Domina Norris, pero Verstappen sobrevive en Marina Bay

Domina Norris, pero Verstappen sobrevive en Marina Bay

"Gracias, Daniel". Un conciso mensaje, el único que trascendió en la voz de Max Verstappen tras 62 vueltas en Singapur. Un guiño para su ex compañero Daniel Ricciardo, piloto de la filial de Red Bull, que arrebató a última hora la vuelta rápida a Lando Norris. Un logro simbólico para derruir la moral del aspirante, gran dominador de la noche ante Mad Max, todo un maestro a la hora de contener los daños. Porque la fiesta nunca termina por ser completa para Norris. Si quiere ser campeón, el británico deberá recortar 52 puntos en las seis últimas carreras.

El despótico poderío de Norris se plasmó en la tabla de tiempos, con 21 segundos sobre Verstappen, segundo, el doble sobre Oscar Piastri, su acompañante en el podio y 96 sobre Carlos Sainz, el último que pudo librarse de los doblajes. El séptimo puesto del madrileño, justo por delante de Fernando Alonso, puede considerarse un mal menor tras la catastrófica qualy del sábado. Su 200ª carrera de F1, en cualquier caso, merecía otro desenlace.

Por una vez, a Norris no le tembló el pulso para soltar a tiempo el embrague y mantenerse a salvo en la salida. Las cuatro zonas de DRS suponían una amenaza para el líder en ese inicio, pero ya en la tercera vuelta marcó un 1:38.480 con el que dejar las cosas claras a Verstappen. Desde ese momento fue engordando su ventaja cuándo y cómo quiso. Se iba a anotar el Grand Chelem, con victoria, pole, vuelta rápida y liderato durante toda la carrera, cuando a dos giros de la meta Ricciardo borró su registro por medio segundo (1:34.486).

"relájate y trae el coche a casa"

Poco antes de cumplir la mitad de la prueba, Norris se había dado un susto terrible en la curva 8, con un error de frenada que puso en riesgo su alerón delantero. Por entonces, mandaba con tanta holgura que incluso partió por delante de Piastri a la salida del pit-stop. Nada menos que 21 segundos sobre Verstappen. Un dominio a la altura del mejor Red Bull de 2023. A falta de 13 giros, cuando ya rozaba el medio minuto, Norris atacó la vuelta rápida (1:34.925) porque ese punto de bonus resultaba precioso tal para la lucha por el Mundial. Justo entonces debió de cundir el pánico en el garaje de McLaren al ver a su piloto rozando una de las protecciones. "Sólo relájate y trae el coche a casa", le cantaron por radio.

Ni siquiera por ésas hubo opción de safety car, cita obligada en Marina Bay a lo largo de sus 14 presencias previas en el Mundial. Kevin Magnussen, con un pinchazo lento, supo arrastrar su monoplaza hasta los boxes, frustrando la última posibilidad. Nada habría cambiado tampoco en las posiciones de cabeza, porque Piastri cedía 20 segundos con Verstappen y éste mantenía 18 sobre Russell. El podio del australiano se forjó a fuego lento, con un par de adelantamientos calcados en la curva 7 sobre Lewis Hamilton y George Russell.

Para desgracia de McLaren, nadie importunaba al tricampeón mundial, que navegó con comodidad durante ese primer tramo, lejos del alcance de Mercedes. Toto Wolff había dividido el plan con los neumáticos para sus pilotos, probando los blandos para Hamilton. Tras 17 giros, el heptacampeón mundial pasó al compuesto duro. Ese primer movimiento podía dar pistas sobre lo que vendría después.

Alonso, por delante de Leclerc en Marina Bay.

Alonso, por delante de Leclerc en Marina Bay.AFP

"El undercut aquí parece fuerte, en torno a los dos segundos", advirtieron por radio a Norris, tras medir el tiempo que había conseguido Sainz con su parada en la vuelta 13. Partiendo décimo, el madrileño debía aferrarse a un milagro en esas calles donde el año pasado obtuvo una memorable victoria. Ferrari, por supuesto, mantuvo todo el tiempo que pudo a Leclerc, aguardando un safety car que no llegaba. Tras 36 vueltas, el monegasco fue el último piloto en renovar sus gomas.

Debió de hacerse largo ese relevo a Leclerc, demasiado tiempo por detrás de Alonso, que le negaba todos los espacios pese a su clamorosa desventaja mecánica. Bastante hacía el Aston Martin para sujetarse al alerón trasero de Nico Hulkenberg, quinto con el Haas tras darse el capricho de ganar provisionalmente la posición a Piastri. Una noche especial la de estos dos veteranos, porque Alonso aún tuvo que ajustarse los machos en el último tercio de carrera.

No había manera de contener a los Ferrari, por supuesto, pero su Aston Martin había de contener a Hulkenberg, Sergio Pérez y Franco Colapinto. Ya podía quejarse el mexicano de que su Red Bull saltaba "como un canguro" y ya podía apretar los dientes el argentino, única esperanza de Williams tras el madrugador problema de Alexander Albon con una toma de refrigeración. Ya podía insistir también Hulkenberg, orgullo de Haas, porque Alonso no iba a entregar su octava plaza.

El órdago de Verstappen a la FIA: monosílabos y rueda de prensa paralela tras su "ridícula" sanción por un "fucked"

El órdago de Verstappen a la FIA: monosílabos y rueda de prensa paralela tras su “ridícula” sanción por un “fucked”

La soberbia recuperación del sábado en Marina Bay, a bordo de un monoplaza que sólo él puede meter en vereda, no distrajo a Max Verstappen de lo que él consideraba más importante. De modo que, nada más bajarse del coche tras su segundo puesto en la sesión clasificatoria, a sólo dos décimas de la pole de Lando Norris, el tricampeón lanzó un órdago durante la rueda de prensa oficial. Todo por un taco lanzado el pasado jueves: fucked.

El líder del Mundial no acepta de ningún modo el castigo que el viernes le impusieron los comisarios. Es decir, la "obligación de realizar algún trabajo comunitario", según el comunicado de la FIA. Una sanción por su respuesta al ser cuestionado el jueves a propósito de Sergio Pérez, que había sido más rápido el pasado fin de semana en Bakú. "No sé el motivo, configuraciones diferentes. Desde que comencé la qualy supe que el coche estaba jodido". A juicio de los comisarios, ese adjetivo "es considerado lenguaje grosero y puede ofender, por tanto no es adecuado para su retransmisión".

El malestar de Verstappen, que ya tuvo que cumplir en 2019 dos días de servicios comunitarios por un empujón a Esteban Ocon en Interlagos, se ha ido acrecentando a lo largo del fin de semana. Hasta su estallido de ayer en la sala de prensa ante Tom Clarkson, el periodista designado por la F1 para arrancar el turno de preguntas. Un intercambio resuelto por el holandés con monosílabos.

- ¿Qué has cambiado durante la noche?

- Mucho.

- ¿Puedes ofrecernos más detalles?

- No, porque quizá me multen o me castiguen con un día extra.

- ¿Estás seguro del ritmo de carrera?

- Tal vez.

- Después de tus problemas durante los entrenamientos, ¿qué parte de la carrera es un paso hacia lo desconocido?

- Es una incógnita.

- Cuéntanos acerca de la alineación en el...

- No se trata de ti, no te preocupes. No quiero molestaros.

- Estamos bien, pero ¿puedes hablarnos sobre tu estrategia de carrera y lo que puede suceder con Lando en la lucha por el título?

- Lo sabremos mañana.

Cuando Clarkson abrió el turno a los presentes en la sala, Verstappen lanzó otro envite. "Preferiría que me hicieran estas preguntas ahí fuera". La segunda cuestión la resolvió con un sucinto "sin comentarios" y para la última alegó que sufría "problemas en la voz". Tras finalizar dicha comparecencia, Mad Max cumplió con su compromiso de hablar ante los medios.

Hamilton llama a la rebelión

De regreso al hospitality de Red Bull fue atendiendo al grupo de enviados especiales que se arremolinaba en torno a él. "Me parece ridículo lo que pasó, así que ¿por qué debería responder normalmente? Es muy fácil que te impongan una multa u otra sanción, así que prefiero no hablar mucho. Por supuesto podemos hacer las entrevistas también en otro sitio", lanzó un airado Verstappen camino del corralito donde le aguardaban las televisiones. "Sinceramente, creo que lo que dije no fue tan malo", zanjó.

El plante de Verstappen contó con la solidaridad de los otros dos protagonistas de la qualy. "Me parece bastante injusto y no estoy nada de acuerdo", subrayó Norris, amigo del neerlandés desde 2013. Lewis Hamilton, por su parte, no sólo se mostró más crítico, sino que lanzó una llamada a la rebelión. "Para ser sinceros, me parece una broma. Esto es la cima del deporte del motor y aquí se cometen errores. Yo no cumpliría la sanción y espero que Max tampoco lo haga", concluyó el heptacampeón mundial.

Verstappen acecha a Norris tras el doble desastre de Ferrari en Marina Bay

Verstappen acecha a Norris tras el doble desastre de Ferrari en Marina Bay

Tampoco el sábado en Marina Bay resultó redondo para Lando Norris, autor de una pole (1:29.525) imprescindible para sus aspiraciones, pero seguido de cerca por la inquietante figura de Max Verstappen. Repuesto de sus innumerables problemas del viernes, el líder del Mundial sólo cedió dos décimas ante McLaren. Ferrari, por contra, se precipitaba al vacío, con un doble error de Charles Leclerc y Carlos Sainz, que partirán noveno y décimo si los mecánicos recuperan a tiempo el monoplaza del español.

No anda nada fino Norris este año en las salidas, como ya dejó constancia en Hungaroring y Montmeló, donde desperdició sendas poles. Sin embargo, ahora ya no cuenta con margen si de verdad quiere pelear por el título. La mera presencia de Verstappen en las tres primeras enlazadas le supondrá un quebradero de cabeza. Porque si Red Bull aún no ofrece demasiadas garantías, Verstappen sigue añadiendo un punto diferencial.

Derrapaba su RB20 desde la Q1 y Mad Max salvaba a duras penas los muros. Se veía con apuros para sacar el tiempo en la Q2 hasta que metió el coche en cintura. No hubo un piloto en el sábado de Singapur a la altura del tricampeón mundial. Quizá sólo Nico Hulkenberg y Fernando Alonso, sexto y séptimo, puedan alardear de un papel tan estelar.

Hamilton, tercero

Entre los perdedores hay que mencionar a Oscar Piastri, quinto con el mejor monoplaza, y los hombres de Ferrari. Apuraba la preparación de su primera vuelta en la Q3, cediendo el paso al austrialiano, cuando Sainz abordó la entrada a la recta de meta de muy mala manera. A la frialdad de los neumáticos se sumó un pequeño despiste con el volante, con la quinta marcha ya engranada. Una combinación fatal para su Ferrari, que terminó contra las protecciones de la curva 19 con daños irreparables en el tren trasero. Justo un año después de su pole y su victoria en estas calles, Sainz desfilaba apesadumbrado hacia el garaje. Como lo hizo a pie, los comisarios anotaron la irregularidad para una investigación.

Cuando despejaron la pista restaban casi siete minutos de Q3, aunque los favoritos apuraron aún más para atacar su único intento. A Verstappen le habían borrado el previo (1:29.791), al coincidir su entrada a meta con el accidente de Sainz. A Leclerc le dejaron fuera de combate al superar los límites de pista de pista en la curva 2, mientras Mercedes apuraba sus opciones pese a las continuas quejas de George Russell con el agarre de sus Pirelli. Algo más más pudo arañar Lewis Hamilton, con un notable tercer puesto en la parrilla, 26 milésimas más rápido que su compañero.

Fiasco de Pérez en la Q2

Una semana después de su brillante papel en Bakú, Sergio Pérez se apuntó otro fiasco en el currículum. A bordo de un RB20 al que hay que sujetar con brío las riendas, el mexicano ni siquiera pudo superar a los Williams. Nueve décimas perdidas, nada menos, ante su compañero en Red Bull.

El tiempo de corte en esa Q2 lo iba a establecer Alonso, con ritmo para rodar con los mejores en el primer y tercer parcial. Las dificultades del asturiano llegaban en la zona más revirada y aun así pudo colarse (1:30.450) con 24 milésimas sobre Alexander Albon y 31 sobre Franco Colapinto. Bastante hace Fernando con el material disponible, casi chatarra en manos de Lance Stroll, decimoséptimo en la Q1.

Tampoco pudo silenciar Daniel Ricciardo los acuciantes rumores sobre su futuro. El australiano se quedó fuera en la Q1 junto a Pierre Gasly, Stroll y los dos Sauber, mientras su compañero Yuki Tsunoda sí exprimía todo el jugo de su RB.

La alarmante espiral de Lando Norris: ¿por qué se equivoca tanto con un McLaren tan rápido?

La alarmante espiral de Lando Norris: ¿por qué se equivoca tanto con un McLaren tan rápido?

El niño fascinado con Richard Burns, campeón del mundo de rallies con Subaru en 2001, pudo abrirse camino en el automovilismo gracias a Adam, su padre, un peculiar hombre de negocios cuya fortuna supera los 200 millones de euros. El adolescente que apuntaba en un cuaderno cada bache y cada bordillo de los circuitos por los que pasaba, dio el salto a McLaren con sólo 19 años y se hizo amigo para toda la vida de Carlos Sainz. La gran esperanza de Zak Brown, que le había asegurado cuatro años de contrato en Woking, aguantó con gallardía las críticas y supo esperar su momento. Hasta que el pasado 5 de mayo, Lando Norris ganó en Miami su primera carrera de F1, confirmándose como única alternativa a Max Verstappen, otro de sus íntimos en la parrilla. Este fin de semana, al volante del coche más rápido, el aspirante se presenta en el GP de Singapur sin margen de error. No se admiten más titubeos frente al tricampeón. Es ahora o nunca para Norris.

Desde siempre hubo algo en su naturalidad, en la invariable sonrisa con la que pasea por el paddock, que cautivaba a la gente. Durante sus seis temporadas en el Gran Circo, Norris se ha venido mostrando tal y como es. Un chico que disfruta de lo que hace. Un piloto para quien la F1 no supone un trabajo. Una estrella que mejora su rendimiento cuando llega al circuito con la mente despejada tras unas horas de golf o de Call of Duty. Sin embargo, en las últimas semanas Lando ha perdido las ganas de bromear.

Tras la cadena de errores de Norris se intuye el vértigo que atenaza a quien se ve con cartas para ser campeón. Y esa falta de confianza aflora dentro y fuera del asfalto. En los mensajes de radio y en sus declaraciones ante la prensa. Revolotean los demonios en torno al líder de McLaren. Le acusan de falta de instinto asesino ante Verstappen. ¿Cómo puede ser que hace unos días ambos compartiesen avión rumbo a Bakú? ¿Dónde se vio que dos rivales por el título confraternicen de ese modo antes de una carrera?

«Hemos hecho un trabajo increíble»

El pasado marzo, Norris acabó octavo en el GP de Bahrein, a 48 segundos del ganador. Mad Max se impuso en esa cita inaugural, como en tres de las cuatro siguientes. Tras aquel inicio mediocre, a 99 puntos del liderato en el Mundial de Constructores, McLaren supo extraer todo el potencial de su coche y cambió por completo la tendencia. Hoy, el MCL-38 supera a Ferrari, Mercedes y Red Bull en velocidad y consistencia. Simplemente se adapta mejor a cada circuito. Ayer mismo, en Marina Bay, Norris aventajó en más de un segundo a Verstappen durante la segunda sesión libre. Otro logro de Brown y Andrea Stella, su jefe de operaciones, capaces de encaramar a los monoplazas papaya a lo más alto del Mundial por vez primera desde 2014.

El MCL-38 de Norris, durante los primeros libres en Singapur.

El MCL-38 de Norris, durante los primeros libres en Singapur.EFE

«Hemos hecho un trabajo increíble. Superar a Red Bull y ser el mejor equipo es algo de lo que debemos sentirnos muy orgullosos», admitió Norris después de su estresante fin de semana en Bakú, donde tras caer eliminado en la Q1 tuvo que remontar 11 posiciones. Un fallo más en su diabólica espiral. De las malas salidas en Montmeló y Hungaroring, ambas partiendo desde la pole, al enganchón postrero con Verstappen en Austria. Sin olvidar su pasada de frenada durante un pit-stop en Silverstone o el paseo por la grava en la primera vuelta del GP de Bélgica. Para completar los desastres, McLaren abusó de una estrategia demasiado conservadora en Monza, dando lugar a múltiples comentarios sobre la necesidad de dar prioridad a Norris sobre Oscar Piastri.

De este modo, pese a encadenar siete carreras sin victoria, Verstappen aún cuenta con 59 puntos de ventaja. Si Norris quiere ceñirse la corona necesita superar al líder por un promedio de 8,4 puntos en las siete últimas carreras, incluidas tres sprint races. Lo más preocupante para el británico es que sólo logró ese margen en Australia, cuando el piloto de Red Bull tuvo que abandonar por una avería en el motor.

Mejor en 10 de los 12 sectores

Lejos queda ahora aquella primavera para la gente de Christian Horner, porque su RB-20 cada día se muestra más impredecible. Sin ir más lejos, ayer mismo fue el monoplaza más lento de la FP2 en las primeras tres curvas de Marina Bay. Además, según gráfico oficial de la F1, Norris logró imponerse a Verstappen en 10 de los 12 sectores de la pista. Unos datos que habla tanto de la debacle de Red Bull como de la mejoría de McLaren, Ferrari y Mercedes. Por primera vez en 47 años, cuatro escuderías han ganado al menos tres carreras en la misma temporada. Y desde 2012 no se registraban al menos siete pilotos con triunfo.

Bajo estas premisas, McLaren debería perfilarse como principal candidata al título de constructores, un logro fuera de su alcance en las últimas 25 temporadas. Ni siquiera en el Mundial 2007, con Fernando Alonso y Lewis Hamilton, dado que fue descalificada por culpa del Spygate. Ahora, con Piastri haciendo gala de una fabulosa habilidad para los adelantamientos, la gente de Woking sueña de verdad en grande. Eso sí, para completar el círculo, Brown deberá aclarar las jerarquías entre Norris y su compañero australiano.

Un Piastri apoteósico le gana la batalla a Leclerc en el duelo de campeones en Bakú

Un Piastri apoteósico le gana la batalla a Leclerc en el duelo de campeones en Bakú

Actualizado Domingo, 15 septiembre 2024 - 14:47

"Pisa el acelerador, gasta las ruedas; pisa el acelerador hasta que puedas" decían los versos del estribillo de la famosa canción de Joaquín Sabina. Ese quizás debió ser el plan trazado para Lando Norris tras la desastrosa clasificación el pasado sábado que le dejó decimoquinto en parrilla. La misión era muy difícil, casi imposible y por eso, McLaren tuvo que fiarlo todo a su compañero Oscar Piastri que tras solucionar, aparentemente, los problemas internos, tenía una oportunidad desde la segunda posición, pero delante tenía a un solidísimo Charles Leclerc que no se lo iba a poner fácil.

La batalla fue dura, intensa y frenética desde que en la vuelta 20 y contra todo pronóstico, el australiano se colara por delante del monegasco aprovechando un instante de exceso de confianza del Ferrari en sus neumáticos. Tenía DRS, vio el hueco y lo aprovechó. Había ganas de cuerpo a cuerpo y Leclerc no iba a renunciar a ello. "Mantenlo bien, bonita lucha", le decían desde el garaje al ganador en Monza, que quiso vengarse con la misma medicina, pero el McLaren sacó los codos.

Además, y por si faltara vértigo, apareció en escena el mexicano Sergio Pérez que, tras adelantar a Carlos Sainz en la salida y después de sacarse de encima a un Norris, que ya había logrado remontar, pudo acercarse a saludar a la pareja. Leclerc apretaba y Piastri se defendía numantinamente con gran habilidad y destreza.

Todo se iba a decidir en las últimas vueltas, con Sainz pisando al máximo para buscar el podio y con Norris peleando para terminar delante de un Max Verstappen, que no tuvo un momento de tranquilidad con su coche. "¡Vamos!" le decían por radio a Leclerc a seis vueltas para ver la bandera a cuadros, pero en la 48, las ruedas del cavallino rampante terminaron por caerse para que Piastri acabara con cierta comodidad.

La peor parte la fiesta se la terminaron llevando Pérez y el piloto madrileño, que en su duelo por la ansiada tercera plaza ambos terminaron contra las protecciones tras tocarse en medio del adelantamiento del Red Bull, que por momento había perdido la posición. George Russell ocuparía su lugar tras correr con virtual safety car lo poco que quedaba. Un accidente que será investigado por la FIA y que supone un mazazo después de la gran carrera del español.

Parecida a la misión de Norris, que consiguió un heroico cuarto lugar superando a Verstappen a falta de dos vueltas, era también la de Lewis Hamilton, al que la decisión de añadir una nueva unidad de potencia al Mercedes, le costó tener que salir desde el pitlane. Pocos minutos antes de la carrera Toto Wolff ya avisaba que "los puntos serían un sueño", una fantasía que al final se terminó cumpliendo (9º).

La guerra de Aston Martin, en cambio, estaba algo lejos de esa primera línea, en la lucha por los puntos. Con Lance Stroll completamente fuera de juego, Fernando Alonso tenía que lidiar con el Williams de Franco Colapinto (8º), que ha logrado mantener durante todo el fin de semana un gran ritmo de carrera. Una pelea que terminó ganando la experiencia y veteranía del español, aunque no sin sufrimiento. La sexta posición supone puntuar, pero dada la dificultad de la carrera la escudería británica puede darse por más que satisfecha. "Sabéis a quién tenemos en el coche", afirmó positivamente Mike Krack antes de empezar.

Así fue el Gran Premio de Azerbaiyán, un circuito en el que "mientras tenga gasolina tu motor, tienes que pisar el acelerador".

Leclerc aprovecha la inercia de la victoria y logra la 'pole' en Bakú tras el batacazo de Norris y con Sainz tercero

Leclerc aprovecha la inercia de la victoria y logra la ‘pole’ en Bakú tras el batacazo de Norris y con Sainz tercero

Actualizado Sábado, 14 septiembre 2024 - 15:24

Tras la victoria de Charles Leclerc en Monza, muchos eran los nombres que podían protagonizar esta clasificación en el Gran Premio de Bakú. Aston Martin había sido la gran atracción de la semana con la confirmación del fichaje de Adrian Newey; McLaren, tras la pifia en Italia, tenía que solucionar los problemas internos y apagar definitivamente el fuego para acompañar a Lando Norris al campeonato y por último Ferrari, que quería confirmar la flecha para arriba y que, de nuevo, ha encontrado el premio con el monegasco. Excelente durante toda la jornada (1:41.365 s).

Pero en esta ocasión, no fue la rivalidad con Oscar Piastri lo que dejó atrás al aspirante Norris, sino un posible exceso de confianza del equipo de Andrea Stella, que no calculó bien la mejora progresiva de la pista y una mala última vuelta, provocada por una bandera amarilla en el último sector, lo que condenó al británico en la Q1 con un 17º puesto. Jarro de agua fría y primera gran sorpresa para la parrilla nada más comenzar. Un simple "lo siento", nada más volver al garaje, fue más que suficiente. No había mucho más que decir.

Los 'papaya' fiaban todo entonces a Piastri, que tenía que mantenerse firme entre los primeros para tener alguna opción en carrera y frenar así a un fuerte Carlos Sainz y los dos Red Bull que, ansiosos por volver arriba, se quedaron otra vez algo lejos. El australiano supo mantener el tipo. El campeón, por su parte, se sitúa "en ninguna parte" (6º), algo que él mismo ya pronosticaba y que Sergio Pérez, uno de los grandes dominadores del circuito, aprovechó para ponerse dos puestos por delante de él y terminar cuarto.

Franco Colapinto fue el otro gran nombre en esta jornada. El argentino logró meter a su Williams por primera vez entre los diez mejores. Una novena posición, por encima de Albon, que podrá disfrutar en carrera, aunque por delante tendrá a un Fernando Alonso que, con una grandísima vuelta en la Q2, consiguió quedarse a un paso de Lewis Hamilton y superar ampliamente a su compañero de equipo Lance Stroll (15º). "No esperábamos este rendimiento. Hemos dado más del máximo", señaló Mike Krack, jefe de la escudería verde.

El heptacampeón fue de nuevo superado por George Russell, que se queda también cerca del podio con un quinto puesto algo peligroso al estar entre los dos Red Bull.

McLaren exhibe músculo en Monza y liderará la parrilla con un Verstappen que no pasa del séptimo puesto

McLaren exhibe músculo en Monza y liderará la parrilla con un Verstappen que no pasa del séptimo puesto

Actualizado Sábado, 31 agosto 2024 - 17:22

Y llegó Monza. El lugar donde todas las miradas y las camisetas giran inevitablemente hacia el rojo. Al lado del cavallino rampante y de los tifosi, que deseaban ver a Charles Leclerc y Carlos Sainz arrancar sus motores en la carrera de mañana desde primera línea. Después del inesperado tercer puesto del monegasco la semana pasada en Países Bajos, todo podía ser posible. Había ilusión por lograr la pole, pero los coches papaya y el Mercedes de Russell fueron más fuertes. No así Lewis Hamilton, que llegó a ponerse líder y que finalmente saldrá sexto.

Lando Norris (1:19.911) volvió a exhibir músculo con su McLaren, aunque tuvo presión hasta el último momento. No fue fácil. En la recta final, todo se quedó en muy pocas décimas de diferencia y cualquiera podía llevarse la guinda, pero es ahí donde la escudería británica saca a relucir su potencia. Esa que le está llevando a acercarse y plantar cara a un más que tocado Max Verstappen.

El RB2O del neerlandés no dio para más. Séptimo lugar para el campeón. No fue una clasificación agradable y más aún después del amargo segundo puesto en Zandvoort. A punto estuvo de chocar su coche en dos ocasiones en el pitlane con Norris primero y con Sainz después. Dos momentos que serán investigados por la FIA y que podrían tener alguna sanción. Su compañero, Sergio Pérez estará detrás suya.

Por su parte, a Aston Martin le vuelven a faltar esas décimas tan decisivas. Fernando Alonso (11º) luchó hasta el final por meterse en la Q3, pero no pudo mejorar los tiempos del Williams de Alexander Albon y el Haas de Nico Hulkenberg. "Creo que la undécima posición es mejor de lo esperado", comentaba Alonso por radio tras conocer su eliminación. Un puesto que, aun así, vuelve a mejorar la de su compañero Lance Stroll que cayó a las primeras de cambio junto con el debutante argentino Franco Colapinto.

Norris le arrebata la 'pole' a Verstappen en Zandvoort con Alonso séptimo y Sainz undécimo

Norris le arrebata la ‘pole’ a Verstappen en Zandvoort con Alonso séptimo y Sainz undécimo

Actualizado Sábado, 24 agosto 2024 - 16:25

La cara de concentración de Max Verstappen antes de empezar la clasificación indicaba lo importante que era para él comenzar esta recta final del campeonato con una pole bajo el brazo pero, de nuevo, le faltaron unas décimas. Esas que le arrebató Lando Norris (1:09.673) en una vertiginosa última vuelta para colocarse por delante y dejar al ídolo local con la miel en los labios. El campeón, que mantiene el liderato del Mundial, tendrá que sufrir y exprimir a fondo el RB20 si quiere su cuarto triunfo consecutivo en un circuito en el que ya ha dejado su sello.

La mala noticia de la jornada la dejó Carlos Sainz (1:10.914) que, con su futuro ya resuelto y con algunos problemas en su coche, no pudo superar la Q2 al quedarse a unas décimas del corte que marcaba Fernando Alonso. Una eliminación que compartió, sorpresivamente, con Lewis Hamilton que, después de llevarse la carrera en Spa por la sanción a Russell, se verá obligado a remontar en Zandvoort desde la duodécima posición si quiere volver a posiciones de podio y competir cara a cara con Red Bull y McLaren.

El equipo de Andrea Stella se sigue mostrando muy firme, casi intratable y todo parece indicar que puede repetir doblete si no sucede ningún contratiempo en carrera. Las miradas al cielo, como así ha sucedido durante toda la clasificación, serán continuas y todo puede cambiar si finalmente se corre sobre mojado.

Aston Martin, pese a todas sus dificultades, saldrá en séptima y novena posición. "No puedo hacer nada más que esto", decía por radio el asturiano justo después de terminar su última vuelta. El español tendrá que codearse con Leclerc, de nuevo discreto, y con Sergio Pérez (5º) que logró colocarse por detrás del Mercedes y de un siempre cumplidor Oscar Piastri.

Cerrado por vacaciones

Cerrado por vacaciones

Actualizado Lunes, 29 julio 2024 - 11:09

La Fórmula 1 se va de vacaciones en uno de los momentos más apasionantes de los últimos tiempos. La temporada no tiene la tensión ni la beligerancia de 2021, pero a cambio tiene una igualdad inimaginable. Llegar a la vuelta final de una carrera en Spa sin saber quién va a ganar y ver como los tres primeros cruzan la meta con un margen de un segundo es un regalo. No puedo evitar sentir un poco de envidia, incluso una pizca de nostalgia al ver la b

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Russell sobrevive en la agonía para el doblete de Mercedes en Spa

Russell sobrevive en la agonía para el doblete de Mercedes en Spa

A falta de 12 vueltas, los ingenieros de Mercedes preguntaron con total honestidad, para que George Russell decidiera por sí mismo. En ese momento, el líder de la carrera tenía seis segundos de ventaja sobre Lewis Hamilton, pero la frescura de sus neumáticos en nada se parecía a la de los de su compañero. Si Toto Wolff contaba con un caballo ganador en Spa, ese era Hamilton. En cualquier caso, por la radio volvieron a insistir a Russell, que optó por continuar con las gomas viejas. Debería resistir hasta la bandera a cuadros para, al menos, asegurar el doblete de las Flechas de Plata, dado que por detrás acechaba Oscar Piastri con su McLaren.

Russell, sexto en la parrilla, se apuntó su segunda victoria del año tras un ejercicio de angustiosa agonía. Nada menos que 33 giros con el neumático duro, hasta cruzar la meta con sólo 52 décimas sobre Hamilton. Piastri, a 1,17 segundos, completaría el podio de una carrera sin una sola interrupción por el safety car. La igualdad entre Mercedes, McLaren, Red Bull y Ferrari se iba a concretar con otro dato: Max Verstappen, quinto tras partir undécimo, sólo cedería 9,2 segundos frente al vencedor.

Otra victoria, a su manera, para el líder del Mundial, de nuevo por delante de un errático Lando Norris. Ni siquiera en el tramo final, el piloto de McLaren pudo adelantar al tricampeón. Ni en el cuerpo a cuerpo, ni en el aspecto emocional, Norris se siente ahora a la altura. Su frustración se le pinta en la cara cada vez que se detiene ante los periodistas para ofrecer explicaciones.

Hamilton levanta el pie

En Mercedes, por contra, deben ahora contener la euforia, porque todo les sale de cine. Tras una evolución infructuosa y el regreso a las especificaciones de Hungaroring, rubricaron su primer doblete desde 2021. Al coraje de Russell para agarrarse a la pista con los duros hubo que añadir la cabeza fría de Hamilton, que en la penúltima vuelta levantó el pie a su llegada a Les Combes. En caso de haber asumido ese riesgo, quizá el triunfo hubiese pasado a Piastri.

De esa fe para llevar el plan hasta sus últimas consecuencias deberían tomar nota en Ferrari, donde Carlos Sainz acabó séptimo pese a asomar muchos minutos por la cabeza. Fernando Alonso, noveno por detrás de Sergio Pérez, bien pudo sentirse feliz por llegar con esa estrategia a una sola parada. Con un ritmo similar al de Esteban Ocon y Daniel Ricciardo, el Aston Martin sigue estancado en esa zona de nadie.

La primera mitad de carrera, teñida por las precauciones, resultó decepcionante. En la tercera vuelta, Hamilton tomó el liderato con total facilidad en la recta de Kemmel. Nada podía hacer Leclerc ante un Mercedes que volaba con el DRS. En esos compases iniciales, Verstappen había ganado tres posiciones para instalarse séptimo a prudencial distancia de Norris.

El error de Norris

Los 76 puntos de ventaja en el liderato del Mundial permitían a Mad Max tomárselo con calma. Norris, al contrario, se sintió incómodo desde su error en la salida, cuando cedió tres posiciones tras pisar la grava a la salida de La Source. Sobre un asfalto a 42ºC, Sainz era el único de los favoritos con gomas duras. Verstappen, a diferencia de sus rivales, únicamente contaba con un juego de ese mismo compuesto. Nada pasaba por delante, porque todos se mostraban precavidos.

El primer turno de paradas lo inauguraron Russell y Verstappen en la undécima vuelta. Casi de inmediato, Hamilton, Pérez, Piastri y Leclerc, hasta dejar a Sainz como líder provisional, por delante de Norris y Alonso. De la lentitud del Aston Martin en las rectas se quejaba Lance Stroll, mientras el asturiano hacía equilibrismos para sujetarse en la zona de puntos.

La hipótesis de alcanzar la bandera a cuadros con una sola parada sobrevoló durante buena parte de la tarde. En Ferrari lo pensaron con Sainz, a punto de quedarse atrapado en la grava de Stavelot en la vuelta 16. Ese fallo pareció cambiar los planes de Fred Vasseur, que detuvo por segunda vez al madrileño, perdido desde entonces en una zona intrascendente.