Un reencuentro “muy especial” en el adiós de Messi al Mundial de clubes: abrazo con Luis Enrique, camiseta con Hakimi y foto con Dembélé

Actualizado Lunes, 30 junio 2025 - 07:38

Uno a uno, todos se fueron acercando a Leo Messi. Minutos después de confirmarse al 'adiós' definitivo del Inter Miami al Mundial de clubes tras la contundente derrota ante el PSG (4-0), el argentino recibió en la entrada de los vestuarios el cariño de sus excompañeros del conjunto galo. Por ahí pasaron a abrazarle Donnarumma, Kimpembe, Marquinhos, Achraf o Dembélé, con el que compartió etapa en el Barcelona, pero sin duda el reencuentro más especial fue con Luis Enrique.

Diez años después del triplete que consiguieron en el Camp Nou y tras aquellos episodios de discusiones y títulos, estrella y entrenador tuvieron su 'momento abrazo' en el Mercedes-Benz de Atlanta. Un minuto en el que se rieron, compartieron un par de frases y se dieron cariño.

"Ha sido muy especial por reencontrarme con muchas personas con las que hemos compartido muchas cosas, muchos éxitos y también fracasos. Poder saludar a jugadores antes y después del partido y a Mascherano ha sido especial. Ha sido perfecto en lo emocional y perfecto en el juego", explicó Luis Enrique, que dirigió en el Barça a Messi, Suárez, Jordi Alba, Busquets y Mascherano, ahora técnico del Inter Miami, entre 2014 y 2017.

Messi se intercambió la camiseta con Achraf Hakimi, que fue el más rápido en pedírsela, y se sacó una foto con Dembélé en los vestuarios que el francés publicó en sus redes sociales: "Qué bueno volverte a ver Leo, el mejor de todos los tiempos... Ojalá sigas haciendo historia con el Inter Miami como en este Mundial de Clubes", escribió el ex jugador del Barça.

El argentino intentó por todos los medios marcar el gol del honor del Inter Miami en el tramo final del encuentro, pero no lo consiguió. Tuvo un cabezazo dentro del área que sacó Donnarumma y una falta desde la frontal que estrelló en la barrera, una de esas que suelen ser casi penaltis para él. Se fue de vacío, pero con los elogios de compañeros y rivales.

"Leo ha hecho un gran partido dentro de las posibilidades que teníamos, sobre todo en el segundo tiempo, cuando lo encontramos mucho más", aseguró Mascherano, que insistió en que en el tramo final "hemos visto lo mejor de él". "Creo que a día de hoy, con 38 años, la gente sigue pagando una entrada para verlo. Esa es la grandeza y el legado que nos deja a todos".

Al otro lado, Luis Enrique elogió el final del partido de los de Florida. "Han podido conectar a sus jugadores que todos conocemos: Jordi, Busi, Leo, Luis, Allende y Redondo. Y fue ahí que nos han generado problemas y que nos pusieron en dificultad".

Eso sí, el encuentro quedó sentenciado en el descanso después de tres goles casi seguidos del PSG para ampliar su renta a los cuatro tantos. Imposible para el Inter Miami: "Cometimos errores que no se pueden hacer ante un equipo como el PSG. Con esos jugadores, te penalizan mucho. El partido se acabó muy pronto, en la primera parte. Sabiendo la diferencia entre ambos equipos... nos iba a costar un poco más", resumió Busquets.

El excentrocampista del Barça insistió en el buen trabajo de Luis Enrique. "El PSG es un gran equipo con un gran entrenador. Le hizo muchos goles al Inter de Milán en la final de la Champions League. En partidos así te lo hacen pagar", dijo, aunque se mostró contento con el torneo del equipo: "Estoy orgulloso de hasta dónde hemos llegado, de nuestro torneo. Y ahora empieza nuestra realidad de nuevo".

Messi termina el Mundial de clubes con un gol anotado, el que metió ante el Oporto en la segunda jornada, y habiendo entregado a la FIFA cuatro de los partidos con más espectadores en todo el torneo. En Atlanta, ante el PSG, se dieron cita 65.000 personas. Un filón comercial para los patrocinadores de la organización que preside Infantino y que ha visto cumplido su objetivo cuando invitó a Inter Miami al Mundial.

Aplastamiento y compasión del PSG sobre el Inter Miami para despedir a Messi del Mundial

Aplastamiento y compasión del PSG sobre el Inter Miami para despedir a Messi del Mundial

La realidad del fútbol se cumplió. Era inimaginable que fuera de otra forma. El PSG, campeón de Europa tras ganar 4-0 al Inter de Milán en la final de la Champions y dominador del continente este curso, pasó por encima del Inter Miami de Leo Messi, ganador de la Supporters Shield de la MLS que le ha dado acceso al Mundial de clubes. Así de simples son a veces las cosas. Los de Luis Enrique abusaron de su rival en la primera mitad, se fueron 4-0 al descanso y bajaron marchas en el segundo acto, donde Messi, incisivo, trató de marcar el tanto del honor.

Mascherano alineó a toda su veterana columna vertebral, recuperando a Jordi Alba y repitiendo con Busquets en el eje y Messi y Suárez en punta. Luis Enrique, mientras, salió con todo desde el inicio en cuanto a nombres e intenciones, acelerando desde el pitido inicial y sin titubear ante la que fuera su estrella.

En el 3, Ustari salvó el primero tras un slalom de Kvaratskhelia que terminó en pase atrás de Barcola para la aparición del portero, que poco pudo hacer en los siguientes minutos. En el minuto 5 llegó el primer tanto. Vitinha lanzó una falta lateral al segundo palo y por ahí apareció Neves, libre de marca, para cabecear a gol ante Ustari.

Si Inter Miami tenía algún objetivo en el partido, debió caerse tras encajar un gol tan pronto ante el campeón de Europa. El PSG amasó la posesión, bailó al son de un Vitinha extraordinario, llamó a la tímida presión de los de Florida, batió la primera línea de Suárez y Messi con facilidad y se presentó en la frontal del área cada minuto con la comodidad de un entrenamiento.

Fue un monólogo en el que Inter no conseguía recuperar el balón y cuando lo hacía, lo perdía en apenas unos segundos. Un asedio constante. Kvaratskhelia pudo anotar el segundo, Nuno Mendes tuvo la suya más tarde, Hakimi también, Fabián estuvo a punto... Demasiado físico para los de Miami, demasiada técnica, demasiado todo.

Luis Suárez se desesperaba con sus compañeros porque no conseguían llegar a presionar al poseedor del balón, pero los gritos no ayudaban. Era la realidad. Inter aguantó el 1-0 durante 40 minutos, pero se vino abajo justo antes del descanso y por un error propio.

En el 40, Busquets perdió una pelota siendo último hombre, Fabián le robó la cartera y Neves marcó a placer a pase de Barcola. Partido casi sentenciado.

Los de Luis Enrique juntaban jugadores en triángulos ante los laterales de Inter Miami, moviéndose sin balón y creando espacios a la espalda de Alba y Weigandt. En una de esas, Hakimi encontró a Doué a la espalda de Alba, el joven delantero puso un centro y Avilés, sin querer, introdujo el balón en su propia portería. Muy fácil para los de Luis Enrique.

Con el público pensando en el descanso, Vitinha quiso más. En la siguiente posesión al 3-0, el mediocentro portugués picó el balón por detrás de Alba y encontró a Barcola, que dejó el balón atrás para que Hakimi batiera a Ustari tras una primera parada del portero.

El ataque creado por Luis Enrique es imprevisible. Al no tener un delantero centro claro, sus tres atacantes se mueven por el frente como quieren, intercambian posiciones y crea superioridades cuando el defensa no está lo suficientemente atento. Un nivel superior.

El intermedio aterrizó con el 4-0, con una posesión del 73% para los galos, con 10-0 en remates, 4-0 en córners, 340-107 en pases... Dos mundos diferentes.

En la segunda parte, el PSG bajó marchas y comenzó a pensar en los cuartos de final, donde se medirá al ganador del Flamengo-Bayern. El Inter mejoró al disminuir el ritmo del partido y comenzó a encontrar a Messi, su única salida. El argentino dibujó un pase picado a Suárez que el uruguayo no acertó a controlar dentro del área y unos minutos más tarde tuvo un claro cabezazo que Donnarumma evitó lanzándose a un lado con rapidez.

Al final del partido, Messi tuvo su gran oportunidad: una falta en la frontal que estrelló en la barrera cuando todo el estadio soñaba con ese gol del honor para despedirle del Mundial.

Messi-Luis Enrique, cita con un pasado de peleas y títulos: “Tuvimos una discusión y nos duró un tiempito”

Actualizado Sábado, 28 junio 2025 - 22:36

«Tuvimos una discusión y nos duró un tiempito». Este domingo, el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta será testigo del reencuentro entre Leo Messi y Luis Enrique, ganadores del triplete con el Barça en 2015. Una tarde de cita con el pasado, con Javier Mascherano en el banquillo del Inter Miami y Jordi Alba, Sergio Busquets y Luis Suárez acompañando a la estrella argentina en el equipo de Florida, y el técnico asturiano liderando al PSG, actual dominador de Europa y club al que Messi no pudo hacer campeón. El duelo lo tiene todo, pero volvamos a 2015.

El triplete culé de hace justo 10 años se forjó en las semanas de enero que estuvieron a punto de hacer explotar la relación entre Messi y Luis Enrique. Un vaso que se fue llenando durante los primeros meses de aquella temporada, la del debut del entrenador en el Camp Nou, en un vestuario que venía de fracasar en Liga y Champions con el Tata Martino.

Para saber más

Luis Enrique, directo, sincero y con sus manías, tardó en encajar las piezas emocionales de un vestuario lleno de estrellas que venían de sufrir, cada una a su manera, en el Mundial de Brasil. Messi cayó en la final, Neymar se perdió el 7-1 de Alemania a la canarinha en semifinales por un rodillazo del colombiano Zúñiga en cuartos y la columna vertebral española no pasó de fase de grupos tras las derrotas ante Chile y Países Bajos.

Empezaron ganando partidos, pero las texturas comenzaron a rasgarse tras las dos derrotas seguidas ante Real Madrid (3-1 en el Bernabéu) y Celta (0-1 en el Camp Nou). Llegó el final de año y la promesa de Luis Enrique a los sudamericanos de que si ganaban todos los partidos de diciembre podrían volver un poco más tarde. Empataron en Getafe y se fueron de vacaciones de Navidad segundos, a cuatro puntos del Madrid.

"A Leo se le cruzaron los cables"

Al regresar, la relación entre Messi y Luis Enrique llegó a un punto límite. «Yo volví de Argentina después de las vacaciones, jugábamos el día 4 y salí desde el banquillo. Tuvimos una discusión y nos duró un tiempito», explicó el argentino en una entrevista con Jorge Valdano. El Barça perdió ese día en Anoeta contra la Real Sociedad, pero en la previa ya habían tenido un roce importante. «En el entrenamiento, Luis Enrique no le pitó a Messi una falta en el partidillo, a Leo se le cruzaron un poquito los cables y se dijeron las cosas que se tenían que decir», contó Mathieu, ex jugador del Barça, años después.

Tras la discusión, Messi fue suplente en San Sebastián, junto a Neymar y Dani Alves, que habían vuelto con él en el avión tras las vacaciones, y la pelea escaló esa misma noche en el vestuario de Anoeta, con insultos entre ambos y reproches. «Hubo una discusión, como pasa muchas veces. Se dijeron cosas que quedan dentro del vestuario», aseguró Messi.

Al día siguiente, Messi no se presentó al entrenamiento por una supuesta gastroenteritis y Luis Enrique pidió una sanción, pero la intervención de Xavi Hernández y los capitanes, el tiempo y las victorias terminaron haciendo olvidar aquella guerra. No hubo sanción y sí títulos. El Barça remontó la Liga al Madrid, ganó la Copa y la Champions y todo fue felicidad, aunque en un punto se acercaron al precipicio. «Hasta que se solucionó todo hubo un tiempo de tensión, que yo no busqué, pero que apareció y tuve que gestionar», admitió Luis Enrique en 2019. «Acabamos con una relación muy buena», insistió.

"Con presión pueden cometer un error"

«Dos personas de carácter y con una fuerte presión encima pueden cometer un error. Se solventó, se arregló y no tenemos ningún problema. Leo ha sido un jugador único. Es un privilegio decir que entrené al mejor jugador de la historia. Aprendí más de él que él de mí», aseguró Luis Enrique años más tarde. «Tuve una relación espectacular con él hasta el último día. Le decíamos que se quedara, que estábamos bien», dijo también el futbolista.

Hoy Messi se enfrentará por primera vez a uno de sus ex equipos, todavía con el resquemor por su parte y en París de la época en la que no consiguieron ganar la Champions. «No todo está perdonado», tituló el diario L'Équipe sobre el encuentro. «Nunca terminé de ser feliz en París. Después del Mundial de Qatar, el trato cambió. Fui campeón y eso no gustó en Francia», declaró Messi cuando llegó a Miami.

En la previa, Luis Enrique mantuvo el buen tono con respecto a sus ex jugadores: «Siempre es especial enfrentarte a jugadores con los que viviste grandes momentos, pero ahora estamos en lados diferentes». El PSG parece muy superior, pero con Messi nunca se sabe.

Palcos VIP a pie de campo por medio millón de dólares: el nuevo estadio ‘estilo NBA’ de Inter Miami para renovar a Leo Messi

Actualizado Sábado, 28 junio 2025 - 22:34

Leo Messi termina su contrato con el Inter Miami a finales de 2025 y ambas partes negocian una renovación que parece bien encaminada. El futbolista es feliz en la ciudad y en el país, donde es una de las principales imágenes publicitarias, acumula patrocinadores y el futuro futbolístico a medio plazo también le conecta con América, porque el próximo Mundial será aquí. Para entonces, el equipo presidido por David Beckham planea tener inaugurado Freedom Park (el Parque de la Libertad), su nuevo estadio. No será sede FIFA, reservado eso para el Hard Rock, pero con sus 25.000 espectadores, sus palcos VIP y las celebraciones de conciertos y eventos esperan convencer a Messi.

«Es uno de los proyectos más grandes de todo Miami», explica a EL MUNDO Víctor Oliver, vicepresidente de Ingresos y Operaciones del club. Este periódico pudo visitar las obras y conocer las interioridades de un proyecto que quiere convertir al Inter Miami en la mejor organización de la MLS y una de las principales del fútbol al otro lado del charco. Todo conectado entre el balón y el entretenimiento, algo clave en una ciudad multicultural y de negocios como Miami.

Freedom Park será un estadio de fútbol, pero también una sede de conciertos, un centro comercial gigante con tiendas y restaurantes y tendrá al lado un parque al aire libre que será uno de los más grandes de la ciudad.

Grada retráctil

Situado al lado del aeropuerto, han construido sólo un nivel por temas de seguridad y tendrá una cubierta que tape prácticamente todas las plazas del estadio. Además, una de las gradas será retráctil para favorecer la preparación y celebración de conciertos sin dañar demasiado el césped.

Y pegado a la hierba, una de las claves del nuevo proyecto. Freedom Park será uno de los primeros estadios de fútbol en tener palcos VIP situados en la banda del campo, una decisión que dentro del Inter Miami se valora como «estilo NBA» y que acercará a los famosos de la ciudad al juego, como en la liga de baloncesto. El conjunto de Florida tiene claro que quiere mezclar fútbol y entretenimiento.

«En el Chase Stadium, que ha sido nuestro estadio temporal hasta inaugurar el nuevo, han estado a pie de césped LeBron James, Karol G, Kim Kardashian, Serena Williams, Bizarrap... El concepto aquí es diferente. La gente quiere estar cerca, no sólo quiere ver bien el partido como en Europa», asegura Oliver.

La cultura deportiva en Estados Unidos es diferente. Los encuentros de béisbol, NBA o NFL duran más que los de fútbol y los espectadores no están sentados en su sitio durante todos los minutos del encuentro. Hacen vida social en el interior del estadio, beben, comen y se relacionan.

5.000 localidades premium

En el nuevo Freedom Park, Inter Miami tendrá diferentes palcos VIP en distintas partes del estadio, sumando 5.000 localidades premium, las más demandadas hasta ahora. Y las del césped han volado. Disponen de 18 y 17 de ellas ya están vendidas, dejando una para los compromisos del club y de sus propietarios, creando un clima similar al que lograron los Lakers en su pabellón, convirtiendo el asistir a sus partidos en una experiencia VIP rodeada de famosos.

El retorno económico, además, se estima gigante. Cada palco situado en el césped, una suite VIP para varias personas, se ha vendido entre 380.000 y 500.000 dólares sólo para la primera temporada, en la que esperan contar con Messi. 8,5 millones sólo por esos palcos que harán aumentar los beneficios de la organización en un 40%. Los Lakers, por ejemplo, tienen suites que alcanzan los 5 millones al año.

Real Madrid y Barça, en su caso, cuentan con asientos y zonas VIP en sus estadios, pero no a pie de campo. Un asiento 'super VIP' en el Bernabéu cuesta 250.000 euros... Pero por 30 años, más un adicional de 21.000 euros anuales. Hace unos meses, los blancos vendieron 300 asientos VIP para 30 años y ganaron 70 millones, mientras que los culés vendieron 475 para 30 años por 100 millones. El futuro quizás esté más cerca del césped.

El fútbol y las audiencias de Messi y el Inter Miami dan la razón al ‘Plan Infantino’ para el Mundial: “No hemos venido a retirarnos”

Actualizado Martes, 24 junio 2025 - 22:50

«Compra aquí tus entradas para ver a Lionel Messi en el Mundial de clubes». Hasta la web de la FIFA asume la realidad. «Sólo la demanda del Real Madrid supera a la que hay por el futbolista argentino», explican desde la organización que preside Gianni Infantino. Messi está en todas partes: en las televisiones, con el anuncio para la cerveza Michelob Ultra que se emite antes, en la mitad y después de cada partido del Mundial de clubes; en los carteles de Adidas, Apple TV, Pepsi o Gatorade que se pueden ver por varias ciudades de Estados Unidos; en las publicaciones de la cuenta del torneo en redes sociales, donde el argentino y el conjunto blanco son los que más 'Me Gusta' y visualizaciones acumulan; y está también en los octavos de final de la edición, para gloria del Inter Miami y del propio Infantino, tras el empate ante el Palmeiras. Ahí se medirá al PSG en una cita cumbre a nivel deportivo y mediático. Se cumple el 'Plan Infantino'.

La idea del máximo mandatario de la FIFA ha salido a la perfección tanto en la parte económica como en la futbolística. El Inter Miami no había ganado la Champions de la Concacaf ni su ránking en la confederación le otorgaba los puntos suficientes para estar en el torneo, requisito que sí se ha aplicado al resto de continentes, pero el directivo suizo invitó al cuadro de David Beckahm al Mundial tras ganar la Supporters Shield de la Major League Soccer.

Infantino aplicó una invitación al país organizador, Estados Unidos, y no tuvo en cuenta al último campeón de la liga estadounidense, Los Angeles Galaxy. Decidió que el invitado sería el ganador de la liga regular, no de los playoffs. Recibió muchas críticas, pero después de varias semanas de Mundial, la repercusión del torneo le está dando la razón en la decisión, aunque en su momento fuera comprometida.

Una ciudad volcada

En España las audiencias del torneo superan casi todos los días a los programas del prime time, sea un equipo español o sea Messi, que en el partido emitido el pasado jueves en Telecinco entre el Inter Miami y el Porto llegó al 12,9% de cuota de pantalla y superó el millón de espectadores. Y en el césped, sólo el PSG-Atlético del gigante Rose Bowl y el Madrid-Pachuca de Charlotte superaron en aficionados a los encuentros del Inter Miami en el Hard Rock. La ciudad de Florida, que también llenó su estadio para el Madrid - Al Hilal y para el Bayern - Boca Juniors, se ha volcado con su nuevo ídolo.

Y los resultados acompañan. El empate de Inter Miami ante Palmeiras le colocó en octavos de final, donde se medirá al PSG. Messi contra el campeón de Europa. El sueño de Infantino. El duelo llega, quizás, demasiado pronto para la competición, pero supone un impulso más para el torneo. Se jugará en Atlanta, en el imponente Mercedes-Benz Stadium, con capacidad para 71.000 espectadores, y con muchas historias en los vestuarios.

"Puede jugar hasta que él quiera"

Messi, que cumplió ayer 38 años, llega a los octavos como segundo futbolista del torneo con más regates, sólo superado por la joven promesa del PSG Desiré Doue, de 20. Enfrente, el equipo con el que fracasó junto a Neymar y Mbappé en la era galáctica del Parque de los Príncipes. Ganó dos ligas, pero cayó en Champions ante el Madrid y el Bayern para desesperar a Al Khelaifi, que le acabó entregando el equipo a Luis Enrique. El asturiano se reencuentra ahora con Mascherano, técnico, Alba, Busquets, Suárez y Messi, a los que lideró hacia el histórico triplete de 2015.

«Leo puede jugar muchos años más, hasta que el cuerpo o él quiera. Está hecho un chaval y sigue marcando la diferencia», explicó el lunes Jordi Alba en los pasillos del Hard Rock Stadium, donde dejó claro que Luis Enrique es «el mejor entrenador del mundo». «Es increíble ver cómo trabaja». El lateral, además, dejó claro que los cuatro exjugadores del Barça que están en el Inter «no hemos venido a retirarnos a Miami». «No es el nivel de Europa pero estamos compitiendo», finalizó.

El Inter Miami de Messi se mete en un lío ante Palmeiras y se medirá al PSG en octavos de final

Actualizado Martes, 24 junio 2025 - 07:01

Leo Messi abandonó el Hard Rock enfadado, mirando al suelo y negando con la cabeza. Está en octavos de final, un hito histórico para el Inter Miami, pero el equipo de Florida dejó escapar un 2-0 contra Palmeiras para terminar firmando unas tablas que le envían directamente a un cruce infernal contra el Paris Saint-Germain, actual campeón de Europa. Allende y Suárez pusieron tierra de por medio para los de Mascherano, pero los brasileños, en un asedio final en busca de la primera plaza del grupo, lograron su objetivo con tantos de Paulinho y Mauricio para conseguir el liderato. Se medirán al Botafogo en octavos.

El Inter mantuvo su evolución mundialista. Mascherano parece haber encontrado las armas para acompañar a Busquets, Messi y Suárez. Su defensa flaquea, pero entre Redondo y Segovia tienen la capacidad suficiente para acompañar en el dominio del juego y Allende ofrece la potencia y la verticalidad que necesitan Messi y Suárez en ataque. Así fueron mejores los de rosa.

Enfrente, el Palmeiras, cuarto del Brasileirao a dos puntos del Flamengo, cuajó sus peores minutos del torneo en una primera parte desastrosa. No tuvo la posesión y no hizo daño a la débil defensa rival. Ni siquiera Estevao, joven promesa del fútbol brasileño que ya ha firmado con el Chelsea, pudo brillar, demasiado anclado en la banda derecha.

A los 15 minutos, un balón largo lo dejó perfecto con el pecho Luis Suárez para la carrera de Allende, imponente al espacio. El argentino aprovechó el hueco creado por el uruguayo y atacó la espalda de los defensas para romper al Palmeiras y definir ante Weverton mientras Murilo, zaguero visitante, se rompía en la carrera.

El gol empujó la idea del Inter, que no es otra que pausar el juego al ritmo de sus veteranos y buscar las roturas al espacio de sus futbolistas más jóvenes. Entre Busquets y Redondo le dieron sentido a las posesiones, con Messi bajando a recibir y haciendo que el duelo se jugara a su velocidad. Lento cuando él quería, rápido cuando observaba algún defecto enfrente.

Pero el Inter no es el Barça de Guardiola y comete errores. Algunos de ellos casi los aprovecha Palmeiras, más cómodo en velocidad, a la contra. Torres estuvo a punto de empatar en el 32, pero no estuvo acertado y el tramo final de la primera parte murió en la pausa de Miami.

Tras el intermedio, se mantuvo el guion, aunque el Inter comenzaba a dar peligrosos pasos atrás y el Palmeiras le empezaba a hundir en su propia área, con Estevao ganando protagonismo.

El fútbol, eso sí, es caprichoso. Luis Suárez lleva unas semanas entre críticas por su nivel, y en el duelo más importante apareció para dar una asistencia y colocar el 2-0 en el marcador. Recibió en tres cuartos de campo rival, se giró, se escapó de un par de rivales y dentro del área superó a Weverton con la potencia de años anteriores. Besos a sus dedos y respuesta a aquellos que no creen en él.

El gol del uruguayo parecía sentenciar el grupo, con Inter primero y Palmeiras segundo mientras el Porto no podía con el Al Ahly. No había peligro para ambos. Pero nadie quería al PSG y el Palmeiras terminó apretando.

Los cambios ayudaron a los brasileños, más frescos de piernas, y Paulinho recortó distancias en el minuto 80. Un cuarto de hora de sufrimiento local que acabó en drama. En el 87, Mauricio aprovechó un mal despeje de la zaga del Inter ante un centro del Palmeiras y batió a Ustari con potencia.

Empate, alegría brasileña y drama para el Inter Miami, que ha pasado de unos octavos en los que podía competir a otros en los debe bailar con la más fea: el campeón de Europa. Messi contra su ex equipo y Luis Enrique contra la base de futbolistas a los que dirigió en el Barcelona.

Messi sorprende al Oporto y deja al Inter de Miami cerca de la clasificación

Messi sorprende al Oporto y deja al Inter de Miami cerca de la clasificación

Actualizado Jueves, 19 junio 2025 - 23:44

Un golpeo de falta magistral de Leo Messi, de zurda a la escuadra, con música, impulsó a Inter Miami en el Mundial de Clubes, a un paso de los octavos de final, tras remontar a un Oporto endeble en defensa y sin capacidad de reacción en un partido en el que se jugó a lo que impuso el astro argentino.

A cinco días de cumplir 38 años, Messi sigue dando lecciones de fútbol en los terrenos de juego. Eterno Leo, haciendo jugar a Inter Miami, diseñando cada acción de peligro con una visión privilegiada a la que ya no le acompaña a su velocidad Luis Suárez. A falta de socios, el argentino se bastó para tumbar a un decepcionante Oporto.

Era el 1:45 de partido y una acción devolvió a la memoria de cualquier aficionado al fútbol, tantas otras conexiones del pasado. Como si el tiempo no hubiera pasado. Messi se descuelga, la pone de zurda al espacio, donde tantas veces apareció Jordi Alba, hoy suplente, para que la enganchase de zurda Luis Suárez. La imaginación, la precisión en el toque suave a espalda de la defensa. La parada abajo de Claudio Ramos.

Fue toda una declaración de intenciones. En Atlanta se iba a jugar a lo que quisiera Leo. Arrancó dando una 'masterclass'. Inventando asistencias que en otros tiempos de Luis Suárez habrían acabado en la red. Al uruguayo le pesa la edad. Falto de velocidad pese a seguir viendo, como goleador hasta el último de sus días, el espacio por donde aparecer y la zona donde generar peligro.

Era un monólogo del Inter Miami hasta que la primera aparición del Oporto acabó en penalti. Una de esas acciones castigadas desde el videoarbitraje que un colegiado no considera penalti en directo. Allen, con la punta de la bota, impactó en la carrera de João Mario. Samu asumió la responsabilidad y, pese a que Ustari le adivinó el lado, la potencia del golpeo mantuvo su pleno de acierto en penas máximas. Su tanto 26 del curso. Un 9 potente al servicio de Luis de la Fuente en la selección española.

En el campo había un jugador que, pese a su edad, 18 años, asumió el pulso de calidad con Messi. Es Rodrigo Mora y cada partido deja gestos repletos de calidad. Uno de esos futbolistas diferentes que ya han derribado la puerta de la elite de forma prematura. Un gran control, un taconazo para inventar una ocasión de Samu, derrochando personalidad cada vez que entra en contacto con el balón.

En sus botas estuvo una acción que pudo cambiar el rumbo. Antes respondió Messi. Todo oscilaba en torno a su figura, sin un marcaje estrecho de ningún rival, disfrutando de su libertad de movimientos. Regates en seco y pases a los movimientos de sus compañeros. La velocidad por fuera Allende y Segovia, la aparición al espacio de Cremaschi. A Inter Miami le castigaba el error en la finalización.

Perdonaba una más Luis Suárez, con todo para marcar, en carrera, después de que un error en el inicio de jugada de Marcano acabase con el pase perfecto de Messi. El mano a mano ante el portero lo culminaba con un disparo al cuerpo. Sin confianza en la definición. Demostrando que su perfil actual no es el del 9 que pide la visión asistente de Leo.

El Oporto dio un paso atrás para rebajar sufrimiento. Pecó de conformismo. Se olvidó de atacar, no explotó el contragolpe que sacase a relucir las carencias defensivas del equipo de Mascherano. En acciones aisladas lo pudo comprobar. Cuando Samu pidió un penalti, agarrado en el momento de rematar un servicio desde la derecha de João Mário. Antes de la acción de Rodrigo Mora clave. Tras amagos y con un disparo de diestra que sacó bajo palos Falcon.

Esa renacer inesperado del Oporto le pudo dar el partido en momentos de cansancio del rival. Samu, exhibiendo potencia en carrera en una acción en solitario, se topaba con el portero rival de zurda. El poste repelía un gran disparo desde fuera del área de Alan Varela.

De golpe, todo cambió en la segunda parte. El Oporto se deshizo tras dos golpes recibidos en siete minutos. El primero nada más reanudarse el partido. Tras un gesto de calidad de Busquets, al mando del juego, girando y lanzando una acción que acabó en centro la derecha de Weigandt y un golpeo potente de Velasco Segovia castigando la pasividad defensiva portuguesa.

Sin tiempo para reaccionar, Messi era derribado al borde del área y no desaprovechaba la oportunidad. El golpeo con guante de seda de zurda a la escuadra. La locura desatada en un estadio vestido con su camiseta. Un nuevo capítulo de una leyenda que sigue ganando partidos.

Acoso final

Le tocaba proponer al Oporto y le faltaron cualidades. Incluso sufrió cuando Inter Miami, bien replegado, interpretando bien lo que le pedía el partido, le buscó en contragolpes. Los intentos portugueses fueron a la desesperada, sin espacios para correr. La única vez que lo hizo William Gomes se topó con la rápida salida de Ustari.

Y así murió el partido, entre intentos de Samu que no encontraron puerta, y dos ocasiones para hacer mayor la herida de Picault y un balón picado de Messi que habría sido la guinda al primer triunfo de Inter Miami que acaricia los octavos y llena de dudas al Oporto.

Messi y el Inter Miami se llevan un golpe de realidad en el inicio del Mundial de Clubes

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 04:16

El tiempo pasa. Eso es inevitable. Y en el fútbol se nota como en la vida. Las piernas pesan más y la cabeza no resuelve con la misma agilidad. Lo saben Sergio Busquets, Luis Suárez y Leo Messi, a los que la edad no perdona. Su Inter Miami, que crece sobre ellos, especialmente sobre el argentino, se llevó un golpe de realidad ante el Al Ahly en el inicio del Mundial de clubes. Un empate a cero que, a la espera de los encuentros contra Palmeiras y Porto, les pone la clasificación para octavos en terreno peligroso. Los egipcios fallaron un penalti y Ustari salvó a un Inter que reaccionó en el tramo final pero no pudo con El Shenawy, guardameta africano. Messi se estrelló tímidamente contra los palos en una falta lejana y un centro chut, pero a sus 37 años el balón no vive igual en él. Lógico.

El Hard Rock Stadium tardó en llenarse pero finalmente rozó casi el aforo completo (60.927 según la FIFA), una gran cifra teniendo en cuenta los rumores previos sobre el pánico en Miami ante la presencia de la policía fronteriza de Donald Trump en los aledaños del estadio. Los aficionados egipcios se acumularon en la grada y compitieron de tú a tú con los latinos, que apoyaban al Inter y, por encima de todo, a Messi.

El argentino fue el más ovacionado en la curiosa presentación de los onces iniciales. Los jugadores caminaron uno a uno por el lateral del campo hasta formar un pasillo sobre una alfombra negra que terminaba en el círculo central. "Messi, Messi", cantó la gente mientras el '10', último en saltar al césped, corría hacia el Mundial de clubes.

El partido, sin embargo, situó al Inter Miami en su verdadero nivel. Ya en la previa, Mascherano, técnico de los de Florida, había reconocido que no tenían nivel para llegar lejos en el torneo, y la hierba del Hard Rock lo confirmó.

El Al Ahly fue superior en físico, en técnica y en calidad colectiva durante el primer tiempo, y sólo Óscar Ustari, el exportero del Getafe que tiene ya 38 años, evitó la contundente victoria egipcia al descanso. Busquets sufrió en el centro del campo y Suárez y Messi no aparecieron hasta el segundo tiempo.

Los africanos, con el gallego José Riveiro en el banquillo, perdonaron. Abou Ali, delantero estrella, se chocó contra Ustari una y otra vez, el portero salvó un cabezazo de Ibrahim y Trezeguet, el mejor del equipo africano, falló un penalti en el 41 que evitó Ustari volando hacia el costado derecho.

El empate del descanso despertó al Inter, que salió con otra cara de los vestuarios. Después de que Kaká, Del Piero, Agüero, Djorkaeff y Pepe jugaran con el youtuber Speed a ver quién daba al larguero durante el intermedio, Messi lideró la reacción estadounidense.

Allende falló a bocajarro ante El Shenawy tras un rechace y Messi tuvo su primera ocasión clara en el 56, cuando probó su clásica rosca desde la frontal y obligó a estirarse al guardameta egipcio. Los de Mascherano crecían en el partido con el argentino asumiendo todo el balón posible.

Leo volvió a rozar el tanto en el 63, con una falta exquisita que hizo la rosca por el exterior de la barrera y tocó en el palo del Al Ahly para delirio momentáneo de la grada local, que se desesperó en los últimos minutos con las intervenciones de El Shenawy, evitando el gol de Picault, Falcon y de Messi tras un centro chut que terminó dando en el larguero.

El ‘Universo Messi’ en Miami, “un antes y un después”: el millonario cuadrado Leo-Inter-Adidas-Apple que gobierna el sur de Florida y la MLS

Actualizado Viernes, 13 junio 2025 - 22:48

La cara de Leo Messi vestido con el rosa del Inter aparece imponente en la fachada del número 148 de la calle 28 de Miami, en el distrito cultural y moderno de Wynmood, lleno de murales realizados por algunos de los mejores artistas callejeros del mundo que no podían no inmortalizar en una de sus paredes al nuevo icono de la ciudad. Los colores reflejan el 'Universo Messi' construido al sur de Florida desde el verano de 2023, con un contrato no tan monstruosamente neto como los 200 millones de Cristiano en Arabia pero con las aristas suficientes como para impulsar su fortuna, el nivel del Inter Miami, que hoy debuta en el Mundial de clubes, y la Major League Soccer, en la búsqueda constante de Estados Unidos por entrar en el juego futbolístico mundial.

«La llegada de Leo ha sido un antes y un después para el Inter Miami y para el fútbol en Estados Unidos», explican en el conjunto de Florida, donde todo ha cambiado desde el fichaje de Messi. Fundado en 2018, la franquicia ha pasado de ser colista de la liga a campeón de dos títulos, y lo más importante: ha sufrido una evolución colosal a nivel económico y de aficionados.

La presencia de David Beckham como uno de los propietarios del club, fruto de su contrato con Los Ángeles Galaxy en 2007 que le permitía un descuento a la hora de acceder a la propiedad de una nueva franquicia, otorgó desde un primer momento al Inter un valor extra en el mercado. La unión de una estrella de tal nivel con la ciudad de Miami colocó al equipo en los 600 millones de valor, pero muy lejos de los Miami Dolphins y los Miami Heat, ejes deportivos de la ciudad, y de los principales clubes de la MLS.

La firma de Messi cambió eso. En apenas dos años, Inter Miami ha pasado de valer 600 millones, según Forbes, a alcanzar los 1.200 millones. En el fútbol de EEUU, sólo la franquicia de Los Ángeles FC vale más. Los Dolphins y los Heat siguen dominando la ciudad, pero el balón se abre paso gracias a Messi, que llena estadios por toda Norteamérica.

«Cada doce segundos se vende una camiseta de Messi en el mundo», cuenta a este periódico una de las responsables de la tienda del Inter Miami. «Antes de Messi aquí no venía casi nadie a ver los partidos. Regalaban entradas y ahora valen más de 300 dólares», cuenta Pablo Marino, periodista de Telemundo. «Es similar al fenómeno que sucedió con Beckham, pero Messi es más que Beckham y el impacto es mucho mayor», añade. «Todo se multiplicó por cinco», insiste Óscar Posedente, periodista argentino.

Nuevo estadio, nuevo contrato...

El Chase Stadium, con capacidad para 21.000 espectadores, se llena cada fin de semana a pesar de estar en Fort Lauderdale, condado al norte de Miami, y en 2026 el club quiere inaugurar Freedom Park, su nuevo estadio para 25.000 personas y situado pegado al centro de Miami. Y ahí, inaugurándolo, quieren a Messi. El argentino termina contrato afinales de 2025 pero las partes trabajan en ampliarlo, también para impulsar el Mundial 2026. Todo les encaja gracias al acuerdo a cuatro bandas entre Messi, el club, Apple y Adidas.

Messi se lleva una porción de los ingresos generados por los nuevos suscriptores al servicio de streaming de la MLS, cuyos derechos de televisión son propiedad de Apple tras un acuerdo de 10 años y 2.500 millones. Y Apple es uno de los patrocinadores de la camiseta del Inter Miami, creada por Adidas, firma que viste a Messi desde hace más de una década y es la marca oficial de la MLS. Además, uno de los últimos sponsors del Inter es la bebida Más+ by Messi. Lo dicho, todo encaja más allá del sueldo por jugador al fútbol.

Inter, por su parte, no deja de crecer. Ha pasado de un millón de seguidores en redes sociales a 18, se estrena en el Mundial a pesar de no haber ganado el título y ha conseguido a futbolistas como Suárez, Busquets o Alba que sin Messi quizás no estarían aquí. Messi no tendrá la opción de crear su propia franquicia, como Beckham, pero cuando se retire podrá acceder a una participación en la dirección del club.

De Deportivo LS a LSM: Suárez y Messi unen fuerzas para desarrollar un nuevo club en el fútbol uruguayo

De Deportivo LS a LSM: Suárez y Messi unen fuerzas para desarrollar un nuevo club en el fútbol uruguayo

Actualizado Martes, 3 junio 2025 - 14:22

Ya no se trata sólo de anotar goles en el campo, sino de hacerlo también desde el despacho: Luis Suárez y Lionel Messi unieron fuerzas para crear un nuevo club en el fútbol uruguayo, el Deportivo LSM.

El club, que nació en 2018 con impronta amateur como Deportivo LS, sumará a partir de ahora un área profesional, el Deportivo LSM, bajo el esquema de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y con la intención de ir subiendo de categoría en el fútbol uruguayo. El Deportivo LSM comenzará su andadura en la cuarta división del profesionalismo, la "Primera D".

"Para Suárez y Messi, el nuevo emprendimiento tiene dos objetivos claros", destacó la edición uruguaya de la revista "Forbes". "El primero es social y consta de darle a [el suburbio montevideano de] Ciudad de la Costa un club de referencia que genere sentido de pertenencia y forme nuevos talentos para el país. Mientras que el segundo es empresarial y de negocios: proyectar una cantera fuerte que nutra al equipo y, eventualmente, genere ventas al exterior e ingresos al club".

Messi y Suárez construyeron una amistad en sus años en el Fútbol Club Barcelona, y hoy comparten el tramo final de su carrera en el Inter de Miami.

"Estoy muy entusiasmado, hay mucho potencial en el fútbol uruguayo", dijo Suárez a "Ovación". "Queremos darles posibilidades a los que quieran competir y tengan condiciones. Me encantaría que tengan las herramientas que yo no tuve de chico e inculcarles valores. Que la cabeza no tiene que estar solo en hacer dinero, sino en muchos otros factores", continuó.

Messi expresó la alegría de sumarse a Suárez en este proyecto: "Poder ser parte de esto junto a vos para mí es un orgullo, y es una alegría que me hayas invitado y elegido. Espero aportar todo lo que pueda para seguir creciendo y sobre todo estar en esto también al lado tuyo".

El fútbol uruguayo, dos veces campeón del mundo a nivel de selecciones, es un creciente objetivo de inversores internacionales, que buscan remozar clubes con historia. Muchos de ellos están en decadencia, pero con gran potencial de reventa, en inversiones que suelen amortizarse ampliamente con la venta al exterior de jugadores de las canteras de esos clubes.