Le deseamos todo el éxito que se merece en ORBR", añadió Mekies, quien aseguró, así mismo, que tratarán de crear "el mejor entorno posible" a Lawson "para que brille" y "exprese el talento" que tiene.

El Gran Premio de Japón, tercera prueba del Mundial 2025, se disputará el próximo 6 de abril en el circuito de Suzuka, donde se estrenará Tsunoda con el Red Bull tras los años que lleva en la Fórmula Uno en Alpha Tauri y Racing Bulls dispuesto a confirmar su evolución con un monoplaza del máximo nivel al lado de su nuevo compañero, el vigente campeón del mundo, el neerlandés Max Verstappen.

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

Quien aún dude de las dificultades que entraña un Fórmula 1 puede revisar los mensajes de Liam Lawson del pasado domingo en Shanghai. "No puedo girar el coche en absoluto", lamentó el piloto de Red Bull en la vuelta 54, a sólo dos para la meta. Nada más cruzar la bandera a cuadros, Richard Wood, su ingeniero de pista, sólo pudo ofrecerle unas palabras de consuelo: "Sí, hoy tuviste que sudar tinta. Lo siento, tío, sinceramente hice todo lo que pude para ayudarte". En ese momento, la comunicación ya se había colmado de balbuceos y silencios de Lawson, muy afectado por su paupérrimo nivel al volante. Por segunda semana consecutiva, ni siquiera se había acercado a la zona de puntos.

El futuro de Lawson, pendiente de un hilo, se resolverá esta semana durante una reunión en Milton Keynes. Una cumbre donde el equipo, protagonista de un flojo arranque, abordará también su plan estratégico. "Estamos preocupados, pero no vamos a tirar la toalla", adelantó Helmut Marko tras el cuarto puesto de Max Verstappen en Shanghai. La opinión del veterano asesor, en estas difíciles circunstancias, tendrá tanto peso como la del team principal, Christian Horner. No se trata de un asunto baladí. Tras perder algunos de los ingenieros que cimentaron el último ciclo triunfal, con los cuatro títulos de Mad Max, Red Bull ha de decidir si da este Mundial por perdido y emplea todos sus esfuerzos en el coche de 2026, primer año de la revolución reglamentaria. Y en el corto plazo, ha de tomar una decisión con Lawson.

"No soy tonto y sé que estoy aquí para rendir. Si no lo consigo, no voy a continuar", admitió el neozelandés en China, donde ocupó la última plaza en las dos sesiones clasificatorias. A estos resultados hay que sumar su decimoctavo puesto en la parrilla de Melbourne. La peor racha de un piloto de Red Bull desde su llegada al Gran Circo, allá por 2005. Su sufrimiento al volante quedó aún más en evidencia en Shanghai, donde quiso partir desde el pit lane para realizar cambios en la puesta a punto. Sin embargo, con esa nueva configuración, mucho más agresiva, sólo pudo adelantar a tres rivales, siendo el último piloto en no ser doblado.

Sólo con el simulador

Las dificultades del RB21, un monoplaza diseñado al gusto de Verstappen, han superado a Lawson en dos circuitos que sólo conocía a través del simulador. Y esta falta de experiencia podría hacerse aún más acuciante a partir de ahora. De las 14 próximas citas del Mundial, Liam sólo conoce Suzuka, tras su paso, hace un par de años, por la Super Fórmula japonesa. Sin embargo, estas dos semanas previas al GP de Japón pueden hacerse demasiado largas. Red Bull maneja la opción de Yuki Tsunoda, el líder de Racing Bulls, su equipo filial. Incluso la de su compañero Isack Hadjar, un rookie que también ha dejado detalles interesantes.

Toda esta incertidumbre trae a la memoria el GP de Bélgica 2024, cuando Red Bull hubo de salir al paso de los rumores para confirmar a Sergio Pérez, a quien había renovado sólo dos meses antes. El mexicano tampoco daba la talla ante Verstappen y a final de año acabó saliendo del equipo. Sin embargo, su cartera de patrocinadores personales siempre representó un obstáculo para cualquier intercambio a mitad de curso. Obviamente, no es el caso de Lawson, un chico de orígenes humildes para los estándares de la actual F1. De hecho, sus padres tuvieron que vender la casa familiar para financiar sus inicios en los karts. Y según él mismo ha confesado, aún no han comprado otra.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.RED BULL

Al igual que sucedía con Checo, las comparaciones con Verstappen dejan en muy mal lugar a Lawson. No sólo por esas 88 centésimas que ha cedido, de promedio, en las sesiones clasificatorias, sino por sus recurrentes problemas a la hora de mantener el coche en la trazada. A bordo de un RB21 muy nervioso, sus mínimas opciones en Australia se toparon contra el muro de la curva 2. Tras la qualy del sábado en Shanghai, Marko ofreció un diagnóstico desolador: "Esto demuestra que nuestro coche es extremadamente difícil. Si le das a Liam el Racing Bulls, va más rápido. No puede seguir así".

Sólo las manos de Verstappen, autor de un segundo y un cuarto puesto, han sido capaces de extraer algo positivo del coche. Aunque no alcance para seguir la estela de McLaren, el tetracampeón mundial puede alardear de una estadística asombrosa. A lo largo de las 20 últimas carreras, ha sumado 337 puntos, por sólo 49 de sus compañeros. Si otros mejor preparados, como Carlos Sainz (2015-2016), Daniel Ricciardo (2016-2018), Pierre Gasly (2019), Alex Albon (2019-2020) o Pérez (2021-2024) ya claudicaron ante él, nada alentador puede esperarse ahora de Lawson.

Todo tan igualado que no se puede fallar

Todo tan igualado que no se puede fallar

Actualizado Domingo, 23 marzo 2025 - 21:36

Que la F 1 es un deporte complicado y difícil de descifrar era algo que ya sabíamos, pero este año promete más sobresaltos de los habituales. Hay tantos frentes abiertos, tanta igualdad en la parrilla, que lo único que saco en claro es lo mucho que nos vamos a divertir. Lo que estaba cristalino antes del inicio de la temporada en Melbourne era que McLaren estaba un paso por delante. Hoy sabemos que lo están, pero quizá ese paso sea sólo un pasito. No pueden fallar. Si el equipo falla en algo o alguno de sus pilotos comete un error hay chacales por detrás dispuestos a devorarles. Oscar Piastri se equivocó en Australia y terminó noveno; Lando Norris se equivocó en la sprint race de China y fue octavo; y si la carrera del domingo hubiese tenido una vuelta más, habría mordido el polvo con George Russell al sufrir un problema en el sistema de frenos. Está todo tan igualado que no se puede fallar.

Es más, la estrategia este año es no cometer errores de bulto. El objetivo es ser sólidos y sumar. Si no puedes ganar, trata de ser segundo. Si no puedes ser segundo, lucha para ser tercero. Haz lo que quieras, pero no hagas un cero porque la jauría te destrozará. Es un poco la táctica de Fernando Alonso en 2010 y 2012. No tenía el coche más rápido, Red Bull estaba un paso o dos por delante, pero a base de puntuar en cada fin de semana y aprovecharse de los errores de sus rivales llegó a la última cita con opciones.

Esta igualdad hace que ocurra lo mismo en las clasificaciones. Es tan grande la igualdad, que un pequeño sobreviraje en el que pierdes una décima de segundo te hace caer tres posiciones. Y si estás en la zona media, una décima es la diferencia entre ser décimo o decimoquinto. Un pequeño detalle, un error, un tipo de circuito, una pequeña evolución lo cambia todo. Así puedes ver a un modesto Racing Bulls codearse con los grandes en clasificación, un Haas que fue un desastre en Australia convertirse en protagonista en China o un Ferrari que está perdido en la primera carrera llevarse la victoria en la primera sprint race una semana después.

Y lo que es aún más complicado de entender, ves ganar a Lewis Hamilton de forma excepcional el sábado y sólo 24 horas después, lo ves sufrir en la pista, sin ritmo y acosado por su compañero de equipo (al que tiene que dejar pasar) que, para colmo, lleva el alerón roto desde la primera vuelta. Alerón, por cierto, que rompió Charles Leclerc al golpear a Lewis en la salida. Dos toques en dos carreras.

De todo lo que vimos en Shanghai me quedo con el tenebroso callejón sin salida en el que se ha metido Red Bull. Hay tres equipos más rápidos que ellos y sólo puntúan con un coche. Quizá la explicación de este fenómeno sea por un lado el talento de Max Verstappen, pero sobre todo haber diseñado y desarrollado desde hace años un coche adaptado a los gustos de Max. Sólo él lo entiende, sólo él es capaz de ir rápido con ese monoplaza y, claro, sólo él puntúa. Sergio Pérez se pasó años quejándose amargamente de que el equipo sólo escuchaba a Verstappen y sus malos resultados llevaron a Red Bull a romper un contrato que habían firmado con el mexicano pocos meses antes. Buen dinero se tuvo que llevar Checo por ello.

Además, seguro que ahora tiene que estar viendo, con cierto regocijo, cómo Liam Lawson está haciendo buenos sus resultados del Mundial 2024. Es tan desastroso el arranque del joven neozelandés que, tras sólo dos carreras, los rumores ya apuntan a un posible movimiento de Red Bull para el GP de Japón: relegar a Lawson de vuelta a Racing Bulls y promocionar a Yuki Tsunoda junto a Max, algo que en su día Red Bull descartó. Mucho me temo que tampoco será la solución. Hicieron un coche para Max, que sólo lo medio entiende Max y con el que ya no puede ganar. Tendría gracia que después de dárselo todo, si este año no es bueno, Max decidiese cambiar de aires para 2026.

De los nuestros, poco que decir. A Carlos Sainz le está costando adaptarse al Williams y entender por qué fue tan rápido en los test de Bahrein y ha estado tan falto de ritmo aquí. Con las descalificaciones de Leclerc, Hamilton y Pierre Gasly, Williams ha logrado un buen puñado de puntos, pero la clave para que el equipo británico se asiente en el liderato de la zona media está en que Carlos se adapte lo antes posible. Lo hará seguro, pero de momento necesita un poco más de tiempo.

Aston Martin sigue recordándonos mucho al equipo del año pasado. De no ser por las descalificaciones habrían salido de China con el zurrón vacío de puntos. Muchas pruebas, muchos cambios de set up, pero pocos resultados. No ayuda que Alonso no esté en la pista. Su abandono por un fallo en los frenos nos privó de ver el verdadero potencial de su monoplaza. Dos carreras, dos abandonos, ningún coche en Q3 y sólo un puñado de puntos en Australia gracias a los fallos ajenos y el acierto del equipo con la estrategia. Queda mucho Mundial, así que, de momento, habrá que seguir confiando.

McLaren cierra su doblete en Shanghai tras otro abandono prematuro de Fernando Alonso

McLaren cierra su doblete en Shanghai tras otro abandono prematuro de Fernando Alonso

Todo el cacareo previo, con los consabidos lamentos para distraer a la competencia, se esfumó de un plumazo en Shanghai, donde Oscar Piastri y Lando Norris certificaron el doblete de McLaren. Medio centenar acumula ya la escudería de Woking en la historia de la F1. Y más que llegarán, porque su superioridad frente a Red Bull, Mercedes y Ferrari resulta palmaria. Sólo los frenos de Norris, al borde de la extinción ante el acoso de George Russell, dieron algo de gracia a una carrera anodina, resuelta con la victoria de su compañero australiano.

El 1-2 papaya empezó a fraguarse desde la misma salida. Russell, por un carril manchado de sepiolita, nada pudo hacer en la primera curva ante el acoso de Norris. De igual modo, Max Verstappen tampoco tuvo opciones para contener a los Ferrari. Tan fiera era la lucha, que la rueda derecha trasera de Hamilton golpeó el alerón delantero de Leclerc. "He perdido 20 o 30 puntos de aerodinámica", informó el monegasco, mientras su compañero se libraba milagrosamente del pinchazo.

Aunque para mensaje más dramático, el que llegó al garaje de Aston Martin. "No tengo frenos", exclamó Fernando Alonso cuando aún no se había cerrado la cuarta vuelta. El humo envolvía al AMR25, con los conductos de sus frenos traseros al rojo vivo. Segunda retirada consecutiva del año para el asturiano, sin opción siquiera de aprovechar 50 vueltas para seguir probando mejoras en su monoplaza.

Sin un momento de paz en Ferrari

Con la idea de mezclar las cartas, Aston Martin había apostado de inicio por el neumático duro para Lance Stroll. Convenía medir su respuesta ante los 36ºC sobre el asfalto, con una tasa de sobrecalentamiento del 33%. Todos los favoritos apostaron por el compuesto medio, aunque el primero en romper la baraja fue Andrea Kimi Antonelli, montando los duros en la decimotercera vuelta. El plan a una sola parada se antojaba arduo, pero no imposible.

En ese primer paso por boxes, McLaren se demoró demasiado en el coche de Piastri (3,8 segundos) y calculó mal el momento con Norris, que salió en paralelo con Russell, perdiendo un tiempo precioso tras la estela de Stroll. Aunque ni siquiera así parecía peligrar el doblete, porque sólo dos giros después Lando se deshizo del Mercedes. Nadie podía replicar las prestaciones del MCL39.

Ferrari bastante hacía con mantener la paz entre sus pilotos. Pese a su alerón, Leclerc rodaba más deprisa que Hamilton, así que Fred Vasseur optó por un intercambio de posiciones. El podio sólo sería factible si se aferraba a la zona de DRS de Russell, pero Charles bloqueó en la horquilla de la 14, perdiendo un par de segundos. Hamilton, mientras tanto, pedía más feedback a Riccardo Adami, su atribulado ingeniero.

Alonso, en el 'pit-lane', tras su prematura retirada en Shanghai.

Alonso, en el 'pit-lane', tras su prematura retirada en Shanghai.AP

Por delante, el asunto empezó a calentarse cuando Norris cambió el ritmo, encadenando vueltas rápidas. Una semana después de Melbourne, McLaren controlaba otra vez la degradación mejor que el resto. Sin embargo, sus estrategas empezaron a temer que Mercedes decidiese arriesgar con un plan a una sola parada. La vida útil de las gomas duras podía cifrarse en las 37 vueltas completadas por Stroll, aunque por entonces restasen más de 40 para alcanzar la meta.

Tampoco ante Haas

Los partes meteorológicos anunciaron una pequeña posibilidad de lluvia, pero la emoción no estribaría en esa espera. "Creo que podemos llegar al final", adelantó Piastri. Por supuesto, sus rivales manejaban idéntica hipótesis. Sólo Ferrari quiso probar suerte con Hamilton, que pasó para refrescar sus neumáticos. A 21 segundos de Verstappen, de nada serviría su persecución. Tampoco andaba para muchas florituras el vigente campeón, muy limitado por las debilidades de su coche. Eso sí, a falta de tres vueltas obsequió al respetable con una maravillosa maniobra ante Leclerc en el caracol del tercer viraje.

Aún más pesada y tediosa resultó la digestión del domingo para Carlos Sainz, al volante de un W47 notoriamente inferior a los Racing Bulls. Desde el decimoquinto escalón de la parrilla, ni siquiera tuvo recursos para seguir el rastro de Stroll y Ollie Bearman, un rookie de lo más deslenguado. Ambos le rebasaron con suma facilidad, mientras el madrileño sólo pudo beneficiarse del desprendimiento del alerón de Yuki Tsunoda en plena recta o del rifirrafe entre Isack Hadjar y Jack Doohan. Esos 10 segundos de penalización al australiano de Alpine valieron una plaza para Williams.

Se percibe un notorio aroma de pretemporada aún entre la tropa de James Vowles, donde Alex Albon al menos pudo arañar dos puntos, encajonado entre Antonelli y Bearman. El principal cometido, a partir de ahora, pasa por desbancar a Haas, el rival más débil desde la pretemporada. Porque ese séptimo puesto de Esteban Ocon debería escocer también en Aston Martin.

Fernando Alonso y Carlos Sainz sufren otro golpe de realidad en Shanghai

Fernando Alonso y Carlos Sainz sufren otro golpe de realidad en Shanghai

Todo parecía dispuesto para que McLaren cerrase su tercer doblete consecutivo hasta que surgió George Russell, con un esfuerzo al límite, para obtener, a última hora, su hueco en la primera línea de Shanghai. Un pequeño revés para la escudería de Woking, que ya festejaba en el garaje el éxito de Oscar Piastri. La pole inaugural del australiano (1:30.641), mucho más inspirado desde el viernes que Lando Norris, autor de otro de esos errores que no debe permitirse todo un aspirante al título.

De este modo queda a salvo el registro de 2007, cuando Fernando Alonso y Lewis Hamilton enlazaron tres carreras seguidas, entre Mónaco y Estados Unidos, como los más veloces a una vuelta con McLaren. En cualquier caso, hoy corren otros tiempos para los dos campeones. El asturiano volvió a quedar fuera de la Q3, 93 milésimas más lento que el tiempo de corte. Saldrá decimotercero, justo por delante de Lance Stroll. El británico, quinto, tampoco logró dar continuidad a su victoria matinal en la sprint race, aunque sí pudo batir otra vez a Charles Leclerc, su compañero en Ferrari.

A la dura realidad de Alonso en Aston Martin, apartado de los puestos de honor por los Racing Bulls de Isack Hadjar y Yuki Tsunoda, hay que sumar las dificultades de Carlos Sainz. Partirá decimoquinto el madrileño, lejos aún de sus mejores sensaciones con el neumático blando. Debe seguir trabajando para equiparase con Alex Albon, todo un especialista a una vuelta. Al igual que en Albert Park, el más experto en el box de Williams, coló el W47 en la Q3.

"Así no vamos a ningún lado"

Sainz se dejó dos décimas respecto a su mejor crono de la primera ronda. Una extensión de sus problemas en la carrera al sprint, donde fue adelantado por Pierre Gasly, Liam Lawson y Hadjar antes de que le llamasen para colocar un segundo juego de medios. "Intentaremos probar algo radical y diferente, porque así no vamos a ningún lado", proclamó el madrileño sobre sus opciones para la carrera.

El sábado había comenzado ya torcido para Williams, multado con 50.000 euros por la FIA. Según los comisarios, la escudería dirigida por James Vowles no había entregó a tiempo las grabaciones de las cámaras montadas en sus alerones. Un mero descuido, a tenor de lo explicado, pero que simboliza la actual situación en el box.

Lejos quedan ahora las buenas perspectivas apuntadas durante los test de Bahrein y el GP de Australia, porque Williams no la configuración aerodinámica adecuada y sufre demasiada degradación en sus neumáticos. "Hay que tomarse estas primeras cinco o seis carreras con un poco de perspectiva y calma", previene Carlos, uno de los mejores especialistas de la F1 a la hora de encontrar soluciones en el monoplaza.

Piastri, tras su 'pole' del sábado en Shanghai.

Piastri, tras su 'pole' del sábado en Shanghai.AP

Si Tsunoda, octavo, ha logrado acabar a menos de medio segundo de la pole, Aston Martin también debería hallar otro camino para Alonso. Pese al presunto cambio de inercia en China, el bicampeón mundial ni siquiera pudo con el Haas de Esteban Ocon y el Sauber de Nico Hulkenberg. "Estamos probando algunas cosas que no pudimos hacer durante los test de Bahrein, así que estamos en una fase del año un poco experimental", admitió Fernando. "Hoy no hemos podido ver ninguna ventaja, pero vamos a ver si estos cambios han ayudado", finalizó.

La impotencia en el equipo de Silverstone quizá sólo sea equiparable a la decepción de Red Bull con Lawson, otra vez eliminado en la Q1 y autor del peor crono del sábado. "Necesito tiempo, pero por desgracia no lo tengo", confesó el rookie, que sufrió un accidente en Albert Park, donde ya había cerrado la sesión clasificatoria en la antepenúltima plaza. A bordo de un RB21 muy crítico, que sólo el inmenso talento de Verstappen puede meter en vereda, el futuro inmediato se oscurece para el neozelandés. Mad Max, desde la cuarta plaza de la parrilla, exprimirá sus opciones de podio frente a los McLaren y Russell.

El dominio de McLaren y las sospechas de Red Bull sobre su alerón trasero: "Es algo extraño"

El dominio de McLaren y las sospechas de Red Bull sobre su alerón trasero: “Es algo extraño”

El pasado domingo, durante el GP de Australia, McLaren evidenció un dominio que puede explicarse a partir de dos datos. En primer lugar, el ritmo de carrera, que resultó un segundo más rápido por vuelta que el resto de favoritos. De hecho, durante los 15 giros que separaron el adelantamiento de Oscar Piastri sobre Max Verstappen y el periodo de safety car provocado por el accidente de Fernando Alonso, la ventaja del australiano sobre el vigente campeón creció hasta los 15,5 segundos. A estas dos cifras hubo que sumar una imagen igual de aterradora para la competencia. Tras cruzar en primera posición la línea de meta, los Pirelli de Lando Norris presentaban una degradación casi imperceptible.

"Necesitamos entender el modo en que gestionan sus neumáticos y extraen tanto rendimiento de ellos", adelantó Toto Wolff, team principal de Mercedes. "Lo que resulta bastante extraño es lo rápido que logran poner las gomas en temperatura y a la vez consiguen una degradación muy baja", añadió Christian Horner, su homólogo en Red Bull. A lo largo de este fin de semana, esa gestión supondrá un quebradero de cabeza para ambos. Sobre un asfalto a más de 30ºC, sin la lluvia de Melbourne y con una previsible estrategia a dos paradas, el dominio de McLaren se antoja aún más concluyente en Shanghai.

Si quisiera multiplicar la inquietud de sus rivales, McLaren podría añadir algunas notas de carácter histórico. Por ejemplo, las que maneja Norris, líder del Mundial tras acabar con una racha que Verstappen había iniciado en el GP de España 2022. El británico, que cerró el pasado curso con un triunfo en Abu Dhabi, pretende además engordar otra estadística. Desde Damon Hill en 1996, los 10 últimos pilotos que ganaron la última carrera de un Mundial y la primera de la edición siguiente, terminaron proclamándose campeones.

De 2 mm a 0,5 mm

Hace menos de un año, Norris rodaba medio segundo más lento por vuelta que Verstappen en Shanghai. Un par de meses más tarde, sin embargo, ridiculizó a Mad Max en Singapur o Zandvoort, dos escenarios donde prima el cuidado de los Pirelli, expuestos a altas temperaturas. Hoy, esos mismos problemas persisten en Red Bull, donde Liam Lawson, su otro piloto, rueda a más de dos segundos de la cabeza en las sesiones clasificatorias. Así que basta con releer la citada frase de Horner para encontrar un sutil adjetivo ("extraño") que defina semejante clima de nervios.

Durante los últimos meses, la escudería austriaca ha venido presionando para que la FIA tomase medidas sobre el alerón trasero de McLaren. Según su criterio, esa pieza actuaba como un DRS en miniatura, mejorando exponencialmente la aerodinámica del monoplaza papaya. Hasta que el pasado lunes, el organismo regulador impuso nuevas pruebas de inmediata aplicación en China. El MCL39 diseñado por Rob Marshall, ex ingeniero de Red Bull, y Peter Prodromou, otro fiel discípulo de Adrian Newey, se perfila ahora como el principal sospechoso.

A partir de este fin de semana, los comisarios reducirán la flexibilidad en el ala trasera de 2 mm a sólo 0,5 mm, con una tolerancia de 0,25 mm. Y dentro de 15 días, durante el GP de Japón, se eliminará dicho margen, siempre medido bajo 75 kg de carga. De momento, en la escudería de Woking nadie quiere darse por aludido. "Esta medida va a dirigida a otros equipos, nosotros no tenemos que cambiar nada", avanzó Norris, mientras Neil Houldey, su director técnico, echaba balones fuera.

Zak Brown, el viernes, ante los periodistas en Shanghai.

Zak Brown, el viernes, ante los periodistas en Shanghai.AP

El origen de la controversia se remonta al GP de Azerbaiyán 2024, cuando el equipo dirigido por Zak Brown, tras varias conversaciones con la FIA, aceptó modificar la configuración de su ala trasera. Desde entonces, bajo el radar de la FIA figura también Ferrari, así como otros equipos de menor nivel, como Alpine y Haas. De momento, el único cambio de McLaren para China se situará en el conducto de los frenos traseros, con un nuevo componente aerodinámico.

La evidente superioridad del MCL39 en las tandas largas debe acentuarse en una pista que exige máximo cuidado a la hora de pisar el acelerador. A la dificultad de sus curvas, especialmente la de entrada a la recta de meta, hay que añadir la novedad de un firme totalmente reasfaltado. La consistencia de Norris y Piastri en los tres sectores quedó patente desde el viernes y sólo los errores de sus pilotos insuflaron algo de esperanza a Ferrari y Red Bull.

"Es un coche demasiado difícil de conducir", advirtió Norris para justificar sus fallos y para quitarse tanta presión de encima. Porque tras las victorias en Yas Marina y Albert Park, el primer hat trick de su carrera queda ahora al alcance. De hecho, el doblete con Piastri se antoja también a la mano. Sería el 50º en la historia de McLaren, para emular los hitos de Ferrari, que ya alcanzó esa cifra en el GP de Malasia 2001, y Mercedes, con aquel doblete de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas en el GP de Francia 2019.

Hamilton se da en Shanghai su primer capricho con Ferrari

Hamilton se da en Shanghai su primer capricho con Ferrari

Los McLaren continúan siendo la gran amenaza, pero Lewis Hamilton, después de mucho tiempo, pudo al fin esbozar su mejor sonrisa en Shanghai. El británico marcó el mejor crono en la qualy para la sprint race (1:30.849), 18 milésimas más rápido que Max Verstappen y 81 mejor que Oscar Piastri. Apenas cinco días después de su desastrosa carrera en Albert Park, el heptacampeón obsequió por vez primera a Ferrari durante una sesión frustrante para Fernando Alonso y Carlos Sainz, que no pudieron colarse en el top-10.

El dominio de Hamilton en el primer sector contrastó con los problemas de Lando Norris, que tuvo que abortar su último intento con los blandos. Sin embargo, estas apariencias no deben esconder el predominio de McLaren. La experiencia de Sir Lewis en Shanghai (seis victorias en 14 carreras) influirá menos que las prestaciones en las tandas largas de los monoplazas papaya.

Tampoco conviene perder de vista a Verstappen, que aprovechó la menor carga de combustible y sus gomas nuevas para entrometerse en la pelea. Charles Leclerc, cuarto, por delante de George Russell y Norris, luchará por contener a los motores Mercedes. Por detrás, la batalla en la zona media se dirimirá entre Racing Bulls, Williams y Aston Martin, pero no con los actores principales.

Calor sobre el asfalto

Durante la SQ1 Alonso había aprovechado el momento idóneo, en plena mejora de la pista y durante una pausa de los favoritos, para elevar el AMR25 a la segunda posición, a sólo 39 centésimas de Norris. En una tarde donde los rivales sufrían para optimizar su rendimiento sobre un asfalto a 36ºC, el ovetense debía ejercer como animador. Sin embargo, su ataque al top-10 quedó en nada.

Quedó a menos de una décima de Lance Stroll, que sí alcanzó la SQ3 y arrancará décimo. De igual modo, Alex Albon aventajó a Sainz a la hora de exprimir los blandos, por lo que partirá octavo, marcando el paso frente a Yuki Tsunoda. Los lamentos de Carlos, a propósito del equilibrio del coche e incluso de su propio asiento, deben servir de acicate para los ingenieros de James Vowles.

Unas horas antes, McLaren había esbozado su superioridad durante la única hora de entrenamientos libres. Leclerc, segundo, se dejó 45 centésimas frente al mejor crono de Norris (1:31.504), con Hamilton cuarto, a 69 centésimas. Durante el tramo inicial de la sesión, el británico protagonizó un susto en la entrada a meta, el mismo escenario de su infausta retirada de 2007. Afortunadamente para su Ferrari, hace años que en Shanghai sustituyeron aquella grava por una escapatoria de asfalto.

Alonso, a bordo del AMR-25, el viernes en Shanghai.

Alonso, a bordo del AMR-25, el viernes en Shanghai.EFE

La presunta igualdad con los neumáticos medios se deshizo cuando Norris montó el compuesto más blando, que le otorgaba una velocidad inaccesible para el resto. Sobre un trazado muy exigente, con dos largas rectas y virajes de todo tipo, Red Bull mostró los mismos signos de debilidad del último fin de semana. Tras abortar su único intento con los blandos, Verstappen acabó decimosexto, a 1,78 segundos de la cabeza. Por no citar a su compañero Liam Lawson, que nunca antes había pisado este asfalto, antepenúltimo en la tabla, sólo por delante de Gabriel Bortoleto y Jack Doohan, penalizado por una avería en su Alpine.

La octava plaza de Alonso, incrustado entre Albon y Andrea Kimi Antonelli, hace presagiar otra reñida batalla en la zona media de la parrilla. Por su parte, el decimoquinto puesto ilustra la falta de adaptación de Sainz con las gomas blandas, a las que ya no supo sacar demasiado partido el pasado sábado en Melbourne.

Bienvenidos al caos

Bienvenidos al caos

Actualizado Domingo, 16 marzo 2025 - 20:33

Mereció la pena el madrugón porque el arranque del Mundial 2025 no pudo ser más emocionante. Lástima que Carlos Sainz y Fernando Alonso acabasen contra el muro, porque el GP de Australia ha sido una de esas ventanas de oportunidad para los equipos que en una carrera en seco y tranquila no tendrían ninguna opción.

Australia nos ha regalado un gran espectáculo y un cambio en una tendencia que empezaba a ser tediosa. Por primera vez en casi tres años, Max Verstappen no lidera el campeonato. Puede parecer una tontería, pero el holandés ocupaba la primera plaza del Mundial desde el GP de Miami 2022. 63 carreras consecutivas al frente que le sirvieron para abrochar tres títulos. Lograr el quinto no va a ser fácil. Como pronosticábamos, Red Bull encara la temporada con un coche que no es dominante. De hecho, el RB21 sigue siendo tan difícil de conducir como su predecesor. Un potro salvaje que sólo Max es capaz de domar. Como era previsible, el sucesor de Sergio Pérez en la escudería de Milton Keynes, Liam Lawson ha sufrido mucho en su primer fin de semana. No pasó de la Q1 el sábado, no tuvo ritmo el domingo en ningún momento, fue doblado en carrera y acabó contra el muro.

Lando Norris se mostró mucho más serio y sólido que en 2024 para solventar una de las carreras más complicadas de su vida. A pesar del dominio de McLaren, que se confirma un paso por delante del resto, el drama meteorológico de Melbourne le metió bajo mucha presión. Sólo cuando la pista se secó y pusieron los slicks, pudieron demostrar su ventaja ambos McLaren. En pocas vueltas Max se quedó atrás, pero los sucesivos coches de seguridad compactaron al grupo y los trompos, las salidas de pista y las llamadas a boxes moldearon el orden de la clasificación.

Hubo un momento estelar a pocas vueltas del final en el que en McLaren se tragaron la muerte. Todos en pista con slicks y en el radar una tromba de agua que se acercaba con malicia a Melbourne y que iba a durar apenas una vuelta. Todos los muros informaban a sus pilotos y les pedían que apretasen los dientes y aguantasen como fuera, pero resultó imposible. Cuando los McLaren se encontraron con la cortina de lluvia y la pista empapada en una parte de Albert Park, los dos, Norris y Oscar Piastri se fueron a la hierba. Norris salvó la situación y entró en boxes, Max siguió. En ese momento el 1-2 de McLaren se había convertido en un liderato de Verstappen, un Piastri atrapado en la escapatoria y un Norris con neumáticos de lluvia saliendo del pit-lane. Si no llovía más, ganaba el holandés. El cielo se apiadó de Lando y jarreó sobre la pista. Max tuvo que parar y aceptar la segunda plaza.

Cuando acabó todo, la clasificación era irreconocible. Siete equipos diferentes en las ocho primeras posiciones. Entre ellos un Williams, un Aston Martin y un Sauber. Todos ellos por delante de los dos Ferrari, uno de los equipos que más ha decepcionado en este arranque.

¿Qué hemos aprendido en Australia? Siendo sinceros, mucho menos de lo que nos hubiese gustado, porque la clasificación final es confusa. Lo más claro es que McLaren tiene el mejor coche y en China, dentro de siete días, si no llueve, serán claramente superiores al resto. También confirmamos que Verstappen resiste y que tergiversa el rendimiento real del Red Bull. Hemos aprendido que Mercedes ha mejorado, que Williams ha dado un gran paso adelante, que Aston Martin está mejor de lo que esperábamos y que la igualdad en la zona media entre ellos, Racing Bulls y Alpine va a ser máxima. Un cambio de circuito, una pequeña evolución, un acierto en los reglajes alterarían este orden.

Lewis Hamilton ha aprendido cómo se las gasta su nuevo compañero, Charles Leclerc. En el único momento del fin de semana en el que Lewis estuvo por delante de él, el monegasco le contestó con un adelantamiento al límite con toque de alerón incluido. Por su parte, los novatos han descubierto que la Fórmula 1 es otra historia. De todos los rookies, sólo Andrea Kimi Antonelli vio la bandera de cuadros. Todos los demás acabaron contra al muro. Alguno, como Isaak Hadjar en la vuelta de formación, antes incluso de que empezase la carrera. Se salvó Antonelli y yo salvaría también a Gabriel Bortoleto. Derrotó a Nico Hulkenberg en clasificación, aguantó en carrera, pero acabó contra el muro a pocas vueltas del final. En cualquier caso, debut prometedor.

También hemos visto que todo sigue muy apretado. Quizá la clasificación del sábado en seco sea la mejor referencia con un Racing Bulls y un Williams por delante de los dos Ferrari y a menos de dos décimas de Verstappen. Si alguno de los grandes se equivoca, el segundo grupo, a una vuelta, no está tan lejos.

El próximo fin de semana llega el GP de China, con sprint race para poner un poco más de tensión y estrés en los equipos. Un formato que no te deja probar ni experimentar y donde pueden aflorar los errores.

Moraleja después de una carrera: ¡Cómo nos vamos a divertir este año!