Con gran indignación de los comentaristas televisivos por el último y decisivo robo de balón del Real Madrid, entre Facu Campazzo y Alberto Abalde -que era claramente reglamentario, por cierto-, el partido entre los dos primeros de la Liga ACB ha aca
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Se jugaba el liderato en el Carpena y no era baladí aunque resten 10 jornadas y un mundo. Por la mañana había perdido en casa el Barça, por si había alguna duda de que Real Madrid y Unicaja están siendo los mejores equipos de la ACB. Y verdes y blancos brindaron un choque a la altura de las expectativas, de una intensidad tremenda, de idas y vueltas y de hasta un final con cierta polémica, cuando Campazzo robó a Carter en una acción dudosa -"es falta porque querían hacerla", se quejó Ibon Navarro- y Deck sentenció a la contra. Sale más líder el Madrid de Málaga y suma dos triunfos en la carretera (el viernes se impuso en Bolonia) de los que atajan supuestas crisis. [81-87: Narración y estadísticas]
Se desgañitó Málaga entera con esa acción en el filo, porque en ella iban sus esperanzas de un triunfo colosal. Antes había ocurrido de todo en el Carpena, con un Madrid lastrado por sus pérdidas y algo irregular en su consistencia, y un Unicaja todo amor propio, que se repuso de la floja primera parte y que no encontró más triples de Osetkowski ni de ningún otro cuando los necesitó para resolver el thriller. Aunque logró mantener el basket-average, se queda a dos triunfos de los de Chus Mateo en la tabla.
El primer impacto en el Carpena lo asestó un tipo insospechado, siempre tan en la sombra Abalde -Hezonja causó baja-, con la sensación perenne de no alcanzar lo que prometía. Pero en el Carpena sí, bajando la temperatura al envite, tirando de clase y esta vez también de efectividad. Sus tres triples sin fallo aplacaron el ímpetu inicial de Unicaja, contrarrestaron los dos de Osetkowski y equilibraron a un Madrid dominador del rebote.
Sólo dos antideportivas (una a Campazzo y otra a Musa, ambas claras) cortaron el ritmo del equipo de Mateo, como revitalizado tras su visita a Bolonia. Ibon Navarro, pese a la desventaja y la pérdida por lesión temprana de Kendrick Perry, seguía metiendo gasolina al duelo, así se entiende el baloncesto en Málaga, ritmo, agresividad, frenesí. Pero no le llegaban los triples y se vio 11 abajo (21-32), más complicado todo para los locales con Poirier y su dominio de la pintura en cancha. Tras un pequeño arrimón verde, un triple de Campazzo cerró una primera parte eléctrica.
Osetkowski celebra uno de sus triples.ACB Photo
Pero no estaba dicha la última palabra de Unicaja, un grupo orgulloso, que había ganado 19 de los últimos 20 partidos en la ACB, que sueña con lo de 2006, el liderato en la temporada regular, aquel título histórico. Que ya levantó 21 puntos en el WiZink y que a la vuelta le hizo un 12-2, con cuatro triples, dos de ellos de Alberto Díaz, el motor, el corazón. Tres más para Osetkowski, inspiradísimo, un fracontirador en cuerpo de pívot y la respuesta del Musa para una batalla estupenda, una final en mitad de marzo, los dos púgiles a tumba abierta igualados (64-64) para entrar en el cuarto final.
Y ahí siguió todo avanzando en la agonía, con la irrupción de Sima (10 puntos ante Poirier) pero también el rebote ofensivo blanco, que destrozaba las opciones locales. Un triple de Yabusele y un alley-oop de Poirier dejaron al Madrid enfilado en la recta de meta (74-78). Aunque tras el tiempo muerto, un 6-0 verde, la penúltima respuesta, porque el Madrid tenía el golpe sobre la mesa preparado.
Regresó Tavares a pista y le encontró Campazzo en los cielos cuando se comía la posesión. El propio Campazzo iba a ser protagonista con ese robo polémico a Carter que dejó todo visto para sentencia.
Que Markus Howard es uno de los tipos más geniales que habitan en el baloncesto continental nadie lo discute. No le hace falta ni alcanzar el 1,80 metros para resultar imparable, capaz de armar su lanzamiento desde cualquier rincón del campo ofensivo y a una velocidad de ejecución tantas veces imposible para el defensor. En su segunda temporada en el Baskonia, parece que encuentra además la regularidad en el juego que se le echaba de menos. Aunque lo de sus últimos siete días sobrepase todos los asombros.
La semana de desenfreno del estadounidense con orígenes en Puerto Rico -en su Universidad, Marquette, es el máximo anotador histórico y lideró la NCAA en anotación en la temporada 2020- comenzó el pasado domingo nada menos que contra el Barça. Para vencer a los azulgrana en el Buesa Arena se disparó con 37 puntos y ocho triples (llegó a lanzar hasta 22). El jueves, ya en Euroliga y también en Vitoria, siguió con el show ante el Emporio Armani de Milán: 26 puntos con cuatro de 10 en triples.
Todo redondeado este sábado, sin salir del Buesa, en la visita del Covirán Granada, al que los de Dusko Ivanovic derrotaron (104-88) para seguir en la puja por los puestos de playoffs. El ex de los Nuggets se fue otra vez a los 37 puntos, esta vez con hasta 10 triples (de 14 intentos) para 31 de valoración. Igualó su tope de anotación en Liga Endesa y superó su récord de triples en la competición, donde promedia 18,7 puntos (es el máximo anotador con diferencia). En Euroliga está en 18,5, sólo por detrás de Mike James (19,3).
Los 10 triples de Howard son la tercera mejor marca de todos los tiempos en la ACB, sólo por detrás de Jacob Pullen (12 en 2014) y el legendario Oscar Schmidt (11 en 1994). Según los datos estadísticos de la competición, sus 18 lanzamientos de tres anotados en las últimas dos jornadas solo han fueron superado por el brasileño, que cosechó 19 en dos partidos consecutivos en 1994 (8 + 11).
Markus Howard, tras la victoria ante el Granada.E. OtxoaACB Photo
El Baskonia, por su parte, igualó ante el Granada su tope en Liga Endesa tras quedarse en 19 triples, marca que ha conseguido en cuatro encuentros anteriores. Pero los 35 convertidos en los últimos dos choques se han quedado a uno del récord histórico: 36 sumó UCAM Murcia en las jornadas 23 y 24 de la 2018-19, y 36 encestó el propio club vasco en las Jornadas 28 y 29 del pasado curso.
Desde 1984, cuando se introdujo a la Liga Endesa la línea de tres, hasta el 2021 solo tres jugadores baskonistas habían conseguido alcanzar los ocho aciertos: Igor Rakocevic (2007), Saulius Stombergas (2001) y Velimir Perasovic (1994). En solo dos temporadas en Vitoria, Howard ya lo ha conseguido en cuatro ocasiones.
Con 14 años colocaron el peso del futuro sobre sus adolescentes hombros. Un crío, todo pelo y nariz, designado como the next big thing. Era Magic Johnson, era Pete Maravich, era El Elegido.
Con 15 años, llevó a España al oro en el Europeo cadete con,
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